"BAMBI 2: EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE"

de Brian Pimental

  NOTAS DE PRODUCCIÓN

La magia y maravilla de uno de los filmes animados de todos los tiempos más atesorados y aclamados por la crítica vuelve a cobrar vida en la pantalla en BAMBI 2 EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE, de Walt Disney Pictures. Creado meticulosamente a lo largo de cuatro años por los Estudios DisneyToon para captar la belleza, emoción, calidez y humor del clásico animado de 1942, BAMBI 2: EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE señala el retorno, luego de más de 60 años, de los amados personajes Bambi, Tambor, Flor, Faline y Amigo Búho. Estos inolvidables habitantes del bosque se unen a algunos nuevos amigos muy especiales, quienes aportan diversión y aventura a esta atemporal historia.

BAMBI 2 EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE narra la historia del crecimiento del joven cervatillo príncipe en la época posterior a la pérdida de su madre, cuando aprende que su padre es el reverenciado Gran Príncipe del Bosque. Con un inspirador mensaje de coraje, esperanza y renovación, el film se centra en la relación en principio difícil entre el juguetón cervatillo y su regio padre. Ambos emprenden un camino para sobreponerse a la pena y encontrar en el otro algo maravilloso e inesperado: una familia.

A la gozosa celebración de la vida y el amor del film, se agregan las emocionantes y memorables canciones de la artista multipremiada con el Grammy, Allison Krauss, de la vocalista femenina del año ganadora del CMA 2004 Martina McBride, del ganador del Grammy® Richard Marx, del ganador del Oscar® y del Grammy® Dean Pitchford, del cantautor country que encabeza los charts Marcus Hummon, y de la cantante y compositora Michelle Lewis.

BAMBI 2 EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE está dirigido por Brian Pimental (entre cuyos créditos como escritor y bocetista de historia pueden contarse Tarzan y A Goofy Movie) y producido por Jim Ballantine (The Ren & Stimpy Show). El film presenta los talentos vocales de Patrick Stewart (Star Trek: Next Generation, X-Men), Alexander Gould (Finding Nemo) y Brandon Baerg (Yes, Dear). El veterano animador Andreas Deja, cuya ilustre carrera incluye la creación de personajes para los aclamados y populares filmes de Disney The Lion King, Beauty and the Beast, Aladdin y Lilo and Stitch, se desempeñó como consultor de animación.

La producción de BAMBI 2 EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE comenzó en septiembre de 2001, en las instalaciones de DisneyToon de Glendale, California, donde se realizaron el boceto de historia, el guión, el diseño de personajes y las grabaciones de voces. Luego las escenas fueron enviadas a los Estudios DisneyToon Australia para realizar la presentación, la animación y el color y finalmente el material regresó a los Estados Unidos para la post-producción.

Cuando comienza la historia, el Gran Príncipe del Bosque (voz de Patrick Stewart) requiere el consejo de Amigo Búho (Keith Ferguson) para hallar una cierva sustituta que cuide a su hijo recién huérfano Bambi (Alexander Gould). Aunque el majestuoso ciervo está convencido de que la crianza de un cervatillo no es trabajo para un Príncipe, el sabio Búho le sugiere que podría ocuparse de su hijo hasta que llegue la primavera, a lo que el padre accede no sin ciertos reparos. Desacostumbrado a estar con los más jóvenes, el Príncipe intenta diligentemente – aunque un poco tieso – enseñarle a su hijo los secretos del bosque, junto con las responsabilidades que le corresponden dada la posición preeminente que algún día heredará.

Aun cuando Bambi desea con desesperación demostrarle lo mejor de sí a su padre, su curiosidad juvenil, su naturaleza juguetona y su deseo de estar junto a sus amigos Tambor (Brendon Baerg) y Flor (Nicky Jones) siempre se interponen en su camino. Pero Bambi también ansiaría tener lo que sus amigos toman como natural: los abrazos cariñosos y las estrictas admoniciones de una mamá. Cuando confunde el llamado de un cazador con la voz de su mamá y se aventura solo, se encuentra atrapado por una jauría de perros amenazantes, hasta que llega su padre justo a tiempo para ahuyentarlos. Para Bambi, la horrenda experiencia es un recuerdo de su pérdida pero, a la vez, una gozosa conexión con el espíritu de su madre.

