"PIRATAS DEL CARIBE:

EL COFRE DE LA MUERTE"

de Gore Verbinski

 


Información de Producción

El Capitán Jack ha vuelto… al igual que Will Turner y Elizabeth Swann, junto a un conjunto de personajes nuevos y conocidos en PIRATAS DEL CARIBE: EL COFRE DE LA MUERTE, el segundo capítulo épico de la saga de Pirates of the Caribbean, una vez más protagonizada por JOHNNY DEPP en su papel nominado por la Academia, ORLANDO BLOOM y KEIRA KNIGHTLEY, nominada al Oscar 2005 a la Mejor Actriz.
Con producción de JERRY BRUCKHEIMER y dirección de GORE VERBINSKI, el Capitán Jack zarpa hacia una aventura completamente nueva, con más intriga, efectos especiales más espectaculares y comedia. En esta espectacular continuación de capa y espada del taquillero film de 2003, el decididamente excéntrico Capitán Jack Sparrow – el mejor o peor pirata de la historia, de acuerdo con el punto de vista de cada uno – es atrapado en otra red de intriga sobrenatural. Aunque la maldición del Black Pearl ha cesado, hay una amenaza más aterrorizadora que se cierne en torno al capitán y a su tripulación de truhanes: resulta que Jack tiene una deuda de sangre con el legendario Davy Jones (BILL NIGHY), soberano de las Profundidades del Océano, quien comanda al fantasmal Flying Dutchman, un barco inigualable en velocidad y movimiento furtivo. A menos que el ingenioso Jack imagine una astuta manera de escapar de este pacto fáustico, será maldecido con una vida después de la muerte de eterna servidumbre y condenación al servicio de Jones. Este asombroso devenir de los acontecimientos interrumpe los planes de boda de Will Turner y Elizabeth Swann, quienes otra vez se encuentran lanzados a las desventuras de Jack, llegando a enfrentamientos con monstruos marinos, isleños nada amigables, la llamativa vidente Tia Dalma (NAOMIE HARRIS) e incluso la misteriosa aparición del padre de Will, perdido mucho tiempo atrás, Bootstrap Bill (STELLAN SKARSGARD).
Entretanto, el despiadado cazador de piratas Lord Cutler Beckett (TOM HOLLANDER) de la Compañía de Comercio de las Indias Orientales, pone su mira en recuperar el famoso “Cofre de la Muerte”. De acuerdo con la leyenda, aquel que posea el Cofre de la Muerte obtendrá el control de Davy Jones, y Beckett intenta utilizar este asombroso poder para destruir a cada uno de los Piratas del Caribe, de una vez y para siempre. Los tiempos están cambiando en alta mar: los hombres de negocios y burócratas se están convirtiendo en los verdaderos piratas y los libres bucaneros amantes de la diversión, como Jack y su tripulación, enfrentan la amenaza de la extinción.
PIRATAS DEL CARIBE: EL COFRE DE LA MUERTE es una aventura épica y fantástica que, al igual que su gigantesca predecesora, brinda al público la aventura de su vida. Los autores son TED ELLIOTT y TERRY ROSSIO, co-escritores del primer film con créditos exitosos en su haber como Aladdin y Shrek. Los productores ejecutivos son MIKE STENSON, CHAD OMAN, BRUCE HENDRICKS y ERIC McLEOD.
Con su retrato del Capitán Jack Sparrow, nominado al Premio de la Academia y al Golden Globe y premiado con el Screen Actors Guild, Johnny Depp instantáneamente creó un ícono cinematográfico adorado por el mundo entero. Depp es uno de los actores más populares y aclamados del mundo, con un rango altamente versátil de interpretaciones en su carrera sobresaliente. Recibió nominaciones al Premio de la Academia y al Golden Globe por sus trabajos en Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl y en Finding Neverland (2004), donde interpretó al escritor J.M. Barrie, autor de Peter Pan . Su extraordinaria lista de créditos desde fines de los años 80 incluye Cry-Baby, What’s Eating Gilbert Grape?, Ed Wood, Benny & Joon, Edward Scissorhands, Don Juan DeMarco, Donnie Brasco, Fear and Loathing in Las Vegas, Sleepy Hollow, Chocolat, Blow, Once Upon A Time in Mexico, Charlie and the Chocolate Factory y Tim Burton’s Corpse Bride.
Orlando Bloom se convirtió en una estrella internacional de importancia con su retrato de Legolas en la premiada trilogía de Peter Jackson, The Lord of the Rings. Desde entonces, el actor de creciente popularidad ha protagonizado la producción de Jerry Bruckheimer Black Hawk Down, dirigida por Ridley Scott, Troy, de Wolfgang Petersen, Kingdom of Heaven, de Scott, y Elizabethtown, de Cameron Crowe.
Keira Knightley recibió nominaciones al Premio de la Academia 2005 y al Golden Globe como Mejor Actriz por su papel protagónico de Elizabeth Bennet en Pride & Prejudice. La primera vez que llamó la atención del público internacional fue en el éxito Bend It Like Beckham. Además de Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl, protagonizó Love, Actually, King Arthur, la producción de Jerry Bruckheimer, The Jacket y Domino.
Con solo cinco créditos en la dirección de largometrajes, Gore Verbinski ha recaudado más de U$S 1.000 millones en todo el mundo. Entre sus filmes se encuentran el megaéxito Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl, el escalofriante film de terror The Ring y la reciente tragicomedia y estudio de personajes The Weather Man.
