"Soy leyenda"

de Francis Lawrence

 

Robert Neville (Will Smith) es un científico brillante, pero así y todo, no pudo hacer nada por contener la diseminación del terrible, imparable e incurable virus. Un virus hecho por el hombre. Increíblemente Neville es inmune al virus, y ahora, es el último humano sobreviviente en lo que queda de la ciudad de Nueva York, y tal vez también lo sea en el mundo entero. Desde hace tres años, diariamente y muy esperanzado, Neville emite mensajes radiales, desesperado por encontrar a cualquier otro sobreviviente que pueda haber quedado. Sin embargo, él no está solo. Víctimas de la plaga, ahora mutantes—Infectados— acechan en la oscuridad…observando cada uno de sus movimientos…esperando que cometa el error fatal. Capaz él sea la última esperanza para la humanidad. Neville tiene un único objetivo y misión: encontrar la forma de revertir los efectos del virus, utilizando su propia sangre inmune. El sabe que los mutantes son muchos, y él es sólo uno… y ya no le queda demasiado tiempo.
Warner Bros. Pictures en asociación con Village Roadshow Pictures, presenta una producción de Weed Road/Overbrook Entertainment, “Soy Leyenda” protagonizada por Will Smith (“The Pursuit of Happyness”, “Ali”), artista dos veces postulado al Oscar, Alice Braga y Dash Mihok. La película está dirigida por Francis Lawrence. El guión es de Mark Protosevich y Akiva Goldsman, basado en la novela de Richard Matheson. Akiva Goldsman, James Lassiter, David Heyman y Neal Moritz fueron los productores, Michael Tadross, Erwin Stoff, Dana Goldberg y Bruce Berman fueron los productores ejecutivos, y Tracy Torme fue co-productora.
Tras las imágenes, el equipo creativo estuvo compuesto por el director de fotografía Andrew Lesnie, la diseñadora de producción Naomi Shohan, Wayne Wahrman en el montaje, el diseñador de vestuario Michael Kaplan, y el compositor James Newton Howard.
“Soy Leyenda” será distribuida por Warner Bros. Pictures, una compañía Warner Bros. Entertainment, y en territorios selectos por Village Roadshow Pictures.
SOBRE LA PRODUCCIÓN

Me llamo Robert Neville…

Will Smith, es protagonista de películas como “I, Robot”, “Independence Day” y “Men in Black”. No es una cara nueva en los filmes de ciencia- ficción, y ya desde hace mucho tiempo tenía puesto el ojo en la atemporal novela de Richard Matheson “Soy Leyenda”.
-“Tiene al menos dos géneros en sí misma: terror y ciencia ficción y es una maravillosa historia que sucede a través de las acciones de su personaje” – comenta el actor - “El tema de ser el último hombre en la Tierra siempre me intrigó. Los esfuerzos físicos, emocionales y espirituales que Robert Neville debe hacer, tan sólo para sobrevivir, son una hermosa oportunidad para contar una historia universal sobre la naturaleza de la humanidad”.
Francis Lawrence, el director de este nuevo filme de ciencia- ficción, basado en el relato de Matheson, agrega: -“La idea de un hombre sobreviviente, aislado y solo en un ambiente urbano moderno, me fascinaba, y era un tema que quería explorar a través de una película. “Soy Leyenda” es la historia por excelencia de un hombre contra el mundo, lo cual es la razón por la cual el tema sigue atrayendo a la imaginación de la gente, después de haber sido escrito hace más de medio siglo atrás”.
La novela de Matheson de 1954, es compleja y provocativa, y es ampliamente reconocida como modelo para los géneros de terror y ciencia ficción de los tiempos modernos. La obra ha influenciado a varias generaciones, ha inspirado a innumerables imitadores y ha engendrado dos adaptaciones para películas previamente: “The Last Man on Earth”, en 1964, protagonizada por Vincent Price, y “The Omega Man”, en 1971, con el primer actor Charlton Heston.
El guionista/ productor Akiva Goldsman, ganó un Oscar al Guión Mejor Adaptado por “A Beautiful Mind”. El se confiesa como gran admirador y fanático de Matheson, y dice que fue un deleite para él tener la oportunidad de re-imaginar “Soy Leyenda” para la pantalla grande. -“Para los grandes fanáticos de la ciencia-ficción, Richard Matheson es una especie de dios. Llegar profundamente a las raíces del personaje, con el fin de explorar temas profundos, es una tradición dentro de la ciencia –ficción seria. Se usa la ciencia ficción como alegoría. Esta película realmente nace de esa ética”.
