"EL IMAGINARIO MUNDO DEL DOCTOR PARNASSUS"

de Terry Gilliam

 

Información sobre la Producción

El anuncio de una nueva cinta de Terry Gilliam suele provocar una animada mezcla de emoción, curiosidad y, por qué no, miedo. El visionario director es un reputado disidente, un inconformista singularmente creativo, pero el camino que sus creaciones han tenido que recorrer hasta la pantalla nunca ha estado libre de obstáculos. La trágica pérdida de Heath Ledger durante el proceso de producción de THE IMAGINUARIUM OF DOCTOR PARNASSUS supuso la posibilidad de una suspensión y un cierre prematuros, pero Gilliam luchó a fin de reconfigurar la historia sin tener que sacrificar el excelente desempeño de su estrella en esta cinta. El director, su elenco de ensamble y su equipo trabajaron conjuntamente y sin descanso para completar un viaje que había comenzado en la ferviente e ilimitada imaginación de Gilliam y de su co-escritor Charles McKeown dieciocho meses antes.


“Ya que el formato de la historia permite la preservación de todas sus escenas, el trabajo realizado por Heath no será modificado mediante el uso de tecnología digital”, declararon ante los medios y el público los productores de la cinta: “Cada uno de los personajes interpretados por Johnny Depp, Colin Farell y Jude Law representa alguno de los aspectos del papel que Heath desempeñaba”.


“Estoy muy agradecido con Johnny, con Colin y Jude por haberse sumado al proyecto. Asimismo le agradezco a todos los que contribuyeron a la finalización dela película”, añadió el director Terry Gilliam. “Y me siento feliz porque la brillante actuación de Heath podrá ser compartida con el resto del mundo”.


En esta contemporánea y fantástica aventura, el Dr. Parnassus (Christopher Plummer) posee el extraordinario don de inspirar la imaginación de los demás. Ayudado por su tropa de actores ambulantes, incluyendo a Percy, su cínico y sarcástico colega (interpretado por Verne Troye), Parnassus ofrece a los miembros de la audiencia la posibilidad de trascender la realidad pedestre y mundana atravesando un espejo mágico conducente a un universo fantástico e ilimitado. Sin embargo, hay que pagar un precio por ello. Durante siglos, el Doctor ha mantenido una apuesta con el Diablo, es decir, el Sr. Nick (Tom Waits), quien ha aparecido finalmente para llevarse el premio- nos refernios a Valentina (Lily Cole), la hermosa hija de Parnassus, quien está a punto de cumplir dieciséis años.


Ignorante de lo que está a punto de ocurrirle, Valentina se enamora de Tony (Heath Ledger), un paria encantador que posee su propia agenda secreta. A fin de salvar a su hija y redimirse a sí mismo, Parnassus realiza una apuesta final que forzará tanto a Tony (interpretado a lo largo de sus numerosas visitas al otro mundo por Johnny Depp, Colin Farell y Jude Law) y Valentina como a toda la tropa teatral a realizar un retorcido y extraño viaje que los hará entrar y salir de Londres y del espectacular paisaje del “Imaginarium”.


La fotografía principal de la cinta fue realizada a principios de diciembre de 2007, en Londres. En este lugar, Gilliam filmó algunas de las escenas dramáticas que incluyen a Parnassus, a su compañía y a su antiguo establo convertido en teatro, todo ello recortado contra una amplia gama de monumentos urbanos. El vagón, conducido por el Percy de Verne Troyer, se convirtió en una imagen familiar y sin embargo impactante para los juerguistas pre-navideños de la ciudad a causa de sus traqueteantes recorridos nocturnos.


Las gélidas e invernales filmaciones nocturnas capturaron la extrañeza del escenario ambulante del Imaginarium, desplegado con todos sus ropajes y decorados en un animado parque de diversiones dominado por el familiar perfil del Tower Bridge; más tarde fue montado en mitad de una trifulca de borrachos bajo la imponente sombra de la Catedral de Southwark; y por último fue invadido por una muchedumbre rusa en los gloriosos confines del Mercado de Leadenhall. Dos de los personajes principales colgaban peligrosamente, en una vendaval gélido y bajo una lluvia artificial, del Puente de Blackfriars, que sobrevuele el río Támesis, mientras que la gigantesca y ruinosa magnificencia de la Estación Battersea, la estructura de ladrillos más grande de toda Europa, sirvió como set para diversas escénicas domésticas en las que Parnassus aparece con su ‘familia’ extensa.


Tras completar estas escenas ‘contemporáneas’, el equipo de producción se asentó en los Bridge Studios, ubicados muy cerca de la ciudad de Vancouver, en Canadá, y permaneció ahí durante siete semanas a fin de realizar algunas escenas con pantalla azul, moldeando así la grandeza épica del Imaginarium. Vancouver contaba asimismo con algunas locaciones maravillosas, entre ellas el teatro art deco conocido como The Orpheum, que sirvió como sede para el baile de caridad y la conferencia de prensa.


El ganador del Oscar Heath Ledger (“The Dark Knight”, “Brokeback Mountain”), interpreta al misterioso extraño Tony; le acompañan el multipremiado Christopher Plummer (“The Insider”, “The Sound of Music”), el ganador de un premio BAFTA Andrew Garfield (“Boy A”, “Lions for Lambs”), quien interpreta a Anton, Verne Troyer (“The Love Guru”, “Austin Powers: The Spy Who Shagged Me” y “Goldmember”) como Percy, la supermodelo Lily Cole (“St Trinian’s”) como Valentina, y el legendario músico nominado para un Oscar Tom Waits (“Wristcutters: A Love Story”, “Bram Stoker’s Drácula”) como el demoníaco Señor Nick.


Johnny Depp, actor nominado tres veces para un Oscar (“Sweeney Todd: The Demon Barber of Flete Street”, “Neverland”, “Pirates of the Carobbean”), Colin Farrell (“Miami Vice”, “Alexander”), quien ha sido ganador de numerosos premios, y Jude Law, actor nominado en un par de ocasiones para un Oscar (“Cold Mountain”, “The Talented Mr Ripley”), se sumaron al proyecto más adelante a fin de encarnar los otros aspectos de Tony.


El elenco de soporte incluye a actores tan notables como el sueco Peter Stormare (“The Brothers Grimm”, “Dancer in the Dark”) en el papel del Presidente del Universo, a la estrella de teatro y televisión Maggie Steed, quien interpreta a la Mujer de Louis Vuitton, a los populares cómicos Mark Benton (“Three and Out”), quien interpreta a Papá, y Simon Day (“Run, Fat Boy, Run”) en el papel del Tío Bob, y a los novatos Paloma Faith (“St Trinians”) como Sally, Richard Riddell (“Dogging: A Love Story”) como Martin y Montserrat Lombard (que ha aparecido en los programa de televisión “Love Soup” y “Ashes to Ashes”) como la amiga de Sally.


