Se estrena el 6 de agosto “DESAFÍO” (“Defiance”), film dirigido por Edward Zwick, realizador entre otras importantes películas de “El último Samurai” y “Diamantes de sangre”, y protagonizado por el actor británico Daniel Craig -James Bones en los films “Casino Royal” y “007 Quantum Of Solace”-, Liev Schreiber, intérprete de numerosos films como “La suma de los miedos”, “El embajador del miedo” y “X-Men orígenes: Wolverine” y director de “Una vida iluminada”; y Jamie Bell, protagonista del niño que soñaba ser bailarín en “Billy Elliot” y luego interprete de los films “King Kong” y “La conquista del honor”, entre otros.
El guión cinematográfico del mismo realizador y Clayton Frohman, está basado en un hecho real -desconocido para el gran público- sobre sucesos acaecidos en Bielorrusia durante la Segunda Guerra Mundial, que fueron rescatados por la investigadora Nechama Tec en su libro, Desafío: Los guerrilleros Bielski..
Así como masivamente se sabe a través de libros, películas e infinidad de publicaciones periodísticas sobre el holocausto, se desconoce prácticamente la heroica resistencia del pueblo judío y su participación como guerrilleros en la lucha contra los nazis que invadieron el este europeo. Se estima que fueron alrededor de 20.000 los que integraron distintas unidades que cubrieron un vasto territorio, animándose a rescatar incluso, a muchos que se encontraban en ghettos fuertemente custodiados.

El film recrea la lucha que inician los hermanos Bielski, luego de la llegada del ejército alemán a Stankevich y el comienzo de los asesinatos masivos, víctimas de los cuales estuvieron entre otros sus padres.
Refugiados en los densos y fríos bosques cercanos, lideran la defensa de miles de hombres y mujeres -de distintas clases sociales y profesiones- que comienzan a unírseles, quienes desafiando las crudas condiciones existentes y su inexperiencia en las tareas que deben desempeñar, organizan una comunidad, cuyo objetivo además de conservar la libertad, es salvar la mayor cantidad de personas posibles, mientras atacan y se defienden del poderoso enemigo que los acecha.
Muchos mueren, pero muchos también sobreviven al horror, gracias al valor que los fortalece y al amor que se convierte en su mejor refugio.

La recreación de las locaciones que aparecen en el film, entre ellas los refugios que construyeron bajo tierra en el Bosque Naliboki, se realizó en Vilnus, Lituania, país elegido por el director para el rodaje. Quien a su vez integró su equipo con destacados profesionales -nominados y ganadores del Oscar- como el director de fotografía Eduardo Serra, el diseñador de producción Dan Weil y el diseñadora de vestuario Jenny Beavan. Una mención aparte merece la música del film, nominada para el Oscar y compuesta por el siete veces ganador del mismo galardón, James Newton Howard. El equipo principal se completó con el editor Steven Rosenblum y el director de arte Yann Biquand.

 

SÍNTESIS ARGUMENTAL

Basada en una asombrosa historia real, el film es un relato épico que transcurre durante la Segunda Guerra Mundial, en el cual el honor y la venganza conviven con el sentimiento de supervivencia.

En momentos en los que judíos de Europa del Este están siendo masacrados, cuatro hermanos logran escapar de una muerte segura, refugiándose en los densos bosques que conocen desde niños. Los tres mayores comienzan desde allí una desesperada lucha contra los Nazis. Tuvia (Daniel Craig), Zus (Liev Schreiber) y Asabel Bielski (Jamie Bell) convierten esta lucha en algo mucho más trascendente- además de vengar la muerte de sus seres queridos, salvan a miles de personas, que de otro modo hubieran terminado asesinadas.

De este modo, lo que en un principio fue solamente asegurar su supervivencia, se fue convirtiendo gradualmente además de en un refugio -al que comienzan a llegar otros hombres y mujeres, jóvenes y viejos-, en una comunidad de seres dispuestos a arriesgar todo a cambio de la libertad-

Tuvia, el mayor de los hermanos, es un líder nato, aunque cuestionado por su hermano Zus, quien teme que sus decisiones idealistas los lleven a la muerte. Mientras que Asabel -el más joven- queda en medio de la fuerte rivalidad que hay entre ambos.

