"SUPERCAN"

de Frederik Du Chau

 
Información de Producción

Una nación. Bajo un perro

“No hay nada que temer: ¡Supercan cumple con su deber!!” El perro favorito de todos ha regresado y está a punto de adueñarse de los cielos como nunca antes se ha visto, en la comiquísima reelaboración de esta comedia de aventuras de acción en vivo inspirada en el clásico dibujo animado. SUPERCAN es la historia de cómo una nación encontró a un salvador con una de las formas menos predecibles: un humilde y adorable Beagle que se convierte en un héroe volador que puede combatir el delito mientras habla con juguetonas rimas.
SUPERCAN presenta a un reparto integrado tanto por perros como por humanos; entre estos, Jim Belushi (According to Jim), Jason Lee (My Name Is Earl), Patrick Warburton (Seinfeld), Peter Dinklage (Elf, The Station Agent), Brad Garrett (Everybody Loves Raymond) y la nominada al Premio de la Academia® Amy Adams (Junebug), junto a los ascendentes jóvenes actores Alex Neuberger y Taylor Momsen (How the Grinch Stole Christmas). Pero las verdaderas estrellas del film son los adorables, bien entrenados y convincentes perros como Leo, el Lemon Beagle en el papel de Shoeshine/Supercan, una Cavalier King Charles Spaniel como Polly Purebred, y Bronco el Rottweiler como el villano Riff Raff.
La historia del misterioso origen de Supercan comienza con un accidente en el laboratorio de tecnología de avanzada del maníaco científico Dr. Simon Barsinister (Dinklage). De pronto, un joven Beagle común y carenciado llamado Shoeshine descubre que tiene extraordinarios poderes, además de la habilidad inesperada de convertir sus ladridos en palabras. Ahora, vestido con un “atractivo” traje de súper héroe, este inusual cruzado de capa que a sí mismo se llama con humildad Underdog [Perdedor] (voz de Jason Lee) jura proteger a los amenazados ciudadanos de Capitol City, en especial a una bella Spaniel llamada Polly Purebred (voz de Amy Adams). Cuando un siniestro plan ideado por Barsinister y su enorme guardaespaldas Cad (Warburton) amenaza con destruir Capitol City, solo Supercan puede salvarlos.
Walt Disney Pictures presenta, en asociación con Spyglass Entertainment, SUPERCAN film basado en la prolongada serie de dibujos animados Underdog. El director Frederik Du Chau (Racing Stripes) le da vida al mundo de Shoeshine, Polly Purebred, el Dr. Simon Barsinister, Riff Raff y Cad con efectos visuales de última generación que agregan una nueva dimensión a la atemporal historia de una mascota que cree en la familia, la amistad… y en sí mismo, pese a ser un verdadero ‘perdedor’.
SUPERCAN está dirigido por Frederik Du Chau a partir de un guión de Adam Rifkin, Joe Piscatella y Craig A. Williams, y de la historia de Piscatella, Williams y Rifkin. Los productores son Gary Barber, Roger Birnbaum, Jay Polstein y Jonathan Glickman; los productores ejecutivos, Eric Ellenbogen, Bob Higgins y Todd Arnow. El equipo de detrás de la escena incluye al director de fotografía David Eggby (Racing Stripes, Mad Max), al diseñador de producción Gareth Stover (Daddy Day Care), al diseñador de vestuario nominado al Premio de la Academai® Gary Jones (Spiderman 2), al editor Tom Finan (Racing Stripes, Stuart Little) y al compositor nominado al Golden Globe Randy Edelman (The Mask).


