"SYRIANA"

de Stephen Gaghan

 

 

El director/ escritor Stephen Gaghan, ganador del premio de la Academia al Mejor Guión por la película Traffic, nos brinda ahora SYRIANA, una película policial de tema político, que sucede dentro del marco de intrigas de la industria mundial del petróleo.
El film muestra los muchos niveles sociales y los lugares en los que se desarrollan las historias: tanto en los yacimientos petrolíferos en el golfo Pérsico, como en las oficinas de los intermediarios del petróleo en Washington DC. El guión se va entretejiendo hábilmente, para mostrar la consecuencia que tiene en los humanos la feroz lucha por la riqueza y el poder.
La intriga tiene como telón de fondo un país petrolero del Golfo Pérsico. Allí, el joven y carismático príncipe Nasir (ALEXANDER SIDDIG) tiene ideas de grandes reformas, y quiere cambiar la vieja relación de negocios establecida con los Estados Unidos.
Nasir, supuestamente el heredero del trono, esta vez ha adjudicado los derechos de perforaciones de petróleo a una compañía china, la cual presentó la mejor licitación. Esos derechos por mucho tiempo habían sido concedidos a Connex, un gigante de energía tejano. Para Connex ese es un golpe terrible, como también lo es para los intereses comerciales norteamericanos en la región. Killen, una empresa petrolera tejana más pequeña, cuyo dueño es Jimmy Pope (CHRIS COOPER), acaba de ganar los derechos de perforación en los muy codiciados campos de Kazajstán. Eso hace que Killen sea muy atractiva para Connex, la cual necesita nuevos territorios para mantener su capacidad de producción. Cuando las dos compañías se fusionan, el trato pendiente atrae el escrutinio del Departamento de Justicia. Entonces la poderosa firma de abogados Sloan Whiting, en Washington es llamada para investigar.
Bob Barnes (GEORGE CLOONEY) es un agente veterano de la CIA, en el ciclo final de una extensa carrera laboral en el campo. Con un poco de suerte, tal vez pueda pasar el último tiempo de servicio haciendo un trabajo fácil, ante un cómodo escritorio. Bob siempre fue un empleado muy dedicado a su trabajo. También siempre creyó que su labor beneficiaba al gobierno, a la vez que servía para que el país fuera un lugar más seguro en el cual vivir.
En su vida personal, Bob tiene un hijo (MAX MINGHELLA) que es estudiante universitario.
Durante la más reciente misión de Bob, cuando investigaba el asesinato de dos traficantes de armas en Teherán, un misil Stinger cae en manos de un misterioso hombre egipcio de ojos azules.
Al volver a Washington le prometen una promoción luego de que efectúe una última misión clandestina: asesinar el príncipe Nasir. Pero cuando uno de sus agentes lo traiciona, el intento de asesinato sale terriblemente mal. La CIA toma a Bob como chivo expiatorio. La agencia para la cual él trabajó toda su vida lo traiciona. Bob no puede creer lo que sucede, y comienza a investigar para poder entender el porqué de las cosas. No puede creer lo que descubre: siempre le habían mentido, durante toda su carrera no había sido más que un peón de ajedrez, y nunca parte activa o conocedora de la verdadera razón de sus misiones. El había hecho una carrera a ciegas por años y años.
Bennett Holiday (JEFFREY WRIGHT) es un abogado en ascenso en Washington, en la firma legal Sloan Whiting. El está a cargo de la delicada tarea de guiar la fusión de las firmas Connex-Killen a través de las profundas aguas de poder en D.C. El necesita buscar suficiente material para que el Departamento de Justicia pueda demandar a la firma Killen por sus obscuros tratados en Kazajstán, sin poner en peligro la realización de todo el trato. Es importante para la compañía y también para el país, el que esa fusión tenga efecto. A la vez, también viene bien a las ambiciones de Bennet, ambiciones bajo la presión de su padre (WILLIAM CHARLES MITCHELL), con quien no se lleva muy bien.
El analista de Energía Bryan Woodman (MATT DAMON) es una estrella en ascenso en el campo de las empresas que negocian energía. El vive junto a su esposa Julie (AMANDA PEET) y sus dos hijos en Ginebra. Un día él lleva a su familia a una gran fiesta organizada por la familia del príncipe Nasir. Pero entonces ocurre un espantoso y trágico accidente, que termina con la vida del hijo menor de Bryan. Nasir trata de disculparse por lo sucedido, y le ofrece a Bryan la oportunidad justa para que el joven líder pueda poner en funcionamiento sus ideas reformistas. Bryan agarra la oportunidad, pese a la consternación de su dolida esposa.
Dean Whiting (CHRISTOPHER PLUMMER), cabeza principal del estudio de abogados Sloan Whiting, es uno de los hombres más poderosos en Washington. El es el jefe de Bennet, y quiere deshacer el trato que realizó Nasir con los chinos. Whiting sabe que el hermano de Nasir, el joven príncipe Meshal (AKBAR KURTHA), será más condescendiente con los intereses comerciales norteamericanos. Entonces presiona al emir para que elija al menor de sus hijos para sucederlo en el poder, ingeniando con eficiencia lo que significa la muerte política de Nasir.
En la otra punta de la escala salarial de la industria petrolera del país de Nasir, se encuentran los trabajadores nómadas, que trabajan duramente en las excavaciones de petróleo. Sus vidas están directa y drásticamente afectadas por las políticas de la familia real y los caprichos de la industria misma.
Saleem Ahmed Khan (SHAHID AHMED) y su hijo Wasim (MAZHAR MUNIR), ambos trabajadores de Connex, han perdido su trabajo en los campos petrolíferos, al pasar el contrato de Connex a manos de una empresa china. Buscan trabajo desesperadamente, antes de que se les venzan sus visas. Su futuro se vé bastante incierto. Saleem sueña con volver alguna vez a Pakistán. Su hijo sueña con una vida mejor, pero la manera en que él y su padre son tratados por ser trabajadores inmigrantes rompe sus ilusiones, y la dura realidad enfurece a Wasim.
Wasim y su amigo Faruk (SONNELL DADRAL), se consuelan en la escuela (madrassa) local, un lugar en el cual ellos son tratados con dignidad, en un mundo desconocido que de otra manera les es hostil completamente. En la madrassa, Wasim y Faruk son tomados bajo el ala de un carismático y peligroso reclutador: el hombre egipcio de ojos azules con el misil Stinger faltante.
Tanto Sheiks como trabajadores, inspectores del gobierno o espías internacionales, ricos y pobres, famosos e infames, todos y cada uno tiene su pequeño papel en el inmenso y complejo sistema que da poder a la industria. Sin embargo, ninguno de ellos sabe el verdadero y explosivo impacto que sus vidas tendrán sobre el mundo.
