EN CHINA

Quentin Tarantino, Lawrence Bender y el reparto principal viajaron a China en mayo de 2002 para continuar con el entrenamiento y la coreografía de acción y para comenzar con los ensayos. Para mediados de junio, el productor de línea E. Bennett Walsh, el productor asociado Dede Nickerson, el supervisor de producción Koko Maeda y el director de fotografía – ganador del Premio de la Academia – Robert Richardson ya habían reunido a un reparto internacional, con diversos equipos de traductores, y también habían comenzado a trabajar en Beijing Film Studios, en el área norte de la  capital china.

 

Construidos en 1949, los Beijing Film Studios no tardaron en convertirse en el centro más importante de realización cinematográfica. Tras más de cincuenta años, el estudio sigue siendo la única instalación en China, con escenarios capaces de albergar el set de dos pisos de Kill Bill  para la House of Blue Leaves, el enorme complejo de club nocturno y restaurant que sirve de cuartel general de facto de la jefa de la banda O-Ren Ishii. Con sus parques, sus canchas de béisbol, edificios de dormitorios y pequeños puestos de comida, el amplio complejo parecía más un bucólico campus universitario que un estudio cinematográfico.

 

"Ir a China fue lo mejor que pudimos hacer”, afirma Bender. “Quentin sentía con fuerza que al estar en China tendría la colaboración del equipo creativo chino. No quería que un equipo conformado por estadounidenses fuera a China a decir ‘Así lo vamos a hacer’. Y el resultado fue que nuestros equipos de arte japoneses y chinos realizaron juntos algo que jamás hubiéramos soñado”.

 

Kill Bill empleó a un diseñador de producción chino, a otro japonés y a otro estadounidense; a un diseñador de vestuario chino y a otro estadounidense y a dos capataces de utilería, uno chino y otro estadounidense. Un equipo de directores asistentes chinos y estadounidenses supervisaron la producción. El primer asistente de dirección estadounidense Bill Clark, veterano de los filmes de Tarantino desde  Pulp Fiction, trabajó estrechamente junto al primer asistente de dirección chino, Zhang Jin Zhan, para coordinar un equipo y un elenco tan masivos. 

 

“Todo el tiempo había una multitud de traductores en el set”, recuerda Uma Thurman. “Había un traductor del japonés al ingles, otro del chino al ingles, otro del japonés al chino... Una especie de manicomio”.

 

"Son dos formas de trabajo diferentes”, explica  Bender. “La forma americana es muy precisa, generalmente con una o dos personas en cada pieza del equipo, en silencio y en orden. Pero la manera de trabajar de los chinos es tener a veinte personas que hacen mucho ruido al trabajar. Son equipos mucho más numerosos y realizan su trabajo con mucha rapidez”.

 

El primer día de trabajo en China, el equipo de Kill Bill completó veintidós trabajos, algo nunca visto en una típica producción de Hollywood.

 

El equipo de diseño conformado por Yohei Taneda (Japón) y David Wasco (Estados Unidos) coordinó la apariencia del film, de acuerdo con la visión de Tarantino. Dice Taneda: "Quentin es muy particular en cuanto a cada detalle en el set: el color azul del fondo, el brillo del rojo sangre, la forma en que el amarillo resalta contra la capa de nieve. Es muy visual y describe lo que desea. Diseña el set teniendo en mente las tomas que quiere hacer”.

 

“Él dijo que quería que la House of Blue Leaves fuera un espacio para ‘una sinfonía de acciones’”, recuerda Taneda, “de modo que cada parte del set contrastara con las demás, en el sentido del color. Utilicé tonos verdaderamente rojos para el vestíbulo donde comienza la secuencia; luego coloqué el verde tradicional japonés en el área gastronómica. La expresión ‘hojas azules’ evoca la fresca sombra del verde y así se lo expliqué a Quentin. El Jardín Nevado de afuera tiene un tono azulado, de luz de luna. Eso se hace evidente en la última escena, en el escenario de la lucha final”.

 

La escena en el interior de un bar de Tokio, donde se presenta a Go Go Yubari, también fue filmada en Beijing. El bar de plástico, color rosa goma de mascar, exhibe pétalos de rosas en taburetes ultramodernos de plástico o vidrio, en la barra del bar y en el dispensador de bebidas. A Tarantino le gusto tanto el diseño que hizo sacar el set, lo embarcó hacia los Estados Unidos y o instaló en su casa en reemplazo de su viejo bar.

 

“Por supuesto que me sentí halagado”, admite el diseñador Taneda, “cuando Quentin deseó llevar el bar a su casa. Ciertamente, es un bar funcional, pero la cosa es que su casa es de estilo español. No creo que sea muy fácil ubicar un bar como éste en una casa de ese estilo”.