¡HIP! ¡HIP! ¡HIP! ¡ALLÁ VOY!
LOS ORÍGENES DE SUPERCAN

“¡Miren al cielo! Es un pájaro. Es un avión. Es una rana.” Con estas palabras mágicas, el mundo conoció a esta dínamo volador de orejas flexibles, Underdog. Fiel a su esencia, apareció en escena de la manera más humilde, como un personaje de historieta color rosado y dibujado con simpleza, pero que se convirtió en un inesperado y arrasador éxito. Pero para toda una generación, el desafortunado y heroico Underdog se convirtió en mucho más: una asociación indeleble con la libertad de los sábados a la mañana en piyama en un mundo donde aun el más humilde y olvidado de todos los perros puede convertirse en un gran héroe quien suele lograr salvar a todos.
El nacimiento de la serie de dibujos animados fue en 1960, cuando Buck Biggers, un ejecutivo contable de la agencia de avisos de Nueva York Dancer Fitzgerald Simple se unió con su compañero encargado de avisos Chet Stover y el ilustrador Joe Harris para crear programas animados de televisión que ayudaran a vender cereales para el desayuno de su importante cliente, General Mills. El equipo brindaría a la televisión una colección de memorables personajes, entre ellos, Tennessee Tuxedo y King Leonardo, pero el más perdurable fue el del dócil mestizo que se haría famoso como Underdog, el único héroe que hablaba por los más chicos.
La serie debutó en NBC en octubre de 1964 y siguió durante casi una década, deleitando a niños y adultos con 121 episodios, hasta 1973. El público se enamoró de este héroe inusual quien, convocado a la acción por su novia Polly Purebred, saltaba a una cabina telefónica y se cambiaba hasta ser un “cachorro de acero” para luchar contra los malvados planes del Dr. Simon Barsinister y del jefe del submundo Riff Raff.
La popularidad de la serie de dibujos animados Underdog tomó a todos por sorpresa. Pronto se convirtió en el primer personaje de animación que galardonó la ultra sofisticada tapa de la revista New Yorker. Y aun cuando la serie finalizó, su encanto persistió: las pegadizas frases del personaje – como “Cuando Polly está en apuros, yo no soy lento”; “¡Hip, hip, hip! ¡Allá voy!”; o “¡No hay por qué temer, Underdog llegó!” – se convirtieron en parte de las conversaciones cotidianas.
En 1965, Underdog hizo su primera aparición en el Desfile del Día de Gracias de Macy’s y rápidamente se convirtió en favorito de los fanáticos, una de los símbolos más populares del desfile preferido. Tan popular, en realidad, que un episodio clásico de la serie Friends muestra la suelta de un globo de Underdog durante un desfile de Macy’s. La imagen instantáneamente reconocible de Underdog también se ha extendido a la cultura popular, ya que aparece en los avisos de las tarjetas de débito Visa. .
La canción de Underdog – escrita por W. Watts Biggers, Treadwell D. Covington, Joseph B. Harris y Chester A. Stover, con memorables versos como “velocidad del rayo/ rugido del trueno/ luchando contra todos los que roban o saquean/ Underdog!” – fue también un éxito que perduró, con actualizaciones recientes como la del exitoso programa Scrubs, con la banda de Ted Auckland, The Blanks. En SUPERCAN, la canción es una nueva versión realizada por la talentosa estrella adolescente Kyle Massey, del éxito de Disney Channel Cory In The House.


DEL DIBUJO ANIMADO DE LOS 60 AL HÉROE DE CINE DEL SIGLO XXI:
¡SUPERCAN HA REGRESADO!