Jerry Bruckheimer es uno de los productores más exitosos de la historia, tanto en el cine como en la televisión. Primeramente en asociación con Don Simpson y luego como director de Jerry Bruckheimer Films, ha producido una cantidad sin precedentes de éxitos mundiales de alto impacto no solo en la industria sino también en la cultura popular. Entre sus filmes pueden mencionarse American Gigolo, Flashdance, Days of Thunder, Bad Boys, Dangerous Minds, Crimson Tide, The Rock, Con Air, Armageddon, Enemy of the State, Gone in 60 Seconds, Coyote Ugly, Remember the Titans, Pearl Harbor, Black Hawk Down, Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl, Bad Boys II, Veronica Guerin, King Arthur, National Treasure y Glory Road.
Durante la temporada 2005-6, Jerry Bruckheimer tuvo nueve series en televisión, un logro sin precedentes en casi 60 años de historia del medio. Entre estas series se cuentan C.S.I.: Crime Scene Investigation, C.S.I.: Miami, C.S.I.: NY, Without a Trace, Cold Case y The Amazing Race.
Jerry Bruckheimer Films and Television fue honrada con 35 nominaciones al Premio de la Academia, cinco Oscars, ocho nominaciones al premio Grammy, cinco Grammys, 23 nominaciones al premio Golden Globe, cuatro Golden Globes, 43 nominaciones al premio Emmy, siete Emmys, 16 nominaciones al premio People’s Choice, seis People’s Choice y numerosos premios MTV, incluido el de Mejor Película de la Década.
Junto con Depp, Bloom y Knightley, los miembros del elenco que regresan a PIRATAS DEL CARIBE: EL COFRE DE LA MUERTE son JACK DAVENPORT, como el Comodoro británico James Norrington; JONATHAN PRYCE como el aristocrático padre de Elizabeth, el Gobernador Weatherby Swann; KEVIN R. McNALLY como el marinero Joshamee Gibbs; LEE ARENBERG ay MACKENZIE CROOK como los eternamente irascibles y filósofos Pintel y Ragetti; DAVID BAILIE como Cotton, el mudo cuyo loro habla por él; y MARTIN KLEBBA como el pequeño pero duro Marty, quien no tiene miedo de enfrentarse a adversarios que lo superan tres veces en tamaño.
En los papeles principales hay un elenco de estrellas internacionales: BILL NIGHY (Love, Actually, The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy) como Davy Jones, el amenazador Señor de las Profundidades; STELLAN SKARSGARD (King Arthur, Good Will Hunting) como Bill Turner, el padre de Will hace tiempo desaparecido, NAOMIE HARRIS (28 Days Later, Miami Vice) como Tia Dalma; TOM HOLLANDER (The Libertine, Pride & Prejudice) como Lord Cutler Beckett, el jefe de la Compañía de Comerco de las Indias Orientales, quien pretende destruir para siempre la era de los piratas, y DAVID SCHOFIELD (The Last of the Mohicans, Gladiator) como Mercer, el despiadado guardia de Beckett.
Un gran contingente del equipo creativo de Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl vuelve a reunirse en PIRATAS DEL CARIBE: EL COFRE DE LA MUERTE , entre ellos, el director de fotografía ARIUSZ WOLSKI ( The Mexican de Gore Verbinski, Dark City, The Crow); la diseñadora de vestuario PENNY ROSE ( The Weather Man de Verbinski, King Arthur, Evita); los editores CRAIG WOOD (The Ring y The Mexican de Verbinski y Mouse Hunt) y STEPHEN RIVKIN (Ali, The Hurricane); el supervisor de efectos visuales JOHN KNOLL (quien recibió una nominación al Oscar por su trabajo en el primer film); el coordinador de escenas de riesgo GEORGE MARSHALL RUGE (la trilogía de The Lord of the Rings); la artista de maquillaje tres veces ganadora del Premio de la Academia VE NEILL (Ed Wood, Mrs. Doubtfire, Beetlejuice) y el jefe de peinadores MARTIN SAMUEL (Evita, Little Buddha), quienes ambos compartieron al nominación al Premio de la Academia por su trabajo en Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl. El compositor ganador del Oscar HANS ZIMMER, quien produjo la música del primer film, compuso la música de PIRATAS DEL CARIBE: EL COFRE DE LA MUERTE , como también de The Ring y de The Weather Man, así como de varias producciones de Jerry Bruckheimer como Days of Thunder, Pearl Harbor y Black Hawk Down.
A este equipo de primera se le une un número de ganadores y nominados al Premio de la Academia, como el diseñador de producción RICK HEINRICHS, quien ganó un Oscar por Sleepy Hollow y fue nominado en 2004 por Lemony Snicket’s A Series of Unfortunate Events; el director de arte supervisor JOHN DEXTER, también nominado por su trabajo en Lemony Snicket; la decoradora de foro CHERYL CARASIK, nominada a cuatro Premios de la Academia (incluyendo Lemony Snicket y Men in Black); el supervisor de efectos visuales BILL GEORGE (ganador del Oscar por Innerspace y nominado por Harry Potter and the Prisoner of Azkaban); los supervisores de efectos especiales ALLEN HALL (ganador del Premio de la Academia por Forrest Gump y doblemente nominado por Backdraft y Mighty Joe Young) y MICHAEL LANTIERI (ganador por Jurassic Park y nominado por Back to the Future Part II, Hook, The Lost World: Jurassic Park y Artificial Intelligence: AI).