Goldsman trabajó basándose en la adaptación inicial de la novela de Matheson realizada por Mark Protosevich, la cual había sido uno de los guiones más buscados en años recientes. Protosevich cuenta: -“Yo había trabajado en este proyecto con mucha pasión por más de una década, y me alegró mucho verlo finalmente llevado a la pantalla, especialmente por este nivel de talentos de ambos lados de la cámara”.
La historia que se cuenta en “Soy Leyenda”, gira en torno a un hombre que lleva una existencia solitaria. Los cineastas sabían que el exigente personaje debía ser interpretado por un actor de alto calibre. Cuando se enteraron que Will Smith estaba interesado en el papel, supieron que tenían el hombre justo. Smith, junto con el productor James Lassiter, su socio en la empresa Overbrook Entertainment, habían tenido el ojo puesto en ese proyecto durante varios años. Para el actor, poder interpretar el personaje de Robert Neville —el cual está en pantalla solo, en muchas de las escenas de la película – era tanto un desafío como una gran oportunidad.
Goldsman detalla: -“Como escritor, creo en la habilidad de la palabra escrita para describir y generar un personaje. Sin embargo, en última instancia, es igualmente importante poder transmitir lo que no está hablado. Will es un gran actor, que brindó una actuación extraordinaria. Muchos de sus pensamientos y emociones las transmite a través de sus expresiones y su comportamiento”.
Smith tuvo que utilizar otros medios de expresión para hacer llegar al espectador el abanico de emociones por las que pasa Neville. -“Este papel fue muy diferente para mí porque todo era comportamiento. No poder hablar, pero comunicar igual las cosas, fue un ejercicio increíble”- explica el actor -“Tuve que imaginarme cómo hacer para transmitir las cosas sin palabras, las cuales para mí son el centro de la actuación. Sin embargo, cuando uno se queda sin hablar durante un tiempo, comienza a descubrir una diversidad de cosas no sólo del personaje, sino de sí mismo. Es algo fascinante de experimentar, tanto artísticamente como psicológicamente”.
Al realizar esta, su primera película con Smith, Francis Lawrence encontró al centro del arco emocional de la historia. -“Lo fantástico de Will es que es muy cálido y tiene mucho carisma”- comenta el director -“El puede darle varias dimensiones a su papel, y lo lleva a uno de la mano en todo momento. Viéndolo, uno siente verdadera compasión por él, tiene miedo junto con él, se ríe y llora con él. Y todas esas capas co-existen simultáneamente en su actuación. Aún más importante es que a través de su papel, él puede transmitir todo lo que le está pasando, tanto física como emocionalmente, las más de las veces sin decir una sola palabra”.
El mejor halago para Smith, tal vez sea el que le hizo el hombre que creó el personaje de Robert Neville: -“Pienso que Will Smith es el personaje perfecto para interpretar a Robert Neville”- dice el escritor/ autor Richard Matheson -“Creo que ví todas las películas que él hizo, y siempre es muy convincente en cualquier papel que haga. En esa historia, el personaje es clave, luego, él es la clave”.

Soy un sobreviviente que vive en la ciudad de Nueva York…Yo puedo darles comida.
Puedo darles refugio. Puedo darles seguridad.

El tema central de “Soy Leyenda” es un hombre tratando de sobrevivir, que debe enfrentar pruebas extraordinarias: está solo y rodeado de “los Infectados”, quienes son unos monstruos que matan sin razonar y sin pensar. La situación es mala ya que es instigada por seres de su propia especie. Una pandemia borró la civilización y Neville quedó solo, en un estado de constante peligro. Todo había comenzado como un gran descubrimiento de la medicina moderna: un retro-virus artificial creado por el hombre, creado para combatir una de las enfermedades más mortales de la historia, el cáncer. Pero al gran éxito inicial que tuvo el retro-virus, le siguió algo inimaginable.
Neville, es un virólogo militar, que vive en Manhattan. El está al frente del proyecto del gobierno que trata de encontrar una vacuna para combatir la pandemia. Pese a todos los esfuerzos, el virus pasa al aire. La ciudad debe ser clausurada, y solamente los no –infectados pueden salir de ella. En medio del pánico que cunde, Neville debe presenciar la trágica muerte de su esposa Zoë (Salli Richardson) y la de su hija Marley, papel que interpretó la hija de 7 años del actor, Willow Smith. Con este personaje ella debuta en el cine de la mano de su verdadero padre.
Los Infectados que no sucumben al virus, corren una suerte aún peor: su devastado metabolismo comienza a transformarlos en unas criaturas que viven en la oscuridad en túneles bajo la tierra. Ellos comienzan a emerger de allí entre las sombras, tratando de aplacar un hambre muy particular y primordial.