Dirigida por Terry Gilliam (“Time Bandits”, “Brazil”, “Twelve Monkeys”) y basada en un guión original co-escrito por él y Charles McKeown (“Brazil”, “The Adventures of Baron Munchausen”), la cinta ha sido asimismo producida por William Vance (nominado para un Oscar por “Capote”), Amy Gilliam (“Push”), Samuel Hadida (“Solomon Kane”, “Silent Kane”) y Terry Gilliam.


El talento-detrás-de-las-cámaras incluye a los colaboradores más próximos a Gilliam, el cinematógrafo Incola Pecorini (“Tideland”, “Fear and Loathing in Las Vegas”) y el editor ganador de un Premio BAFTA Mick Audsley (“The Grifters”, “Twelve Monkeys”, “Harry Potter and the Goblet of Fire”), con la dirección artística y los diseños originales de Gilliam y Dave Warren (“Sweeney Todd: The Demon Barber of Flete Street”, “10,000BC”). Anastasia Masaro (“Tideland”, “Show Me”) es la diseñadora de producción, y su compatriota, la canadiense Monique Prudhomme (“Juno”, “Best in Show”) es la diseñadora de vestuario. La ganadora de un Oscar Sarah Monzani (“Valkyrie”, “Quest for Fire”) diseñó los peinados y el maquillaje, y los ingenieros de sonido son Tim Fraser (“Vera Drake”) y Eric Batut (“Fantastic Four”), mientras que Irene Lamb (“The Brothers Grimm”, “The Adventures of Baron Munchausen”) es la directora del proceso de selección del elenco. La música es de los multipremiados hermanos canadienses Mychael Danna (“Little Miss Sunshine”, “The Sweet Hereafter”) y Jeff Danna (“Tideland”, “Silent Hill”). El productor en línea británico fue Rob How (“24 Hour Party People”, “28 Dayls Later”).


Los elaborados efectos visuales, extraídos de la activa imaginación de Gilliam, se materializaron gracias al desempeño de The Peerless Camera Company, la compañía londinense de efectos visuales que ha trabajado con el director en todas sus cintas y que ha creado los impresionantes efectos de las recientes cintas “United 93” y “Casino Royale”.


Samuel Hadida presenta una Producción de Infinity Features Entertainment, una Producción de Poo Poo Pictures en asociación con Davis Films Productions, THE IMAGINARIUM OF DOCTOR PARNASSUS, con las actuaciones estelares de Heath Ledger, Christopher Plummer, Verne Troyer, Andrew Garfield, Lily Cole y Tom Waits, además de la participación de Johnny Depp, Colin Farell y Jude Law. Dirigida por Terry Gilliam, la cinta fue escrita Terry Gilliam y Charles McKeown y producida por William Vince, Amy Gilliam, Samuel Hadida y Terry Gilliam. Los productores ejecutivos son Victor Hadida y Dave Valleau. Samuel Hadida posee los derechos globales de distribución de esta producción oficialmente anglo-canadiense, que ha sido producida con la participación de Telefilm Canada. Mandate International se ha hecho cargo de las ventas internacionales.




Sinopsis:

The Imaginarium of Doctor Parnassus es una moraleja fantástica que se despliega en un contexto contemporáneo. La cinta nos cuenta la historia del Doctor Parnassus y su extraordinario ‘Imaginarium’, un espectáculo ambulante en el que a los miembros de la audiencia se les concede la irresistible oportunidad de entre la luz y el gozo o la oscuridad y la melancolía.


Bendecido con el fabuloso don de poder guiar la imaginación de los demás, sobre el Doctor Parnassus pesa asimismo una terrible una maldición que le impide revelar un oscuro secreto. Jugador inveterado, miles de años antes le apostó algo al Señor Nick, es decir, al Diablo, y así obtuvo la inmortalidad. Siglos más tarde, al conocer a su amor verdadero, Parnassus establece otro pacto con el demonio, intercambiando su inmortalidad por un estado casi perpetuo de juventud, bajo la condición de que cuando su hija cumpla dieciséis años se convierta en propiedad del Señor Nick.


Valentina se aproxima rápidamente a esta ‘etapa de madurez’, a este hito existencial, y el Doctor Parnassus se siente desesperado porque quiere protegerla de su destino inminente. El Señor Nick hace su arribo y espera recibir su premio, pero, siempre dispuesto a apostar, no le molesta la idea de renegociar el asunto. Ahora el ganador de Valentina será determinado por quienquiera que logre seducir a las primeras cinco almas. Enlistando a un gran número de cómicos y muy seductores personajes para el viaje que está a punto de emprender, el Doctor Parnassus le promete la mano de su hija al hombre que le ayude a ganar.


En esta cautivante, explosiva y maravillosamente imaginativa carrera contra el tiempo, el Doctor Parnassus debe luchar para salvar a su hija en un paisaje eterno y repleto de obstáculos surrealistas – así como para enmendar los errores cometidos en el pasado, ¡de una vez y para siempre!


******




Más Notas

Martillando el mármol:

En noviembre de 2006, Terry Gilliam y Charles McKeown comenzaron a redactar este guión, su tercera colaboración literaria tras la creación de “Brazil” y “The Adventures of Baron Munchausen”.


Gilliam había pensado en escribir algo original de nueva cuenta, tras haber trabajado en una serie de proyectos basados en guiones ajenos o en adaptaciones literarias. “Fue una buena idea, y además queríamos comprobar si aún teníamos lo que se requiere para empezar desde cero”, explica. Se puso manos a la obra y decidió explorar su arsenal de material inutilizado – es decir, numerosas ideas dispersas o archivadas, algunas pertenecientes a cintas nunca realizadas. Luego puso todas estas piezas sobre la mesa para ver qué podía usar.


El director quería explorar la idea de una tropa conformada por actores ambulantes, con sede en el Londres actual. Este grupo entraría y saldría de toda una serie de mundos exóticos y fantásticos. Asimismo, Gilliam imaginó un personaje central: un hombre un tanto perdido, fuera de contexto, anacrónico; alguien a quien el público ya no desea escuchar. Pero a McKeown se le ocurrió crear al Doctor Parnassus. “En realidad, ésta es su aventura. No había nada definido, pero creo que Terry ya tenía algo muy claro en mente. Creo que de aquí evolucionó la noción del Doctor Parnassus como una especie de brujo asiático. Sin embargo, al principio el personaje guardaba muy poca semejanza con la versión final”.


La siguiente fase hizo que el dúo comenzara a arrojar ideas, a pesar de que, de acuerdo con Gilliam, no existía ningún plan concreto. McKeown pensó que la noción de libre albedrío tendría que ser uno de los elementos más importantes de la cinta – la entrada a este mundo extraordinario supone toda una gama de elecciones que rigen la vida de los personajes. Los dos escritores trabajaron en computadora, enviándose correos electrónicos con los adelantos. “Luego, tras un periodo de comunicación virtual, celebrábamos una junta”, dice Gilliam. “Revisábamos todo minuciosamente y, poco a poco, esculpíamos algo. Nada tenía forma- teníamos que sentarnos y cincelar un gran bloque de mármol hasta dar con alguna forma hermosa”.