LA PRODUCCIÓN
En el arte, como en la vida, la historia tiene curiosas maneras de volverse en círculo. La primera imagen que apareció en una producción de acción en vivo de Disney fue un primer plano de una calavera y de una cruz de huesos en la bandera Jolly Roger en la versión clásica de 1950 de Treasure Island, de Robert Louis Stevenson.
Unos 53 años más tarde, el mismo estudio, a través de Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl, re-inventó con espectacularidad y revitalizó un género moribundo que una vez más deleita a millones de espectadores. Desde clásicos infantiles como Treasure Island o Book of Pirates de Howard Pyle, hasta clásicos del cine como The Black Pirate, The Buccaneer y The Crimson Pirate, las historias de espada en alta mar de acción ininterrumpida entre los buenos y los malos parecían no tener fin.
Pero, en lo concerniente a los realizadores, los piratas fueron olvidados como temas que valieran la pena en las realizaciones contemporáneas. Fue el turno de Jerry Bruckheimer, Gore Verbinski y de una brillante compañía de actores y de artistas de detrás de cámara el darles nueva vida a las velas de Jolly Roger, inspirados por la atracción de los Parques Temáticos de Disney que ha encantado a generaciones desde su inauguración en 1967 en Disneyland, Anaheim. La atracción “Pirates of the Caribbean”, que utilizaba la última tecnología de entonces de audio-animatrónica y que Walt Disney y sus Imagineers habían desarrollado magníficamente, pronto se convirtió en parte importante de la cultura popular, con sus animados estribillos de “Yo ho yo ho, a pirate’s life for me” (y la advertencia de que “los muertos no cuentan cuentos”), cantados y citados por millones de visitantes.
Utilizando la atracción como punto de partida, con inteligentes referencias a su contenido, Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl resultó un rotundo éxito dondequiera que se estrenara, con una recaudación nacional de U$S 305.413.918 y con un record total de U$S 653.913.918 en el extranjero. El film también recibió cinco nominaciones al Premio de la Academia, incluyendo una a Johnny Depp como Mejor Actor. Como la atracción, el film apelaba al pirata que todos llevamos dentro, al deseo de libertad, aventura y también de travesuras. Mientras que era un afectuoso homenaje a las aventuras cinematográficas que la precedieron, Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl navegó en un territorio completamente nuevo, rompiendo con la tradición al vincular las historias de alta mar con humor irreverente, tipificado por la creación original y brillantemente inspirada de Johnny Depp del Capitán Jack Sparrow. .. un pirata de esos que el público nunca antes había visto.
El éxito no era seguro, como hoy lo admite Bruckheimer: “Las expectativas eran limitadas para la primera Pirates. Muchas personas creían que estábamos haciendo una película sobre la atracción de Disney para criaturas pequeñas y, más aun, el género de piratas había estado muerto durante cuarenta años; cada intento de revivirlo había fracasado. Pero entonces fue estrenada The Curse of the Black Pearl y tomó a todos por sorpresa, lo mejor que podía ocurrir. El logro de Gore y de los autores, así como las interpretaciones de Johnny, Orlando, Keira y Geoffrey, capturaron la imaginación de todos y el film se convirtió en un gran éxito internacional.
“Todo lo que habíamos puesto en la primera película va más allá en la segunda”, continúa Bruckheimer, “y por supuesto contamos con el mismo equipo creativo. Gore es un director brillante, con un maravilloso sentido del humor y un grandioso sentido visual. Normalmente, los directores fuertemente visuales no son grandes narradores porque se concentran mucho en el aspecto físico de la película, pero Gore posee tanto la agudeza visual como la comprensión de la narrativa y de los personajes”
“Johnny, Orlandoy Keira están de regreso”, agrega Bruckheimer, “más la presencia de algunos rostros maravillosos e interesantes. Por supuesto, el Black Pearl también está de regreso junto con un nuevo y misterioso barco, el Flying Dutchman, con una tripulación excitante e inusual, bajo el mando de Davy Jones”.
“Todo recae en la imaginación del director, de los escritores y de las cientos de personas que trabajan en la película” afirma el productor. “Todos están entusiasmados por hacer un gran entretenimiento que el público adore”.
Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl no solo revivió el género sino que provocó una ola de fascinación por todas las cosas relativas a la piratería que afecta a todo, desde nuevos libros sobre vagabundos del mar hasta una explosión de fiestas temáticas de piratas para niños, cenas temáticas para adultos, sin mencionar los stickers “I (corazón) Jack Sparrow” adheridos en las carpetas de las escolares de todo el mundo.
Claramente, existía un mandato mundial para realizar más Pirates, y Jerry Bruckheimer y Gore Verbinski, junto con Walt Disney Pictures, decidieron que solo una secuela no sería suficiente. En un sentido práctico y económico, se podrían filmar dos películas en forma simultánea, aprovechando las locaciones, los foros y la disponibilidad de los actores cada vez más requeridos. También tenía sentido desde lo creativo, porque con los personajes tan bien establecidos en el primer film, resultaba excitante embarcarlos en más viajes. “Estábamos esperando el éxito de The Curse of the Black Pearl para hacer más películas de Pirates”, señala Bruckheimer, “y cuando vean el segundo y el tercer film, verán que todo se relaciona con lo que empezó en el primero. Es una verdadera trilogía”.
“Realmente se necesita sustancia detrás de todo esto”, confirma el productor ejecutivo Mike Stenson. “No solo hay que proveer entretenimiento, el paseo en montaña rusa y la risa, sino que si vamos a pedirle al público que permanezca junto a nosotros en tres películas, hay que sentir que hay algo temáticamente significativo que vamos a explorar”.