Este heroico grupo humano, integrado por personas de todos los estratos sociales, que se organizan en medio del crudo invierno para construir refugios en los bosques, mantienen viva su fe mientras la humanidad parece perdida.

 

EDWARD ZWICK
(Director/guionista)

- 2008 DESAFIO (Defiance), largometraje
- 2006 DIAMANTE DE SANGRE (Blood Diamond)
- 2003 EL ULTIMO SAMURAI (The Last Samurai)
- 1998 CONTRA EL ENEMIGO (The Siege)
- 1996 VALOR BAJO FUEGO (Courage Under Fire)
- 1994 LEYENDAS DE PASION (Legends of the Fall)
- 1992 UN VIAJE INOLVIDABLE (Leaving Normal)
- 1989 TIEMPOS DE GLORIA (Glory)
- 1986 TE ACUEDAS DE ANOCHE (About Last Night...)



Sobre la producción

“Tal vez seamos cazados como animales, pero no nos convertiremos en animales. Todos hemos elegido esto – vivir libres, como seres humanos, todo el tiempo que podamos. Cada día de libertad es una victoria. Y si morimos tratando de vivir, al menos moriremos siendo seres humanos.”
-Tuvia Bielski-

En el verano de 1941, el ejército de Hitler avanza hacia el este. Europa pronto cae bajo su poder. Para millones de personas fue una sentencia de muerte segura. Pero para los hermanos Bielski - jóvenes judíos de clase trabajadora, granjeros de Bielorrusia - se convirtió en algo más: un llamado a tomar las armas -de las cuales ya no podrían desprenderse- que puso a prueba los límites de su coraje, su solidaridad y su voluntad para desafiar a un cruel enemigo, mientras lideran la lucha de miles de personas en una desesperada batalla por supervivir.
Edward Zwick, el reconocido director de “El último Samurai” y “Diamantes de sangre”, llevó al cine esta asombrosa y nunca contada historia, a la manera de un intenso drama bélico, sobre la complicada naturaleza de los sentimientos que llevan a los seres humanos a la venganza, y a su vez a la lucha por la sobrevivencia; señalando para ello el poder que ejerce la comunidad y la voluntad colectiva de vivir, aún cuando toda esperanza parece perdida.
Filmada en Lituania y contando con un elenco internacional encabezado por Daniel Craig y Liev Schreiber, el director buscó recrear una historia que no solo es sorprendente en sí misma, sino que también da una nueva visión sobre uno de los más grandes mitos de la Segunda Guerra Mundial. Así como Zwick, previamente contó un capítulo oculto de la Guerra de Secesión relacionado a los afroamericanos, en su película “Tiempos de gloria”, ahora indaga en una conmovedora realidad que ha sido ignorada por el cine: la valiente resistencia de aquellos que se negaron a entregarse o a huir sin dar pelea.
Dice Zwick: “La iconografía popular del Holocausto ha sido casi siempre de victimización. Es importante agregar complejidad a esa visión, para poder entender que hay una diferencia entre la pasividad y la debilidad, y que el impulso de resistirse siempre está presente. “DESAFÍO” trata acerca de aquellas personas que lograron resistir, pero también trata acerca del duro conflicto entre el deseo de venganza y el deseo de salvar a las miles de personas indefensas que se refugiaron en las montañas. Es una historia que nos lleva a preguntarnos: ‘¿Qué habría hecho yo en esas circunstancias?’ Y de esa forma, creo yo, se convierte en una profunda experiencia personal.”