SYRIANA comenzó a tomar forma cuando el director de Traffic, Steven Soderbergh, el actor/productor George Clooney y su compañía de producción Section Eight, le mostraron a Gaghan el libro de las memorias de un ex agente de la CIA, Robert Baer, de título See No Evil. El libro relata las experiencias de Baer en su trabajo en el Medio Oriente, como oficial de la Dirección de Operaciones de la CIA (Central Intelligence Agency), entre los años 1976 y 1997. –“Steve Gaghan una vez me dijo que él pensaba que el petróleo era la dependencia número uno del mundo”- dice Soderbergh - “yo sabía que él encontraría una manera novedosa de explorar la idea.”
Si bien el libro dio el primer envión para la realización de SYRIANA, las experiencias personales de Baer como agente de la CIA fueron el verdadero trampolín a una historia aún más grande, que fue la que los cineastas quisieron contar.
-“El libro es fascinante”- dice Clooney –“cuanto más lo leíamos, más nos dábamos cuenta que el argumento podía abarcar aún mucho más que el libro mismo. SYRIANA se prestaba para hacer la película a la manera de los films de las eras ’60 y ’70. Eran películas que mostraban el fracaso de los gobiernos como fallas de todos nosotros, y no como las fallas de un grupo en particular.”
-“Lo que hicimos fue conservar la esencia de Bob, si bien las historias que suceden son ficticias”- dice Gaghan-“El me ayudó a entender a la red de jugadores en el Medio Oriente y dentro de la industria del petróleo. Fue de allí que salió la decisión de mostrar esta historia a través de varias narraciones.”
Gaghan investigó el tema durante un año antes de comenzar a escribir el guión. Indagó en el trabajo interno de la industria dentro de los Estados Unidos, y luego viajó a Inglaterra, Francia, Italia, Suiza, el Líbano, Siria, Dubai, y el Norte de Africa. Habló con gente en todos los niveles de la cadena de poder del mundo del petróleo.
El propio Bob Baer llevó a Gaghan a explorar las regiones de Medio Oriente en las que él mismo había trabajado, juntando información durante 21 años. Baer le presentó a Gaghan una gran cantidad de personas en todos los niveles de la industria: comerciantes de petróleo, agentes de la CIA, traficantes de armas, e inclusive al líder del movimiento Islámico de Hezbollah. –“Descubrí gente muy agradable que tenía puntos de vista muy claros”- comenta Gaghan al hablar de sus viajes –“Me dí cuenta que si uno le hace la misma pregunta a cinco personas distintas, uno recibe cinco historias diferentes, y aún así todavía uno no sabe toda la historia. De allí en más, traté de enfocarme en cómo funciona todo este mundo de información clandestina.”
Luego de sus variados viajes y estudios, Gaghan comenzó a trabajar en el guión en el cual entretejió varias historias independientes. Cada una mostraba distintos costados del mundo interno del petróleo y los personajes que mueven la industria, ya sea con su gran influencia, por su voluntad de hierro, o siendo trabajadores explotados.
La meta principal de los cineastas era contar una historia atractiva – una que explorara diversos puntos de vista, sin defender ninguno en especial o presentarlo como la verdad absoluta. – “No es la intención sermonear a nadie en esta película”- dice Clooney – “lo más que puede hacer un film es crear un tema de discusión – en este caso, obviamente, la dependencia que el mundo tiene del petróleo – pero SYRIANA también plantea el tema de la corrupción, la eficiencia de la CIA, y varios otros. Es bueno que al día siguiente, luego de ver la película, la gente pueda charlar sobre el tema en un momento entre amigos, es bueno que uno diga estoy de acuerdo con esto o no, o esto está completamente errado. Necesitamos que exista ese tipo de discusión.”
Gaghan, también espera que SYRIANA logre que temas y personajes tantas veces distantes y extraños para el público norteamericano, sean más accesibles, más fáciles de comprender. –“Uno puede ver mejor las cosas cuando el lente que muestra lo general, muestra también lo particular y específico”- dice Gaghan –“Nosotros pudimos mostrar a Wasim trabajando junto a su padre en el Golfo Persa, y también pudimos escuchar ‘un día vamos a tener una casa de verdad, y vamos a poder traer a tu madre aquí’. Luego, inmediatamente cortamos y mostramos a Robbie Barnes visitando una universidad. Con esas imágenes juntas, con un poco de suerte, uno comenzará a sentir las conexiones que muestran que todos vivimos en el mismo mundo, y todos queremos una vida mejor para nuestros hijos.
-“Esta película trata de gente común en circunstancias extraordinarias”- dice Gaghan –“explora la idea de que la responsabilidad personal es importante, y que las elecciones que tomamos cada día, tienen que ver con el nivel global en el que estamos. Bob Barnes en última instancia, es un empleado en una compañía que trata de hacer bien su trabajo, y trata también que su hijo pueda ir a la universidad. Bryan Woodman tiene una esposa y dos hijos. El deberá enfrentarse al peor de los momentos que un padre puede tener, cuando su hijo muere. Bennett Holiday tiene una relación muy difícil con su padre. El trata de abarajar los asuntos complicados que presenta su trabajo, y al mismo tiempo trata de contener las circunstancias en su vida privada: una situación en la cual todos estamos. A través de la vida diaria de estos personajes, podemos ver un mundo que en primera instancia podría parecer abstracto para la mayoría de la gente. Pero es muy importante poder verlo, porque este nexo de interés, terrorismo y la posibilidad de democracia en el Medio Oriente, afecta poderosamente a nuestra economía, y también a nuestra psique.”
SYRIANA es un término real, utilizado por los grupos de expertos en Washington para describir la hipotética reforma del Medio Oriente. En nuestro título está usado de una manera abstracta. SYRIANA es un concepto, un espejismo: el sueño irreal de que uno puede re -crear con éxito una nación y hacerla como uno la imagina. SYRIANA es el título justo para una película que podría existir en cualquier época y en cualquier escenario o circunstancia. Trata de la ambición desmedida de los hombres, del orgullo y la fantasía de un imperio.”




ACTORES DE TODAS PARTES DEL MUNDO
SYRIANA tiene más de 70 personajes que hablan. Para buscar a los actores que las encarnan, los cineastas buscaron y seleccionaron talentosos artistas en más de doce localidades alrededor del mundo: entre ellas Los Angeles, Nueva York, Londres, El Cairo, Bahrain, Dubai, Kuwait y Damasco. El interesante guión de Gaghan, atrajo a actores de excepción, los cuales se juntaron al gran grupo del reparto. Grandes actores como Chris Cooper y William Hurt estuvieron felices de ser parte de él. – “Gaghan es tan buen escritor, que cuando nosotros les enviamos el guión a los artistas seleccionados, todos quisieron participar”- dice Clooney –“y eso no sucede muy seguido. Cuando les decíamos a los actores acostumbrados a tener papeles principales ‘mira, no es una gran parte’, nos contestaban ‘no importa, igual quiero estar en la película’. Y logramos un conjunto de excepción. Creo que la verdadera estrella de esta película es el guión que escribió Gaghan.”
Gaghan por su parte, piensa que la buena actuación de los actores fue fundamental para poder llevar el guión a la pantalla con éxito. –“Cuando uno tiene actores de gran calibre, ellos aportan mucho a la película con su actuación”- dice él – “y eso es lo que sucedió al realizar esta película.”