Dice el guionista Terry Rossio: “Mientras que en el primer film la atracción del parque fue una fuente de ideas, para el segundo y tercer film realmente volvimos al primero”. Y su socio guionista Ted Elliott agrega: “En los personajes había una riqueza que sentimos que podíamos explorar, pero no queríamos repetirnos ni verlos hacer las mismas cosas. Una de las cosas que nos gustaron de los personajes en el primer film fue que en ellos había cierta ambigüedad moral y eso era lo que queríamos explorar... Queríamos ponerlo a Jack Sparrow en una situación tal que tuviera que fijarse objetivos opuestos a los de Elizabeth y Will. Se trataba de expandir los personajes y llevarlos más allá”.
“De manera similar”, continúa Rossio, “gran parte de la base de la primera película era la historia romántica entre Will y Elizabeth y deseábamos hacer un examen más maduro de la relación entre ambos. ¿Qué les ocurre a Will y a Elizabeth luego del romántico beso en un bello atardecer al final de The Curse of the Black Pearl?”
PIRATAS DEL CARIBE: EL COFRE DE LA MUERTE también penetra en el tesoro de los piratas, así como en la tradición y la mitología del mar, desde Davy Jones, el del famoso “locker”, hasta el legendario Kraken, un monstruo marino referido desde el siglo XII. “Cuando uno piensa en el mar”, dice Elliot, “piensa en todas las historias sobrenaturales que ha escuchado. Pero nadie había logrado que esas historias formaran parte de una gran película de piratas o de espadachines, de modo que había muchas leyendas para inspirarnos. Algunas fueron tomadas para la primera película: hay una línea del diálogo en la cual Will habla de ser enviado al “Locker de Davy Jones”. Entonces, en EL COFRE DE LA MUERTE, decidimos explorar quién es Davy Jones y entonces trajimos otra conocida leyenda de los mares, la del Flying Dutchman, y así combinamos a ambas”.
Elliott y Rossio utilizaron con inteligencia uno de los más grandes poderes económicos y políticos de la historia, a Compañía de Comercio de las Indias Orientales, como elemento fundamental en el argumento de EL COFRE DE LA MUERTE. Como muchas otras cosas en las películas de Pirates, la realidad histórica es utilizada como punto de partida para la diversión y la fantasía. La verdadera Compañía Británica de las Indias Orientales fue una herramienta de la dominación imperialista, en lo político y en lo económico, desde 1600 hasta su disolución en 1858, rigiendo en lo esencial la India y expandiendo sus tentáculos hasta el Golfo Pérsico, el Sudeste Asiático y Asia Oriental. Aun los contemporáneos más generosos describen las actividades de la Compañía de las Indias Orientales como extraordinariamente ambiciosas e inhumanas. “Lo que nos gusta de los piratas”, afirma Elliott, “es que ellos representan la libertad. Y la Compañía de las Indias Orientales, como una corporación multinacional, representa el fin de la libertad individual. Definen el mundo como ellos quieren que sea y dejarán a muchas personas de lado. Cuanto mayor sea su dominio, menos espacio le dejarán a la gente como el Capitán Jack Sparrow”.
Y con cierto grado de autoridad, puede decirse que el Capitán Jack Sparrow es el único personaje de la pantalla verdaderamente icónico que ha surgido en este nuevo milenio. Una creación completamente original y escalofriantemente excéntrica de un famoso mutante en su apariencia llamado Johnny Depp: un pirata peculiar, complejo y muy supersticioso de moral igualmente dudosa y aliño personal se convirtió en el antihéroe del nuevo siglo. Con sus largas rastas y barba adornada con un alocado conjunto de cuentas, varios amuletos pendiendo de su ropa y los dientes de oro y plata, el Capitán Jack Sparrow, al igual que el film, encantó a los públicos de todas las edades, géneros y nacionalidades. La interpretación de Depp como Jack Sparrow fue recientemente calificada como una de las 100 mejores interpretaciones de todos los tiempos, en la edición de mayo de 2006 de Premiere Magazine, la cual presentó el rostro del Capitán en la tapa de manera más prominente que el resto (Depp ya había integrado la lista con su interpretación de Edward Scissorhands).
“Si le preguntamos a la mayoría de la gente qué fue lo que más le gustó de la primera película”, dice Mike Stenson, “normalmente se refieren al iconoclasta personaje de Jack Sparrow. En un universo de 500 canales, donde hay tantas oportunidades de entretenimiento, hay que brindarle al público algo único y diferente. Eso es exactamente lo que Johny hizo con en Capitán Jack Sparrow en The Curse of the Black Pearl. Él creó este personaje y se comprometió absolutamente con él, y tanto Jerry como Gore debieron decirles a los poderosos que confiaran en ellos hasta ver las primeras proyecciones diarias. Al final, Johnny asumió el desafío y Jerry y Gore lo respaldaron en un cien por ciento”:
“Johnny es uno de nuestros grandes actores”, afirma Bruckheimer. “Inventó a Jack Sparrow en la primera película y no es de los que se duermen en los laureles para la segunda y la tercera, sino que lleva al personaje a nuevos niveles. Ninguno de nosotros estaría de regreso si John no hubiese aceptado volver a interpretar a su personaje. Le encantó hacer la primera película y el público lo amó a él”.
En cuanto a Depp, el actor sostiene: “Me supera cómo un personaje así ha echado raíces en el corazón de la gente. Todavía me impacta. Se me dio la oportunidad de hacer algo de este personaje y yo tenía algunas ideas bastante sólidas acerca de quién era y cómo debía ser. Algunas personas creían que estaba chiflado, pero yo estaba comprometido con este muchacho y creo que eso es lo que me ocurrió en términos de personaje. Lo que me propuse hacer fue tratar de que el Capitán Jack les gustara tanto a los niños pequeños como a los adultos intelectuales más duros”.