LUEGO DE CINCO GENERACIONES DE VIDAS SALVADAS, UNA HISTORIA ÉPICA QUE AL FINAL SALE A LA LUZ

La historia de los hermanos Bielski y la comunidad que formaron en los fríos bosques del Este de Europa ocupados por los Nazis, es uno de los más sorprendentes relatos de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo sólo unos pocos saben de él. La historia se conoció por primera vez -al menos momentáneamente- cuando en 1944, al final de la Guerra, unos pocos, vieron emerger repentinamente a más de 1200 judíos de lo más profundo de los bosques. Al principio, la población local creyó que eran fantasmas. ¿Cómo, se preguntaban, pudieron sobrevivir cuando miles fueron enviados a los campos de concentración?
Entre susurros y rumores, la historia comenzó a emerger. Los hechos se iniciaron en momentos de creciente anti-semitismo y fueron protagonizaron por los hermanos Bielski, criados en la granja familiar de Stankevich -hoy Bielorrusia- pero que en aquel tiempo estaba bajo el dominio Soviético. Los dos hermanos mayores, físicamente imponentes y carismáticos, eran conocidos como luchadores y rebeldes, con aversión por la autoridad. Cuando los Nazis invadieron la zona en junio de 1941 -imponiéndose en la región con ataques masivos por aire y tierra- los hermanos fueron rápidamente identificados como potenciales “causa-problemas” y perseguidos por la SS y la policía local.
Una serie de devastadoras tragedias ocurrieron, familiares de los Bielski -incluyendo a la pequeña hija y esposa de Tuvia- fueron asesinados en una ejecución masiva junto a otros 4.000 judíos en el ghetto de Novogrudok. Luego del asesinato de sus padres y para salvar sus propias vidas, los hermanos escaparon a los bosques locales, una vasta e inmensa región que ellos conocían desde su infancia. Allí, logran esconderse de sus perseguidores y forman una pequeña guerrilla, determinada a luchar contra la ocupación Nazi y sus aliados. Pero lo que comienza como una lucha por supervivir y una búsqueda de venganza, pronto empezó a crecer en algo que trascendió ambos planes – un compromiso por salvar a la mayor cantidad de judíos posibles, jóvenes o viejos, ricos o pobres. Bajo el liderazgo de Tuvia, esa misión triunfó como nadie se hubiera podido imaginar.
Los Bielski se atrevieron también a entrar en los ghettos, ofreciéndoles una oportunidad de escape a aquellos judíos que debían enfrentar la deportación y la muerte en los campos de concentración. Luego de meses de incesantes persecuciones, a veces forzados a moverse constantemente, improvisaron un refugio en el Bosque Naliboki, viviendo en casetas subterráneas (conocidas como zemlyankas) y con el tiempo hicieron un hospital, un molino, una fragua de metales, una panadería, baños y hasta un teatro y una sinagoga. En medio del horror que los rodeaba, este campamento secreto creció tan lleno de vida que fue llamado “Jerusalén en los Bosques.”
Mientras se iba esparciendo la noticia de la existencia de este campamento, crecían en número – incorporando todo tipo de refugiados, desde doctores y abogados hasta granjeros y carpinteros, con mujeres trabajando y luchando junto a los hombres. A pesar de enfrentar incontables vicisitudes – desde la mala alimentación, enfermedades contagiosas y encuentros con patrullas enemigas, hasta disidencias internas – lucharon para mantener la apariencia de vida normal, que mantuviera sus esperanzas y sus vidas. Los niños iban a la escuela, las parejas se formaban y se casaban, todos, jóvenes y viejos, contribuían de cualquier manera. Y una comunidad nació.