“Hablamos durante un par de semanas acerca de todo esto, pero de manera muy general”. Dice McKeown. “pasamos un díaa entero charlando acerca de la amplia gama temática hasta que, finalmente, nos concentramos en la cosa en sí, y en la relación de este idea específica con los sucesos actuales. Fue una mezcla de un sinnúmero de elementos. Esto duró un par de semanas, y luego comenzamos a aplicarle un tratamiento al guión.


“De hecho, yo insistí para que Terry redactara el boceto, porque me parecía que él tenía una idea más clara de lo que tenía en mente. En ese momento yo no entendía muy bien de qué iba la cosa. Pero el proyecto me parecía divertido y ya podía imaginar la historia, sólo que Terry parecía tener una perspectiva más definida. Más tarde comencé a escribir escenas y diálogos, y a definir la personalidad de los personajes, la atmósfera de los contextos y todo eso, esto es, di inicio a un proceso de clarificación. Yo solía enviarle por e-mail unas seis o siete cuartillas, y él utilizaba todo esto como base para desarrollar ideas. Terry modificaba algunas cosas y embellecía otras, tomaba lo que le gustaba y le añadía lo que le venía en gana. Mientras tanto, yo le enviaba otro archivo y él me enviaba sus desarrollos.


“Fue un proceso fluido y ‘rodante’, un ir y venir. Luego, en determinado momento, decidimos detenernos. Y es que nos aproximábamos al final de la historia, así que preferimos hablar acerca de nuestras metas, y de lo que ya teníamos hecho”.


Según Gilliam, “Fue como un torneo de tenis: nos arrojábamos mutuamente esta pelota llena de ideas, y mientras tanto, la historia proseguía su evolución. Cuentas con unas cuantas ideas, las incorporas, y poco a poco obtienes una historia. Me ha gustado mucho trabajar de nueva cuenta con Charles – ha pasado mucho tiempo desde lo de ‘Minchausen’”.


“Creo que los resultados difieren muchísimo de la idea inicial, y con esto me refiero a todos y cada uno de los planos de la historia”, confiesa McKeown. “Quizá el Doctor se parezca un poco a su boceto, pero los demás personajes atravesaron un sinnúmero de transformaciones durante el proceso de redacción. Por ejemplo, Valentina, la hija de Parnassus, cambió mucho, y los demás personajes sufrieron mutaciones cada vez que nos parecía que algo en ellos no daba el ancho.
“Nos gusta romper las reglas, para ser sinceros. Se supone que debes centrarte en el personaje principal. Ésa es una de las recetas para el éxito: contar con un personaje central que las audiencias puedan identificar y estimar. Pero esto es una pieza grupal, y a pesar de que el título evoca al Doctor Parnassus, y aunque la acción gire en torno suyo, las historias de los otros personajes podrían cautivarte con la misma intensidad.


“El tema de la imaginación es medular – el papel que la imaginación desempeña en tu vida y en tu manera de pensar, todo eso – pero eso fue idea de Terry. Durante algún tiempo, él hizo suyos guiones ajenos y libros ajenos, es decir, les imprimió su sello y por ello es fácil identificar estas historias como si fuesen tan sólo cintas dirigidas por Terry. Pero creo que este nuevo proyecto trasciende los últimos trabajos del director. Esta vez se trata de algo suyo. Ésta podría ser la cinta definitiva de Terry Gilliam. Terry suele invertir toda su energía y vigor, eso no es nada nuevo, pero el trabajo para el que ha sido convocado tiene que valer la pena. Tiene que ser algo por lo que valga la pena desgastarse, y yo estoy seguro de que la creación de “Brazil” valió la pena, así como algunos fragmentos de “Munchausen”. Sus proyectos tienden a ser sumamente viscerales porque Terry no conoce límites una vez que se ha comprometido. Esta vez él se comprometió totalmente, y estoy seguro de que este trabajo será mucho más significativo que todo lo que ha hecho en los últimos tiempos”.


“No sé de quién puede ser esta ‘autobiografía’”, confiesa Gilliam. “Es decir, yo pensaba que la historia guardaba un cierto parecido con mi propia biografía, pero a estas alturas ya no estoy tan seguro. Creo que la película gira en torno a las luchas creativas de los artistas... Éstos siempre intentan inspirar y abrir los ojos del resto del mundo, pero casi siempre fracasan – es la triste realidad.


“La idea es a la vez trágica y mágica – un grupo de personas en un teatro asombroso, deambulando por Londres, pero nadie les hace caso. Estoy convencido de que en el mundo contemporáneo la gente ya no puede discernir lo verdaderamente importante. Todo mundo está atrapado por sus Ipods y sus videojuegos, o por sus acciones en la bolsa de valores – todo ello muy interesante y sin embargo una pérdida de tiempo. Hay cosas extraordinarias e importantes sucediendo ahí afuera, pero nadie presta atención”.
Llevando todo esto a la pantalla:

“Hacía mucho tiempo que no elaboraba un guión gráfico”, recuerda Terry Gilliam, con un destello de jovialidad traviesa en la mirada. “Por ello disfruté mucho de todo esto. Fue como revisitar mis cintas más viejas, en las que yo solía hacerlo todo. Es una parte muy emocionante del proceso – el hecho de sentarse y ponerse a dibujar. Esto tiende a transformarlo todo. Las cosas cambian por completo. Por lo general, una vez concretado el guión gráfico, ya no suelo revisar el guión literario, porque todo ha sido reescrito basándonos en los dibujos recién hechos. Es muy hermoso y agradable. Utilizamos modelos, imágenes generadas por computadora y demás cosas que luego mezclamos para confundir a todo mundo. Y es que no deseamos que la gente sepa cómo hemos creado nuestros mundos. Tal y como ocurre con un truco de magia...


Amy Gilliam comenzaba a probar suerte como productora, trabajando en Vancouver junto con el galardonado William Vince, cuando le informaron que su padre se encontraba escribiendo un nuevo guión. “Tras doce años de trabajo en la industria cinematográfica, uno de mis deseos más fuertes consistía en producir algún día una cinta con mi padre”, rememora. “Cuando leí el guión caí en la cuenta de que contenía todo aquello con lo que crecí – imaginación y aventura – esta cinta es magia pura. No se trata de una historia de la que yo haya oído hablar desde mi infancia, pero creo que muchos elementos tienen un lugar en mi corazón y en mis experiencias. Terry buscaba un financiamiento, pero yo pensé, ‘Quiero hacer esto. Creo que sería un logro importante’. Bill Vince notó mi energía y mi emoción, lo apasionada que me sentí con este proyecto, y él es la clase de hombre que desea que las cosas funcionen para aquellos en los que cree”.