Clooney da vida al agente veterano de la CIA, Bob Barnes. Barnes había hecho su carrera trabajando en el medio oriente en gran profundidad, durante la década de los ’80. Bob era uno de los pocos agentes en el Medio Oriente capaz de infiltrarse en el nivel necesario en cada ocasión.
-“La historia de Bob, mira subjetivamente los operativos de la CIA, y los efectos que tienen”- dice Clooney-“el resultado es que ya no hay tantos operativos de habla árabe en el Medio Oriente, lo cual es un peligro. La idea es que ya terminamos con la Guerra Fría y ya no necesitamos custodiar, no necesitamos botas en el campo, por ejemplo, operativos de la CIA. Bob se encuentra en lo que básicamente es una reducción de empleados.”
Para Bob su carrera siempre estuvo primero, inclusive antes que su familia, no sólo porque era un empleado dedicado que creía en lo que hacía, sino también por pura necesidad.-“Los oficiales de la CIA mienten a todo el mundo durante toda su carrera”- dice Gaghan – “Mienten a su familia, a sus hijos, a sus esposas, a sus amigos. Mienten por donde sea que vayan.” Como resultado, Bob está separado de su esposa y la relación con su hijo Robby es difícil. Robby lamenta la vida que le hizo vivir, siempre mudándose, teniendo que empezar de cero una y otra vez, en cada lugar a donde los llevara el trabajo de su padre. Ahora Robby está a punto de ir a la universidad, y Bob tiene miedo de perder a su hijo para siempre.
Aunque Bob sacrifica todo cuanto tiene, aunque se dedica completamente a su trabajo, y aún si es un gran conocedor de la región, nada importa si no sigue las reglas del juego en Washington: por ejemplo, decirle a la gente poderosa lo que ellos quieren escuchar, aunque no sea la realidad que él vio en los campos. Cuando su honestidad se vuelve un problema, su gobierno no duda en echarlo.
-“Bob es un personaje fascinante, porque él cree”- dice Clooney- “él no es un cínico. Cree que su trabajo es lo que se debe hacer, porque ayuda a su país. Por eso queda desilusionado cuando la agencia a la cual él dedicó su vida, lo abandona.”
Robert Baer fue la inspiración para crear el personaje Bob Barnes. Clooney no basó su actuación en el verdadero Baer. Más bien se inspiró en los agentes de la CIA y creó en un personaje que no se relaciona con la vida real de nadie.
-“Queríamos que el personaje sirviera a la historia y no al revés”- dice el actor -“eso me dio mucha libertad, porque ya no tenía que actuar como una persona determinada que en realidad existe, sino simplemente actuar lo que sucede en la película. No tenía que preocuparme por mi parecido con cierta persona, sino que podía concentrarme en actuar de una manera natural las reacciones ante los varios temas que toca la película.”
La apariencia de Clooney sirvió también para definir a su personaje. Clooney aumentó casi 14 kilos en 30 días, y se dejó crecer una barba espesa para representar el agente maduro, casi al término de su carrera laboral. –“Lo que pasa con los agentes de la CIA es que se mezclan en cualquier lado”- dice Gaghan –“desaparecen dentro de un personaje, al igual que un actor. Un oficial de la CIA es alguien que entra en un bar en Macao o en una mezquita en Riad, pero uno no se da cuenta porque se entremezcla bien con el ambiente. Es exactamente lo opuesto de lo que haría un actor: los actores atraen a la gente justamente porque no se mezclan con el ambiente. George es un gran actor, y es también glamoroso. Pero una vez que él engordó esos kilos, y se dejó crecer esa barba, y hasta se afeitó la línea de crecimiento del pelo, simplemente desapareció dentro del personaje. Era alguien completamente creíble dentro de ese hombre tan poco glamoroso.”
-“Fue interesante estar completamente irreconocible”- dice Clooney –”Me probé otros disfraces pero no funcionaron. Basta subir 15 kilos y tener barba para que uno no consiga una mesa en un restaurante en el centro de la ciudad.”
Mientras que Barnes intenta en vano decirle a la gente importante de Washington verdades que ellos no quieren escuchar, el abogado corporativo Bennet Holiday avanza en su carrera al aceptar la prestigiosa misión de investigar una transacción comercial, que puede resultar ser extremadamente lucrativa para mucha gente con poder. Bennet - actuado por el actor ganador de los premios Globo de Oro y Emmy, Jeffrey Wright- es un abogado en prominente ascenso en una respetada firma de abogados en Washington. El aplaudido actor Christopher Plummer hizo el papel del dueño de la agencia, el poderoso e influyente abogado Dean Whiting. Bennet está a cargo de investigar la fusión de los gigantes petroleros Connex y Killen – con el entendimiento tácito de que él hará todo lo posible para que el trato suceda.
Wright, el actor, llamó la atención del público con su actuación en la película Basquiat. Dice sobre su personaje:-“Bennet comprende lo que pasa hasta cierto punto. El es igual a muchos otros tipos que, tratan de meterse dentro de su profesión o institución para poder ser parte de la maquinaria militar-industrial. Es ambicioso, y esta misión es crucial para su carrera: El es un abogado que supuestamente está tratando de investigar la fusión de dos compañías petroleras gigantes, pero en realidad fue empleado por las compañías para que las proteja.”
Cuando Bennet encuentra cierta información incriminante que pone en peligro la realización de la fusión, comienza a comprender cómo funciona la industria en realidad, y cuál es su papel dentro de la jerarquía. –“Bennet se da cuenta que su situación es peligrosa”- comenta Wright- “La presión que originalmente estaba puesta en las compañías, ahora está sobre él, y desesperadamente necesita salir de esa situación. Ahora su papel no sólo es proteger a la compañía sino, protegerse a sí mismo.”
Wright vé paralelos entre su personaje y el de Clooney. – “Tanto Bennet como Bob se dan cuenta en un punto de la película, que hay una maquinaria trabajando, y que justamente no trabaja para el interés de ellos, ni los tiene demasiado en cuenta. Personalmente, ellos siempre habían pensado que eran respetados y necesarios dentro y para esa maquinaria. Creo que esa es la naturaleza del mundo en el que sucede la película: un mundo tenebroso, muy poderoso, y supera en mucho a los individuos que lo habitan.”
El ascenso en la carrera de Bennet se dificulta por la relación difícil que él tiene con su padre alcohólico. El acusa a su hijo de trabajar para el sistema. A su vez Bennet siempre culpó a su padre de fracasado. Pero a medida que él va adentrándose en el ambiguo mundo de la industria, comienza a sentir que no tiene ningún derecho para juzgar a su padre.
-“Creo que esa relación es un maravilloso recordatorio de un problema cultural más grande, del cual Bennet es parte integrante”- dice Wright –“Como abogado Bennet tiene que investigar, mirar en lugares obscuros. Al tratar de entrar en el sector privado de la industria petrolera, va a descubrir costados propios y del mundo, que en realidad hubiera sido mejor no descubrir. Al recorrer el camino para descubrir la verdad detrás de esa fusión de empresas, simultáneamente se vuelve parte de esa cadena de poder.”