Mientras tanto los Nazis ofrecían importantes recompensas por las cabezas de los hermanos, esperando frenar un hecho que se convirtió en inspiración para aquellos que buscaban desesperadamente algún tipo de esperanza. A pesar de ello, la comunidad oculta floreció. La clave de su supervivencia estaba en sus guerrilleros, que improvisaron patrullas que los protegían a cualquier precio, saqueando los pueblos enemigos en busca de comida, suministros y armas, sin las cuales seguramente habrían perecido. El grupo de los Bielski se convirtió en la guerrilla judía más grande en la historia de la guerra, sin duda la que más bajas alemanas ocasionó, además de salvar más judíos que cualquier otra. (Se estima que más de 20.000 judíos participaron en unidades guerrilleras alrededor de todo el Este de Europa y -a pesar de que hubo otros que sobrevivieron en los bosques- estos grupos eran considerablemente más pequeños.)
Sin embargo, cuando la guerra terminó, la historia de los Bielski casi se perdió en el tiempo. Tuvia y Zus se mudaron primero a Israel, luego a Nueva York, donde se desempeñaron como taxistas y conductores de camión. Eran reticentes para hablar del pasado, incluso con sus hijos, fueron otros sobrevivientes los que comenzaron a contar como habían sido salvados. Como Sulia Rubin, siempre agradecida por haber sido parte de la comunidad del bosque, dijo al New York Times en el año 2000: “No podría haber sobrevivido sin los hermanos Bielski. ¿Eran perfectos? No, todos cometemos errores. Pero son míos, son familia, los amo. ‘‘
Fue luego de la muerte de Tuvia en 1987, cuando los investigadores comenzaron a indagar sobre la historia, haciéndose por ello más conocida. Sobre todo cuando una de las más prestigiosas investigadoras, la Dra. Nechama Tec, Profesora de Sociología en la Universidad de Connecticut publicó en 1993 su libro Desafío: Los Guerrilleros Bielski. Las extensas entrevistas realizadas por Tec con aquellos que todavía vivían, proporcionaron la primera visión real del relato. El diario Los Angeles Times se refirió al libro como “una de las historias más inspiradas sobre crónicas de lucha en el contexto del Holocausto.”
Luego de leer el libro de Tec, al guionista Clayton Frohman le extrañó que esta historia de coraje y resistencia judía no fuera más conocida. La gente sabía sobre el levantamiento en el trágico Ghetto de Varsovia y acerca de personajes como Oskar Schindler, pero ausente estaba cualquier otro tipo de resistencia judía.
“Crecí en medio de tradiciones judías, leí mucho sobre el Holocausto, y mi padre fue un soldado americano en la Segunda Guerra Mundial, así que pensé que conocía las más interesantes historias de aquel tiempo. Pero nunca había escuchado nada de los Bielski,” Frohman recuerda. “Sentí enseguida que ésta era una historia necesaria de contar sobre la gente que se defendió. Toda mi vida había escuchado de judíos que habían sido víctimas. Indefensos y resignados. Y esa era la intención de los alemanes - que nosotros pensáramos de ellos como tales- y casi lo logran. Lo que hace de la película algo tan importante para mí es que cuenta el otro lado de una historia que estaba casi perdida.”
Frohman, le dio el libro de Tec a su amigo Edward Zwick. “Como director, Ed tiene esa habilidad para combinar lo íntimo y lo épico, de mezclar el trabajo más profundo de un personaje con la intensidad del juego por la vida y la muerte. Esta era nuestra oportunidad de hacer el tipo de épica dramática y de acción que raramente se hace hoy.”
Una sola lectura le tomó a Zwick entender la pasión de Frohman por la historia, y decidir hacer todo lo que estaba a su alcance para llevarla a la pantalla. Sin embargo, les tomó más de diez años lograrlo.
“Uno de los más grandes deseos del ser humano es mantener viva la memoria,” dice Zwick. “Con DESAFÍO, quería hacer un entretenimiento rico y excitante pero al mismo tiempo sentía la obligación de mantenerme fiel con aquellos a quienes les sucedió. No es sólo una historia impactante, sino además intenta cuestionar, provocar al público a pensar sobre qué hubieran hecho en aquel momento, y también a entender como se relaciona con el mundo hoy. Desafortunadamente, en Bosnia o Darfur, todavía estamos presenciando los horrores del genocidio.”
 