Señala Terry Rossio: “Uno de los arquetipos realmente no utilizados en el cine de los Estados Unidos es el personaje tramposo. La mayoría de las películas estadounidenses tienden a celebrar al guerrero que hace lo correcto en el momento apropiado. Pero lo divertido de Jack, quien definitivamente es un tramposo, es que no es particularmente bueno para evitar ser capturado. Sí, es capturado, pero no pueden mantenerlo cautivo por demasiado tiempo. Jack sabe que si solamente pudiera esperar un poco, el mundo se pondría de su lado, y esto le brinda la suprema confianza de que puede manejar casi cualquier situación”.
“Otro aspecto divertido del personaje tramposo”, continúa Ted Elliott, “es que él básicamente pretende pasarla bien, siguiendo sus propios intereses. Las cosas que hace afectarán a otras personas – a los mortales, si se quiere – y tanto las pueden beneficiar como perjudicar. De modo que volvemos a la pregunta que se planteó en la primera película: ¿Jack Sparrow es un buen tipo o no?, ¿es un pirata héroe o villano? Realmente, eso depende de la perspectiva desde la que se lo vea”.
Ya que The Curse of the Black Pearl resultó crucial para el lanzamiento de Orlando Bloom y Keira Knightley al estrellato internacional, ambos actores estaban entusiasmados de regresar junto a Depp en los papeles de los jóvenes amantes Will Turner y Elizabeth Swann (el cuarto integrante del cuarteto original, Geoffrey Rush, no está en el segundo film, ya que su personaje, el Capitán Barbosa, fue enviado por Jack Sparrow al mundo submarino en el clímax del primer film). Jerry Bruckheimer, quien tiene ojo para descubrir jóvenes talentos antes que el resto, se aseguró la presencia de Bloom en el papel del joven Ranger de los Estados Unidos en Black Hawk Down, antes que la trilogía de Lord of the Rings fuera estrenada; y seleccionó a Knightley para el primer film de Pirates cuando ella contaba solo con 17 años. Por coincidencia, Bend It Like Beckham—la película que fue la revelación de la actriz a nivel internacional—tampoco había sido estrenada. “Vimos que Keira era una extraordinaria actriz cuando la elegimos para The Curse of the Black Pearl”, recuerda Bruckheimer. “No le teme a nada. En los dos años transcurridos entre el rodaje del primer film y el comienzo del segundo, sus habilidades se perfeccionaron con el trabajo que realizó y la experiencia que adquirió” (a la sazón, esta experiencia incluyó su papel de Guinevere en King Arthur, la producción de Bruckheimer).
“En cuanto a Orlando”, continúa el productor, “él también realizó un enorme trabajo en el lapso entre el primero y el segundo film de Pirates y trabajó con algunos directores estupendos como Ridley Scott y Cameron Crowe. Orlando se lanzó como un tremendo actor en la pantalla y ha mejorado con el tiempo”.
En manos de los guionistas Elliott y Rossio, Will y Elizabeth vivieron un considerable desarrollo en la historia de EL COFRE DE LA MUERTE.
Dice Bloom: “Esta vez deseaba que Will fuese menos honesto y correcto, que mostrara sus aspectos más oscuros. El verdadero viaje de Will en la segunda película es su preocupación por su padre, Bootstrap Bill, un elemento importante en el primer film, aunque ausente. Will necesita rescatar a su padre del destino que le fue dado vivir en el Flying Dutchman, junto a Davy Jones y a su aterradora tripulación, de modo que su objetivo es volver a conectarse con su padre, y al mismo tiempo mantener su relación con Elizabeth. Cada uno de los personajes principales en EL COFRE DE LA MUERTE tiene sus propios objetivos, los que hasta cierto punto entran en conflicto con los de los demás. Hay una verdadera sensación de tensión entre los jóvenes amantes Will y Elizabeth”.
Keira Knightley, al igual que el resto del mundo, se sintió felizmente sorprendida por el éxito masivo del primer film. “Estábamos haciendo una película basada en una atracción de un parque temático de Disney, en un género que no había tenido éxito durante cerca de 50 años”, recuerda. “Pero lo teníamos a Gore Verbinski, cuya visión es extraordinaria, y a Johnny Depp, cuyo retrato de Jack Sparrow llevó al film hasta una especie de mundo fenomenal. Lo lindo de esta película es que los personajes han evolucionado. Cuando la encontramos a Elizabeth, al comienzo de la historia, está a punto de casarse con Will, pero esto no se puede realizar porque un personaje llamado Lord Cutler Beckett entra en juego y desea aniquilar la piratería del mundo. Está decidido a arrestar a Will por ser pirata, así como a Elizabeth por haber ayudado a escapar al Capitán Sparrow. Elizabeth se convierte en una mujer con una misión y hay ciertas sutilezas bastante lindas en su relación con Will y con Jack Sparrow... Se convierte en algo muy interesante”.
De regreso también está Jack Davenport como James Norrington, el marino británico que pierde a Elizabeth frente a Will Turner y es superado una y otra vez por el Capitán Jack Sparrow. “Jack Davenport es un actor soberbio y queríamos tenerlo de vuelta”, dice Bruckheimer. “Es divertido para trabajar y creó un personaje maravilloso que se embellece, se enriquece y suma a la historia. Jack es un intérprete de primera, tanto en el segundo como en el tercer film”.
