"La mansión embrujada"

de Rob Minkoff

 

 

Acerca de la Producción 

            “Todos hemos experimentado alguna vez, sentados en una sala de cine, ver cómo aumenta el suspenso, esa sensación de estremecimiento que comienza en la base de la espina dorsal y lentamente va subiendo por la espalda hasta que terminamos con todos los pelos de punta... hasta que finalmente hay algo gracioso, te ríes y se rompe la tensión”, afirma Don Hahn, productor de la comedia de suspenso LA MANSION EMBRUJADA, de Walt Disney Pictures.  Hahn es uno de los productores más exitosos de películas de animación en la historia, lo cual se demuestra a través de películas como “Beauty and the Beast”, “The Lion King” y “Who Framed Roger Rabbit”.  “En LA MANSION EMBRUJADA, eso es lo que hemos tratado de capturar, algo que da un poco de miedo pero de una forma tal que es puro placer”.

            “Es una combinación muy interesante”, continúa Hahn.  “Tiene un poco de comedia, algo de historia de amor, es un poco espeluznante, tiene algo del misterio de un asesinato, todo aferrado en un eje muy fuerte que es el cuento de hadas.  Pero con zombis”, concluye con una sonrisa.

            “Esta es una historia de romance, misterio y comedia”, coincide Rob Minkoff, quien fue director de “The Lion King” antes de dirigir dos películas de “Stuart Little”. Y fantasmas... novecientos noventa y nueve.  “¡Pero hay lugar para uno más!”

            “Además del tema de la casa embrujada, también existe un aspecto de cuento de hadas en la historia, un ángulo al estilo de Romeo y Julieta”, afirma Minkoff.  “También tiene los elementos cómicos de los fantasmas y de Madame Leota, y las aventuras y los horrores que ocurren en el mausoleo y el cementerio.  Es muy divertido extraer de todas estas distintas fuentes y géneros y combinarlos en algo nuevo y diferente que nunca antes hemos visto”.

            “Después de todo”, agrega el guionista David Berenbaum, “las historias de fantasmas son sobre sentimientos de culpa y asuntos no resueltos.  Cuando trabajamos con Rob y Don, siempre buscamos un equilibrio entre lo que podría ser cómico y lo que sería aterrador y espeluznante y misterioso, y con un poco de suerte habremos logrado un buen plato”.

            “Nosotros queríamos hacer una película de miedo pero cómica”, afirma el productor Andrew Gunn.  “Nos parecía que últimamente había habido muchas películas de terror puro, películas realmente aterradoras, pero ninguna que te hiciera saltar y también te hiciera reír... Eso no ocurría desde hacía mucho tiempo”.

            La clave para ello fue contar con el actor perfecto para guiar al público a través de la mansión.  El cómico Eddie Murphy leyó el guión, que le encantó, y rápidamente aceptó protagonizar a Jim Evers, el corredor de bienes raíces con un problema irreal en sus manos.  Minkoff y Hahn sabían que Murphy sería perfecto como el hombre común que en forma repentina se encuentra a sí mismo y a su familia en una situación extraordinaria.  “El público disfruta viéndolo interpretar esta clase de papeles en esta clase de películas, una comedia dirigida a la familia”, afirma Minkoff acerca del muy talentoso actor.  El personaje de Jim Evers fue creado, que lo absorbe tanto que lo lleva a desatender su vida familiar. Pero la natural simpatía y cordialidad de Eddie lo ayudarían a hacer al personaje más solidario cuando fuera lanzado al increíble y cada vez más extraño mundo de la casa señorial Gracey Manor.

            “Eddie es maravilloso como papá: él es un buen papá, pero ha caído en un error común. Él piensa: ‘Tengo que trabajar duro para darle a mi familia todas estas cosas’, cuando en realidad, lo que ellos quieren es su tiempo.  Eddie lo interpreta muy bien, y lo hace amable y entrañable”, agrega Gunn.