Tras la devastación de la catástrofe, Neville también tiene una gran necesidad, y es encontrar una cura para la infección. De alguna manera él es inmune al virus, y tiene dos poderosas armas para luchar: sus conocimientos científicos, y su propia sangre. –“Neville sabe que esos seres fueron infectados con virus mutantes de algo que se creó en laboratorio”- narra Smith –“Ahora él es ser el único sobreviviente, tras haber pensado anteriormente que él no podía salvar a la humanidad”.
La experiencia de Neville como científico militar define la forma de vida que él elige vivir en la ciudad abandonada. Su estilo es completamente militar, desde el agotador ejercicio físico, hasta la alarma diaria que avisa con exactitud la puesta del sol. -“Neville es un hombre muy disciplinado” - comenta Lawrence - “Eso es lo que mantiene su mente sana en una situación como esta. Sus opciones son extremas, por eso, si pierde su rutina, es muy posible que él se quiebre”.
Su única compañía es su perro, Sam. Neville lucha por adelantarse a toda costa a los Infectados. Durante el día, él y su perro Sam, sobreviven buscando qué comer revolviendo entre la basura. Luego trabaja en el laboratorio y emite mensajes radiales diariamente, con la esperanza de encontrar otros sobrevivientes. Durante la noche, ellos se protegen con una barricada y monitorean las actividades de los Infectados, cuando cazan y buscan comida rondando las calles de la ciudad, olfateando para encontrar a sus presas.
Neville pasa el tiempo realizando distintas actividades y tareas, pero también goza de cierta libertad. Puede irse a pasear en su robado auto Shelby, puede jugar golf en un portaviones, decorar su inexpugnable guarida con tesoros invaluables, y almacenar un vasto aprovisionamiento de comida, combustible y medicinas. Con un intrincado sistema de mapas Neville es el rey de los vastos recursos de la ciudad.
Edificios icónicos de Nueva York, que alguna vez habían sido grandes centros comerciales, de arte o de entretenimiento, ahora parecen sitios surrealistas, y son los jardines y lugares personales de diversión y de caza de Neville.
-“Si uno es el ultimo hombre en Nueva York, hay muchas cosas para divertirse, si bien hay que hacerlo solo” - dice Lawrence –“Entonces vemos todos estos elementos que parecen tan importantes en el mundo en que vivimos, pero que luego de la devastación de la pandemia, son difíciles de reconocer, pues todas esas cosas en las que gastamos energía y miles de millones de dólares en construir, están allí pudriéndose, y no sirven para nada”.
-“Neville virtualmente tiene acceso a todo” -comenta Smith -“tiene productos médicos, sabe dónde encontrar alimentos enlatados, y en dónde abastecerse de gasolina. La ciudad entera es su casa, además, no hay nada como jugar al golf encima de un portaviones”.
Sin embargo, no todo es diversión y juego en la vida de Neville. Smith debió realizar escenas de acción impresionantes, que se ven a lo largo de toda la película. Recorre la ciudad abandonada en un auto a alta velocidad, queda colgando al revés a seis metros de altura; y maniobra un rapidísimo Ford Mustang, con el cual salta por encima de vehículos oxidados. Además, debe luchar contra los Infectados, que en realidad fueron dobles de acción que se convierten en los monstruos con ayuda de la técnica de efectos visuales de captura los movimientos.
Para coreografiar esas escenas, los cineastas contrataron al veterano coordinador de dobles Vic Armstrong, y su maravilloso equipo de profesionales. Los increíbles trabajos de Armstrong, quien lleva a sus espaldas una carrera de 40 años, se pudieron ver recientemente en las películas de acción “Mission Impossible III”, “War of the Worlds” y “Die Another Day”.
Los realizadores ya conocían la facilidad de Smith par las acciones físicas – ya sea para crear distintos aspectos de sus personajes, o para realizar escenas de acción claves. Meses antes de comenzar a filmar, Smith comenzó un programa de nutrición especial y de gimnasia, para ponerse más flaco y esbelto. Para ello trabajó con Darrell Foster, su ya viejo entrenador físico, quien años antes lo había transformado para el personaje que le valió una nominación para el premio de la Academia, “Ali”. Smith bajó 10 kilos con un régimen tan estricto como el que haría Neville mismo. El entrenador Foster comenta: -“Yo lo ayudé a desarrollar tanto los aspectos mentales como los físicos de su personaje, pues Neville debe pasar por rigurosas y desesperadas situaciones. El debía estar preparado para la falta de oxígeno de las grandes alturas, para el calor, el frío, la humedad, dietas de bajas calorías y muchas otras condiciones adversas”.