Samuel Hadida se sumó al equipo de productores de Bill y Amy. Él fue quien, hace unos años, distribuyó “The Brothers Grimm”, también de Gilliam, en Francia. Hadida ya conocía el guión, y se sentía impresionado, pero lo que más le gustó fue poder echar un vistazo al libro de arte que Terry creó a fin de ilustrar su meta y su visión: “Nos ayudó a visualizar y comprender sus propósitos. Esta cinta es muy visual y cuenta con una gran cantidad de efectos especiales, y lo mejor es que todo mundo pudo ver el proceso de la misma manera. El mundo de Gilliam mundo fue creado en un guión gráfico, y gracias a ello pudimos darnos una idea del rumbo que la apariencia y las animaciones tomarían – y fue un desafío gigantesco”.


“El diseño del Imaginarium quizá encontró un punto de partida en los teatros de juguete de Pollock, que se encuentran en Londres”, rememora Gilliam. “Cuando llegué a este lugar había una tienda que aún existe. Ahí hacen teatros Victorianos de juguete, consistentes en siluetas de cartón recortado. Estos productos siempre me han intrigado. Así que decidí visitar el Museo del Niño, porque ahí tienen unas muestras originales muy viejas, y yo tomé muchas fotografías que más tarde alteré utilizando Photoshop.


“Para los diseños de exteriores utilizamos libros repletos de símbolos herméticos, así como algunas obras de Robert Fludd. Esa clase de material me fascina. No sé lo que significan, pero disparan ideas y por ello decidimos recopilarlos y aplicarlos a nuestro teatro. Podrás ver serpientes, demonios, ojos malignos y pentagramas, cosas por el estilo – una mezcla de los arcanos de todos los tiempos. La imaginería medieval y la iconografía son muy saludables para tu imaginación. Los alquimistas intentaban describir el mundo y descifrar el cosmos, y el sentido que buscaban era a un tiempo visual y filosófico. No se parece en nada a la realidad actual y por lo general me resulta más fácil memorizar estos símbolos que las cosas que ocurren en nuestro espacio y tiempo”.


“Ahora que hemos concluido el rodaje sé de qué trata la historia, o al menos todo me queda claro, porque durante el proceso de escritura no teníamos ni idea de lo que estaba pasando. ¡A veces creo que sólo hago películas para entender al final qué diablos estoy haciendo! Bueno, sabíamos que contábamos con dos antagonistas en pie de lucha – un tipo que podría ser el Diablo y otro que podría ser dios, pero en realidad se encuentran por debajo de estos arquetipos, son sólo Demiurgos. Y hemos modificado un poco lo que cada uno quiere ofrecerle al mundo. Parnassus te ofrece la oportunidad de expandir tu imaginación, pero esto no significa que el proceso resulte sencillo o placentero. Y las elecciones que Parnassus te ofrece – si acaso escoges la correcta – pueden iluminarte, pero el camino será realmente dificultoso. El sendero más cómodo es el del Señor Nick. Durante el proceso de escritura cambiamos mil veces las ofertas del Señor Nick. Al final se nos ocurrió que podría vender la idea del miedo y la inseguridad. Él se nutre de nuestras debilidades, mientras que Parnassus le apuesta a la fortaleza y la voluntad de las personas, a la valentía requerida para asumir riesgos.


“Tony se pregunta algo acerca del Doctor, ‘Si con su poder puede controlar la mente, ¿por qué no se ha erigido en el amo del mundo?’ Anton le responde con una frase que me encanta: ‘Él no quiere reinar – lo que desea es que el mundo pueda gobernarse a sí mismo’. Hay que hacerse responsables. Me parece muy importante poder plantar ideas como esa”.




El Proceso de selección del elenco:

“Christopher Plummer fue el primer actor que sometimos a prueba, según recuerdo”, explica Gilliam. “Es un actor grandioso. Es muy teatral, su edad es perfecta, y desde hace mucho tiempo es una estrella indiscutible. Su hija Amanda Plummer trabajó conmigo en “The Fisher King”, y en realidad la relación entre padre e hija es muy interesante. Lo mejor es que el sentido teatral de Christopher resultó perfecto para el personaje – así como el hecho de que a su trabajo le añadió siempre una pizca de humor”.


“Al parecer yo interpreto al personaje pricnipal de esta película”, reflexiona Plummer. “No me refiero al Imaginarium, sino al Doctor Parnassus. Terry Gilliam me sorprendió cierto día llamándome por teléfono. Me dijo, ‘me gustaría que interpretaras a la criatura que da nombre a mi nueva película – se trata de un viejo maravilloso’. Yo pensé que seguramente me había llamado porque quedan muy pocos actores viejos capaces de articular una frase – y yo soy uno de ellos. Cada año me va mejor, porque ya quedan muy pocos, y mientras yo siga cuerdo y con vida puedo presentarme en el set. Así que acepté.


“No sé lo que hice con Parnassus. De cuando en cuando me pareció que el guión era excesivamente melodramático, así que tomando en cuenta el colorido de los sets, así como la maravillosa actividad de las otras criaturas – porque Terry adora el movimiento – decidí convertir a mi Doctor en un tipo estático e introspectivo, en lugar de transformarlo en una persona descaradamente sensiblera. Creo que funcionó, porque Parnassus posee una tristeza interna consistente en el hecho que ha traicionado a su propia hija. Creo que este aspecto le otorga un balance magnífico – y así la cinta trasciende lo meramente fantástico. La película tenía que ostentar un costado oscuro y trágico. Y a pesar de que no me costó mucho lidiar con este especto, los elementos están ahí”.


Gilliam prosigue: “Un animador holandés quería ponerse en contacto con Tom Waits (a quien considero el poeta musical más importante de los Estados Unidos) y me preguntó si sería posible enviarle un guión. Eso hice. Tenía años de no hablar con Tom. No se interesó por el proyecto de mi amigo, pero me preguntó si yo no tenía nada por ahí para él... le dije, ‘Bien, pues mi nueva cinta incluye un personaje muy interesante...’ Y eso fue todo. Le dije que tenía un papel disponible y él me contestó, ‘Cuenta conmigo’. Y ni siquiera había leído el guión”.


“Yo interpreto al Diablo”, explica Waits. “Yo no interpreto a un diablillo, ni a un tipo algo malévolo. Interpreto al demonio mismo. Es un juego sumamente curioso - ¿cómo interpretarías al diablo? ¿Cómo interpretarías un arquetipo tan grande y profundo? Al final caí en la cuenta de que tendría que hacerlo solo – es mi demonio. Tengo un estilo personal y lo he aplicado. Espero haber estado a al altura de las expectativas de Terry. Espero haber superado sus expectativas. A veces no estoy seguro de lo que hago, pero sea lo que sea, haberlo hecho bien”.

“Durante la búsqueda de nuestra Vaslentina. Irene Lamb, encargada del proceso de selección de actores, me dijo, ‘Tienes que ver en acción a Lily Cole”, rememora Gilliam. “Así que realizamos una pequeña prueba y ¡bingo! Así de sencillo. Yo sólo quería a alguien que luciera maravillosamente, pero que asimismo no pareciera mayor de dieciséis años. En realidad, cuando comenzamos el rodaje de las escenas de Lily, pensé que habíamos cometido un error, porque su experiencia era nula y además se encontraba rodeada de actores fenomenales. Pero estuvo a la altura, y con el tiempo mejoró. Al final fuimos premiados con una actuación maravillosa”.