Matt Damon fue co-protagonista de ambas películas de George Clooney: Ocean’s Eleven y Ocean’s Twelve. En esta película hace el papel de Bryan Woodman, un prometedor analista de la industria de petróleo. Woodman, poco a poco fue trepando en su profesión, y ahora vive en Ginebra con su esposa Julie y sus dos hijos. Para él es un gran honor representar a la compañía en la fiesta de gala, en la mansión del poderoso emir de una nación rica en petróleo de la costa del Golfo. Bryan espera poder intercambiar algunas ideas con el emir, pero al llegar, en vez de tener una cita con el emir, se le pide que haga un breve resumen de sus comentarios a dos representantes del emir.
-“Las ideas que Bryan propone durante el evento del emir, básicamente son las mismas ideas que proponen otras ocho compañías diariamente”- dice Damon – “Bryan tiene algunas otras ideas, un poco más radicales y que bien podría proponer si tuviera el coraje o las ganas. Pero tiene miedo que lo echen del lugar si lo hace. Entonces no lo hace.”
De repente, el hijo menor de Bryan muere en un trágico accidente durante el evento. Bryan y su esposa espantados entran en un torbellino de emociones que afecta profundamente sus vidas. Luego, ante tanto dolor, Bryan se sumerge profundamente en su trabajo, alejándose aún más de su esposa Julie, actuada por Amanda Peet. –“Cuando la historia comienza, Julie y Bryan están muy enamorados, y tienen una hermosa familia”- dice la actriz –“luego, ante la muerte de nuestro hijo, Bryan quiere escaparse y arreglar las cosas desde afuera. Se dedica totalmente a su carrera y eso lo consume. Pienso que muchos matrimonios no logran sobrevivir la muerte de un hijo. Tal vez una de las razones sea, que una de las partes de la pareja quiere escapar, porque el simple hecho de estar en la misma habitación con su esposa le recuerda su pérdida.”
Bryan trata de distraerse con su trabajo, y mientras que está sumergido en su pena, es invitado a una cita con el hijo del emir, el príncipe Nasir. El príncipe trata de disculparse por el papel que tuvo su familia en la muerte de su hijo, y le hace una lucrativa oferta para trabajar con la compañía para la cual Bryan trabaja. Molesto por las implicaciones del trato, Bryan encara al príncipe, y le echa en cara la manera en que su familia ha estado malgastando los recursos de su país vergonzosamente.
-“Al haber perdido a su hijo, a Bryan le importan poco las formalidades”- dice Damon-“y ya sin grandes cuidados ni protocolos, le dice al príncipe lo que realmente piensa.”
Bryan mordazmente indica a Nasir que, vendiendo su petróleo a poderes como los Estados Unidos, Rusia y China – que a su vez se lo revenden a otras naciones- ellos permiten que esas naciones extranjeras cosechen las ventajas de un producto que en forma legítima les pertenece a los árabes.
Tal vez ese tipo de tratados beneficie a la familia real, la cual es rica por los tratados con poderes extranjeros. Pero priva a al pueblo del príncipe Nasir de una riqueza que podría utilizar para mejorar la calidad de vida de su gente.
Bryan sugiere al príncipe que su país refine y transporte el petróleo por sí mismo. Así ellos podrían poner su propio precio, sacándole el poder a las otras naciones, y reconstruyendo su país para que sea la potencia que alguna vez fue. Sin embargo Bryan piensa que a Nasir poco le importa ayudar a su gente, ya que se beneficia muy caudalosamente estando las cosas como están. Los tratados benefician a la elite de ricos.
Sin embargo el hijo del emir resulta ser totalmente diferente de lo que Bryan se imagina. El no es un noble decadente. Fascinado por las ideas de Bryan, Nasir confía a Bryan las esperanzas que él abriga para su gente. –“Al principio Bryan no tiene un buen concepto de Nasir”- dice Damon-“él piensa que Nasir es simplemente un noble más, que dilapida la fortuna de su país, gastando las ganancias hechas a base de tratos con países extranjeros, para pagar por su opulento estilo de vida. Pero al final se da cuenta que el hijo del emir no es así, y Bryan comienza a mirarlo de otro modo.”
El visionario príncipe Nasir está interpretado por el actor Alexander Siddig.
-“Nasir tiene muchas nuevas ideas que le gustaría llevar a cabo”- dice el actor -“tales como libertad para las mujeres, libertad de prensa y otras ideas progresistas. Este nuevo plan puede volverlas realidad. Estos dos personajes se encuentran uno al otro, en un momento de sus vidas en que cada uno es catalizador del otro.”
Las ambiciones de Nasir se complican por la presión que le ponen corporaciones extranjeras, cuyas ganancias masivas dependen de que los negocios se sigan haciendo como siempre. El emir ha envejecido, y pronto tendrá que nombrar un sucesor. Nasir ha trabajado con su padre por muchos años, albergando esperanzas de crear un país mejor, y dar a sus ciudadanos mejor vida el día que él ascendiera al trono.
Sin embargo el emir es vulnerable a las luchas internas de la familia real, y cuando Nasir expresa sus intensiones futuras para con el pueblo, los intereses norteamericanos rápidamente se hacen presentes e intervienen haciendo presión sobre su padre, para que él nombre sucesor al materialista, joven y dócil príncipe Meshal, hermano de Nasir.
-“A Meshal no le importa ser un títere”- dice Akbar Kurtha, quien hace las veces del joven príncipe –“El está muy contento de hacer ese papel. El no tiene una buena relación con Nasir, son muy distintos. Nasir está a favor de la reforma, y Meshal preferiría tener una vida aún más extravagante que la que tiene. También existe resentimiento en Meshal, porque Nasir fue criado con todos los cuidados para que fuera el próximo rey, y Meshal en cambio, fue dejado de lado en ese sentido.
Ni bien que leyó el guión, Alexander Siddig quiso hacer el papel del Príncipe Nasir. – “Sin ninguna vergüenza perseguí ese papel, porque Nasir es la voz del mundo árabe, y yo quería representarlo”- dice el actor –“El tiene sentido humanitario. Algunos líderes árabes contemporáneos son enormemente humanitarios. Pero en el mundo occidental, es una cualidad que todavía hace falta. Cuando yo era chico, los únicos árabes que se veían en la pantalla era en películas como Simbad el marino, en la que se los veía trepando las cuerdas de un barco con un sable en la boca. Al poder expresar a través de un personaje poderoso, que alguien en el poder quiere utilizar su posición para hacer el bien, y para traer verdadero progreso, uno puede mostrar al mundo occidental - en esa oportunidad de oro - que hombres como el personaje existen en el mundo árabe. Es la oportunidad de poder contribuir a un diálogo mayor, y no es muy frecuente que un actor tenga esa oportunidad.”
Damon se mostró igualmente interesado en ser parte de una película tan ambiciosa.
