SINOPSIS:

El Dr. David Gale, profesor de la Universidad de Texas (USA) y abogado comprometido con la causa por la abolición de la pena de muerte, es falsamente acusado de violación y asesinato de uno de sus colegas de lucha. Esta acusación lo llevará a encontrarse a sí mismo frente al Corredor de la Muerte. La reportera Bitsey Bloom está decidida a develar  la historia que se esconde detrás de la acusación a Gale. Lo que descubra cambiará su modo de pensar sobre la culpabilidad del abogado y sobre el sistema judicial y penal en sí mismo.

LA PENA CAPITAL: UNA BREVE HISTORIA

 Desde 1930, las ejecuciones han disminuido en Estados Unidos y en la parte final de la década de los 60, la pena capital había perdido apoyo popular, así que entre 1967 y 1977 no se realizaron ejecuciones mientras la Corte Suprema de Justicia evaluaba su constitucionalidad. En 1972, la ejecución de casos de pena capital fue suspendida cuando la corte Suprema declaró inconstitucional la pena de muerte siendo “un castigo cruel y excesivo” que violaba la Octava Enmienda (1791). Eso fue derogado en 1976, cuando la Corte Suprema declaró que reestructurando los juicios por pena capital y guiando la discreción de los jurados, la sentencia de muerte se podía aplicar una vez más.

Texas reinició las ejecuciones en 1982 y desde entonces ha sido el estado número uno en ejecuciones (285 hasta el momento) de un total de 807 en todo el país. En 2002, la mitad de las ejecuciones en Estados Unidos se llevaron a cabo en Texas, que todavía cuenta con 454 prisioneros en el Corredor de la Muerte en espera de sus fechas de ejecución. (Hay un total de 3.697 reos bajo sentencia de muerte en Estados Unidos). Ha pesar de que los métodos de ejecución han cambiado en Estados Unidos durante el último siglo (en Texas, 361 reos fueron ejecutados en la silla eléctrica antes de 1982), la muerte por inyección letal actualmente predomina en los 38 estados que todavía autorizan la pena de muerte. (A pesar de que muchos estados todavía permiten, pero raramente utilizan otras alternativas tales como la silla eléctrica, la cámara de gas, la horca y el pelotón de fusilamiento).