“Esto es extenuante”, admitió Cole durante la filmación. “Pero me siento muy satisfecha, y Terry tiene un gran corazón. Todos los involucrados son excelentes personas, así que la atmósfera laboral ha sido muy saludable. Todo mundo está dispuesto a cooperar. No veo por ningún lado una lucha de egos. Terry es un gran bromista, y aquí no siento ninguna clase de jerarquía –a pesar de que sí hay figuras autoritarias. La actitud general nos ha incentivado a todos, y esto me parece asombroso y sumamente especial.


“Es algo muy distinto a mi trabajo como modelo, pero eso ya me lo esperaba. Los aspectos técnicos son muy distintos, al igual que el ambiente de la industria cinematográfica. A grandes rasgos, quizás estos dos mundos sean similares, pero lado a lado existen un sinnúmero de diferencias. Siento una mayor presión y un mayor compromiso con la actuación – en cambio, modelar es como un montaje. Son pocos los elementos personales que una puede aportar en ese ámbito, mientras que la actuación es estética, por supuesto, pero sólo en parte. Sé que yo misma cumplía con este requisito, y por ello obtuve el papel. Pero una vez en el set hay veinte millones de senderos. Y esto constituye un auténtico desafío: ¿qué soy capaz de hacer? Pues bien, debo demostrarlo. Esto dificulta todo, pero a la vez lo hace más emocionante”.


“Verne Troyer fue seleccionado casi al principio”, dice Gilliam. “Él participó en ‘Fear and Loathing in Las Vegas’ – aunque sólo durante un par de segundos. Pensé que si nuestra intención consistía en conformar un grupo de gente extraordinaria, un tipo pequeño pero ordinario no serviría de mucho – teníamos que conseguir al tipo más pequeño del mundo. Sin embargo, no se trata solamente de su tamaño... conozco su actitud y me parece que él es perfecto para el personaje de Percy, porque Percy es un cínico, un listillo, que no está dispuesto a soportar las tonterías de los demás. Verne se conduce así, justamente”.


Troyer está de acuerdo: “Le he inyectado mucho de mi propia personalidad a Percy. Mi personaje es sarcástico, un cínico al que el mundo le importa un carajo. Me encantó mi interpretación. Si tuviera que volver a interpretarlo, lo haría gustoso. Me gustan los desafíos. No me parece que Terry sea un director muy exigente, porque cuando deseas que una escena sea realmente eficaz, no vale la pena flojear y hacerse el tonto. Terry sabe lo que quiere, y sus ideas son grandiosas y sumamente divertidas”.


Según Gilliam: “Heath Ledger estuvo aquí en Inglaterra trabajando en ‘The Dark Knight’, y él se trajo consigo a un amigo mutuo que trabajado en los guiones gráficos de “The Brothers Grimm”. Estaban filmando un video musical y para ello requerían un espacio laboral. Yo les conseguí un estudio en Peerless (nuestra compañía de efectos visuales), específicamente la sala de proyección. Cierto día estuve ahí presentando mis dibujos para el proceso de pre-visualización, y Heath y Daniele decidieron quedarse a presenciar el acto. Comencé a proyectar las imágenes, dando mi explicación, y durante la conferencia Heath me escribió un mensaje en una hoja de papel: ‘Me gustaría ser Tony’. Él ya había visto el guión, pero yo no le había ofrecido nada. ‘¿Estas hablando en serio?’, le pregunté. Y él me respondió que sí, sobre todo porque era una película que anhelaba ver con toda su alma. En cuanto Heath se sumó al equipo, yo imaginé que las cosas comenzarían a funcionar perfectamente... ¡me equivoqué!”


“Por último, la gente no cesaba de recomendarme a Andrew Garfield. Nunca antes lo había visto, pero me envió un video a manera de prueba. Esta cinta la filmaron él y su novia en Los Ángeles. Interpretó cada escena de tres formas diferentes y yo me dije, ‘Este tipo es absolutamente brillante’. Una semana más tarde recibí una llamada de Heath, quien me preguntó, ‘¿Conoces a un tipo llamado Andrew?’ Le dije que sí. Me dijo, ‘No lo creerás, pero estoy a punto de llegar a su fiesta de cumpleaños’. Las fuerzas más extrañas comenzaban a tejer nuestro destino”.


Garfield se emocionó muchísimo cuando fue elegido: “Anton es un tipo muy jubiloso, cálido e infantil, pero a la vez me parece más sabio que la mayoría de la gente que le dobla la edad. Su manera de ver el mundo es sencillamente fantástica: es de una pureza y una inocencia asombrosas. Me parece que Terry suele ver las cosas en blanco y negro. Le gusta que las cosas encajen nítidamente en las categorías de lo bueno y lo malo, tanto en sus cintas como en su vida. Así que me parece que yo soy de los buenos, a pesar de una cierta oscuridad que comienza a ensombrecer el talante de mi personaje. Yo imagino que soy Terry de niño, o una especie de Terry adolescente, en todo caso alguien que intenta encontrar su identidad y su lugar en el mundo, que intenta ser bueno ayudando de diversas maneras.


“Terry suele ser muy, muy honesto. Él jamás trataría de manipularte haciéndote creer que es más sabio que tú. Te trata con ecuanimidad. Pero espera que seas creativo diariamente, porque no tienes que dejárselo todo a él o a su equipo de producción. La presión es real todos los días; en el trabajo debes ser puntual y oportuno, creativo y osado. Y, para serte sincero, creo que él suele incentivarte a cruzar una línea que de otra manera jamás te atreverías a cruzar. Es fácil notar cuando está contento o cuando no lo está. Sin embargo, él puede acicatearte, pero no es didáctico”.


La siguiente fase del viaje de Gilliam había comenzado. “Los ensayos resultaron interesantes porque los actores trataron por todos los medios de darle forma a sus personajes. Pero Christopher tuvo desde el comienzo una idea muy clara de lo que esperaba. Cuando comenzábamos una escena, siempre basándonos en el guión, y yo señalaba algo como, ‘ Y ahora Parnassus desciende por las escaleras’, él se volvía hacia mí y decía, ‘No me parece adecuado que Parnassus haga su aparición en este instante’. Yo le preguntaba, ‘Pero, ¿por qué?’ y Chris respondía, ‘Porque seguramente se quedará ahí de pie sin nada que hacer...’ Un gran actor de teatro siempre sabe de qué forma y en qué momento hacer su entrada.