-“Stephen me dio muchos libros para leer sobre el tema de la película, y yo los utilicé como excusa para aprender cuanto me fuera posible en ese corto lapso”- comenta el actor- “Este es un tema muy interesante, y sucede en un lugar del mundo fascinante también. Como ser humano, cuanto más sé sobre todo ello, mejor.”
La parte final de la película muestra la trayectoria de Wasim, un pakistano joven que junto a su padre, ha tratado infructuosamente de ganarse una vida mejor en los campos petroleros del país de Nasir. Pero nunca pudo encontrar más que pobreza, desilusión y alienación a cada paso. Cuando son despedidos de su trabajo, la situación torna a ser aún más desesperante para ellos.
Su historia se parece a la de miles de trabajadores pakistanos, que dejan atrás sus hogares y a sus familias, para tratar de tener una vida mejor trabajando en los pozos del Golfo. En vez, Wasim se encuentra con escasez de trabajo y condiciones de vida infrahumanas. Encima, debe luchar con agentes de inmigración, para poder quedarse el suficiente tiempo en el Golfo como para encontrar trabajo. Ambos hombres desilusionados terminan en una madrassa, o escuela islámica. Muchas de esas escuelas intentan adoctrinar a la gente con una interpretación radical de la religión islámica. Muchos de esos muchachos terminan involucrándose en organizaciones terroristas. Algunos son convencidos para que sacrifiquen sus vidas y se conviertan en bombas humanas. Ese es el camino que sigue Wasim en su vida en el Golfo.
Su amigo Faruk (Farooq) le presenta un clérigo en una madrassa cercana. Por primera vez Wasim siente que tiene un lugar en el país foráneo, y se va interesando más y más en las enseñanzas radicales del sacerdote. Wasim y Faruk pronto se preparan para llevar a cabo un acto final del cual no saldrán con vida.
Wasim es actuado por Mazhar Munir, un joven actor que debuta en la gran pantalla con SYRIANA. El nació y se crió en Londres, y ha aparecido en varias series de televisión británicas, entre ellas la ganadora de varios premios, Doctors.
-“Wasim es igual a cualquier otro adolescente” – dice Munir sobre su personaje- “Pero cuando alguien tiene su edad, debería estar preocupándose porque le salió un nuevo granito en la frente. Wasim en cambio tiene que preocuparse en ganar dinero para darle de comer a su familia, y en poder sobrevivir. El sabe que la vida puede ser mejor, y es lo que busca para él y su familia. Pero cada vez que hace un esfuerzo para mejorar su vida, fuerzas que él no controla no permiten que suceda.”
Durante los muchos días de filmación en Dubai, Munir, y el resto de los miembros de la producción, pudieron ver de cerca la vida que tienen los trabajadores inmigrantes, como Wasim y su padre. –“Daba miedo” – dijo el actor – “Había seis ó siete hombres y niños, apretujados en los contenedores de cargo, que hacían las veces de “casas” para ellos. Hacía más de 37 grados de calor, y no había ventilación adecuada, ni luz. Yo espero que cuando los espectadores vean las vidas que tienen esas gentes, comprendan qué los lleva a tomar el camino que toman, y que traten de entender y no de juzgar a Wasim. Con un poco de suerte, esta película va a hacer que el público comience a entender cómo la gente es manipulada para cometer actos horribles.”
-“Desde mi punto de vista, la conexión más sensible que tendrá la gente con la película, es a través de estos dos jóvenes muchachos”- dice George Clooney –“Creo que es algo muy interesante poder ver cómo estos dos agradables personajes de la película, son absorbidos por el grupo fundamentalista. De esa manera uno puede entender cómo algo así puede suceder. No se trata de excusarlos. Para nada. Simplemente muestra que uno no debe categorizar tan rápidamente. Son seres humanos, y pueden decidir. Algunos se deciden por cosas erradas, pero aquí podemos entender qué los lleva a tomar esa decisión.”
Para Munir, haber debutado en la pantalla grande con una película tan compleja y profunda como SYRIANA, hizo que su experiencia fuera aún más rica. –“Es necesario contar la historia de Wasim. Creo que esta historia nunca fue contada de esta manera. Por primera vez uno puede ver el proceso completo de cómo una persona termina envuelta en el terror. Es triste ver cómo mentes diabólicas reclutan niños, y toman la figura de Dios ante ellos, y utilizan la religión como justificación. Para mí, saber que hay niños que al igual que Wasim son víctimas de tal manipulación, hizo que actuar este papel fuera muy fuerte emocionalmente. Estoy contento de que esta película se haya hecho, y aún más feliz de haber podido trabajar con una mente tan artística como la de Stephen Gaghan.”
Gaghan siente de igual manera en cuanto a la experiencia de trabajar con un grupo de actores tan talentosos. –“Una cosa increíble en cuanto a este grupo de actores”- dice Gaghan – “es que cuando uno está escribiendo el argumento sobre uno de estos personajes, uno quiere saber qué va a pasar cuando él salga de la habitación. Cuando uno vé a Christopher Plummer haciendo de este súper abogado en su elegante traje en la fiesta en Washington, uno quiere saber quién está en su libreta de teléfonos, a quién llama él. Es difícil imaginar que alguien que trabajó con Chris Cooper no termine diciendo Tengo que escribir una película sobre este personaje. Yo tenía en mi cabeza la imagen de una escena que William Hurt hace con George Clooney en un teatro. Pero ellos hicieron la escena 50 veces mejor de lo que yo me la había imaginado. En verdad, trabajar con este grupo de actores, fue una experiencia increíble.”

ROMPIENDO LAS BARRERAS DEL IDIOMA
Al realizar SYRIANA, era prioridad número uno que toda la gente involucrada lograse el óptimo realismo, y que fueran fieles a los detalles culturales y regionales, tanto cuanto fuera posible. En la película, muchos de los personajes hablan perfectamente sus idiomas nativos. Otros hablan lenguas que les son extranjeras, y lo hablan con el acento del supuesto lugar de origen del personaje. Se tuvo gran cuidado en el detalle del uso las lenguas, no sólo en cada palabra, sino también en los acentos y las inflexiones de la voz.
-“Para todos nosotros era importante que los árabes de la película se vieran absolutamente reales”- comenta la productora Georgia Kacandes – “ nos importaba mucho el hecho de que el idioma es un objeto de orgullo para ellos, y quisimos mostrar respeto a la gente árabe que viera la película. Sino, sería como poner a alguien que debería ser de Brooklyn, pero que habla con acento de Mississippi. Lo mínimo que eso hace es transformar el ambiente en irreal, y lo peor que eso logra, es dar a entender que a los cineastas no les importó en verdad la gente “ficticia” a la cual estaban representando.”
Los productores emplearon un equipo de traductores y especialistas en dialectos. Algunos de ellos se dedicaron a los actores que hablaban inglés y que eran de ascendencia árabe. Algunos de los actores nunca habían visitado antes la tierra natal de sus padres. La mayoría de los artistas criados en el Medio Oriente podían hablar árabe y urdú. Había un actor en especial que había crecido en Kentucky, y debía hablar en árabe y en farsi. El nunca había escuchado siquiera hablar las lenguas, salvo en la televisión.