Con la llegada del siglo XXI, parecía que el áspero mundo de hoy estaba necesitado del retorno de Underdog. En Classic Media, una compañía agrupada de Derechos de Entretenimiento con base en Nueva York y que posee los derechos de un conjunto de personajes clásicos de la cultura popular, como Lassie, Mr. Magoo, The Lone Ranger y Boris & Natasha, la sensación era que Underdog, con su voluntad de sobreponerse a las adversidades sin importarle cómo, sería un héroe especialmente evocador para nuestra época. De modo que estaban entusiasmados de reunirse con el productor Jay Polstein de Maverick Films para darle finalmente a Underdog [desde ahora Supercan] su debut en la pantalla de cine. Polstein y Classic Media entonces se contactaron con el equipo de producción de Spyglass Entertainment con la propuesta de adaptar la clásica comedia de aventuras de una manera completamente novedosa.
La idea era brindarle a una nueva generación de familias espectadoras de cine un nuevo Supercan, en una moderna aventura que asimismo rindiera homenaje a sus humildes comienzos.
“Muchos de nosotros recordamos con cariño el dibujo animado”, señala Roger Birnbaum, de Spyglass, “que combinaba dos cosas que la gente siempre adora: los perros y los súper héroes; así que lo sentíamos como algo natural. Pero la pregunta era cómo volver a imaginar a Supercan aquí y ahora. Finalmente, tomamos el material original con sus grandiosos personajes y lo convertimos en una película que imaginamos como la pre-cuela de la historia de SUPERCAN”.
Desde el inicio, tanto Classic Media como Spyglass acordaron que el nuevo aspecto visual de SUPERCAN implicaría llevar al personaje más allá de las limitaciones del reino del dibujo animado, esta vez con una realidad de ‘carne y pelo’. La idea de narrar la historia con verdaderos perros encendió la imaginación del equipo creativo. “Vimos que era la oportunidad de atraer la fantasía de todos los amantes de los perros: que sus mascotas pueden realmente comunicarse, que sus perros comprenden lo que ocurre en el mundo y que son súper héroes que pueden ser salvadores”, dice Jonathan Glickman, de Spyglass.
“La película se sostiene de algunos temas emotivos subyacentes que son maravillosos”, agrega Glickman. “Verdaderamente es la ‘historia de un perdedor’ [‘underdog’ en inglés significa ‘perdedor’], un pequeño perro que comienza creyendo que es un fracaso y que en el camino descubre su grandeza”.
Con un guión que incide en la comedia, junto con una contemporánea historia familiar, Spyglass le llevó el proyecto a Disney. “Siempre supimos que lo mejor que podríamos hacer era combinar la diversión de SUPERCAN con la maravillosa marca familiar de Walt Disney”, explica Gary Barber, de Spyglass.
Entonces comenzó la búsqueda del director adecuado, alguien que pudiera aportar un sentido adecuadamente festivo al estilo a la vida de Supercan en Capitol City. Pronto se evidenció que Frederik Du Chau –nacido en Bélgica, con una carrera iniciada como artista de bocetos de historia para el legendario animador de dibujos animados Chuck Jones, y reciente director de la comedia de animales Racing Stripes– era el candidato adecuado. Llegó con una obvia pasión por los personajes de SUPERCAN, pero también con una visión de cómo trasladarlos al futuro. Dispuesto a crear un mundo basado en la realidad, Du Chau llevó a la primera reunión con los productores una serie de bocetos de historia que había realizado en un rapto de inspiración. Incluso, llegó preparado con algunas ideas originales que todavía no estaban en el guión, como la secuencia que luego se convertiría en el “primer vuelo” accidentado de Supercan.
Así describe el productor ejecutivo Todd Arnow a Du Chau: “Frederik es un muchacho realmente creativo. Aportó un sentido muy fuerte e inteligente de la animación y de la acción en vivo. Es muy ágil, capaz de cambiar repentinamente, y cuando se trabaja con animales y niños, ese es un verdadero don”.
Por su parte, Du Chau se sintió emocionado ante el desafío de actualizar al icónico personaje y así explica su visión del film: “Para mí siempre ha sido importante que esta SUPERCAN estuviera basada en la realidad. Yo deseaba que estuviera presente la sensación de una aventura de súper héroe contemporánea, pero con la comedia del personaje de Supercan: ese era el tono que yo buscaba. Sabía que sería mucho más excitante para el público ver volar a un verdadero perro, lo opuesto a un perro animado con equilibrio perfecto que actúa como un dibujo animado”.
A fin de lograrlo, Du Chau encabezó un equipo de consumados artistas cinematográficos cuyo trabajo creativo combinó la vieja escuela, efectos físicos y escenas de riesgo con los efectos visuales de última generación. También trabajó estrechamente con el renombrado coordinador de animales Boone Narr para crear la excitante acción y la detallada expresividad de los perros, todo bajo la supervisión de la American Humane Association, que aseguró la más absoluta seguridad tanto para los animales como para los humanos.
Mientras todavía preparaba sus bocetos de historia, Du Chau visitó el rancho de Narr en Southern California para conocer en profundidad lo que los perros entrenados pueden llegar a lograr. Con este conocimiento y una nueva apreciación del espíritu y la determinación de los actores caninos, creó los bocetos de historia. Comenta el productor ejecutivo Todd Arnow: “Boone tenía perros que hacían cosas que yo nunca pensé que vería. Creo que realmente va a sorprender al público”.
La utilización de perros reales le permitió a Du Chau crear una experiencia mucho más visceral, al llevar por primera vez al público al interior del mundo de Supercan de la lucha contra el delito. Así lo explica el director: “Creamos una situación en la cual el público llega a descubrir, junto a Supercan, que él tiene un súper olfato y súper oído, que puede correr realmente muy rápido, volar y pasar a través de las paredes. Es muy divertido”.
Pero antes de que esos elementos pudieran reunirse en la producción del film, el siguiente paso sería el de seleccionar a los humanos que harían que esta historia de un súper héroe canino se aproximara más a la vida real.