            Además de todos estos elementos estaba la obvia inspiración para esta película.  “Yo crecí cerca de Disneyland Park y LA MANSION EMBRUJADA era una de mis atracciones favoritas”, manifiesta Hahn.  “Puedo recordar vívidamente la época justo antes de que la atracción se inaugurara – hubo un largo período de tiempo en que la fachada estaba lista pero el interior no lo estaba, de modo que las puertas aún no estaban abiertas.  Yo ansiaba el día en que pudiera atravesar corriendo esas puertas y ver qué demonios había adentro.  Causó una gran impresión en mí”.

            “Siempre fui un gran admirador de la atracción”, expresa Minkoff.  “Muchas veces, al estar en la atracción sentí que podría ser una película verdaderamente estupenda.  Tener esta posibilidad fue una gran oportunidad para realizarlo, y además yo sabía que sería absolutamente fantástico trabajar otra vez con Don”.

            “Había ciertos elementos de la atracción que sabíamos que tendrían que estar allí”, comenta Hahn, “cosas simbólicas a las cuales se les quiere rendir homenaje en la película, como los bailarines en el salón de baile, el corredor de puertas, o la habitación que se extiende.  Muchos de los personajes del cementerio con los que estamos familiarizados hacen apariciones en un plano.  Yo creo que el público realmente apreciará ese nivel de detalle”.

            “De lo que nadie se da cuenta en de las atracciones de Disneyland es de lo meticulosos que fueron los ingenieros imaginativos o ‘Imagineers’”, señala Gunn.  “No solamente diseñaron una atracción; escribieron una historia de diez páginas acerca de la casa – quién era el Señor Gracey, qué sucedió en esta casa, todo.  Crearon los cimientos la película: esta película es una extensión lógica de todo el trabajo que hicieron”.

 

           

DÁNDOLE UNA “ELEGANCIA DE EMBRUJO” A LA MANSIÓN

 

            Minkoff acredita a su experiencia en la animación de Disney el ser de gran beneficio a su esfuerzo de acción en vivo.  “En la animación, todos trabajaron hombro a hombro y compartieron la visión de lo que era la película.  Yo sentí lo mismo también en este foro de grabación.  Y esa vivencia me ha dado mucha experiencia en la narración visual”, afirma.  “En la animación, se usan dibujos y pinturas para crear personajes y contar historias y, en este caso, utilizamos actores humanos.  Pero lo que constantemente pienso es: ¿Cómo estamos contando la historia?  ¿Cómo haremos para enfocar los ojos del público en el lugar correcto?”

            Minkoff reunió a un grupo de jefes de departamento para compartir su visión de la película.  Desde el comienzo, Minkoff vio el potencial para un alto nivel de clase y sofisticación para la película – una atención al detalle que el público ha aprendido a esperar.  Para esta película, él llamó a este concepto “elegancia de embrujo”, una frase que capturó perfectamente la singular mezcla de sofisticación gótica, romance, fantasía y refinamiento que él estaba buscando.  “Cuando la familia Evers ingresa a la mansión, es casi como si entrara de nuevo en el siglo XIX”, señala el director.  “Los personajes de la película han estado recorriendo los pasillos de la Mansión durante más de cien años”.

            Si el público ha de creerlo, Minkoff afirma, la mansión tenía que convertirse en un personaje tan fuerte como cualquiera de los humanos, lo cual requirió de una minuciosidad especial.  “Diseñamos un escenario muy elegante y los trajes son ricos en detalle y color, y esto contribuye a la elaboración del mundo de esta historia”, continúa Minkoff.  “La riqueza de la textura y el detalle robustece la narración, les da una elegancia de embrujo a la mansión misma y a todos sus personajes”.

            El primero fue el diseñador de producción John Myhre, quien encontró un “espíritu” afín en su director y en su productor.  “He sido admirador de la atracción Haunted Mansion (Mansión Embrujada) desde que era niño”, manifiesta el veterano con dos piezas de época como “Elizabeth” y “Chicago” y exitosas películas de género como “X-Men”.  Myhre fue el responsable de concebir el hogar de los felices fantasmas, por dentro y por fuera.  Desde el Conservatorio y el Séance Circle, hasta el Gran Salón y el Cementerio, desde el Salón de Recibo y el Armario hasta el elaborado Mausoleo gótico francés, la finca en su totalidad tenía que lucir como si cada habitación fuese parte del mismo mundo.