La responsabilidad de enseñarle a George Clooney a hablar perfecto árabe, recayó en Samia Adnan, una profesora de linguística, nacida en Sudán, que vive en Londres, Ella fue la especialista principal de lenguas para el film. –“Es interesante, sabes, porque esas lenguas no derivan del latín. No hay nada con lo cual relacionarlas”- comenta Clooney – “cuando uno habla en italiano, el cual estoy tratando de aprender, o cualquiera de las lenguas europeas, todas tienen palabras que uno puede relacionar, que le son a uno familiares. Tuve que aprender algo de farsi, y tuve que aprender a decir algunas cosas en árabe, las cuales al principio simplemente aprendí fonéticamente. Fue difícil porque son palabras desconectadas para mí. Uno debe encontrar una manera de conectarlas, para poder ser expresivo con ellas. Fue interesante, y divertido.”
Para Samia Adnan, enseñarles a hablar a los actores que hablaban inglés los dialectos árabes como si fuera su segunda lengua, fue obviamente mucho más fácil que enseñarles a los actores que hacían de árabes a hablar como si fuera su lengua nativa. –“Los príncipes Nasir y Meshal por ejemplo, son dos de los personajes árabes nativos más importantes en la película”- explica Samia- “pero ninguno de los actores sabía árabe antes de esta producción. Alexander Siddig no conocía ni siquiera el alfabeto árabe. Ambos se criaron en Inglaterra, así que primero hubo que sacarles su acento inglés. Ambos trabajaron muy duro, no sólo para sonar como nativos, sino también para sonar como príncipes.”
Alexander Siddig, quien hace el papel del príncipe Nasir, dice: -“El desafío más grande para mí al hablar en árabe, siendo un actor inglés, era que el público árabe no iba a interpretar el significado de esas palabras, sino los matices del hablar del príncipe, un personaje que está dentro de sus mentes culturalmente. Por eso yo necesitaba emplear dos tipos de actuación para los distintos idiomas al mismo tiempo.”
Los jóvenes trabajadores en los campos de petróleo, Wasim y Faruk, son pakistanos que hablan urdú. Mazhar Munir, quien actúa como Wasim, habla varias lenguas: urdú, hindú y punjabi, pero no árabe. –“Pero en el argumento, ellos no hablan bien el árabe”- dice Samia Adnan – “así que no fue nada difícil. Les enseñé árabe del Golfo, y dejé que lo hablaran naturalmente.”
Matt Damon habla en inglés en toda la película, pero como experto en petróleo él se encuentra ante un sofisticado diálogo que necesitaba un poco de traducción. Damon se preocupó por entender cada palabra que salía de su boca a la perfección. –“Aunque el 90% de la gente que vea la película encuentre creíble mi diálogo, hay un dos por ciento de gente que son expertos en la materia, y la meta es que ellos lo encuentren creíble.”


EL DISEÑO DEL VESTUARIO
Para realizar el vestuario de los actores, la autenticidad era tan vital como lo era el idioma. Los realizadores se preocuparon mucho por cuidar que las distintas culturas representadas en SYRIANA, se vieran muy verdaderas, a lo largo de todo el film. Esa gran responsabilidad cayó en manos de la diseñadora Louise Frogley, quien ya había demostrado su arte en las películas Traffic, Spy Game y la muy aclamada serie de televisión Live From Bagdad. Con mucha seriedad, ella se encargó de que todo se viera original y legítimo, al crear el enorme e internacional vestuario que pedía la imagen de tal variedad de etnias y niveles sociales.
-“Cada mínimo detalle fue importante para representar el vestuario de cada etnia lo más verazmente posible. Cada país es increíblemente diferente”- explica Frogley –“Por ejemplo, en las escenas de la madrassa, la mayoría de los niños son pakistanos. Entonces contactamos a un hombre en Pakistán y compramos ropa deportiva de su fábrica. El también se fue a negocios de segunda mano y nos compró montones de ropa. Luego nos envió todo. Por lo tanto, la ropa sin duda, es auténtica.”
A veces era importante no incluír detalles que hicieran sobresaltar determinado segmento de la sociedad. –“Por eso creamos lo que dimos en llamar ‘un aspecto genérico’”- explica Frogley- “porque no queríamos ofender a ningún grupo en particular: por ejemplo, no queríamos que todos los terroristas tuvieran aspecto saudita, entonces los vestimos ‘genéricamente’ como árabes. Tampoco queríamos ser demasiado específicos con una determinada región representada: por ejemplo, al estar en Pakistán, hay lugares específicos en los que se ven cantidades de sombreros enjoyados.”
El vestuario no reflejaba tan sólo a la región, sino que también reflejaba la personalidad de los personajes, y sus historias. Por ejemplo: el príncipe Nasir y su hermano Meshal se habían educado en Europa. Por eso, aunque su padre usa ropa tradicional árabe, los hijos se visten a la manera occidental. La esposa de Nasir se cubre la cabezal igual que sus brazos y sus piernas, pero no leva una burka tradicional, en una manera de reconocer las ideas progresistas de su marido en cuanto a las mujeres.
Las vestimentas de George Clooney y Bob Barnes son más baratas, pero el prestigioso abogado Bennet Holiday se viste con un estilo muy distinguido. –“Imaginamos al personaje de Bennet como una persona muy elegante”- dice Frogley –“él es el tipo de persona que probablemente ponga todos sus lápices en orden y muy alineados, por eso extendimos ese dedicado cuidado a su estilo. Y funcionó.”
El departamento de Frogley creó alrededor de 2.000 trajes para los personajes, cuyo estilo iban desde las elegantes ropas del mundo corporativo norteamericano, a las rústicas ropas de los barrios pobres en los países del Golfo.


DISEÑO DE LA PRODUCCIÓN
SYRIANA se filmó en exteriores, en vez de en escenarios o galpones de filmación. El equipo de producción viajó alrededor del mundo para poder capturar la inimitable esencia de los panoramas y la gente que necesitaban describir. –“Por ejemplo, la luz natural en el Gofo Persa es irremplazable”- dice Gaghan –“hay tanta construcción constantemente en Dubai, que en el aire vuela gran cantidad de polvo, entonces el cielo toma un color plomizo. Eso no se puede recrear en los Estados Unidos.”
Al filmar en distintas ciudades y países, los realizadores y los actores pudieron identificarse más fácilmente con lo que querían representar. – “Al estar en el lugar, es más sencillo sentir cómo uno debería actuar el papel o la situación”- explica Clooney –“Estar en un mundo tercermundista da una sensación que no se puede recrear en un galpón de filmación. Por ejemplo, cuando uno está en Marruecos, cinco veces por día suena una sirena, y todos paran sus autos, se bajan, se arrodillan en el medio de la calle, y rezan. Estando en la ciudad misma en la que suceden las cosas, es fácil también mostrar cualquier forma de arte que allí haya.”