EL REPARTO HUMANO DE SUPERCAN

Las voces detrás de los ladridos
El perdurable afecto por Supercan como personaje atrajo a muchos de los actores a esta nueva aventura, tanto para darles la voz a los personajes caninos como para interpretar a los habitantes humanos y villanos de Capitol City. Naturalmente, lo primero era encontrar al actor capaz de darle vida a Supercan. Los que crecieron con el recuerdo afectuoso del dibujo animado recuerdan la tímida voz del actor Wally Cox, quien hizo tan adorable y gracioso al personaje; y los realizadores de la nueva SUPERCAN querían a alguien con el mismo talento, pero con estilo único.
La búsqueda finalizó en Jason Lee, nominado al premio Golden Globe y uno de los talentos cómicos más populares de hoy, surgido en los filmes independientes de Kevin Smith y protagonista de la aclamada serie de comedia de NBC My Name Is Earl, como el desafortunado deshonesto que decide subsanar todos los males que le ha provocado al mundo. Lee también ha dejado su sello en la animación, ya que le prestó su voz al Síndrome en el taquillero éxito ganador del Premio de la Academia, The Incredibles, de Disney•Pixar.
Lee no lo dudó ni un segundo. Dice: “Como la mayoría de las personas de mi edad, yo fui un fanático del dibujo animado y me encanta actuar con la voz”. Pero debió trabajar durante un tiempo para lograr el abordaje adecuado, a fin de renovar un personaje tan querido. “Este film está inspirado en el dibujo animado original, pero con un enfoque propio y moderno de la historia. Así que en definitiva, me propuse ser yo, sabiendo que parte del atractivo sería que mi voz saldría de alguien que no soy yo y jugando con esa idea”:
Y continúa: “Parte de lo que distingue a Supercan es su agradable cualidad de torpeza, hasta que se convierte en un súper héroe, asumiendo con reticencias sus responsabilidades. Es el caso de alguien común que se convierte en extraordinario. Así que encontrar las inflexiones, la energía y el ritmo de esta transformación fue enormemente divertido”.
Lee también la pasó fantástico con la tensión romántica entre Shoeshine/Supercan y la atractiva pero aparentemente inalcanzable Polly Purebred. “Polly es demasiado para él”, admite Lee, “de modo que se la pasa tratando de ser muy cortés con ella. Aun a pesar de sus bravuconadas, es inocente y encantador, y creo que es por eso que nos gusta tanto”.
A la interpretación de Lee se le une la voz de la nominada al Premio de la Academia® Amy Adams en el personaje de Polly Purebred. La actriz se ganó los elogios de la crítica en la comedia dramática Junebug y recientemente la vimos en la exitosa comedia Talladega Nights. Al igual que Lee, ella fue la sobresaliente ganadora en el proceso de selección. “Una verdaera inspiración”, afirma Glickman. “Cuando empezamos a grabar, ella se soltó el cabello y su aspecto enseguida combinó con las orejas de nuestro perro. Una inesperada coincidencia, pero que resultó ser algo grandioso”.
Lo que despertó el interés de Adams fue el guión: “Me enamoré absolutamente de los perros y de Polly, de la forma moderna en la que ella fue concebida. Siempre me gusta interpretar a chicas pícaras”, ríe. “Polly es muy vivaz y no tiene miedo de decir lo que piensa. Ansía la aventura, pero es totalmente dificil de atrapar”.
Como dueña de un perro, a Adams le encantó la posibilidad de explorar lo que este podría decir si se lo dotara de voz. “Me parece que podríamos decir que Polly solo quiere ser libre como para ser ella misma, ‘su propio perro’. Para prepararme, no solo observé a mi perro sino que fui al Central Park y observé a algunos Cavalier King Charles Spaniels para captar mejor la sensación de sus personalidades. Lo divertido de esta película es que los perros son presentados con una mezcla de conducta perruna realista y emociones muy humanas”.
Al reparto de voces caninas se agrega la del villano Riff Raff, intepretado por Brad Garrett, conocido por su papel de perdedor en Everybody Loves Raymond y por sus trabajos vocales en los filmes animados de Disney•Pixar Finding Nemo y en el reciente éxito Ratatouille.