Todo lo opuesto a ese entrenamiento, la preparación de Smith para el manejo del rifle especialmente modificado, junto al asesor militar y de armas Sam Glen, fue mucho más fácil, pues el actor ya había manejado armas de fuego en películas anteriores.

Si hay alguien ahí, por favor, usted no está solo…

La mayoría del tiempo en pantalla, Smith la pasa constantemente con el compañero de Neville, un perro llamado Sam. El animal estuvo interpretado en la película en su mayor parte, por un ovejero alemán de tres años llamado Abbey. El jefe entrenador de animales, Steve Berens – cuyos animales trabajaron en las películas “Click” y “The Mask”- comprendió que los cineastas esperaban que su animal mostrase una diversidad de emociones. Para obtener una gran actuación de su actor canino, el entrenador utilizó un régimen de entrenamiento específico, al margen de las capacidades innatas de Abbey.
-“Todo depende de cómo uno prepara al animal” explica Berens -“Uno los entrena día tras día, para que cuando estén en el set para una escena determinada, los animales entiendan y se dediquen a la situación. Ellos son una parte del todo. Sabemos que es trabajo, pero la idea es hacerlo divertido. Si uno lo hace bien, con amor y refuerzo positivo, los animales disfrutan lo que hacen. Hay que crear camaradería con el perro, y luego, hay que pasársela al actor. Will era buenísimo con Abbey. En verdad se creó una verdadera unión entre ellos”.
Todo en la existencia de Neville cambia cuando una de sus emisiones radiales, es finalmente escuchada por otros sobrevivientes: una mujer llamada Anna, interpretada por Alice Braga, y un niño llamado Ethan, en la actuación de Charlie Tahan. Ellos dos aparecieron inesperadamente un día que Neville entró en una de las trampas que había puesto para los Infectados. -“Pienso que cuando Anna escucha el mensaje de Neville, es ahí cuando comienza a creer que hay esperanza, y que hay más gente en el mundo”- relata la actriz brasilera Alice Braga -“Este hombre está vivo, y Anna toma la decisión de ir a salvarlo, aunque hayan Infectados en los alrededores. Ella debe confiar en lo desconocido, y es así como comienza su esperanzado viaje en la película. Ellos necesitan ponerse en contacto, porque juntos van a ser más fuertes”.
Los cineastas eligieron a Braga como actriz, tras su actuación en “City of God”, nominada para el premio de la Academia. -“Su actuación en ‘City of God’ nos gustó mucho” – dice Goldsman recordando -“Alice tiene una belleza natural y una compasión innata que es evidente. Tiene un brillo casi palpable; ella genera una sensación de bienestar, lo cual es importante, ya que Anna representa la esperanza en la película. Ella es algo que Neville quiere alcanzar nuevamente, y pienso que Alice transmite eso a su personaje con autenticidad”.
Durante muchos meses, Neville trató desesperantemente de encontrar a otros humanos sobrevivientes. Pero en el momento en que encuentra a los únicos dos seres humanos que vió en años, salta en él el conflicto de la necesidad de tener contacto humano y el miedo. -“Al principio no está muy seguro de que están allí”- dice Smith -“La noche anterior había tenido horribles alucinaciones, y no está muy seguro de lo que está viendo. Por un lado es su deseo más profundo, su sueño dorado, pero por oro lado, en el momento que puede hacer contacto, no quiere hacerlo. Esa dualidad es una situación maravillosa para explorar psicológicamente para un actor”.
Para crear el personaje de Anna, Braga se inspiró en información sobre sobrevivientes de los horrores del huracán Katrina y del Holocausto. -“¿Cómo puede uno seguir viviendo después de algo como eso?”- pregunta ella - “Cuanto más leía, más me daba cuenta que se trata de tener esperanza. Mi personaje cree y guarda esperanza dentro de sí, inclusive luego de haber visto lo que vivido. He aprendido mucho sobre la vida a través de mi investigación para crear a Anna”.
Neville inmediatamente queda impresionado por la profunda fé de Anna, inclusive cuando amargamente él rechaza la existencia de un poder superior. -“Anna siempre lucha por seguir adelante” - destaca Braga -“Su motor son sus deseos de mantenerse viva, y tiene esperanza, especialmente con respecto a Ethan, el muchachito. El personaje de Will es grande y fuerte. Para él es más fácil sobrevivir de lo que lo es para la muchacha y el niño. Cuando ella lo encuentra, al mirar a los alrededores de la casa de Neville, puede notar que Neville lucha por sobrevivir. Entonces toma la decisión de confiar en él, y de creer que tal vez pueda vivir con él en ese mundo loco”.