            El equipo de diseño de producción de Myhre (Director Artístico Tomas Voth y la Decoradora Rosemary Brandenburg) se inspiraron en una variedad de fuentes cinematográficas, literarias y artísticas.  Las paredes de las oficinas de producción fueron forradas con arte y fotografías de inspiración de un sinnúmero de clásicos de Hollywood del género y con el arte conceptual original y fotografías de Walt Disney Imagineering – los artistas que diseñaron la atracción.

            “Parte de la diversión era que cada habitación tuviera un estilo arquitectónico algo distinto”, afirma Myhre.  “Empecé tomando referencias de lugares realmente opulentos y maravillosos, porque esta era una casa que fue construida, en cierta forma, casi como lo hizo Hearst, donde cada habitación tanía un estilo diferente, con inmensas chimeneas de Italia y empapelados provenientes de distintos lugares...”

            En cuanto al exterior de la casa, los realizadores decidieron que la casa en la película no sería una reflejo exacto de la casa de New Orleans Square de Disneyland Park, sino que sería una prima lejana.  Comenta Myhre: “Cuando todos decidieron que fuese una casa de estilo sureño, visité muchas mansiones de los alrededores de New Orleans.  Resultaron ser bastante pequeñas en comparación con lo que nuestra historia requería; normalmente eran de sólo dos pisos, bellísimas y en estupendas condiciones y pintadas de blanco.  Eran muy románticas.  Nosotros, por otro lado, queríamos algo que espantara y que fuese misterioso”.

Muy pronto, Myhre y su equipo se dieron cuenta de que para lograr este efecto, la mansión debía ser siniestra, intimidante, y destacarse sobre cualquiera que se atreviera a acercarse.  Luego de haber observado la localidad de New Orleans, Myhre reemplazó los pilares góticos del sur con versiones mucho más delgadas de hierro forjado, evocando la gracia del Suburbio Francés e ilustrando aun mejor para el concepto de Minkoff de elegancia embrujada.  “Me pareció que en lugar de hacer la casa tradicional con columnas de piedra, sería más divertido utilizar hierro forjado”, agrega Myhre.

El exterior de la mansión y el cementerio contiguo fueron construidos en el terreno de una finca localizada en los cañones, muy al sur de California, para lo que sería un mes de filmación.  “Esta localidad era perfecta”, declara Minkoff.  “Había muchos árboles muertos en la zona donde construimos la casa.  Había un área llamada Oak Alley que estaba llena de robles, donde hicimos los escenarios del cementerio.  También había un lecho de arcilla que podía retener agua”.  La casa fue construida al borde del lecho de arcilla, el cual fue luego saturado con agua para crear un pantano artificial.  Lo único que teníamos que agregar a los grandiosos robles de la propiedad era musgo español”.

John Myhre y su equipo construyeron una estructura imponente, de cerca de 41 pies de alto, que comprendía aproximadamente la mitad de la casa, de 130 pies.  El resto de los pisos superiores de la mansión, otros cuarenta pies que incluían su característica cúpula, fueron creados digitalmente en post-producción por el equipo encabezado por el Supervisor de Efectos Visuales Jay Redd.

 

 

EL ATUENDO DE LOS ESPÍRITUS MEJOR VESTIDOS

 

Los créditos de la diseñadora de vestuario Mona May incluyen el vestuario de “Clueless”, el cual no sólo se destacó en la película sino que tuvo una gran influencia en el mundo de la moda, al igual que “Romy and Michele’s High School Reunion” y “Stuart Little 2”, para Rob Minkoff.  “Yo vestí al ratón”, recuerda Mona, “y ese fue un preludio interesante para esta película porque el ratón en realidad no existe.  Es solamente un personaje digital.  De modo que ya estaba familiarizada con la tarea de diseñar vestuario para un fantasma”.

