Guerin nos sitúa en la construcción de un edificio en el Barrio Chino de Barcelona como excusa para crear un retrato auténtico de seres reales, cada uno con sus propias historias y sentimientos. Es un relato multilateral, en el que los personajes sólo nos son mostrados en sus presentes, en cómo afrontan el día a día.
La realización de esta película ha costado tres años de trabajo.

EN CONSTRUCCIÓN, Premio Especial del Jurado y Premio Internacional de la Crítica del último Festival Internacional de Cine de San Sebastián,  se sitúa en una línea de fuga especialmente marcada por las apariencias que, al menos en este trabajo del cineasta catalán José Luis Guerin, Premio Nacional de Cinematografía 2001, nos conducen a hacernos preguntas tales como: ¿Dónde está la frontera entre ficción y documento? ¿Existe la una sin el otro y viceversa?
En la película de Guerin aparentemente asistimos a un documental sobre la construcción de un nuevo edificio en el barrio chino barcelonés allí donde las máquinas han abierto hueco, allí donde las máquinas han desplazado a los personajes desde sus “territorios-vivienda-marginal” hacia “territorios-de todavía más marginación” ¿Hasta qué punto no se está contando la historia, y por lo tanto ficción desde el momento que aquella llena la pantalla, de una prostituta toxicómana y su pareja? ¿Hasta que punto no estamos ante una ficción alrededor de la inmigración?  ¿Estamos ante una película de ficción con grandes dosis de documental o ante un documental con grandes dosis de ficción? Posiblemente ambas cosas. En este punto reside su interés.