Con tan solo ocho años, Charlie Tahan estaba fascinado de haber sido elegido para interpretar el papel de Ethan, el joven sobreviviente que viaja junto con Anna. -“Ethan es callado porque piensa que su verdadera familia ya no existe más, y además porque vio cosas muy malas” - dice Tahan -“Las calles están vacías y no hay nadie en ningún lado, a excepción de las criaturas. Al principio él no confía mucho en Neville, porque no sabe si Neville es malo, o uno de los Infectados. Neville sabe que Ethan no confía en él, por eso trata de hacerlo reír. Pero inclusive cuando estábamos fuera del escenario, Will me hacía reír mucho” – agrega el pequeño actor, quien confiesa que trabajar con Smith y con Braga “fue la más grande experiencia de su vida”.
Al encontrar a Anna y a Ethan y al escuchar su increíble historia de supervivencia, Neville recupera la esperanza. Smith dice: -“Es el clásico debatirse del ser humano, entre la fé y la ciencia. Anna tiene origen judeo-Cristiano, pero las ideas espirituales son universales. Todos los que pierden a alguien bienamado se hacen esas preguntas, pasa por etapas de fe y de falta de fe, de miedo y de enojo con Dios… todo eso. Dadas todas las pérdidas que Neville sufrió, y las circunstancias de su vida, el tiene todas las razones para preguntarse qué tipo de Dios permitiría tanto sufrimiento”.

Todos los días, al mediodía, cuando el sol esté en su punto más alto, yo voy a estar en South Street Seaport…

El catalizador de las circunstancias de vida en que se encuentra Neville, es un virus hecho por el hombre. Nació de una cura revolucionaria para el cáncer, pero luego comenzó a mutar en un micro-organismo infeccioso imparable. El tema hizo que los cineastas se pusieran a investigar el entorno de la ciencia y el complejo mundo de los virus y la virología. La investigación comenzó con información sobre los profesores más prominentes del campo, y culminó con una visita a los Centros de Control de Enfermedades (CCE). Los CCE permitieron que Smith, Lawrence y los otros productores tuvieran la rara oportunidad de encontrarse con científicos trabajando en los tres laboratorios del Nivel de Bio-Seguridad. En esos laboratorios se encuentran los causantes de las enfermedades más virulentas, contagiosas y mortales. Allí comenzaron a comprender que la posibilidad de que un retro virus escape de todo control no existe sólo en las historias de ciencia-ficción, sino que es algo que podría ser muy posible.
Goldsman comenta: -“Nos dimos cuenta que algunos virus son muy posibles en el tope de la “cadena de comida”. Cuando uno se da cuenta de qué durable y cuánto impacto puede causar la mutación de un virus, se queda uno apocado y en verdad aterrorizado”.
Los cineastas pudieron conocer algunos de los virólogos más importantes del país, también microbiólogos que trabajaban en laboratorios de alto nivel de riesgo biológico, y “cazadores de virus”, que son científicos que viajan a distintos lugares del mundo tratando de encontrar respuestas a pandemias potenciales. -“Era fascinante” – comenta Lawrence -“Tuvimos la posibilidad de observar cómo piensa un virólogo, y cómo ven ellos el mundo de los virus”.
Los cineastas así obtuvieron gran cantidad de información para la película, y el resultado es que Neville utiliza los protocolos de laboratorio copiados directamente de los CCE. Smith estuvo muy agradecido de tener la oportunidad de realizar esa visita, pues le ayudó en mucho a desarrollar su personaje. –“Me encanta la investigación” – comenta el actor-“Es muy difícil imaginar emocionalmente a un personaje como el de Neville, si uno no entiende la ciencia que lo moviliza”.
Los expertos de los CCE también les brindaron gran información sobre los pasos y la ética de las evacuaciones en masa y de las cuarentenas. Además, la ciudad de Nueva York, el estado y las agencias federales, compartieron su experiencia con los realizadores de la película, la cual sirvió para orquestar algunas de las escenas más impresionantes y dramáticas del film. Entre esas secuencias están las del caos en las calles, y otras en las que Neville se encuentra completamente solo en lo que alguna vez había sido una bulliciosa ciudad.
La ciudad de Nueva York del año 2012, es una sombra de la metrópolis que conocemos hoy. Los cineastas quisieron evitar la típica imagen gastada de una ciudad de ciencia –ficción en ruinas. Entonces crearon una imagen en el tiempo de la ciudad degradada, por la cuarentena, por los negocios saqueados, por los carteles avisando el riesgo de contaminación, por nudos de tráfico con transportes ahora abandonados. Y todo eso cubierto por una enmarañada vegetación, que muestra la vida que renace. Fue Francis Lawrence quien tuvo esas ideas para las imágenes espectrales de Manhattan, que literalmente queda convertida en una jungla urbana, cuando la naturaleza vuelve a reclamar su territorio.