RESUMIENDO AÑOS DE LUCHA, CONSTRUCCIÓN Y SUPERVIVENCIA EN UN AJUSTADO Y ESTRUCTURADO GUIÓN

El proceso de escribir DESAFÍO fue largo y cuidadosamente considerado.
“Escribir esta película siempre fue un acto de fé,” dice Clayton Frohman. “Nunca me imaginé que un día terminaríamos yendo hacia Vilnius, donde mi padre nació, para hacer esta película con un elenco tan grande. Para mí, fue la realización de un sueño de toda la vida.”
Uno de los mayores desafíos fue encontrar la forma de reducir tres años de desgarradora lucha, rivalidad entre hermanos y penurias físicas en una película de dos horas. Aunque tuvo en cuenta los hechos verídicos, Edward Zwick nunca estuvo interesado en hacer un documental. “Siempre la he visto como una historia sobre gente temperamental que se las arregla para mantener sus principios humanitarios en las peores circunstancias,” dice. “Además, quiero que el público esté expectante en el borde de sus asientos. Y para poder lograrlo, no tuvimos que recortar la historia, porque el suspenso estaba concentrado en la historia real.”
Además, el director no intentó esconder la violencia cometida por los guerrilleros en nombre de la supervivencia. “Los Bielski no eran santos,” Zwick aclara. “Eran héroes imperfectos, lo que los hace reales. Sin embargo creo que encontraron algo en ellos que no esperaban y que fue realmente magnífico. A medida que su comunidad crecía se veían forzados a convertirse en líderes reales. Tuvieron que enfrentar incontables dilemas morales que la película busca dramatizar: ¿Tiene uno que convertirse en monstruo para luchar contra monstruos? ¿Tiene uno que sacrificar su humanidad para salvar a la humanidad?”
“Incluso en tiempos difíciles, especialmente en tiempos de Guerra, el amor y la añoranza nunca están ausentes. La gente que lo ha perdido todo tiene una necesidad mayor de contención y compañerismo,” dice Zwick. “Aquellos que han perdido seres queridos se miran los unos a los otros en sus carencias. El concepto de ’esposa del bosque’ o ‘marido del bosque’ aparece, las relaciones se iniciaban tanto por amor como por una cuestión práctica”.
“Muchos de ellos no sabían donde estaban sus esposas, o si estaban siquiera con vida.
Para Zwick, capturar la realidad visceral de lo que significa ser tomado prisionero era clave en su visión de la película. “Me pareció importante que los espectadores puedan entender lo que significaba estar en una situación así,” dice, “para gente acostumbrada a la vida urbana, poder entender lo que significa vivir en la suciedad, sobreponerse al frío y a el hambre, estar constantemente asustado y permanecer oculto, e incluso descubrir su naturaleza más esencial y primitiva”.
Zwick piensa que el personaje más importante de la película no es uno sólo, sino la comunidad que crearon entre todos. “Tuvia, Zus y Asael tienen fuerza propia pero el grupo es lo que los vuelve invencibles,” dice Zwick. “La comunidad en sí misma es un personaje que comienza a expresar su propia voluntad e identidad; una dinámica fascinante se desarrolla entre la expresión de un deseo individual y la supervivencia del grupo como un todo”.
El productor Pieter Jan Brugge, ve una alusión a los Westerns Americanos en el tema. “Hay algo en la historia que tiene elementos de las viejas películas de John Ford – esta idea de que no estás sólo, como un individuo aislado, sino que es importante donde estás en relación a otros y tu comunidad,” comenta.
“Creo que esta es la película más personal de Ed en muchas sentidos,” dice Brugge. “Uno puede hacer mejor su trabajo como productor cuando el director tiene una clara visión y siente un compromiso personal en contarle al mundo la historia.
 