A medida que Bambi y su padre pasan más tiempo juntos, la brecha entre ambos comienza a estrecharse. Bambi demuestra los reflejos del coraje y de la habilidad física que algún día poseerá, mientras que el exterior áspero del Príncipe se suaviza a medida que recuerda su propia juventud y el simple goce del juego. Justo cuando padre e hijo comienzan a sentirse cómodos con su nuevo vínculo, es tiempo de que Bambi parta con su nueva madre adoptiva. Y cuando, contrariado, está por comenzar un nuevo capítulo en su vida, debe demostrar la valentía y la maestría de las enseñanzas de su padre de manera tal que logra impresionar al Gran Príncipe. Bambi está creciendo.

LA PRODUCCIÓN

La magnitud de la creación de una secuela de BAMBI, un film cuya belleza e icónica línea argumental aún están vivas en las mentes de generaciones de espectadores, era clara para todos los involucrados en la producción, especialmente el director Brian Pimental: “Era un proyecto muy intimidatorio. En lo visual, probablemente sea la película que todos los animadores aspiramos hacer. Fue realizada en una época en la que las películas animadas estaban en el punto más alto de su arte”.

Agrega el productor: “Todos nosotros sentimos mucha presión. Para cualquier Disnéfilo, BAMBI es un gran clásico. La idea de lograr algo con ese nivel artístico era atemorizadora”.

Pero si bien la presión de estar a la altura del original era intensa, también lo era la pasión de los realizadores por extender la aventura de BAMBI. Para Debbie Cramb, la productora de la unidad de Sydney, Australia, quien supervisó la animación, esta fue la tarea de su vida: “Era mi sueño más preciado. BAMBI fue la primera película que mi papá me llevó a ver cuando tenía cuatro años y trabajar en ella fue el punto más alto de mi carrera”.

No sorprende entonces que lo primero que los animadores realizaron fue sumergirse en el BAMBI original para adquirir un conocimiento más profundo de los elementos artísticos y dramáticos que han hecho de este film un favorito perdurable. “Probablemente la he visto más de cien veces”, admite Pimental. “La veía una vez por semana para mantenerla en la memoria y captar el espíritu de lo que se había realizado”.

Lo que lo impactó a Pimental fue la narrativa del film, simple y a la vez profundamente emocional. A medida que iba desarrollando el argumento del nuevo film, lo comparaba con su precursor: “Constantemente nos cuestionábamos nuestras decisiones en cuanto a la historia, para ver si encajaban con el original sin desmerecer a los personajes”.

Esto significaba apartarse del estilo de divertida ametralladora y de las referencias a la cultura pop que se han convertido en la característica principal de las comedias animadas contemporáneas. “Hoy en día, muchas cosas apelan a la risa rápida o al gag, lo opuesto a algo que surge puramente desde el personaje”, explica Pimental. “A veces, las cosas más simples son aquellas a las que los niños más responden”.

El consultor de animación Andreas Deja observa: “Brian vino con una historia realmente buena y supo mantenerla genuina. Demostró que todavía se puede entretener al público con emoción e inocencia infantiles”.

Muy al comienzo, se tomó la decisión de que, en lugar de comenzar la historia en el punto en el que termina el primer film (como suelen hacerlo las típicas secuelas), BAMBI 2 EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE se desarrollaría en el mismo marco temporal que la original. “Queríamos que la historia girara en torno al joven Bambi que todos recuerdan”, dice Ballantine.

Así fue que Pimental volvió a la fuente original, el best-seller de 1923 de Felix Salten Bambi: A Life in the Woods, para buscar ideas que no hubieran sido incluidas en la adaptación de 1942. “Muchos elementos de nuestra historia provienen del libro”, señala Ballantine, “entre ellas, la relación con el padre y el llamado del ciervo”.

Pero este abordaje planteó otro desafío a los animadores: cómo lidiar con el momento de mayor carga emocional del argumento. Mientras que el film es reverenciado por su virtuosa animación y su belleza pastoril, quizás lo que los espectadores más recuerden sea la muerte de la madre de Bambi, fuera de la pantalla, en manos de los cazadores. La escena, audaz y polémica en 1942, hasta hoy es considerada uno de los momentos únicos de la cinematografía.