La diseñadora de producción Naomi Shohan, que anteriormente había trabajado con Lawrence en la película “Constantine”, ayudó a lograr la imagen salvaje y paradisíaca de la ciudad. -“El resultado visual de la pandemia inicial, es una ciudad plagada con restos de operativos de emergencia, tanto militares como médicos, además del caos causado por una población frenética”- detalla Shohan- “La apariencia no es muy distinta de la de los estragos causador por la guerra. Avanzando en el tiempo, pudimos transformar el paisaje e infundirle poesía, lo cual contrasta muy bien con la situación desesperada de Neville. Eventualmente, vemos una ciudad que ha sido transformada por una infraestructura que se está destruyendo, y que está deshabitada.
Junto con la gente de su departamento de arte, Shohan investigó los posibles resultados de varios escenarios de la ciudad en esa situación, entre esas cosas, cómo sería todo si no hubiera agua, y si la vegetación, los insectos y los animales invadiesen el lugar. “Las cañerías rotas crearían inmensos charcos de agua, que socavarían los materiales, haciendo que la tierra “se trague” calles enteras y partes de edificios” – detalla la diseñadora - “El fuego causado por fallas eléctricas y por pérdidas de gas, hubiera causado más daño, y la imparable naturaleza hubiese comenzado a reclamar nuevamente su territorio. Ahora, en vez de calles llenas de restos médicos y militares, los grandes “cañones” de la ciudad de Nueva York comienzan a parecerse a las imágenes del lejano oeste que se ven en pinturas del siglo IX. Llegamos entonces a un punto atemporal, en donde la dureza de la líneas y las arenas de la ciudad, que han sido invadidas por la naturaleza, se han transformado en un paisaje sensual”.
Con respecto a esa imagen, Lawrence comenta: -“Quise filmar esta película desde una perspectiva naturalista. Quise filmar aquí, en las calles de Nueva York, a plena luz del día y en lugares verdaderos. Porque eso se correlaciona con las actuaciones y los lugares que elegimos para filmar”.
El director eligió a Andrew Lesnie (trilogía de “The Lord of the Rings”), camarógrafo ganador del Oscar, para dar lente a las emociones que él había imaginado para Neville y su mundo. -“Utilizamos la cámara para hacer sentir al espectador las emociones que Neville siente, ya sea soledad, divertimento o melancolía. Andrew convirtió a la cámara en un vehículo para hacer sentir las emociones en cada escena”- comenta Lawrence.
Además del viaje interior de emociones, la cámara necesitaba captar la vida de sobresaltos y llena de acción de Neville, y en algunos casos, esas imágenes fueron mejoradas por medio de efectos visuales. Aún si la filmación se realizó a extrañas horas durante los fines de semana, para evitar las típicas multitudes que usualmente andan por la ciudad, la unidad de acción tuvo espectadores madrugadores que se paraban y alzaban sus teléfonos para sacar fotos del espectáculo. En una de las escenas más notables, Neville conduce a toda velocidad un auto Mustang Shelby modificado, evitando vehículos abandonados y otros obstáculos desparramados por las calles de la ciudad. Filmar esa escena tomó un mes, y se hizo en distintos lugares alrededor de la ciudad.
Fue un gran desafío logístico filmar una película en donde el personaje principal es casi el último ser humano sobre la tierra, en una de las ciudades más pobladas del mundo. Sin embargo, los cineastas no cambiaron la elección de filmar en la verdadera ciudad de Nueva York. -“Uno no puede imitar a Nueva York”- afirma el productor Michael Tadross quien vive en dicha ciudad- “Hay fondos únicos en ella, y tuvimos mucha suerte de poder filmar en lugares en donde nunca antes lo habíamos hecho”.
Trabajando en conjunto con todos los niveles de las agencias del gobierno, entre ellas la Oficina de Cine y Televisión del Alcalde Michael Bloomberg, Tadross y el Jefe de Exteriores Paul Kramer, jugaron papeles clave para conseguir filmar en algunos de los lugares más icónicos y pululantes de la ciudad. Al final, el equipo de producción consiguió permisos para filmar en lugares típicos, para los cuales antes no se habían concedido permisos. Además, se les permitió vaciar cuadras enteras de la ciudad – por períodos cortos y fuera de los horarios comerciales y de más de gente- para lograr el efecto de una ciudad deshabitada, salvo por Robert Neville. Pero hasta la toma más corta, requería que el lugar fuera transformado, y eso incluía autos abandonados en la mitad de la calle, edificios que se desmoronaban por descuido, plantas artificiales, yuyos que creían en las rajas de la tierra, y una capa de polvo y suciedad sobre todas las cosas, mostrando el un lugar despoblado.