La responsabilidad de integrar visualmente distintas historias y darles continuidad recayó en el camarógrafo Robert Elswit, quien fue el director de fotografía. El arte de su trabajo ya se había visto en películas como Magnolia, Tomorrow Never Dies y Boggie Nights. El filmó toda la película con un par de cámaras en mano. Utilizó esta técnica tan poco usual, para darle un estilo quasi-documental a la filmación, una sensación de intimidad de trastienda, o de realidad periodística, que una cámara con trípode nunca podría brindar.
Dan Weil, el diseñador de producción (The Bourne Identity, The Fifth Element) abarcó varias naciones y niveles económicos al crear escenarios tales como el palacio del emir, o los humildes lugares en el que son albergados los indigentes trabajadores de los yacimientos petrolíferos.
Para filmar SYRIANA se utilizaron más de 200 personas en el equipo de producción, y más de 100 actores a través de tres continentes, durante un período de unos cinco meses. La filmación comenzó en un coto de caza que encontró el gerente de localidades Todd Christensen, en Hondo, Texas. El Rancho 777, tal como se llama, queda aproximadamente a una hora hacia el oeste de San Antonio, en un territorio de 15 mil acres. Dentro del coto, está la más variada fauna de animales exóticos de Norteamérica. El lugar ha sido visitado por cazadores y fotógrafos por más de 40 años. Allí conviven ciervos, antílopes, gacelas, oryx, cabras montesas, cabras, ovejas, bisontes y otros animales de los llanos, las junglas y los bosques de todas partes del mundo.
La filmación luego pasó al este de los Estados Unidos, en las ciudades de Washington DC, Baltimore y Anápolis, en donde George Clooney y Matt Damon comenzaron a filmar.
A pesar de las intensas medidas de seguridad existentes en el área luego de los atentados del 11 de Septiembre, los realizadores pudieron filmar en calles de Washington D.C. cercanas a la Casa Blanca y al Congreso. Los cineastas esperaban que el sentido de equilibrio político del argumento de la película, ayudaría a conseguir los permisos necesarios, para filmar en alrededores tan sensibles políticamente: nada menos que el sistema central del gobierno de la nación. El gerente de localidades Christensen, debió reunirse con un panel de 12 personas del Departamento de Justicia. Ellos decidirían si filmar o no en el Distrito de Columbia, y cómo hacerlo. Aunque hubo varias restricciones para algunos lugares, la compañía de producción logró lo que deseaba dentro de limitados parámetros.
Los productores consiguieron también el permiso poco común para filmar en los alrededores del edificio del Congreso en el Estado de Maryland, en la ciudad de Annapolis. Otros lugares de la zona que se utilizaron fueron: la biblioteca Enoch Pratt en Washington, que hizo las veces de la oficina de Donald Farish en el Departamento de Justicia; un restaurante en Baltimore del año 1940, llamado Sip’n Bite, en el cual Bob Barnes tiene un intenso encuentro con Dean Whiting una noche; y las cálidas paredes del buffet de abogados Piper Rudnick, lugar que hace las veces de la central de la CIA. También se utilizó un lugar industrial de construcción en Baltimore, que hizo las veces de los yacimientos petrolíferos Tengiz.
La producción con todo su equipo luego pasó a Casablanca, la ciudad más grande y capital comercial de Marruecos. Casablanca es uno de los puertos más grandes del mundo, hecho por el hombre. Aunque el islamismo es la religión predominante en la región (allí está el templo musulmán más grande, fuera de los que se encuentran en La Mecca), Casablanca tiene una gran comunidad de judíos, lo cual que prueba su tradición de tolerancia. En el año 2003 bombas humanas suicidas atacaron distintos puntos de la ciudad, entre ellos un negocio cuyos dueños son judíos, y el Cementerio Judío. Un día después de las bombas, dos millones de personas salieron a las calle para protestar en contra del fundamentalismo radical. SYRIANA es la primera película que se filma allí después de que las medidas de seguridad se aumentaron, luego de los bombardeos.
Casablanca tuvo que hacer las veces de tres localidades, ya que por razones de seguridad no fue posible filmar ni en Teherán, ni en Beirut ni en un país petrolero sin nombre en el Golfo Persa. Es interesante sin embargo, que la diagramación de la ciudad de Casablanca es casi igual a Beirut, ciudad en la bahía cuya arquitectura es predominantemente francesa. En su mayoría, Beirut fue reconstruída, y en general, es una ciudad moderna, cosa que hubiese sido difícil de duplicar en Marruecos. Pero a Gaghan no le interesaba lograr “fotografía de postales turísticas”, su objetivo era poder mostrar los alrededores y que dieran la sensación de las partes antiguas de Beirut.
De la misma manera, Teherán es una versión más modesta de Casablanca, pero que está en vez, rodeada de enormes montañas que se ven desde cualquier parte de la ciudad. A los productores no les interesaba mostrar paisajes, sino edificios que dieran la sensación de estar en Teherán, sin dejar ver ninguna característica especial que lo identificara. El desafío más grande al tener que “recrear” Teherán en Casablanca, fue no mostrar los matices de influencia francesa y marrueca.
La filmación requería que hubiera un gran afiche del Ayatollah Khomeini, en un lugar particularmente poblado de la ciudad. Eso atrajo muchas miradas inquisitivas, en un país cuyo gobierno es islamita desde hace siglos. Para poder dar a la zona de filmación el aspecto de un país regido por leyes religiosas ortodoxas, debieron hacerse muchos más cambios. Un pequeño restaurante que vendía brochetas de carne (kabobs) tenía un cartel con un naipe, el cual tuvo que ser sacado. Era un detalle importante, ya que los juegos de azar jamás no estaban permitidos en Irán. Otro cuidado detalle, era que todas las actrices debían recordar que debían taparse la cabeza antes de salir a la calle.
Hubo también que cuidar sensibles puntos de tema político. Sacar las banderas marruecas y reemplazarlas con banderas libanesas, fue aceptable. Pero los productores encontraron que tratar de levantar una bandera Iraní, no era muy buena idea. Los cineastas necesitaron sacar permisos para poner un barco tanquero de petróleo en el puerto. Debía estar cerca de la refinería más grande cerca de Marruecos, y había que cerrarlo durante tres días. Eso requirió muchas maniobras diplomáticas.
El diseñador de producción Dan Weil, quien trabaja desde París, tiene gran experiencia con el Medio Oriente, e incorporó lo mucho que aprendió a través de sus viajes en la película, para darle el realismo que Gaghan quería.
Weil, ha demostrado gran creatividad en varios estilos de diseños, que van desde la súper estilista de The Fifth Element, al cinemá verité de The Bourne Identity.
Al explicar la importancia de filmar SYRIANA en exteriores en vez de en escenarios levantados dentro galpones de filmación, Weil comentó: -“Fue muy fácil crear un Beirut en Casablanca, pero hacerla pasar por la ciudad por Teherán fue más complicado. En el Occidente, nosotros tenemos la idea de que Teherán es una ciudad árabe, pero en realidad se parece mucho más a una ciudad de Ukrania. Si uno mira fotos de la ciudad, es fácil recordar a Kiev o a Odessa. Otro detalle es que, la gente es musulmana, no árabe.”