La familia Unger
Mientras que el extraordinario tono de bromas de Supercan brinda aventuras de súper héroe al film, la que aporta el corazón de la historia es la común familia Unger, la que adopta a Shoeshine el Beagle. Como intérprete de Dan Unger, al padre viudo que trabaja como guardia de seguridad en el edificio donde Barsinister lleva a cabo sus oscuros experimentos, los realizadores sabían que necesitarían a un actor que pudiera transitar de la comedia al drama en un instante. Conocido por su ingenio y por la credibilidad que transmite en la exitosa serie televisiva According to Jim (donde interpreta el papel de un hombre de familia), y además debido a su amor por los perros, Jim Belushi fue la primera elección.
“Cuando me enteré sobre la nueva SUPERCAN, sentí como una conexión gozosa con mi juventud”, recuerda Belushi. “El dibujo animado original brindó horas de entretenimiento y, cuando leí el guión, me pareció que estaba realmente bien escrito. Es un viaje increíble tanto parta niños como para adultos. Tiene acción, pero también vínculos grandiosos entre padre e hijo, entre un perrito y una perrita, y por supuesto entre seres humanos y perros, algo que esta película realmente capta. Y dado que, en algún momento de nuestras vidas, todos nos sentimos ‘perdedores’, es fantástico ver que este ‘perdedor’ triunfa”.
También ayudó el hecho de que Belushi, dueño de un pastor alemán llamado Truly Scrumptious, tenga mucha experiencia en trabajar con actores de persuasión peluda: “He realizado tres películas con perros, incluida K-9, y adoro trabajar con animales”, afirma. “Viven tanto el momento que no importa cuánto hayas ensayado: cuando haces una escena con un perro, tienes que dejarla fluir y vivir el presente, y entonces en cuando ocurre la magia”. El coordinador de animales Boone Narr vio mucha de esa magia con Belushi: “A veces te encuentras con actores que son reservados con los perros, pero Belushi siempre fue para adelante, aun en las escenas en las que los pastores alemanes con súper poderes están a centímetros de su cara”.
Para interpretar a Jack, el hijo de Dan Unger cuya vida cambia para siempre cuando descubre que su mascota es de verdad un salvador del mundo que lucha contra el delito, los realizadores decidieron probar con una nueva estrella juvenil: Alex Neuberger, quien interpreta su segundo papel en el cine. Se sintieron especialmente impresionados por la habilidad de este adolescente de 14 años para desplegar tanto una amplia gama de emociones como para interpretar a un hombre o a un divertido perro.
A pesar de su juventud, Neuberger vio el dibujo animado por televisión, pero principalmente se sintió atraído por el guión. “Pleno de acción, realmente”, dice. También lo intrigaba el personaje, al cual encuentra bastante diferente de él. “Su mamá murió y su papá renunció a su trabajo de policía. Jack está bastante deprimido cuando comienza la historia, hasta que se encuentra con Supercan. Y ahí hay otra gran diferencia entre nosotros: Jack tiene una mascota y yo no”.
Al principio hubo algunas preocupaciones en cuanto a cómo Neuberger manejaría sus numerosas escenas con ruidosas mascotas, pero demostró tener un talento natural para lidiar con animales. “Los entrenadores me hicieron alimentar y entrenar a los perros todos los días, así que desarrollé una gran relación con Leo”, explica el joven.
Quien interpreta a Polly, el interés amoroso de Jack (una relación que va en paralelo con la de los perros Supercan y Polly Purebred) es la naciente estrella Taylor Momsen. Con solo 14 años, su impresionante cantidad de papeles incluye el de The Cindylou Who (junto a Jim Carrey) en Dr. Suess’s How the Grinch Stole Christmas, de Ron Howard, y el de la hija de Mel Gibson en We Were Soldiers.
Momsen conoció los dibujos animados originales de Underdog a través de su papá, quien se crió con ellos. Pero cuando leyó el guión, enseguida le gustó Molly, una de las más populares y ricas niñas de la escuela de Jack. A Momsen la atrajo la decisión de Molly y su sentido de la aventura, pero también disfrutó al retratar el comportamiento cuidado de la sofisticada niña rica. “Todo el tiempo me recordaba a mí misma cuán importante es para ella la etiqueta, porque es una chica educada y conservadora”.
El elenco humano de SUPERCAN se completa con un conjunto de actores de reparto, entre quienes se incluyen el afamado actor de teatro y televisión John Slattery (Desperate Housewives, Jack and Bobby) como el amenazado Alcalde de Capitol City; Samantha Bee (la única corresponsal femenina de The Daily Show with Jon Stewart) como la directora de la escuela de Jack y Molly; y Susie Castillo (conductora del popular programa de MTV TRL (Total Request Live) y ex Miss Estados Unidos), quien interpreta a la ubicua reportera de noticias de Capitol City, siempre en la escena para informar sobre las sorprendentes y misteriosas apariciones de Supercan.