-“Nada en esta película fue un trabajo simple. Cada vez que filmábamos en exteriores necesitábamos tener un escenario post apocalíptico. No podíamos utilizar el entorno tal cual estaba. El mundo que creamos no se parece en nada a Nueva York, ni a ninguna cosa que la ciudad haya tenido antes. Y eso lo tuvimos que lograr en cada uno de los lugares en donde filmamos”- recuerda Kramer.
Entre la lista de lugares de Nueva York utilizados para filmar “Soy Leyenda”, hubo diversos y eclécticos sectores dentro de tres de las cinco zonas que comprendidas por la Terminal Grand Central, el edificio Flatiron al lado de Madison Square Park, Washington Square Park, las modernas calles de TriBeCa, el distrito de Meatpacking (de matanza), Columbus Circle, y Chinatown.
La filmación duró varios fines de semana, en los que se filmó en los lujosos negocios de la Quinta Avenida, la cual fue uno de los lugares más difíciles para trabajar. Para poder parar totalmente el tránsito de autos y paseantes de Madison y la Sexta Avenida, hasta las calles 57 y 49, zona que bordea la Quinta Avenida, se necesitó la ayuda de cientos de ayudantes de producción, policías y agentes de tránsito.
Para Smith, vaciar un lugar tan bullente de tráfico y gente era sobrecogedor. -“Uno se da cuenta que nunca en su vida vio Nueva York completamente vacía”- cuenta el actor -“Es una imagen impresionante. Al vaciar la zona de la Quinta Avenida, se pudo ver claramente que estábamos haciendo algo sin precedentes”.
Lawrence está de acuerdo y agrega: -“Si, la quinta Avenida fue algo muy especial. Impresionaba que todo el mundo estuviera en silencio a medida que avanzábamos. Al mirar al monitor de video, me quedaba azorado escuchando el diálogo y las imágenes de Will caminando por la quinta Avenida, totalmente vacía. Cuando yo decía “¡corten!” se escuchaba un rugido de aplausos de miles de personas que estaban a lo largo del otro lado de las cuadras bloqueadas. Nadie tomó fotos ni hizo ruidos molestos. Fue increíble. Hicimos eso todo el día, y era impresionante ver el respeto de la gente en la ciudad ese día, y realmente eso nos ayudó muchísimo”.
La consideración de “los mirones”, fue compensada en un día especialmente frío y ventoso, cuando Smith los sorprendió – al igual que al equipo de filmación – con una espontánea interpretación de la canción “Summertime” (tiempo de verano).


“…y no se confundan, mis queridos compatriotas: Estamos en guerra por nuestra propia supervivencia. Por eso, con gran tristeza esta noche he firmado una orden ejecutiva, que pone en cuarentena a la ciudad de Nueva York. Que Dios nos ayude…”
-- Mensaje radial del Presidente de los Estados Unidos

En gran contraste con el vacío de Manhattan tras la pandemia, miles de actores y extras inundaban las calles de filmación, para evocar el pánico y el caos del principio de la cuarentena y la evacuación de la ciudad. Tomó tres meses de preparaciones poder filmar esas secuencias: hubo que tramitar permisos de una docena de agencias y moverse a través de un laberinto de rigurosas directivas, para coordinar la logística del vuelo de múltiples aviones, yendo y viniendo de una base especialmente ubicada en el agua para la película.
La mayor parte de la escena sucede en un muelle en la base del Puente Brooklyn. Sin embargo, si bien el lugar ofrecía a Lawrence un magnífico fondo del horizonte de Nueva York, ahí no había un embarcadero. Con la ayuda de una docena de agencias de la ciudad, estatales y federales, y con la ayuda de la división de Aviación del Departamento de Policía de Nueva York, más la división de Ingenieros del Ejército y la del Departamento de Conservación del Medio Ambiente, el equipo de producción trajo una barcaza y la anclaron en el lecho del río. Luego instalaron una pasarela que conectaba a tierra. Así fue como crearon su embarcadero.
El departamento de iluminación de la producción, comenzó entonces su trabajo, y les tomó una semana instalar cables y plataformas en el Puente Brooklyn, en la barcaza y en las calles de alrededor, para iluminar el normalmente oscuro trecho que pasa por debajo de la autopista Franklin D. Roosevelt.
Varios días antes de comenzar a filmar, empezaron a llegar equipos militares, los cuales habían sido coordinados por el consultor militar y de armas Sam Glen, cuya ayuda fue indispensable para la producción. Trabajar conjuntamente con el Ejército norteamericano, era fundamental para la filmación exitosa de las escenas.