 

En definitiva, Kill Bill Vol. 1 es una de las películas de acción más ambiciosas que alguna vez se hayan realizado. Frente al bello y gigantesco set diseñado específicamente como escenario de las diferentes clases de combinaciones de lucha de espada como fuera posible, Tarantino reconoció sentir la responsabilidad: “Sabía que debía brindar la acción más grandiosa que se hubiera visto en el cine, ¡vaya! Adoro la acción, creo que puede ser la forma más pura del cine, pero nunca antes había hecho acción. Había escrito acción y mis películas han tenido acción, pero como director, siempre había estado ocupado de otras cosas. Sabía que en Kill Bill debía subir la marca”.

 

Las secuencias de acción del guión de Kill Bill ya estaban detalladas en forma inusual, ya que Tarantino las había estado redefiniendo y rescribiendo durante la mayor parte del año. En Pekín continuó con el proceso, describiendo las escenas con más detalle aún y actuándolas cuando era necesario. Rodeado por un equipo de traductores del japonés, del mandarín y del cantones, trabajó cada una de las escenas, mientras el equipo, los actores, el Maestro Yuen y el equipo de cables observaban y caminaban junto a él.

 

Recuerda Bender: "Durante casi todo el día, Quentin actuaba la escena entera de 'House of Blue Leaves' para el Maestro Yuen Woo-ping y su equipo. Saltaba, caía de espaldas, forcejeaba en una silla. Y estos pobres muchachos lo observaban. ¡Nunca habían visto algo así! Pero el resultado final fue que se entendieron mutuamente perfectamente bien y la acción es una especie de híbrido entre Quentin y el Maestro Yuen: el humor de Quentin mezclado con el estilo de golpes del Maestro. Hubo una gran química entre ellos y funciona como un ballet”.

 

Las clásicas batallas de espadas samurai entre la Novia y los luchadores Crazy 88, y en especial la confrontación entre la Novia y la misma O-Ren Ishii poseen la suficiente gracia como para encajar con esta descripción, pero cuando derriba a la asesina princesa adolescente Go Go Yubari se ve más como una forma de danza de golpes, y exhibe una de las referencias a la multidimensional cultura pop, patentada por Tarantino: el arma de Go Go se asemeja tanto a los yo-yos letales de las súper heroínas escolares de la prolongada serie televisiva japonesa Sukeban Deka, como al arma de la película favorita de artes marciales de Tarantino de todos los tiempos, Master of the Flying Guillotine (1976). Aquí, el arma bizarra es como una maza combinada con un zumbante serrucho y adquiere un sentido de peso y terror que nunca había tenido, gracias a la escenificación de alto impacto del Maestro Yuen Woo-ping y la feroz convicción de la interpretación de Chiaki Kuriyama.

 

Explica el Maestro Yuen: “Todo depende de lo que exija la cámara. Siempre he utilizado técnicas tales como esconder el sitio de la primera cámara. Pero a veces, cuando el punto está en cuánta fuerza hay detrás del golpe hay que hacerlo en forma más realista, con contacto real. Mucho depende de si el actor al que se lo golpea puede ‘vender’ el golpe, si sus reacciones lo hacen aparecer más fuerte de lo que en verdad es”.

 

“Al final de mi entrenamiento”, dice Thurman, “comencé a sentirme más capaz. Y durante la última semana practicaba la coreografía todos los días, aprendiendo cientos de movimientos y combinaciones que eran parte de esa lucha. Y cuando íbamos al set para comenzar a filmar la lucha, ellos presentaban la nueva idea, por lo que toda la coreografía practicada se iba por la ventana. La cambiábamos en el momento e inmediatamente yo tenía que aprender cinco, diez o quince puntos de lucha, mientras la cámara me esperaba. Y de pronto me di cuenta de que lo más importante que me habían enseñado era cómo aprender”.

 

El enfrentamiento culminante de Thurman con Lucy Liu -como O-Ren Ishii- en el bello y formalmente proporcionado Snow Garden japonés en la House of Blue Leaves, demuestra que no sólo los intérpretes han adquirido duramente las habilidades con la espada, sino también la profundidad del diseño de producción, con entornos contemporáneos estridentes y a la vez elegantes y tradicionales – y, por supuesto, como escenarios joya para la confusión sangrienta suavemente orquestada.

 

"El jardín nevado era un bellísimo set donde era difícil trabajar”, recuerda Lawrence Bender, “debido al calor y a la nieve constante, una verdadera mezcla de jabón, espuma sintética y papel. Lucy estuvo verdaderamente estupenda en esta escena, muy preparada y lista para todo”.

 

Otro rasgo visual distintivo de la House of Blue Leaves son los trajes usados por los Crazy 88s: camisa blanca, corbata negra y trajes negros que Tarantino hizo famosos en Reservoir Dogs y Pulp Fiction. En Kill Bill se agrega una pequeña máscara negra, en homenaje al vestuario utilizado por el personaje Cato, de Bruce Lee en   The Green Hornet. Pero estos personajes diseñados para evocar los primeros tiempos de la carrera de Lee combinan con la Novia de Thurman, quien luce un traje amarillo con un rayado al costado, copia exacta del traje que Lee usara en Game of Death, el film que dejó inconcluso debido a su muerte, en 1973.