“La última vez que lo vimos a Norrington”, dice Davenport ,“él era un perdedor en todos los frentes. Perdía a la chica, se le escapaban los prisioneros, era humillado de todas formas. Esperemos que mientras soporta humillaciones, podamos captar la sensación de que él puede tomar decisiones maduras en momentos difíciles. Lo que siempre me interesó de mi papel en el primer film es que el personaje es un líder en un rol muy público. Y al final de la primera historia, se encuentra en una situación en la que deberá lidiar con cosas muy privadas en un área increíblemente pública, frente a casi 200 personas.
“Cuando leí el guión de EL COFRE DE LA MUERTE, me encantó ver cómo se desarrollaba su personaje. Norrington ha entrado en un momento difícil; no se lo ve como antes. Perdió su trabajo, su chica y su autoestima. De pronto tiene la oportunidad de firmar un contrato como tripulante con nadie menos que el Capitán Jack Sparrow. La pregunta es detrás de qué anda Norrington. ¿Venganza? ¿Elizabeth? ¿O algo más?”
(Coincidentemente, el padre de Jack Davenport—el distinguido actor británico de teatro y cine Nigel Davenport—fue una de las estrellas de A High Wind in Jamaica, de Alexander Mackendrick, realizada hace cerca de 40 años y uno de los mejores ejemplos del género antes de su desaparición de las pantallas de cine).
Uno a uno, Bruckheimer y Verbinski comenzaron a reunir a los principales intérpretes de un elenco gigantesco, incluyendo nuevos personajes que agregan nueva vida y textura a EL COFRE DE LA MUERTE. Para interpretar a Davy Jones, quien es criatura marina y humana, los realizadores eligieron al versátil actor británico Bill Nighy, sabiendo que podría encontrar la humanidad debajo de la superficie bestial del personaje. “Davy Jones es un individuo profundamente dañado y aislado”, describe el actor. “Está tan profundamente herido que decide que vivirá una especie de semi-vida, en tanto que esto signifique no tener más sentimiento. Así fue que se arrancó el centro del sentimiento, el corazón, y lo guardó en un cofre especial. También controla a una “mascota”, el Kraken, un monstruo marino que nunca hemos visto, completamente malévolo, malvado e inexplicablemente poderoso. Si se posee el corazón de Davy, no sólo se lo puede controlar a él sino también al Kraken, lo cual efectivamente otorga el control del océano”.
El primer desafío de Nighy, dada la sorprendente apariencia física de Davy Jones, fue el de actuar a lo largo del film vestido con lo que parecía ser un traje gris y un gorro al tono con marcas de referencia para que los magos de la computación de Industrial Light & Magic lo embellecieran con asombrosos detalles imaginados por Gore Verbinski y el afamado artista conceptual Mark “Crash” McCreery. Pero Nighy estaba bien dispuesto: “La primera película no solo fue exitosa sino verdaderamente amada; ha logrado penetrar el lenguaje como pocas. Formar parte de este fenómeno fue una idea muy satisfactoria. Y en cuanto a interpretar a un personaje que será retocado por la magia de la computación, un actor debe usar la imaginación”.
“Por supuesto”, agrega el actor, “en EL COFRE DE LA MUERTE interpreto a un hombre al que le crece un pulpo de la barbilla, lo cual debo admitir que no formaba parte de mi experiencia”.
El otro nuevo villano de EL COFRE DE LA MUERTE – quizás más villano que Davy Jones, cuya maldad proviene de un desengaño amoroso del pasado– es el frío, calculador y terriblemente despiadado Lord Cutler Beckett. El actor incitado para dar vida a esta alma malévola fue Tom Hollander, quien tan brillantemente interpretó al Reverendo Collins, el diminuto y desafortunado pretendiente de Keira Knightley en Pride & Prejudice de Elizabeth Bennet. A Hollander lo atraía interpretar a Beckett porque, mientras que los demás personajes se han desarrollado entre el primero y el segundo film, el de él es un personaje multi-dimensional. “Guante suave, puño duro”, señala el actor respecto de Beckett. “En apariencia es muy arrogante y encantador, pero por dentro es tremendamente duro”. Hollander también vio ciertas semejanzas entre la Compañía de Comercio de las Indias Orientales, tal como es descripta en la historia, con el mundo moderno. “Existe un paralelo moderno en cuanto a cómo operan Lord Cutler Beckett y la Compañía con los piratas – quienes simbolizan la libertad – ya que los exprimen sin piedad. En especial con Jack Sparrow, quien según Beckett es travieso, alborotador, tiene rastas, podría arreglárselas con menos baños y, lo peor de todo, es pirata. Para Cutler Beckett, Jack Sparrow es una oveja negra”.
Stellan Skarsgard, quien es un reconocido actor en su país, Suecia, desde los años 70, y que se ha convertido en un intérprete internacional de considerable reputación y talento, se sintió encantado cuando Verbinski y Bruckheimer le pidieron que interpretara a Bootstrap Bill Turner…un personaje que dio bastante que hablar en The Curse of the Black Pearl pero que nunca fue visto. Skarsgard era conocido para Bruckheimer, quien previamente lo seleccionó como el depredador Teutonic en King Arthur. “Stellan es un actor de primera”, describe Bruckheimer, “y tanto Johnny como Orlando querían trabajar con él. Sabíamos que con Bootstrap Bill, Stellan crearía un maravilloso, compasivo e interesante retrato de un hombre que se está perdiendo a sí mismo poco a poco”.