El científico loco
Entre los humanos que actúan realmente como humanos en SUPERCAN, hay un personaje que es la antítesis diabólica de Supercan: Simon Barsinister, el brillante pero malvado científico cuya mente y cuerpo se desfiguran cuando un experimento falla. Es él quien lo crea a Supercan y quien debe enfrentarlo en una crucial batalla. Para interpretar este papel, los realizadores eligieron a Peter Dinklage, quien se hizo reconocido internacionalmente a través de su revolucionario papel en la comedia dramática independiente The Station Agent y luego cosechó elogios por su labor en la exitosa comedia Elf, con Will Ferrell.
Dinklage era otro fanático de la serie de dibujos animados, así que interpretar al malvado Barsinister fue para él un afortunado desafío. Dice: “Este personaje es muy divertido. Su belleza radica en que, en cada escena, se define por su gigantesco ego. Lo cómico de los villanos de Batman o de James Bond se aplica a Simon Barsinister, porque constantemente trata de convencer a todos de que él es un genio”.
Dinklage también disfrutó de que Barsinister no es tan malvado como ambicioso y así lo explica: “Es muy incomprendido: sólo desea crear un mundo mejor y conducir a la sociedad a nuevas alturas”. Sin embargo, como amante de los animales que es, Dinklage admite que no fue fácil interpretar a un hombre deseoso de explotar a los animales para alcanzar sus objetivos: “Soy un obsesivo de los perros, así que me resultó difícil ser amenazador con ellos”.
Para crear el clásico par de villanos de la comedia, Dinklage está acompañado por Patrick Warburton como Cad, el tonto guardaespaldas de Barsinister. Este versátil actor, conocido por su papel recurrente de Puddy, el novio de Elaine en Seinfeld, y veterano de la animación que presta su voz en exitosos programas como Family Guy, brindó el complemento perfecto para Dinklage, tanto en su contrastante tamaño como en su habilidad pareja para la ruidosa comedia física.
Warburton señala que entre él y el famoso canino existe un vínculo karmático: “Supercan y yo nacimos el mismo año, así que crecí junto a él”. Sin embargo, lo que lo impresionó fue la conmovedora y divertida reelaboración de la historia. “Creo que los autores crearon una fantasía atemporal porque todos recordamos nuestro primer perro y lo excitante y especial de esa experiencia. En esta historia, Jack tiene un perro que literalmente es un súper héroe, y eso es lo que realmente necesita. Me pareció que la historia era divertida, pero que también tenía un gran corazón”.