“Nunca antes en mi carrera había permitido tantas variaciones, y todo ello se los debo a Heath... él estaba tan repleto de ideas y de diálogos frescos, y solía ser tan veloz e inventivo. Seguía volando, por decirlo de alguna manera, a causa de la interpretación de El Guasón, que recién había concluido y que lo había liberado como ningún otro trabajo anterior. Heath no cesaba de decirme que desde entonces podía hacer toda suerte de cosas increíbles en sus escenas. Durante las primeras dos semanas de ensayos, Andrew, quien en el pasado nunca había improvisado, intentó competir con él, pero Heath, esta vez en el papel de Tony, se desenvolvía con demasiada rapidez y con un enfoque envidiable, casi intimidatorio. Y no funcionó. Eventualmente, Andrew descubrió que podía competir en otro nivel sin por ello tener que sacrificar la vulnerabilidad de su personaje... y así se volvió juguetón y ligero. Esto le confirió a Anton una especie de poder incomprensible para Tony.


“Me dejé guiar por mis sentimientos, lo cual no es usual en mí. En gran medida, esto se debió al entusiasmo de Heath, a su energía y a todo lo que se le ocurría. Yo lo veía y tomaba en cuenta todo lo que me decía. Siempre he pensado que yo no soy un director, sino tan sólo un filtro. No me importa de dónde provenga una idea mientras ésta funcione mejor que las demás. Afortunadamente, mi trabajo consiste en seleccionar las mejores ideas.


“Esto es muy interesante: cuando Heath murió, Andrew logró llenar por momentos el hueco dejado por nuestra estrella – se había vuelto brillante para la improvisación, y muy gracioso. Me dijo que nunca antes había considerado seriamente la comedia, ya que la mayoría de sus personajes habían sido muy serios e intensos. Fue asombroso poder atestiguar las mutaciones y el crecimiento de la película, como si ésta se estuviese creando a sí misma”.


Los productores se sienten muy satisfechos con el desempeño del ensamble. “Lo más importante es que un actor pueda insuflarle vida a su papel”, dice Samuel Hadida. “Los efectos visuales y el diseño pueden ser grandiosos, pero la emotividad de una cinta está dada solamente por sus actuaciones. Y es por ello que el director requiere de una habilidad específica: me refiero a que él debe hallar a los actores más adecuados para el mundo que planea crear. Terry puede ver la chispa en los ojos de los actores, puede ver lo que hay en sus movimientos, en su trabajo y en la actuación misma. Creo que su talento es increíble. No sólo cuenta con un mundo propio, sino que asimismo sabe cómo hacer para que la vida emane de dicho mundo.


“Como productor debes proporcionar todas las herramientas y toda la libertad para que un director como Terry Gilliam pueda expresarse – para hacer posible que su visión pueda ser transportada del papel a la pantalla. Nuestra meta consiste en ayudarle a concretar y materializar su visión desde el momento en que ésta ha sido imaginada, para que al final cuente con todo lo que necesita para realizar una película ideal”.




Los Mundos del Doctor Parnassus:

La misión consistente en llevar la fantástica visión del director hasta la pantalla se convirtió en una pasión y en una labor de amor para su talentoso y prodigioso equipo de producción.


El colaborador más próximo a Gilliam, el cinematógrafo Nicola Pecorini, estuvo involucrado con el proyecto desde el principio. “El nivel de poesía del guión me sedujo más que ninguna otra cosa. Tras haber compartido las pasiones y frustraciones de Terry durante los últimos diez años, ahora puedo comprender el origen de su ‘Parnassus’. Un hombre extenuado, que ha tratado de iluminar durante siglos a sus congéneres, que ha intentado enseñarles que la imaginación debe volar y florecer y que los sueños no son una carga sino una poderosa fuente. Parnassus es Terry. Este guión es el afortunado resultado de una batalla muy longeva contra el sistema, de las frustraciones acumuladas mientras el director intentaba moldear ideas sublimes.


“La historia la entendí como un resumen fantástico de la carrera de Terry: puedes encontrar ahí todos los elementos que han estado presentes, de manera explícita o velada, en todos sus trabajos anteriores. Definitivamente se trata de un guión maduro y estoy convencido de que ese gran público que adora y aprecia la obra de Terry considerará a ‘Parnassus’ una especie de apoteosis del arte de este director.


“Tratamos de planear todos los detalles por adelantado. Las secuencias del Imaginarium, sobre todo, han sido creadas cuadro por cuadro, toma por toma. Pero ni siquiera la planeación más cuidadosa podría eludir lo inesperado, o los fracasos humanos, cuando la apuesta consiste en realizar una entrega oportuna y precisa. Terry y yo compartimos una visión que solemos denominar ‘el escenario cinemático’, en otras palabras, un encuadre de 360 grados. Y nosotros hemos alcanzado una simbiosis total. Sin hablar, invariablemente llegamos a las mismas conclusiones y adoptamos las mismas soluciones. Para mí, trabajar al lado de Terry es de lo más sencillo, incluso si en el plano técnico la tarea en turno supone un reto. La iluminación para un campo de visión de 360 grados es algo mucho más complejo que el mero posicionamiento de unos cuantos lentes gran-angulares. En realidad, la dificultad mayor estriba en convencer a los demás de la funcionalidad de nuestro abordaje.


“Es cierto, Terry suele echar mano del gran angular en todas sus cintas, pero si miras a tu alrededor notarás que el mundo en sí está se compone de esta clase de vistas. La visión humana es como un gran angular, así que lo que nosotros pretendemos consiste en estimular la capacidad de elección del espectador- he ahí el abordaje de Terry. Con el gran angular tú mismo debes elegir lo que quieres ver y para ello debes utilizar tu cerebro. Cuando los cinematógrafos constriñen el campo de visión y la profundidad del mismo, en realidad están definiendo lo que el público debe ver. A terry no le interesa esta dirección, y yo estoy con él totalmente.


“Todos los días se aprende algo nuevo. Cuando ya no tenga nada más que aprender abandonaré este trabajo. Esperanzadamente, eso jamás ocurrirá. Si no aprendes nada nuevo, debes cambiar de actividad, porque eso significa que ya dominas tu arte actual”.


Mike Audsley, el editor de Terry en “Twelve Monkeys”, había estado esperando esta oportunidad desde hace diez años. Tal y como ocurrió con Nicola, Audsley se involucró en este proyecto desde la fase embrionaria. “Lo primero que hice fue abordar el guión gráfico. A mí me gusta involucrarme en las primeras fases de un proyecto, porque quizás puedo detectar ciertas cosas y señalarlas antes de que el equipo comience a filmar. Mi palabra suele tener casi tanto peso como la del director, pero yo no decido acerca de lo que al final aparecerá en pantalla, así que mi meta consiste en enhebrar un eje conductor y en orquestar una historia para el público – efectivamente, soy un poco como un conductor de orquesta. Así que lo que podamos hacer para atar los cabos sueltos de la película, la velocidad que queramos imprimirle, resulta crucial para el viaje que el público está a punto de emprender. Mi trabajo engloba ciertas nociones de velocidad y comprensión, pero también implica un proceso de selección de las mejores actuaciones.