“En el primer film, podía verse que había mucho espacio para que los actores se expandieran y florecieran en las escenas”, dice Skarsgard. “También daba la sensación de que se divirtieron mucho haciéndolo, lo cual es muy entrañable”.
Otro nuevo y convincente personaje de EL COFRE DE LA MUERTE, la misteriosa vidente Tia Dalma, es interpretada por la brillante y talentosa joven actriz británica Naomie Harris. “Tia Dalma es una reina gitana, un espíritu libre que posee poderes mágicos y la habilidad de ver a través de las personas y de comprender sus deseos más profundos”, explica Harris. “Es una mujer muy poderosa que me gusta mucho. Está asociada con elementos de la Naturaleza, es feroz y temperamental”.
David Schofield, el notable actor británico elegido para el papel de Mercer, el despiadado guardia de Lord Cutler Beckett, se sintió encantado ante la perspectiva de trabajar junto a Keira Knightley. La última vez que la había visto en persona fue cuando ella tenía tres años; él actuaba en el teatro en el Festival de Chichester (Inglaterra) junto a su padre, el actor Will Knightley. A Schofield le asombró la cantidad de compatriotas que actuaban en el segundo film de Pirates: “Es como si todos estos actores británicos de teatro hubiesen sido transportados en un lujoso colchón de Walt Disney hacia lugares exóticos, y pueden conversar felizmente acerca de sus vidas británicas y de sus sentimientos británicos acerca de las cosas... pero soportados por esta estructura americana. Es un poco como un guante inglés que recubre una mano americana”.
Y también están los que regresan para realizar otra fantástica travesía en el Black Pearl. “Nunca esperé volver”, afirma Jonathan Pryce, quien regresa en el papel del Gobernador de Port Royal, Weatherby Swann, el adorable pero levemente perplejo padre de Elizabeth. Ya que se había perdido las proyecciones originales y los estrenos del primer film debido a su ocupada agenda, Pryce finalmente se compró un boleto de cine en Londres. “Apenas conseguí un lugar, lo que me pareció irónico. Habían pasado cuatro o cinco semanas desde el estreno, pero el cine estaba lleno. Fue maravilloso ver el film con público real, ver cómo se reían o miraban con asombro la pantalla. Fue muy gratificante estar en un film comercial al que el público, jóvenes y adultos, respondía tan bien”.
También están de regreso Pintel y Ragetti—entrañables para el público como la sublime pareja cómica de The Curse of the Black Pearl—encarnados respectivamente por los actores Lee Arenberg y Mackenzie Crook. “Para empezar, Pintel y Ragetti son personajes maravillosos”, dice Jerry Bruckheimer, “pero Lee y Mackenzie realizaron el trabajo brillante de tomar lo que estaba en la página y ampliarlo en grado sumo”.
Fieles a sus papeles, Arenberg (nacido en los Estados Unidos) y Crok (nativo de Gran Bretaña) genuinamente se llevaron bien durante la filmación de la primera película de Pirates, tan inseparables en la pantalla como fuera de ella. “Permanecimos juntos como una especie de Laurel & Hardy piratas del siglo XVIII”, señala Arenberg. “Siempre digo que lo más afortunado que me ocurrió fue que no pudieran hallar a alguien bajo, calvo y alocado en Londres para ser la combinación perfecta de Mackenzie. Entonces realizaron una audición en Hollywood y para mí fue un golpe de fortuna”
Agrega Crook: “Pintel y Ragetti son piratas que, como la mayoría, pueden oscilar entre el bien y el mal, de acuerdo con quién ofrece la mejor paga. Son el clásico dúo: uno, inteligente y el otro , aparentemente tonto. Y además, Pintel y Ragetti tuvieron la intuición de levanter la mano y rendirse al final de la primera película”.
Crook bromea: “En ese momento nos sonreímos porque sabíamos que haríamos la secuela, ¡mientras que los otros muchachos de la cubierta no!”
“No sé cuáles fueron las expectativas para el primer film”, admite Kevin R. McNally, cuyo Joshamee Gibbs posee un conocimiento enciclopédico del folklore de los siete mares, así como un gusto epicúreo por el ron. “Mientras trabajaba, no tenía idea de dónde estaba, hasta que vi el film junto a un grupo de amigos en el cine. Fue una agradable sorpresa ver que la película era buena, con aventuras, divertida y con riqueza de personajes. Pensé que mis días de pirata se habían terminado, pero cuando estaba filmando The Phantom of the Opera, me encontré con Mike Stenson, de Jerry Bruckheimer Films, quien me dijo: ‘Empaca tus cosas, Kevin, que salimos nuevamente a hacer de piratas’”
“Cuando me enteré de que querían contar nuevamente conmigo para el segundo y el tercer film, entré en un estado de felicidad”, cuenta David Bailie, quien personifica a Cotton, el pirata mudo. “Tengo más de 60 años y no muchos actores pueden finalizar su carrera haciendo tres películas importantes, con todo lo que eso implica”.
El actor Martin Klebba—quien interpreta a su tocayo Marty, un tripulante del Black Pearl de baja estatura pero con el espíritu alto—recuerda que cuando terminó el rodaje de The Curse of the Black Pearl, escuchó que se realizarían la segunda (y la tercera) película: “Pensé que si me llamaban nuevamente sería estupendo; si no, la había pasado muy bien y había disfrutado de la oportunidad. Cuando me llamaron para pedirme que fuera para una prueba de vestuario para EL COFRE DE LA MUERTE y para Pirates 3, fue fantástico. ¿Cuántas veces esto le sucede a un actor?”