AHORA, LOS PERROS:
EL ESTELAR REPARTO CANINO DE SUPERCAN

La verdadera clave para transformar SUPERCAN en una aventura de acción en vivo estaría en manos –mejor dicho, en las patas– de los actores caninos del film, quienes se convierten en los auténticos héroes de la historia. A fin de que se hiciera cargo de revisar perreras, cuchas, sociedades de rescate, criadores y parques caninos para hallar fotogénicos pichichos, los realizadores eligieron a Boone Narr, cuyo trabajo con animales ya es legendario, desde docenas de pequeñas producciones hasta la épica Pirates of the Caribbean. Narr se sintió emocionado cuando se enteró de esta producción y hoy confiesa: “No podía resistirme a la idea de ayudar a crear un perro héroe”.
Su primera prueba sería la de hallar al perro que protagonizara a Supercan, un animal que no solo se pareciera físicamente al personaje original de largas orejas y color rosado, sino que también tuviera sus cualidades. La historia de cómo Leo fue finalmente seleccionado se equipara con algunos descubrimientos famosos, como el de Lana Turner para Drug Store, de Schwab.
Al comienzo, Narr no estaba ni siquiera seguro de qué raza se adaptaría mejor al papel de Supercan. Recuerda: “Primero vi alrededor de veinte razas diferentes. Queríamos que la primera impresión que brindara nuestro perro fuera la de un ‘perdedor’, así que nos parecía que debía ser un perro pequeño que no fuese capaz de defenderse, como un Clark Kent canino. Sobre la base del personaje del dibujo animado, que se parece a un Beagle, me contacté con Beagle Buddies, una asociación de rescate de Beagles en Orange County, CA. Y allí fue donde vi una fotografía de Leo”.
Esa foto transmitía encanto, comedia e inteligencia. Al menos, eso fue lo que pensó Narr: “Fue un poco como una cita a ciegas, porque cuando el perro llegó a mi puerta… ¡no se parecía para nada a la foto! Estaba excedido de peso y totalmente fuera de control”, ríe Narr. “Pero hay que reconocer que tenía una gran personalidad, de modo que decidimos ver si podríamos ponerlo en forma”.
Entonces Leo tuvo la chance de demostrar su fibra y fue a un “campamento de entrenamiento” donde, al igual que Supercan, comenzó con un pequeño agotamiento y se transformó en un héroe. “Leo llegó a ser un sorprendente muchachito”, afirma Narr. “Es irascible e independiente, con actitud, pero cuando la cámara se enciende, su personalidad brilla”.
Si bien Leo fue el principal actor canino que hizo de Shoeshine/Supercan, en verdad fueron cuatro los Beagles que interpretaron el papel. “Leo es quien tiene lo principal, pero necesitaba algunos dobles para que corrieran, saltaran y ese tipo de habilidades”, explica Narr. “Estos perros provienen de todo el país: uno de Alaska, otro de Texas y un tercero de North Carolina, todos parecidos a Leo”.
Para la búsqueda de Polly, Narr puso en práctica un procedimiento similar, pero teniendo en cuenta, además, el factor de compatibilidad. Entre los dos perros debía existir esa inefable ‘química animal’: “Pusimos muchos perros junto a Leo para ver con cuál hacía la pareja más bella”, explica el entrenador. “Definitivamente no queríamos un caniche y deseábamos que fuese de una raza infrecuente en el cine. Finalmente nos decidimos por una Cavalier King Charles Spaniel, que tiene un aspecto delicado y bonito”.
Entonces, Narr eligió a Ginger, una Spaniel nativa de San Diego que luce no solo un sedoso pelaje color canela sino una inusual personalidad extrovertida, a tono con su personaje. Recuerda Narr: “Ginger se veía estupenda y junto a Leo hacían una hermosa pareja. La raza Cavalier King Charles es normalmente tímida, pero Ginger se nos acercó corriendo y entonces supimos que sería la elegida”.
El trato se cerró cuando Ginger y Leo se saludaron moviendo la cola desde el comienzo. “Realmente tenían química en pantalla”, señala Todd Arnow. “Hay una escena en la que debían hacer contacto con sus patas delanteras: no solo lo hicieron, sino que además Ginger puso su patita en el hombro de Leo. Realmente se agradaban y actuaron muy bien juntos”.
Entretanto, para el papel de Riff Raff, Narr encontró tres Rottweilers de aspecto rudo en refugios de la ciudad y los convirtió en mimadas estrella caninas. Al contrario de la imponencia de su tamaño y presencia, ¡Narr dice que los Rottweilers fueron los perros más dulces del foro! En verdad, todos los perros causaron tal impresión durante la filmación, que muchos de ellos fueron adoptados por integrantes del reparto y del equipo de producción cuando esta finalizó.
En total, se seleccionaron unos 25 perros para el film, y tal como hace un actor para preparar su papel, cada uno de ellos fue sometido a un intenso entrenamiento para aprender las complejas acciones y expresiones que necesitarían para darles vida a sus personajes. Narr, quien ha estado trabajando en el negocio durante más de 30 años, se sorprendió por el talento y la habilidad de este reparto en particular: “He entrenado perros que parecían grandiosos, pero que se quedaban congelados frente a la cámara. Sin embargo, a todos los perros de SUPERCAN les encantaba actuar. Adoraban su trabajo, así como estar frente a la cámara, y eso se ve en la pantalla”.
Para Narr, uno de los retos iniciales fue hacer que los niños Alex y Taylor y sus respectivos perros se hicieran amigos instantáneamente, con un vínculo que normalmente sólo se consolida a través de años de compañerismo. “Intentar que un perro actúe como si fuera de una persona específica es una de las cosas más difíciles de enseñar”, explica. “Hay que construir una relación entre el actor y el perro en un lapso muy breve”.
A lo largo de toda la producción, la American Humane Association tuvo un representante en el foro quien garantizó que tanto los animales como los humanos estuvieran a salvo en todas las escenas que compartieran. No solo la asociación revisó el guión y los bocetos de historia para evitar cualquier instancia potencialmente problemática, sino que la representante Marisa Bellis presenció todas las escenas que incluían animales. “Esta película ha sido una experiencia notable”; afirma Bells. “Los entrenadores han sido extraordinarios; son de los más seguros que he conocido en mi trabajo: no toman riesgos”.
Y a la American Humane también la persuadieron los temas subyacentes de SUPERCAN. Dice Jone Bouman, de American Humane: “Una de las razones que hacen que este film me entusiasme es que nuestra asociación cree fervientemente en la idea de que las películas son una gran herramienta para mostrar el poder de los vínculos entre animales y humanos. SUPERCAN trata sobre un perro héroe que incide de manera positiva en una familia. Esa es la clase de mensaje que para nosotros es sobresaliente, y tiene todo nuestro apoyo”.