“Me parece que los retos particulares de esta cinta se encuentran en las pantallas azules, o en el mundo artificial que hemos intentado crear detrás del espejo. El material que suelo recibir sólo ha sido realizado parcialmente, y de hecho constituye solamente una pequeña porción de la información requerida. Así que tenemos que dar inicio al proceso tomando unas cuantas decisiones editoriales basándonos en el escaso material recibido. Un auténtico reto.


“Obviamente, lo más importante son las actuaciones, y en segundo la construcción de las escenas que permiten la implementación de información digital. El trabajo digital contribuye a que la historia pueda ser narrada ordenadamente. Pero en mi trabajo yo no puedo entender la historia más que muy vagamente – Terry lo tiene ya todo elaborado en la cabeza, y por ello debo vincularme con el equipo de efectos visuales a fin de presentar algo coherente”.


La diseñadora de vestuarios Monique Proudhomme se siente asimismo feliz por el trabajo realizado para el director. “Terry está dispuesto a intentar toda suerte de propuestas interesantes y a realizar pruebas con todo lo que pueda llamar su atención, y su abordaje es siempre muy generoso. Si tienes una idea, él siempre está dispuesto a escucharte. Terry se implica de lleno en todos los aspectos del proceso – y en realidad no existe nada planeado de antemano, es decir, nada que no pueda ser modificado sobre la marcha. El objetivo consiste en mantener viva la fluidez de la creación. Es como una aventura.


“El proceso comienza con lo que me gusta llamar el ‘periodo de cacería y recolección’. Todos tenemos ciertas ideas que consideramos convenientes para un proyecto. Debes comenzar buscando libros e imágenes. En esta ocasión, Terry también propuso sus propias imágenes, así que con todo esto, uno debe cazar y recolectar. Recolectar ropa y accesorios – sombreros, abrigos y bufandas – y así, cuando el actor hace su arribo, el personaje comienza moldearse, como si se tratara de una escultura.


“Yo siempre he creído que mi trabajo es algo así como un trampolín o filtro que los actores utilizan para conocer a sus personajes. Así, si te mantienes abierto al proceso y te olvidas del prejuicio que suele convertir al actor en un gancho para colgar la ropa, resulta sencillo crear un personaje de altura, con cuerpo y las expresiones adecuadas. Más adelante tendrás que moldear esta figura e inventar unas cuantas cosas. En esta película, este proceso lo he llevado a sus últimas consecuencias.


“Creo que los disfraces existen para realzar al personaje, o para crear una imagen memorable. Y el actor debe sentirse cómodo con la imagen que proyectará. Por ejemplo, en el caso del Doctor Parnassus, que no es otra cosa que un ser inmortal, se me ocurrió que su estancia en Londres haría de el un hombre que siempre tiene frío, que siempre está mojado y húmedo a causa de las zonas abandonadas en las que habita. Así que lo vestí en capas, con muchas camisetas y camisas y suéteres y forros y abrigos que lo recubren todo. Sin olvidar las bufandas, claro está. Y esta apariencia ‘en capas’ podía avenirse a sus distintas acciones – bastaba con quitarle algunas cosas, añadiéndole otras – pero también para crear un personaje gruñón que sólo desea proseguir con su vida.


“La posibilidad de trabajar con Terry constituye un privilegio y un honor. El pozo del que extrae sus ideas es aparentemente inacabable. Su mundo es sumamente ecléctico y esto no hace sino estimular mi propia sensibilidad. Si yo presento dos ideas, él propone veinte más. Así, mi trabajo consistió también en intercambiar con él ideas e intereses. Mientras podamos mantener su interés y la fluidez del proyecto, siempre será posible tener una idea un día, pero una mejor al siguiente. Este flujo supone un método de trabajo fabuloso”.


La diseñadora de maquillaje y peinados Sarah Monzani asegura que los dos mundos explorados en la cinta constituyeron un reto muy interesante para ella y su equipo. “Conozco a Terry desde hace mucho tiempo. Asimismo conozco su método de trabajo a la perfección. Es muy detallista y todo lo que escribe proviene de su propia imaginación. La tarea más ardua consiste en materializar toda esa imaginería. Pero él es muy generoso porque te permite mirar en su interior y extraer el material poco a poco, y es que sencillamente no es posible sacarlo todo de un tirón. El guión merece numerosas lecturas- y en cada una aparecerá algo nunca antes visto, nunca antes pensado.

“En esta ocasión tenemos dos historias principales. Una de ellas tiene que ver con la gente involucrada en la cinta, los jugadores si prefieres llamarles así, o la gente que ocupa un lugar en la vida de Parnassus. Son gente normal, un tanto desaliñada – de hecho, en su vagón el agua suele ser muy escasa. Pero de pronto puedes adentrarte en un mundo mágico repleto de actuaciones minúsculas, y cada uno de estos micro-espectáculos es realmente único. Valentina es quien mejor representa semejante estado de cosas. A causa de su edad, mil años cuando menos, el Doctor Parnassus inyecta cada actuación con alguna detalle aprendido a lo largo de los siglos, independientemente de si se trata de un elemento medieval o moderno.


“Las apariencias que he creado para Valentina están basadas en este hecho: en lo que ella quisiera ser y hacer tomando en cuenta su corta edad, o en las cosas que ella misma ha hallado en los vestidores sumamente antiguos del Doctor. Yo misma imaginé que todos los disfraces podrían salir de los viejos vestidores que Monique Prudhomme me regaló. Yo desarrollé la apariencia de los personajes basándome en lo que ella me dio. Fue una locura, ¡una auténtica locura!”


La encargada de mantener toda esta locura bajo control no es otra que la hija de Terry, la productora Amy Gilliam. “Siento que soy la responsable de todos los aspectos de la cinta. Suelo ejercer un control total en todos mis proyectos, y en esta ocasión la cosa es aún peor porque da la casualidad de que el director es mi padre. Esta es la segunda película que produzco, pero en realidad ésta es la primera vez que me involucro al 100%. Se trata de una coproducción anglo-canadiense, y a causa de ello este trabajo es muy complejo. Pero estoy aprendiendo muchas cosas.


“Me parece increíble que el proyecto haya podido materializarse tan velozmente. Había algo muy especial en el guión. Los paralelismos entre el Doctor Parnassus y mi padre, señalados ya por un número creciente de personas, son para mí sumamente reales – y es que soy su hija mayor. Eso fue lo que más me intrigó, y en cierto sentido marcó el comienzo de un compromiso doloroso y a largo plazo.


“Esta experiencia al lado de mi padre ha sido grandiosa – él es sin duda el mejor director del mundo. Todo mundo me pregunta si éste no fue uno de los proyectos más arduos de toda mi carrera, tomando en cuenta los altibajos, las pesadillas y el drama por el que atravesamos, pero los resultados hablan por sí mismos. Hemos logrado algo mágico y espectacular, algo que a todos nos enorgullece – todo ese dolor, la sangre, el sudor y las lágrimas han valido la pena y al final esto ha sido realmente extraordinario y muy agradable.