2005 (y 2006): Una Odisea Pirata
Si la filmación de Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl fue una épica, entonces el rodaje de PIRATAS DEL CARIBE: EL COFRE DE LA MUERTE podría ser descripto, en sentido clásico, como una odisea. Viajando de locación en locación, de isla a isla, la producción fue, en todo sentido, gigantesca y llena de aventuras fantásticas, ambiciones de Prometeo, desafíos de Sísifo y triunfos de Hércules. Más de un año de filmación (con pausas ocasionales y mucho tiempo dedicado a la filmación simultánea de Pirates of the Caribbean III), con largas temporadas en el Caribe, inspiraron al elenco y al equipo – muchos de ellos veteranos de docenas de producciones – a redefinir los parámetros de sus propias experiencias.
“Una película como esta se convierte en el pináculo de tu carrera”, señala el productor ejecutivo Bruce Hendricks, presidente de producción física de Walt Disney Pictures. “Más que cualquier otra película en la que he estado involucrado – y creo que han sido más de 300 – las películas de Pirates of the Caribbean son esas que cuando las recuerdas piensas: ‘¡Vaya, realmente lo hemos logrado!’”
“Fue como luchar en una guerra”, recuerda Eric McLeod, también productor ejecutivo del film. “Tuvimos que construir caminos donde nunca antes se había filmado, montaña arriba, a través de la selva o en la playa. En Dominica teníamos a 500 personas en diferentes hoteles, condominios y casas. Cada día iban 150 choferes por toda la isla para recogerlos. Había 40 contadores en las oficinas de Los Angeles, Mobile, Alabama, St. Vincent, Dominica, las Bahamas y el Reino Unido, trabajando con siete monedas diferentes. Era un ejército en movimiento. El foco estaba en lo que ocurría frente a la cámara, pero había un masivo apoyo para llegar a eso”.
Los preparativos más importantes para PIRATAS DEL CARIBE: EL COFRE DE LA MUERTE y para Pirates of the Caribbean III comenzaron en junio de 2004. Sobre la base del guión de Elliott y Rossio, el equipo de producción sabía que una sola locación en una isla, como en la primera película, no sería suficiente. “Desde las primeras reuniones con Jerry, Gore, Ted y Terry, comenzamos a dimensionar hacia dónde íbamos, desde el punto de vista logístico”, recuerda el gerente de producción de unidad Doug Merrifield, quien desempeñó la misma tarea en The Curse of the Black Pearl. “Sabíamos que esta vez estaríamos en varias islas, no sólo en St. Vincent, de modo que íbamos a necesitar más barcos. Parecía que iba a ser una ‘película de rutas’, si bien las rutas serían vastas cantidades de agua entre las locaciones. Comenzamos a explorar nuevamente el Caribe a partir de comienzos del verano de 2004”.
Las fortalezas de Port Royal y Tortuga, familiares para los espectadores de Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl fueron nuevamente diseñados por Rick Heinrichs y reconstruidos en la Bahía de Wallilabou en St. Vincent, que fue la locación del primer film. Dominica, un verde e incontaminado paraíso del creciente ecoturismo, mide sólo 29 millas de largo y 16 de ancho, con una escasa población de 71.000 habitantes y sirvió como telón de fondo de la extraordinaria cantidad de locaciones, con sus playas con palmeras, la selva, los bosques y la elevada planicie. En las Bahamas, la compañía filmaría en las Exumas y, más al norte, el unas instalaciones frente al mar en la Isla de Grand Bahama.
“Algunas islas tienen pocos hoteles y no muchos restaurantes: poca infraestructura”; describe el productor ejecutivo Chad Oman. “Pero Gore, con mucha imaginación y agallas, eligió estas locaciones a pesar de los desafíos y el crédito es para el estudio al permitírselo. Dick Cook, Nina Jacobson y Bruce Hendricks depositaron mucha confianza, tanto en Gore como en Jerry.”
Por lo menos había cerca de 1000 personas trabajando en varios departamentos, durante la pre-producción de PIRATAS DEL CARIBE: EL COFRE DE LA MUERTE , en lugares tan distantes como Los Angeles, Londres o el Caribe. Fue un esfuerzo de sinergia en el que los artistas y artesanos invirtieron sus habilidades para inventar lo imposible. Pero los autores Ted Elliott y Terry Rossio no se limitaron a entregar el espléndido guión y desaparecer, sino que partieron junto con la compañía a cada una de las locaciones y mantuvieron una constante presencia en el foro, creando y re-inventando constantemente cuando era necesario. “La razón por la que nuestros autores están aquí es que nuestro director y nuestro elenco son muy creativos”, explica Jerry Bruckheimer, “así que se les ocurren ideas que Ted y Terry pueden incorporar al guión antes de filmar una escena en particular. Además, siempre estamos descubriendo nuevos matices cuando filmamos. Es fácil trabajar con Ted y Terry, les encanta estar en las locaciones y son muy rápidos”.
A lo largo de la filmación, Bruckheimer, Verbinski, Elliott y Rossio examinaban incansablemente el guión, con la atención en el mínimo detalle y al seriedad de escolásticos del Talmud, algo sorprendente si se tiene en cuenta el indisciplinado humor de las películas de Pirates. “No hay carga más pesada que un gran potencial”, suspiró en un momento Ted Elliott en el Caribe, citando al gran filósofo estadounidense Charlie Brown. Los realizadores eran conscientes de las expectativas que generaban los nuevos filmes y estaban absolutamente decididos a no tomar los atajos fáciles.

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