Otros lugares que se usaron para la filmación en Casablanca, fueron: la histórica Oficina Central Militar Francesa en la Vieja Medina; la costa cerca de los grandes hoteles; de los edificios del gobierno de la ciudad; y un vecindario en el centro de la ciudad, en el cual la mayoría de los habitantes no tienen televisión, y muchos ni siquiera tienen electricidad.
Al terminar la filmación en Casablanca, la producción pasó a Ginebra. A pesar de su belleza física e importancia histórica, hace más de una década que no se filma una película importante allí. La última, fue la de los productores de Goleen Eye, y utilizaron la ciudad entonces por unos días.
Para filmar varias escenas de SYRIANA, se utilizó la habitación presidencial del magnífico hotel Presidente Wilson, adyacente al sitio de la antigua Liga de las Naciones. La habitación hizo las veces del lugar en el cual el emir y sus hijos hacen negocios.
También se utilizó el Jardín Inglés, creado en 1854 cerca del la costa izquierda del Lago Ginebra, y que tiene como fondo el característico chorro gigante de agua de la ciudad, Le Jet D’Eau. Otras escenas se filmaron en un banco, que hizo las veces del la firma para la que Bryan Woodman trabaja. También se utilizó una casa, en la que supuestamente vivían felizmente los Woodman, antes de la tragedia que cambió sus vidas. En ese barrio en particular, había casas que pertenecían al hijo mayor del fundador de Arabia Saudita, y a un príncipe Hindú. Para la película, también se utilizó el cementerio más grande la ciudad, Cimetière des Rois (Cementerio de los Reyes), fundado en el siglo XVI. Allí se filmó el funeral de Max Woodman.
Después de Ginebra, la compañía de producción pasó a Dubai en los Emiratos Arabes Unidos. Los Emiratos forman una de las naciones más nuevas de la Tierra. Ellos declararon la unificación de sus naciones en 1971, convirtiéndose en una sola gran nación compuesta por los territorios de siete emires, que tenían porciones de tierra lindantes. Todos se unieron bajo las direcciones de un líder de grandes ideas, y formaron los Emiratos Arabes Unidos. Dubai es uno de los emiratos. El terreno de los EAU, y la buena predisposición pro-occidental, los convierten en un lugar ideal para filmar películas. Dubai en particular, tiene todos los elementos naturales que un film pudiera desear: playa, montañas, desierto y una ciudad ultra moderna.
Nunca se filmó una película occidental importante en Dubai, que necesitara permisos oficiales. En el pasado, Michael Winterbottom había conquistado nuevos campos al filmar allí su futurística Code 46, dentro y alrededor de los corredores de concreto de esta creciente ciudad. Pero esa fue una filmación improvisada, realizada a hurtadillas, y sin ninguna duda, sin la sofisticación y los equipos de alta tecnología que se utilizaron para SYRIANA.
La realización de esta película era en potencia, una carga de dinamita diplomática dentro un país árabe. Los emiratos son aliados cercanos de Yemen, Qatar y Arabia Saudita, y sus gobiernos no iban a tomar livianamente las escenas de fundamentalismo islámico y el descontento de los trabajadores inmigrantes.
Como si esto fuera poco, la película debía filmarse durante las celebraciones más sagradas de la religión musulmana: el festival de un mes de duración de Ramadán, tiempo en el que se ayuna y se reza, y durante el cual no está permitido comer, beber, fumar o mascar chicle bajo la luz del día.
Muchos integrantes de equipo de filmación, como también los extras de origen local, celebraron las festividades, y los realizadores hicieron todo lo posible por respetar y acomodar las necesidades particulares de cada miembro del equipo. Se levantaron tiendas en las cuales las personas del equipo de producción que no celebraban las festividades, podían comer y beber sin estar a la vista de aquellos que ayunaban. Cuando el sol bajaba, la filmación paraba, y se servía una comida para romper el ayuno de los que lo mantenían, y luego seguían filmando.
Al principio, y debido al hecho de que no existían precedentes como para imaginar los posibles resultados de una filmación en Dubai, los cineastas dudaron en hacerlo. Pero el aumento de intereses occidentales en los EAU, la buena perspectiva de sus líderes, y la presencia de una experimentada compañía de televisión comercial en Dubai, hicieron que cunda la confianza en que el proyecto era viable.
Si bien Dubai presentaba muchos desafíos por vencer, también ofrecía oportunidades cinematográficas que no se hubieran encontrado en ningún otro lugar del mundo. De hecho, la filmación en Dubai sólo iba durar cuatro días, y la ciudad iba a servir principalmente como fondo. Pero cuando los cineastas vieron lo que la ciudad podía ofrecer, extendieron esos cuatro días a cuatro semanas.
-“Es un lugar interesante al ser una ciudad tan moderna. Tal vez sea la única ciudad importante construida en el siglo XXI”- dice Weil – “Pienso que es muy interesante el que Dubai se parezca a muchas ciudades modernas de los Estados Unidos, tales como Houston. Además, también está construía alrededor de yacimientos petrolíferos. De todas manera, nunca hubiera sido posible filmar esto en los Estados Unidos, porque hay algo del aspecto del Golfo que es irreproducible, que no se encuentra en ningún otro lugar.”
Las autoridades civiles de Dubai, independientes del grupo que gobierna los EAU, estaban preocupadas por el argumento de la película, y por el momento en que debía realizarse. Pero finalmente decidieron, que otorgar los permisos para filmar – aún si se haría durante el sagrado mes de Ramadán – beneficiaría al estado más que perjudicarlo. Dubai quiere desarrollar su industria de cine, y sus líderes quieren demostrar que están abiertos a muchos niveles de libertad en cuanto a la expresión creativa. –“Dubai es un lugar único”- dice Gaghan –“Ellos están haciendo un asombroso experimento: construír una economía que no depende del petróleo, y su manera de lograrlo es construyendo un centro tecnológico.”
Dubai probó su versatilidad en varias escenas. El Hotel Royal Mirage, el más grande de la playa Jumeira Beach, hizo las veces de la mansión de Marbella del emir. El Hotel Al-Maha, ubicado en una reserva de 225 kilómetros cuadrados, y el cual es tildado de ser “el primer hotel árabe de eco-turismo, fue el lugar en donde el príncipe Nasir tuvo el crucial encuentro con Bryan Woodman. El Hotel Shangri-La, albergó a todos los actores y además se utilizó para varias tomas de interiores, incluyendo la de la agitada escena de la fiesta del emir.
Los realizadores utilizaron también los paisajes que ofrecía el vasto desierto, el fondo que ofrecía la opulenta ciudad, el arroyo que divide Dubai de Deira, y el lugar cerca de la construcción, en el que los trabajadores inmigrantes vivían. En las abrasantes arenas del desierto, la temperatura a veces llegaba a 42° centígrados.
 

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