“Adoro trabajar con mi padre, y creo que el método que implementamos es insustituible. No hay nada peor que marcar diferencias y crear una línea divisoria entreel trabajo y la vida familiar. Sin embargo, a veces tengo que negarme a seguir escuchando cuando estamos comiendo con la familia y él se pone a charlar acerca del trabajo. Le digo, ‘Ya veremos mañana, o envíame un e-mail’. ¡Pero entonces él disparado a su estudio y me envía el correo inmediatamente!”


Ella desea rendirle tributo a su colega, el productor William Vince (nominado para un Oscar), quien perdió la batalla contra el cáncer poco después de la conclusión del rodaje en Vancouver. “Fue maravilloso haber coproducido este proyecto con Bill, quien hizo todo lo posible para materializar mis sueños. Él me apoyó siempre y creyó en mí, y yo aprendí muchas cosas a su lado. Lo extraño de verdad”.



Contra viento y marea:

El 22 de enero de 2008, durante una escala en Nueva York, mientras el equipo de producción se trasladaba de Londres a Vancouver, Heath Ledger murió a causa de una sobredosis accidental de drogas.


Terry Gilliam, devastado, decidió abortar el proyecto. “Pensé que sencillamente no tenía ni idea de cómo hacer para levantar el proyecto. Estaba muy distraído. Pero todos me dijeron, ‘No, no, tú debes continuar, tienes que concluir este trabajo’. Todo mundo mostraba su apoyo y sugería algo. La solución del espejo mágico era obvia, y nosotros ya habíamos filmado todas las escenas en las que Heath aparece de este lado del espejo. Pero la gran pregunta era, ‘¿Buscaremos a alguna persona que se haga cargo del papel de nuestro actor fallecido, o mejor dejamos todo como está?’ A mí me parecía que no podíamos sustituirlo con una sola persona, la carga sería excesivo, así que decidimos invitar a un mayor número de personas. Rescribí el guión a toda velocidad. Teníamos poco tiempo para idear una solución convincente, pero, por suerte, las ideas – buenas y malas – no se hicieron esperar.


“No fue necesario rescribir toda la historia. Sólo tuvimos que hacer unos cuantos malabares a fin de arreglar las escenas que aún teníamos planeadas con Heath, para realizarlas con un doble o mediante la implementación de algún truco cinematográfico. La muerte de Heath originó una situación que exigía algunas soluciones ingeniosas, y esto me orilló a realizar algunas cosas que no formaban parte de mis propósitos originales. Por ejemplo, alteramos la escena de Martin el borracho, que es una de las escenas iniciales, a fin de que dos actores pudieran interpretarla. Esto logró afincar la idea de que la gente puede cambia de apariencia cuando atraviesa el espejo. Luego llamé a algunos amigos, así como a ciertos conocidos de Heath.


“Y así, nuestros tres héroes, Johnny Depp, Colin Farell y Jude Law llegaron a Vancouver con el propósito de interpretar los distintos aspectos de Tony, el personaje comenzado por Heath Ledger. Su interés por rescatar la cinta y enaltecer la última actuación de Heath constituyó un increíble acto de amor y generosidad. Un momento muy hermoso y muy extraño en la historia de la industria cinematográfica. A resultas de la colaboración de estos individuos, nuestra película se ha transformado en algo sumamente especial: ahora cuenta una historia aún más sorprendente y graciosa. A grandes rasgos, la magia de la película ha incrementado.


“Tuvimos que dar un gran salto para resolver los problemas generados por la inoportuna muerte de Heath, pero gracias a Parnassus y su Imaginarium, ahora contamos con un espejo que al ser atravesado modifica la realidad y realza las cosas hasta convertirlas en algo extraordinario y maravilloso. Y así realizamos el salto. Cada vez que Tony, el personaje de Heath, atraviesa el espejo, se convierte en un aspecto distinto de sí mismo, y esto es posible gracias al desempeño de otros actores. A mí divirtió mucho poder atestiguar las originales contribuciones de Coli, Johnny y Jude. Tony se transformó en un personaje sumamente complejo, y así el público sentirá una emoción sin igual.


“Tuvimos que hacer volar nuestro itinerario en mil pedazos. La filmación se convirtió en un circo lleno de malabaristas y repleto de contorsiones y cambios súbitos. Tuvimos que improvisar y reorganizar muchas cosas a fin de darle cabida a todo mundo. Para hacer esto aún más estresante, Bill Vince estaba muriendo a causa del cáncer. Sin embargo funcionó. No sé cómo, pero funcionó. Todo mundo actuó con bravura y desplegó la mejor de las actitudes, reconociendo que nos encontrábamos inmersos en una situación desesperada. Y de pronto habíamos concluido la filmación. No sé cómo fue, pero lo logramos. Esta cinta es muy diferente a la idea original. Es extraño, pero pienso que ese caos nos compelió a crear una mejor cinta. Nosotros nos sentíamos presionados porque queríamos realizar una película que estuviera a la altura de la última actuación de Heath”.
Para Amy Gilliam, una vez tomada la decisión de terminar la película, el trabajo se convirtió en una apuesta frenética para mantener vivo el entusiasmo. “Mientras que Terry se encontraba en Londres rescribiendo el guión, yo pasé tres locas semanas trabajando en Los Ángeles. Todos querían que la cinta fuese terminada, y esto por varias razones – por Heath, por Terry, por todos los miembros del equipo. El equipo no quería marcharse, nadie quería abandonar el proyecto, porque todo mundo estaba encantado con su trabajo y todos se sentían realmente orgullosos. Yo misma me enorgullezco tremendamente por lo que hemos logrado, y me siento bien gracias a la actitud del equipo, porque la cinta no habría llegado a su conclusión sin el entusiasmo y la motivación de todos y cada uno de los miembros del equipo de producción, incluyendo al elenco”.


El productor Samuel Hadida también se siente orgulloso a causa de la dedicación de todos los concernidos. “Sabían muy bien que esta película era importante para todos. Desde esa bendición que fue la presencia de los actores que se sumaron durante la última parte del trayecto hasta el compromiso patente del equipo de producción – para toda esta gente, nuestra película no es sólo una película entre tantas, porque todos nos esforzamos muchísimo para hacer de ella una realidad. Creo que no nos equivocamos cuando tomamos la decisión de continuar- Terry ha creado una pieza única y estoy seguro de que esta obra se convertirá en una bendición para todos los que trabajamos en ella”.


“Es como si Heath nos hubiese acompañado de una u otra manera a lo largo del trayecto”, señala Gilliam. “Su energía, su brillantez, sus ideas... la tragedia de su muerte y las decisiones creativas que tuvimos que tomar en el último momento... todo ello demuestra que esta cinta es en verdad una obra de arte creada por Heath Ledger y sus amigos”.

 

IR A LA CONTINUACIÓN

 


 

 
   

 

 

 FESTIVALES RETROSPECTIVAS ESTRENOS Y NOVEDADES  

 ENTREVISTAS INFORMES CRITICOS CONTACTENOS