MIREN AL CIELO:
HACIENDO VOLAR A SUPERCAN

Desde el comienzo, el director Frederik Du Chau sabía que SUPERCAN dependería de crear un verdadero perro que pareciera hablar y volar de manera supersónica, aunque no enteramente bajo control. Junto a su equipo, pasó meses diseñando y perfeccionando un proceso que produjera la fantástica ilusión de un canino con capa que vuela veloz por el cielo. Comenzó con perros reales y terminó con magia digital. Así lo explica: “Primero, lo entrenamos a Leo para que se sentara en un tubo operado para volar delante de una pantalla verde, con máquinas de viento que soplaban de frente. Estas tomas las utilizamos en un número de escenas, combinándolas con planos de fondo desde un helicóptero que volaba sobre la ciudad. Luego, para hacer que Leo realmente realmente volara, utilizamos un perro CG [generado por computadora] que luce tan real como él”.
La cuestión del entrenamiento entusiasmó al coordinador de animales Boone Narr, quien dice: “Nadie puede resistirse a un perro que vuela”. Y explica cómo Leo logró realmente elevarse: “Creamos un aparejo especial para volar que podíamos izar y hacerlo dar vueltas e inclinarse para que pareciera el vuelo de Leo. ¡Pero por supuesto que al perro tenía que gustarle! Por suerte, a él le encantaba volar. Creo que para él era como sacar la cabeza por la ventanilla de un automóvil, pero diez veces más veloz”.
Du Chau también trabajó estrechamente junto al supervisor de efectos visuales Hoyt Yeatman, un veterano de la industria cuyo sobresaliente trabajo en el mundo subterráneo de The Abyss, de James Cameron, lo hizo merecedor de un Premio de la Academia®. “Frederik posee una gran visión, muy importante en filmes que dependen de los efectos y en los que muchas cosas deben ser fabricadas. Es un director que respeta y comprende la complejidad de lo que estamos haciendo”, dice Yeatman.
Su primera tarea fue la de darle vida a la versión digital de Supercan. Explica: “Leo, el verdadero Lemon Beagle, fue nuestro modelo, el que siempre tratamos de emular y copiar con fidelidad. Pero también teníamos la divertida oportunidad de forzar el límite de esa realidad al punto de que pudiera hacer cosas de súper héroe, pero sin llegar al exceso de que se viera como un dibujo animado. Esa era la delgada línea que debíamos transitar, algo verdaderamente excitante”.
Mientras que en el film sólo Shoeshine/Supercan puede volar y comunicarse con los humanos, todos los perros pueden hablar entre ellos. La creación de un perro parlante creíble con movimientos realistas de la boca fue otro de los desafíos de Yeatman, quien dice: “Utilizamos un proceso con el que primero se filma al perro real haciendo movimientos de cabeza hacia arriba, abajo y lateral; luego, el editor lo corta en una pista de audio para que el movimiento sincronice con el propósito del personaje. Luego se proyecta esta imagen en un modelo tridimensional que muestra una cabeza en la computadora, como una calcomanía que se forma alrededor del personaje real, y luego la computadora cubre el modelo con pelaje. Una vez terminado esto, el animador puede formar vocales y expresiones en la cara del animal. Y recién entonces se compone nuevamente con el perro de acción en vivo. Si se lo hace bien, las partes de la composición no se notan, pero lleva mucho tiempo y un enorme trabajo. Fueron cientos de horas de composición y de 3-D”.
Du Chau también hizo hincapié en los efectos especiales anticuados. “Quería que toda la acción con dobles y efectos físicos hiciera sentir al público que realmente eso estaba ocurriendo”, señala el director. “Esto significa que si Shoeshine vuela, hay una gigantesca máquina de viento que sopla en el entorno. Si se cae en unos maceteros, realmente éstos se vuelcan, y así hicimos con todo”.
Du Chau señala que uno de los mejores ejemplos de cómo mezcló las técnicas de la vieja escuela con CGI de última generación puede verse en el momento en que nuestro héroe se desliza en una cabina telefónica como un perro común y sale como un súper héroe con todos sus poderes. “Esta escena es un ejemplo perfecto de cómo diseñamos la película en su totalidad, porque utilizamos al Beagle entrenado para entrar en la cabina y luego lo combinamos con un perro CGI con un traje CGI para que saliera volando de esa cabina. Luego le agregamos los efectos físicos especiales, los que hacen que la verdadera cabina explote. La estrecha interacción de todos esos elementos permite que el público crea que el verdadero perro se convierte en Supecan y que realmente vuela. ¡De eso se trata la historia!”
La colaboración del diseñador de producción Garth Stover también contribuyó a forjar el aspecto visual de SUPERCAN. Stover transformó la capital de Rhode Island, Providence, en Capitol City; y el director de fotografía David Eggby, terminó literalmente persiguiendo a los perros, hallando ángulos y tomas únicos que expresaran el punto de vista de los perros de la metrópolis.
“Uno de los mayores retos de la perspectiva cinematográfica es que, cuando vemos los perros, la mayoría de los ángulos de cámara están a la altura de los ojos de un perro, o incluso más bajos”, explica Eggby. “Cuando Frederik y yo vimos Lady and The Tramp, nos dimos cuenta de que el 99% de las tomas de animales se realizaban desde esas posiciones, así que tomamos la decisión consciente de que nunca tomaríamos a los perros desde arriba. Eso implicó que la cámara estuviera básicamente a un pie de altura durante mucho tiempo. Y cuando la filmamos a Polly, lo hicimos desde más abajo que a Shoeshine. Así que realmente estamos en un mundo de perros… lo cual es lo más divertido para el público”:
 

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