Finalmente, el proyecto requería que diseñara una variedad de atuendos que abarcaban una época muy extensa; fue como diseñar cuatro o cinco películas distintas a la vez.  Además de crear el vestuario para los personajes “humanos” de la época moderna, Mona también tenía que vestir a los invitados del baile de máscaras del carnaval Mardi Gras del siglo XVIII y a fantasmas que provenían de las múltiples regiones geográficas y períodos históricos, sin mencionar a un pequeño ejército de zombis ávidos de alimentarse de carne humana y otras sorpresas cinemáticas.

Mona tenía que buscar la forma de renovar a su escalofriante reparto mientras que a la vez tenía que permanecer fiel al material original.  Además, de acuerdo a la “lógica de fantasmas” que el equipo estaba desarrollando para la película, la apariencia física de los fantasmas cambiaría de acuerdo con su ubicación dentro de la mansión, afuera en el cementerio, o, en el caso de los zombis (que Jim Evers y sus hijos encuentran en la propiedad), en un féretro o en el agua.

“Toda clase de preguntas surgieron con relación a los fantasmas”, recuerda May.  “¿Cuánto de los fantasmas vemos?  ¿Qué tan blancos son sus rostros?  ¿Qué tan reales son sus trajes?  ¿Tendrán un halo alrededor?  Mientras trabajábamos en nuestros bosquejos, nos acercábamos más y más a las respuestas”.

May se inspiró en una gran cantidad de películas, libros de arte, textos históricos, avisos de prensa y fotografías de modas.  Con una mente totalmente abierta a todas las fuentes, observó los movimientos flotantes de las anémonas de mar y la brillante e incorpórea experiencia de criaturas semitransparentes de las profundidades del mar.  También tomó como referencia visual la muy bien definida imagen “Goda” y el estilo etéreo y ligeramente de otro mundo de la moda que había empezado a aparecer cuando comenzó la producción de la película. “Las piezas desgarradas, espectrales y con mucha textura empezaban a ser muy populares cuando comencé mis diseños, lo cual era muy  interesante”, Mona dice riendo.  “Estábamos obviamente en la misma línea de los creadores de la moda”.  El resultado fue una colección ecléctica de trajes complementados con igualmente audaces diseños de cabello y maquillaje, lo cual contribuyó a crear lo que quizás sea la más sofisticada colección de fantasmas, espíritus y duendes jamás capturados en una película.

            Para Rob Minkoff, era importante que sus fantasmas lucieran claramente diferentes de las otras apariciones vistas en el sinnúmero de películas que ha habido a través de los años, y May jugaría un papel crucial en el desarrollo de esa imagen.  Una de las formas en que su vestuario ayudó a hacer a los fantasmas únicos fue su cualidad de reluciente e iridiscente.

 “Utilizamos diminutos espejos esféricos - básicamente lo mismo que se ve en las señales de las autopistas”, recuerda el Supervisor de Efectos Visuales Jay Redd.  “La luz que va hacia el pequeño espejo regresa de vuelta a su lugar de origen.  Cubrimos los trajes con estas ‘cuentas’ brillantes y montamos una luz en la cámara, justo al nivel de la lente, para que la reflexión regresara justo a la lente, y se creó un hermoso efecto de brillo”.

En la pantalla, los trajes cubiertos con estas cuentas microscópicas de vidrio—y de este modo los fantasmas mismos—aparentan centellear, tener un brillo sobrenatural de una forma como nunca se ha visto antes.  Este singular “detalle de vidrio” es sólo una de las muchas formas en que el diseño de vestuario de Mona May contribuyó a la característica imagen que Minkoff y su equipo deseaban.

 

 

EL MAYOR CREADOR DE FANTASMAS: BAKER

 

            En una época en la que los realizadores pueden conjurar casi cualquier cosa con una computadora, Minkoff sintió que tener fantasmas “reales” y no fantasmas generados por computadora se sentiría mucho más natural y orgánico.  Para ello contrataron a alguien que consideraban un as bajo la manga, el Diseñador de Efectos Especiales de Maquillaje Rick Baker.

            Un verdadero maestro de este arte, Baker había creado su singular clase de magia en algunas de las más estupendas películas de su género en la historia del cine, como “Star Wars”, “Men in Black” y “An American Werewolf in London” (por la que ganó el primer Premio de la Academia por Maquillaje).  Baker había trabajado antes con Eddie Murphy, transformando al comediante en “The Nutty Professor” al igual que virtualmente en todos los otros miembros de la familia Klump.

