TÍTULO ORIGINAL: Fly me to the moon
 

SINOPSIS

Una historia fuera de este mundo…
Es el año 1969, y los Estados Unidos están enfrascados en una cerrada carrera espacial con la Unión Soviética. Nat, Scooter y I.Q. son tres moscas jóvenes (sí, moscas) y la única cosa por la que compiten en sus diminutas vidas es... por nada. Al igual que muchos humanos jóvenes, sienten que han sido excluidos de las aventuras que viven los chicos más grandes que les rodean. El hecho de que su casa esté solo a unos metros de la plataforma de lanzamiento de Cabo Cañaveral, sólo les aumenta su frustración. Desesperados por tener algo de acción espacial, Nat idea un plan para que él y sus amigos puedan viajar en el Apolo 11 —la primera misión tripulada del mundo para alunizar.
McFly, el abuelo de Nat, un experimentado aventurero, alienta a los jóvenes insectos exploradores repitiendo el lema: "Si no es una aventura, no vale la pena hacerlo". Por supuesto que sus madres desconocen sobre su misión secreta, al igual que los tripulantes de la NASA. Al final, resulta ser que la tripulación del Apolo 11 es afortunada por tener a estos pequeños polizontes abordo: Ellos vuelan al rescate cuando tanto el peligro interno como externo amenaza el viaje del Apolo.
 

SOBRE LA PRODUCCIÓN
En 1969 tres astronautas se atrevieron a ir donde ningún hombre había ido antes: la luna. Hoy nWave Pictures ha creado una película de dibujos animados que nos lleva de vuelta a este evento histórico. Producida y dirigida en imágenes en 3D lo cual literalmente te pone en la escena, para que el público pueda vivir la acción y formar parte de la historia. El cine está a punto de cruzar rumbo a una nueva frontera.
El cine en 3D ha sido la meta por un largo tiempo. A principios de 1900 se realizaron los primeros experimentos, los cuales fueron realizados por los hermanos Lumiere. Durante la época de oro del cine (1952 a 1954) se realizaron en Hollywood más de 50 películas en 3D. Posteriormente hubo un resurgimiento del 3D en los 70’s con películas como Jaws y Amityville. Sin embargo nunca fue más que una moda pasajera debido a la poca calidad en los sistemas de proyección. Hoy en día con la perspectiva del cine digital esto está a punto de cambiar. Más que ser un producto, el 3D puede llegar a convertirse en la razón más importante para los exhibidores para cambiar sus sistemas a digital.
En los últimos años, se han visto algunos indicadores de crecimiento en el agrado por parte del público de la experiencia del cine en 3D. El gran éxito del estreno en 3D de Polar Express en su proyección en solo 64 cines IMAX llamó la atención de todos. El hecho que las películas en 3D tengan bajos presupuestos y no cuenten con grandes estrellas ni enormes presupuestos de mercadotecnia y que su ingreso rebase los 30 millones de dólares en tan sólo 140 salas alrededor del mundo es aún más significante. El reciente éxito de estrenos en versión 3D de cintas como Chicken Little, Monster House y Meet The Robinsons nos ha mostrado como el público realmente ama la experiencia 3D. Hoy por hoy esto significa algo más que una moda pasajera. La viabilidad a largo plazo depende de la disposición de los realizadores para ajustar sus historias y sus efectos especiales a la tercera dimensión. Convertir material existente de 2D a 3D o bien crear películas que trabajen tanto en 2D y 3D no funcionará a largo plazo. 3D representa un nuevo lenguaje cinematográfico.
nWave Pictures, es uno de los más grandes productores de material original en 3D, el cual trabaja para los cines IMAX como para parques temáticos. Vamos a la Luna es la primera producción creada, diseñada y producida en computadora exclusivamente para vivir la experiencia 3D. “Realmente estoy convencido que los cines 3D están por convertirse en uno de los factores que impulsará a la gente en su decisión al seleccionar un entretenimiento fuera de casa, sin embargo no creo que todas las historias deban realizarse en 3D” explica el director y cofundador de nWave Pictures, Ben Stassen.
“El guión de Domonic Paris fue perfecto para nosotros en términos de contenido y forma” comenta Stassen. “Estamos creando diversión, personajes animados envueltos en ambientes fotográficos realistas. Cuando realizas una película en 3D, no me gusta usar la pantalla como una ventana, más bien como un espacio. Muchas de las películas estrenadas en 3D usan la pantalla como una ventana. El realizador crea una perspectiva detrás de la ventana y arroja cosas al público a través de la ventana. Cuando tu eliminas el efecto de la ventana (al filmar con una cámara paralela), entonces creas un espacio 3D y puedes transportar al publico dentro del espacio. Esta es la mayor diferencia, la posición que el espectador tiene de la película. Al tener moscas como personajes principales nos brindaba la oportunidad de acercarnos en formas que nunca antes habíamos hecho. Con menos interacción directa, las moscas vuelan alrededor de muchas cosas y lo mismo hace la cámara”.
Vamos a la Luna combina la misión del Apollo 11 con un ligero cambio cuando 3 moscas se lanzan a una increíble aventura especial. Vamos a la Luna introduce a las nuevas generaciones a un momento histórico cuando el mundo reunió a ver un hecho increíble. Una película creada para toda la familia, con las voces originales de Kelly Ripa, Christopher Lloyd, Nicollette Sheridan, Tim Curry y una animación de uno de los astronautas de la vida real del Apollo 11: Buzz Aldrin. 3D es verdaderamente un diferente tipo de cine. Cuando ves una película en 2D tú te involucras en la historia en un nivel intelectual y emocional. Con la 3D tú además tienes una fuerte experiencia en el nivel físico, tienes la habilidad de sentir que realmente estas en el lugar, que eres parte de la historia.
Hoy en día 3D es una nueva frontera del cine, una donde no existen los límites, una con un increíble potencial para vivir nuevas experiencias en el cine. Vamos a la Luna, al igual que aquellos intrépidos viajeros de 1969, da un paso adelante y lleva al espectador a un lugar donde nunca habían estado.