HACIA LOS BOSQUES PARA RECREAR EL CAMPAMENTO BIELSKI

Desde el principio, Edward Zwick supo que DESAFÍO iba a requerir una producción compleja y elaborada para poder captar plenamente la magnitud y los matices que cuenta la historia. Desde planificar la acción, diseñar los escenarios y el vestuario, hasta el rodaje propiamente dicho, el proceso sería, en sí mismo, épico. Este fue el compromiso colectivo de los participantes de la película - director, productor, actores principales y secundarios, jefes de departamento y equipo-. Zwick se rodeó de un prestigioso equipo artístico, con muchos de los cuales había trabajo antes.
Dice el productor Pieter Jan Brugge. “El resultado de la película no es sólo mérito de las excelentes actuaciones, sino también de la acumulación de pequeños detalles, como el vestuario, maquillaje, efectos especiales, etc, etc.
La primera pregunta fue: ¿donde filmar la película?, la investigación de los paisajes que hay en países de Europa Oriental, llevo a Zwick y su equipo creativo a Vilnius, Lituania. “Los bosques de Lituania son absolutamente extraordinarios,” dice Brugge. “Una vez que los vimos, supimos que jamás encontraríamos un ambiente más indicado para filmar la película. Y fue muy cómodo llegar a estas locaciones desde la ciudad en menos de una hora.”
La ciudad también tenía muchos desgarradores recuerdos de lo que los judíos de Vilnius experimentaron cuando las tropas alemanas entraron allí en Junio de 1941, matando a 21.000 personas y llevando al resto a dos ghettos. En 1943, los ghettos fueron liquidados y aquellos que sobrevivieron fueron enviados a campos Nazis en Estonia y Polonia o asesinados y enterrados en tumbas sin marcar en los bosques cercanos. De una comunidad que alguna vez estuvo compuesta por unos 60.000 judíos, solo quedan en la actualidad unos pocos en Vilnius, pero estos sobrevivientes se sintieron particularmente sensibilizados con la película. Muchos que habían estado en el bosque como refugiados visitaron el rodaje y se sorprendieron por su fidelidad. Incluso algunos trabajaron como extras.
“Fue conmovedor para todos estar en un lugar donde ocurrieron tantos eventos,” dice Zwick. “No se puede evitar sentir los fantasmas, sentir la presencia del pasado a tu alrededor y el deber de mostrarlo con la mayor veracidad, mantener vivo ese espíritu, creando una historia que pueda ser contada a las futuras generaciones.”
Zwick acordó con el director de fotografía enfatizar en el estilo visual, crear una sensación de inmediatez visceral, en lugar de una historia pasada. “Queríamos que los espectadores sientan que estos eventos estaban sucediendo. Tampoco queríamos que la imagen se vea antigua ni demasiado moderna como para distraerlos de la historia,” Zwick explica. “La baja luz del noroeste nos dio una especie de “de-saturación” que enfatizó la oscuridad de los bosques, la humedad del musgo, la ausencia del cielo, lo que se debió haber “sentido” al estar en ese lugar varios meses.”
Pasaron horas observando archivos fotográficos rusos, que abundaban en imágenes paralizantes de los guerrilleros locales que habían logrado documentar su experiencia. “Había muchas imágenes provocadoras, no sólo de Bielorrusia, sino también de Lituania, Ucrania, Polonia. Era un tesoro oculto,” recuerda Zwick.
A pesar de que quería una sensación moderna de la acción, no se realizaron demasiados movimientos de cámara, para poder mantener la concentración en la historia y los personajes. “A veces lo mejor es dejar que la historia se cuente a sí misma” recalca. “Nos sentimos tocados por la vida de las personas cuya historia estábamos contando y nuestro deseo por honrarlas.”
Un sentimiento similar dejó el trabajo de Dan Weil, quien construyó la aldea del bosque tal como la guerrilla Bielski había hecho hace décadas, incluso yéndose al extremo de cavar los Bunkers bajo tierra, llamados zemlyankas, donde los miembros del campamento dormían en literas de paja.
“Dan literalmente cortaba madera y construía las cosas de la forma en que se hacían en el bosque,” cuenta Brugge. “Fue para que la gente tuviera la experiencia de lo que fue para aquellos que lo vivieron.”
La Diseñadora de Indumentaria, Jenny Beavan, enfrentó desafíos similares mientras elaboraba lo ropa de los personajes que eran algo más que sólo harapos. “Jenny con un bajo presupuesto pudo dar la sensación de cómo eran las personas antes de su vida en el bosque, de quiénes habían sido alguna vez, y luego de cómo se habían adaptado a vivir bajo las nuevas circunstancias.”
Filmada casi completamente en exteriores, la producción enfrentó las dificultades que esto conlleva, desde la helada lluvia del Báltico, hasta la fría nieve de las tierras bajas de Lituania. Pero ni el elenco ni el equipo no se quejaron. De hecho, todos hablaban de la dureza que afrontaron los personajes reales, y de cómo solo una poco de lo que ellos habían pasado los motivaba.
 