Filmar esas tomas cerca de South Street Seaport, tomó seis noches, y para la complicada escena fueron necesarias docenas de armas de artillería militar aérea, y armamento de tierra. Entre otras cosas, pudieron contar con el helicóptero Black Hawk de la Guardia Nacional de Nueva York, y el H-65 Dolphin de los Guardacostas, además de los vehículos de asalto Humvees y Stryker (nuevas piezas del arsenal norteamericano). La Armada de los Estados Unidos y el servicio Guardacosta, proveyeron en conjunto embarcaciones grandes y pequeñas, y todas ellas tuvieron una función en la escena, además de ofrecer seguridad a los miles de actores, extras, cineastas, y miembros del equipo de filmación que estaban presentes. Hubo más de 150 efectivos militares, tanto en frente de las cámaras como detrás de ellas – operando los equipos utilizados en la escena.
-"Todos estaban de acuerdo en que era necesario utilizar verdaderos soldados en esas escenas, porque son expertos y porque le daría mucha autenticidad” – dice Glen - “La famosa División 69 de Infantería de Nueva York, bajo las órdenes del Departamento de Defensa, fue muy amable en dejarnos emplear a la tropa durante sus días libres, como si fueran extras. Ellos están entrenados para preservar la paz y le dieron un mayor nivel de realismo a toda la acción”.
Lawrence trató de filmar la mayor parte posible con las cámaras. Sin embargo, se utilizaron imágenes creadas por ordenador para magnificar las imágenes de una ciudad abandonada, invadida por los Infectados. El supervisor de efectos visuales ganador del Oscar, Janek Sirrs (trilogía “The Matrix”) estuvo a cargo de crear a los Infectados. Ellos son una bizarra copia de los antiguos humanos que alguna vez habían sido, y carnívoros además. Sirrs y su equipo dieron vida a las criaturas digitalmente, y además utilizaron la técnica de captura del movimiento. Los dobles de acción utilizaron trajes especiales, que tenían círculos reflectivos que permitían luego repetir sus movimientos por computadora. Para completar el efecto, se utilizaron imágenes creadas por ordenador y maquillaje para efectos visuales, lo cual dio como resultado criaturas sin pelos, con piel semi-transparente que permite ver la primera capa de músculos. Los Infectados estaban liderados por Alpha Male, interpretado por el actor Dash Mihok.
El Arsenal Kingsbridge, antiguo arsenal del Servicio Guardacosta del Bronx, fue el telón de fondo cavernoso para la mayoría del trabajo de efectos visuales. En especial para el set de Times Square, irreconocible al estar cubierto por algas verdes del mar. El Arsenal de la Avenida Marcy, en la sección de Williamsburg de Brooklyn, el cual tiene un interior de más de 30 metros cuadrados, también fue utilizado por el equipo de producción. El lugar sirvió para los cuatro escenarios que representan “el reino –fortaleza” de cuatro pisos de altura Neville. El exterior de dichos escenarios se filmó en Washington Square Park.
El bunker de Neville, en el cual Alice, Ethan y él mismo hacen barricada contra los Infectados, fue ideado por Naomi Shohan. Sus diseños fueron luego mejorados por el supervisor de efectos visuales Conrad Brink, quien les agregó múltiples plataformas hidráulicas, y cañones de aire comprimido que literalmente, hacen volar los edificios hasta sus cimientos en los alrededores de la fortaleza.
Pese a toda la acción intensa y los innovadores efectos visuales que hubo en la producción de “Soy Leyenda”, para Goldsman la más impresionante y atractivo del film, es lo que sucede en el interior del personaje principal. -“En verdad es una historia sobre una pérdida”- dice el productor guionista -“Trata de lo que sucede cuando perdemos lo que amamos. Supusimos simplemente que cuando uno tiene una pérdida catastrófica, el mundo sigue andando. Para poder expresar eso dramáticamente, creamos un mundo en suspenso. Al mismo tiempo es una historia sobre el renacer, y lo que se necesita hacer para curarse. Esta es una historia de ciencia-ficción, pero todos podemos relacionarnos con ella”.
Will Smith hace eco de la naturaleza dual del film, como una historia de suspenso épica de ciencia-ficción, y como el viaje emotivo de un ser humano. -“Es una historia en capas, y uno las va pelando capa tras capa”- dice el actor -“Al llegar a la cuarta o quinta capa, uno puede comenzar a sacar sus propias conclusiones. Esta película es una experiencia y con un poco de suerte, va a ser el catalizador para el efecto en muchos de los espectadores. Queríamos que fuera interesante, pero que al mismo tiempo, queríamos que sembrara pensamientos y preguntas. Esa era nuestra intención al realizar esta película”.

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