            “Me encanta la atracción LA MANSION EMBRUJADA”, afirma Baker.  “Tuvimos la oportunidad de recorrerla con todas las luces prendidas: ¡esa fue razón suficiente para hacer esto!  Además me encanta trabajar con Eddie Murphy, a pesar de que él es uno de los pocos personajes sin maquillaje”.

 Baker aceptó y de inmediato empezó a trabajar en el diseño de los maquillajes de Edward Gracey, el mayordomo Ramsley, y del grupo de lo más variopinto de fantasmas, espíritus, esqueletos y zombis que rondan la casa y sus alrededores.  A lo largo de la primavera y el verano, produjo una serie de bosquejos conceptuales, pinturas, maquetas y esculturas de todos los personajes principales y de reparto.  Baker sabía que sus diseños tendrían que proporcionar la historia de la película y lograrlo sin alejarse mucho de los personajes originales que el público conocía y adoraba.  Con eso en mente, Baker revistió las paredes de su estudio con los dibujos originales de los espectros y fantasmas de la atracción del legendario animador de Disney Marc Davis.  Estos bosquejos servirían de inspiración cuando Baker adaptara casi todas las creaciones de Davis para los papeles principales, de reparto y apariciones en un plano en la película, incluyendo Madame Leota, una clase de invitados de la fiesta en el Gran Salón, los fantasmas que aparecían en el ático, los músicos y los parranderos en el Cementerio, y, por supuesto, los famosos Fantasmas Autoestopistas.

La película ofreció un amplio lienzo en el cual pintar, de modo que Baker se sintió libre para jugar, creando diseños para personajes totalmente originales que complementaran el reparto de la atracción.  “Lo divertido fue encontrar toda clase de motivos creativos por los que habrían muerto”, señala Baker con una alegre sonrisa.  Él hizo un deliberado intento de emular la intención del diseño de los ingenieros creativos que lo precedieron, y muchos de sus nuevos personajes hacen homenaje a los creadores originales.

 


 

LA CREACIÓN DE UN FANTASMA MEJOR

 

La realización cinematográfica siempre ha sido un proceso de colaboración, pero el Diseñador de Producción John Myhre, la Diseñadora de Vestuario Mona May, el Artista de Efectos Especiales de Maquillaje Rick Baker, el Cinematógrafo Remi Adefarasin y el Supervisor de Efectos Visuales Jay Redd disfrutaron de una relación especialmente simbiótica mientras trabajaban en LA MANSION EMBRUJADA.  “El reto más grande era mantener cada elemento en sintonía con los demás, para que no pareciera que se estaban viendo películas distintas”, señala May.  “Tenía que haber algo en común para que el cementerio no pareciera separado del Mardi Gras o de los zombis.  A pesar de que cambian, había unidad en el humor, los colores y las texturas”.  Era vital que todas estas entidades enormemente distintas, desde cuerpos reanimados verdaderamente horribles hasta los espíritus que habitan en el cementerio y fantasmas flotantes puramente digitales, parecieran formar parte del mismo mundo sobrenatural.  Si uno solo de los personajes, o trajes, o parte de la casa parecía estar fuera de lugar, la continuidad de la película y la voluntaria suspensión de la incredulidad por parte del público se verían amenazados.   Solamente a través de una constante comunicación, los artistas podían asegurarse de que esas costuras permanecieran invisibles.  Su trabajo da fe de su capacidad de colaboración, con adicionales formas de arte que unieron fuerzas con tecnología del siglo XXI para crear las increíbles ilusiones de la película y darle vida en la pantalla a su reparto de personajes del otro mundo.