 

Tras completar la mayoría de su trabajo en los Beijing Film Studios, el elenco y el equipo técnico partieron para una semana de filmación en la locación de untemplo Budista, donde diariamente ascendían una enorme cantidad de escalones en la ladera este de Miao Gao Mountain, a 240 metros de altura. El duro ascenso hasta el set de la tumba era sólo una pizca de los rigores que supuso la filmación de las secuencias de entrenamiento de Shaolin kung-fu con Gordon Liu, "The Cruel Tutelage of Pei Mei", que aparecerá en  Kill Bill - Vol. 2.

 

Cuando regresaron de la locación en la montaña, elenco y equipo técnico volvieron a los Beijing Film Studios por algunos días más. Durante su ausencia, se habían construido pequeños sets para las secuencias de Hattori Hanzo, incluyendo el negocio de sushi Okinawa que ahora regentea el artesano de espadas retirado, así como el ático vivienda sobre él. Estos sets, al igual que el enorme House of Blue Leaves, se hicieron con bambú, piedra, madrea  demás elementos orgánicos, lo cual brindó al espacio un sentido de mundo real y sólido que realza la factibilidad de la escena.

 

El restaurant sushi posee un pequeño bar y un par de mesas. El ático alberga la enorme colección de espadas de Hanzo y sirve como telón de fondo de un par de escenas clave entre la Novia y Hattory Hanzo (Sony Chiba). Él es un maestro de la fabricación de espadas samurai y ha jurado no fabricar nunca más una “máquina de matar” mientras viva. Ella, por su parte, es una clienta potencial que debe persuadirlo de cambiar de idea. En la escena, Thurman finalmente logra repetir sus líneas en japonés, cuidadosamente aprendidas.

 

Thurman recuerda: “Él había sido mi maestro de espada en Los Angeles y finalmente llegó el momento de actuar juntos. Yo estaba usando el japonés que me había llevado meses aprender y él luchaba con su inglés, así que entre nosotros se dio esa increíble clase de equilibrio de hándicaps de lenguaje en la escena”.

 

Una de las tomas con el sello de Tarantino, que ha aparecido de una u otra forma en sus filmes hasta la fecha, es la del punto de vista desde el interior del baúl de un auto, preferiblemente cuando la tapa se cierra de un golpe. Por una cuestión de diseño o por un feliz accidente, el golpe de la puerta en  Kill Bill (Uma Thurman que amenaza a Julie Dreyfus) fue la última escena filmada en China.

 

"Era muy tarde en la noche”; recuerda Bender, “pero fue maravilloso. Sabíamos que sería difícil partir”.

 

EN JAPÓN

 

La filmación en China finalizó poco después de las 13hs, el 1 de septiembre de 2002 y, durante los dos días siguientes, cincuenta integrantes del elenco y del equipo de Kill Bill volaron a Tokio para comenzar con las tomas nocturnas. Recuerda Bender: “A esa altura todos sufrimos alguna forma de choque cultural, porque Tokio y Pekín son increíblemente diferentes. Tokio es un lugar donde filmar es muy difícil. Recientemente se ha instalado una comisión de cine con reglas muy específicas. Amo Tokio, allí obtuvimos maravillosas vistas y tomas grandiosas, pero fue difícil”.

 

Las tomas exteriores filmadas en Tokio comprendían una persecución callejera en la cual la Novia, en motocicleta, persigue a la arrogante caravana de automóviles lujosos y elaboradas bicicletas de O-Ren Ishii. Esta clase de secuencia es más elaborada de lo que parece: es una danza coreografiada de varios vehículos brillantes, con el perfil de Tokio como amenazante telón de fondo. Este breve episodio de transición llevó varias noches de rodaje, en el puente Rainbow y en las rutas a las islas de alrededor.

 

Entonces, la compañía regresó por primera vez a los Estados Unidos, luego de tres meses.

 

PASADENA

 

Luego de tres meses de exigente filmación en las locaciones en China y Japón, Thurman, sin duda, no tuvo problemas en readaptarse a su hogar. Cuando la actriz entró al set de Kill Bill en los Estados Unidos, lo que más le llamó la atención fueron las cosas más simples.

 

"¡Nunca me sentí tan feliz en mi vida de ver una alfombra de pared a pared!”, exclama. “Era grandioso estar de vuelta en casa y a la vez era tan diferente que casi sentía como si fuera otra película. Sabía que era la misma porque nunca dejábamos un set hasta que lo destruíamos”.

 

Y poco después, Thurman y su co-estrella Vivica A. Fox procedieron a rasgar el libro de cuentos recién pintado en los suburbios de Pasadena: demolieron los muebles, desgarraron las paredes, hicieron volar insultos y cuchillos, al igual que dos ex-colegas de un escuadrón internacional de asesinos que saldan cuentas pendientes.

 

 

 

 

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