LA MÚSICA DE DESAFÍO

El último toque para crear el ambiente de DESAFÍO fue su música. “A veces pienso en la filmación en términos de música,” explica Zwick. “Para mí, la película tiene pasajes en tiempo allegro, andante y adagio. Hay un ritmo para contar la historia, especialmente para tratar de darle a los espectadores el tiempo para poder experimentar a pleno momentos antes de pasar a otra cosa.”
La música es una atrapante obra hecha por James Newton Howard. Howard y Zwick decidieron incorporar al joven violinista Joshua Bell para interpretar los evocativos solos de las partituras, en parte como un tributo a los muchos artistas perdidos en Europa. “Quería tener una obra que no sólo fuera apropiada históricamente sino también emocionalmente apropiada,” dice Zwick. “El sonido del violín es central en la cultura judía de Europa Oriental; es el sonido de lo que se perdió. Y así se convirtió en la pieza central, con todo lo demás girando a su alrededor.”
“Fue un enorme placer observar a James luchando con los temas, y una maravilla ver como crecía la partitura,” dice el director. “James es tanto prolífico como enormemente auto-crítico. La melodía simplemente surge de él, y, sin embargo, nunca está satisfecho. Probablemente descartamos tanta bella música como la que usamos en la partitura final.”
Así como le ocurrió a Zwick, Howard descubrió que la historia tenía un efecto personal en él. “Fue una experiencia conmovedora, muy significativa y un verdadero placer poder escribir la partitura. Mi padre era judío, por eso hay en mí, creo, un alma judía que se refleja en la música,” dice.
Disfrutó concentrarse en la versatilidad musical del violín. “El violín puede expresar todos los sentimientos. Puede ser alegre y divertido o puede sonar como si estuviera llorando y lamentándose. Y puede expresar el deseo y la pérdida, lo cual es muy fuerte en esta película,” dice. “El violín es tan emocional que la clave era mantener la música reinando a su alrededor para que no caiga en la sentimentalidad. Hice un acercamiento minimalista, con las melodías de la composición ligadas a la armonía.” Fue muy especial trabajar con el renombrado violinista, Joshua Bell, que interpretó un rol similar como solista en la película ganadora del Oscar, THE RED VIOLIN. Dice Bell: “No hago demasiadas partituras para películas, pero esta historia era muy interesante. Tengo ascendencia judía - de hecho, mi abuela vivió muy cerca del lugar donde ocurrió la historia- y estoy muy sorprendido de no haber escuchado antes sobre ella. Fue algo revelador para mi, cuando me mandaron algo de la música de James Newton Howard, fue hermoso, me sentí encantado porque me hayan tomado en cuenta para esto.”
Bell está de acuerdo con que el violín encaja con los personajes de DESAFÍO por su fuerza y su pasión. “El violín es tan central en la cultura judía en esa parte de Europa y su sonido va directo al corazón,” dice. “Lo que James y yo hicimos fue un trabajo de balance para poder encontrar el tono correcto, poderoso pero no melodramático.” Howard se sintió conmovido por la forma en que trabajó Bell. “Es actualmente uno de los mejores violinistas y pienso que tomó la partitura y la hizo mil veces mejor,” dice el compositor.
Una vez terminada la partitura, fue la guía principal para mezclar la música y la imagen. El editor Steven Rosenblum explica: “James Newton Howard blande su música con un bisturí, tal como esta película lo requería, y no con una gigantesca espada. ¡Ed y yo amamos muchísimo su música!”.