Para lograrlo, se llevó a cabo una extraordinaria colaboración para asegurar que los personajes de Rick Baker lucieran perfectos con los trajes de Mona May en los escenarios de John Myhre, como fueron vistos a través de la visión de Rob Minkoff, ejecutado por el cinematógrafo Remi Adefarasin.  Este proceso no terminó una vez que las imágenes fueron capturadas en la película sino que Redd y su equipo de efectos visuales en Sony Imageworks agregaron digitalmente ciertos elementos, como un espeluznante resplandor verde o delicados vestigios de energía psíquica, y eliminó otros, como piel y huesos, para completar la imagen general de los fantasmas.  “Hay cosas que se pueden hacer en el campo de las gráficas computarizadas o CG que nosotros no podemos con maquillaje y viceversa”, afirma Rick Baker.  “Yo creo que este ‘matrimonio’ entre las dos áreas era la mejor relación que podíamos tener con algunos de estos personajes”.

A pesar de que Rob Minkoff confió en actores de carne y hueso y en los diseños de maquillaje de Rick Baker para darle vida a la gran mayoría de los fantasmas, él sabía que los efectos visuales de vanguardia jugarían un papel vital durante la post-producción.  Para ello recurrió al Supervisor de Efectos Visuales Jay Redd, un veterano de las películas de “Stuart Little”, y la Productora de Efectos Visuales Lynda Thompson, quien trabajó en varias películas de Disney - una de ellas “Tron”, en 1982.

Redd y su equipo terminaron contribuyendo considerablemente al desarrollo de la “lógica de fantasmas” del proyecto, las reglas que gobiernan la apariencia y atributos físicos de los espíritus que habitaban en la mansión.  Luego de largas discusiones, se decidió que los fantasmas lucirían o se comportarían diferente de acuerdo con su ubicación dentro o fuera de la casa.  Por ejemplo, los fantasmas que Jim y sus hijos encuentran en el cementerio solamente serían visibles a través de las ventanas de la carroza fúnebre.

En términos de la composición física de los fantasmas (o la carencia de ella), Redd explica:  “No queríamos crear a los estereotípicos ‘fantasmas flotantes’ de color azul que se han visto en otras películas. Queríamos hacer algo diferente, de modo que ideamos una ‘lógica de fantasmas’ que dictaría su apariencia”.  Una regla que guió al equipo fue la máxima de que sus fantasmas estarían llenos de energía.  “Nosotros estamos básicamente hechos de energía”, mantiene Redd, “de modo que cuando alguien muere, ¿qué queda?  Quizás una imagen de la forma en la que ellos se veían a sí mismos.  Otra regla por la que optamos fue que, después de la muerte, el individuo luce como cree que lucía.  Como una aparición, aún quiere que se lo reconozca”.

“Para crear la imagen que tienen de sí mismos cuando aparecen”, Redd continúa, “tienen que tomar energía de algo o de algún lugar cercano a ellos, como la tierra o las plantas.  Ellos en realidad tienen que obtener energía de la atmósfera de su alrededor para poder materializarse”.

Redd y su equipo utilizaron imágenes generadas por computadora (CGI) para crear estelas de ectoplasma e interferencia de energía eléctrica alrededor de los “cuerpos” de los fantasmas para representar ese fenómeno psíquico.  “Nosotros le agregamos brillos y transparencias especiales”, explica Redd.  “Proviene desde el centro, emanando hacia afuera para formar el cuerpo.  Luego se roban la energía que necesitan para materializarse.  Son realmente hermosos pero al mismo tiempo muy energéticos”.  Las computadoras también se utilizaron para crear el tono verde brillante de los fantasmas, otra forma que tuvo el equipo para distinguirlos de las numerosas entidades en tonos azul y gris que se han visto en las películas a través de los años.

El equipo de Redd fue también responsable de darle vida a dos elementos favoritos de la atracción de Disneyland Park: la armonía de cuatro partes de los bustos que cantan y Madame Leota, la clarividente que ha perdido su cuerpo.

“En la atracción original”, señala Redd, “los Ingenieros Creativos o ‘Imagineers’ de Disney divisaron una forma ingeniosa de hacer que una cabeza hablara dentro de una bola de vidrio sin tener que usar la robótica o la animatrónica.  Una imagen en movimiento de la actriz que interpreta a Leota fue proyectada en un rostro de mujer de forma muy simple y tersa, muy parecido a la cabeza de un maniquí sin ninguna pintura.  Cuando la película en movimiento fue proyectada en la cara del maniquí, de pronto la superficie inmóvil cobró ‘vida’, completando la ilusión de que la cabeza se estaba moviendo en la vida real.  El trabajo en su totalidad fue muy simple, igual que pararse frente a un proyector de diapositivas, pero el efecto es verdaderamente mágico”.

“En el mundo digital, nosotros a veces utilizamos una técnica similar, pero para la mayoría de las tomas de Madame Leota, Jennifer Tilly fue filmada delante de una pantalla azul para capturar su excepcional interpretación”, afirma Redd.  “Primero hacíamos las placas de fondo para la acción en vivo, con una simple bola brillante en la posición en que estaría Leota, si ella realmente estuviera en la escena.  Cuando llegó el momento de filmar a Jennifer Tilly contra el fondo de la pantalla azul, igualábamos la posición original de la cámara de la placa de fondo”.

Los Bustos Cantores proporcionaron un reto similar.  “El reto fue entender e inventar cómo lucía la roca al ‘hablar’”, señala Redd.  “¿Cómo podíamos crear Estatuas Cantoras completamente reales sin hacerlas parecer como de goma o elásticas?”

El Supervisor de Animación Troy Saliba trabajó con Redd en la creación de un estilo de animación que no solamente fuese singularmente cómico, sino que fuera creíble y real.  Se prestó mucha atención a cada figura y a la forma que se les dio a los rostros de roca, para cada frase que cantaron.  Se desarrollaron tonos y texturas especiales para crear la propiedad de translucidez del mármol fino pero gastado.

Pero esta era sólo la mitad de la batalla.  “Cada uno de los ‘bustos cantores’ de la película tiene su propia personalidad animada y dos de las caras están basadas en miembros del legendario departamento de Imagineering de Disney: Paul Frees, el “fantasma animador” de la atracción, y Thurl Ravenscroft, quien fue la voz principal en la original “Grim Grinning Ghosts”.

 

 

CÓMO LOGRAR UNA MANSIÓN AÚN MÁS ESCALOFRIANTE

(Y PLAGADA DE BICHOS)

 

Los zombis eran en realidad actores en el escenario, cubiertos por el maquillaje de Rick Baker y el vestuario en jirones de Mona May.  Luego, los artistas de efectos visuales eliminaron digitalmente pedazos de piel y hueso para resaltar aún más la ilusión de que los cuerpos se estaban descomponiendo hasta volverse polvo.  Sin embargo, la mayoría de los sombríos espíritus y ánimas que aúllan y que pasan por el cementerio están generados por computadora.

Las arañas que habitan la mansión son reales y fabricadas.  Bajo la atenta mirada del encargado Jim Brockett, 150 tarántulas con dedos rosados (también conocidas como tarántula avicularia) de Guyana, América del Sur, participaron en una escena nocturna en el cementerio.  Brockett explica con una elocuente sonrisa: “Estas son unas de las pocas arañas que no tratan de matar y comerse a otras arañas, y debido a que tenemos muchas de ellas en esta toma es algo importante.  Y se las puede poner sobre los actores porque no muerden. Son muy mansas”.  Las arañas son descrpitas más como del tipo de cazadoras por sorpresa que de luchadoras.  Ellas construyen telarañas en forma de embudo y esperan.  Además de esto, Redd fue el responsable de agregar docenas de arácnidos CG para sus contrapartes de la vida real.

Las telarañas creadas por Dan Sudick y el Departamento de Efectos Especiales fueron diseñadas para mostrar las cantidades considerables de telarañas creadas y luego abandonadas por las arañas a lo largo de los años que la mansión ha estado deteriorándose.  Pistolas de goma caliente que lanzaban aire salpicaban un rocío translúcido y creaban el efecto de la tela de araña.  Luego se agregaba polvo de color para darle a la telaraña algo de cuerpo, permitiendo que las telarañas lucieran mejor en la pantalla.

 

 

 

 

 FESTIVALES RETROSPECTIVAS ESTRENOS Y NOVEDADES  

 ENTREVISTAS INFORMES CRITICOS CONTACTENOS