La pérdida de un joven Príncipe

“Es generalmente considerada uno de los momentos más icónicos del cine”, dice el productor Jim Ballantine. “Pronto nos dimos cuenta de que sería imposible realizar una secuela sin tenerla en cuenta. El foco principal de nuestra historia es cómo Bambi se repone de la muerte de su madre. En este proceso, descubrimos que también se trata de cómo el padre se va sanando y abriendo en lo emocional”.

Agrega Pimental: “Al principio hubo un cierto reparo en hablar demasiado de la madre. Pensamos que simplemente la mencionaríamos y seguiríamos adelante. Pero nunca nos pareció genuino; por el contrario, parecía que el corazón de la historia era el momento en que Bambi descubre que su madre no regresará. ¿Cómo se recuperará de la pérdida de su mamá, ahora que está viviendo con un papá que no está demasiado a tono con él en lo emocional?”

Una vez esquematizada la línea argumental básica, crear el diálogo de los personajes acarreó otra dificultad. El film original BAMBI sólo tiene 800 palabras de diálogo, menos que cualquier otra realización narrativa de Disney. La historia de la sucesión de estaciones en el bosque es narrada casi por completo a través de los matices de los elementos del bosque, brillantemente matizados.

“El público conoció a los personajes a través de sus movimientos y expresiones”, observa Deja. “Esto dio lugar a que los personajes se desarrollaran a través del dibujo. La historia fue simplificada por una razón: su avance estaba dado por las personalidades a través de la animación”.

Debido en parte a la dificultad técnica de la animación a mano de la poderosa cornamenta del Gran Príncipe, el patriarca del bosque permanecía muy poco tiempo en pantalla y casi no tenía dialogo. De modo que los creadores de BAMBI 2 EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE estuvieron a cargo de darle vida a esta figura visualmente impactante pero algo enigmática. “La idea de que él era remoto y muy tieso fue el germen del personaje”, explica el productor Ballantine. “A partir de allí, debimos imaginar cuán tieso debía ser y en qué punto esta cualidad comenzaría a desvanecerse. En muchos casos, una escena podía ser mejorada simplemente eliminando los diálogos y reemplazándolos por un suspiro o un momento de actuación. Tuvimos la suerte de contar con grandes animadores y con la voz de Patrick Stewart, la cual resultó instrumental para crear al mismo tiempo la cualidad de tiesura y suavidad”.

A medida que la historia cobraba forma, los realizadores sentían que iban por el buen camino, pero sabían que en última instancia deberían satisfacer las exigencias del público más demandante: los niños. De modo que cuando el film aún estaba en proceso de boceto de historia, invitaron a unos 100 niños del club local Boys and Girls para que vieran una especie de obra radial ilustrada, una serie de bocetos de historia acompañados por diálogo temporizado y música. Satisfecho, Ballantine cuenta: “Estaban realmente fascinados y prestaban atención. Luego hablamos con ellos y les hicimos un montón de preguntas”.

Si bien la respuesta general del público infantil fue extremadamente positiva, abiertamente expresaron su disgusto por uno de los elementos de la historia. Originalmente, Puercoespín (un personaje basado en un irritable anciano vecino de Pimental cuando él era niño) tenía una tendencia a lanzar bromas terribles y muy poco originales. Este gag recurrente no funcionó con los jóvenes críticos. “Para los niños eran chistes más bien malos”, cuenta Ballantine. “Así que si bien hubo una convalidación de que estábamos en la buena senda, cambiamos ese personaje y lo convertimos en un personaje de esos que se quedan con tu pelota cuando cae en su patio”.

Una vez finalizado el guión, con la colaboración de los guionistas Roger Schulman, Nick Thiel y Alicia Kirk, llegó el momento de darles vida a las palabras en las interpretaciones vocales. Una vez más se imponía el virtuosismo de la BAMBI original.

“En el film de 1942 había una realidad pura e inocente en las voces de los niños, algo que no se puede imitar”, señala el director de diálogo Jamie Thomason. “Flor poseía un timbre increíblemente dulce, suave y tímido; Tambor era maravillosamente novedoso y vivaz. Ese tipo de voces son una en un millón. El desafío de reproducirlas fue único y conmovedor”.

Pero Thomason y el reparto debieron hacer mucho más que simplemente reproducir la calidad de las voces originales: “También debimos contemporizarlas; tenían que sonarle al público de hoy y ser creíbles; debíamos transmitir inocencia, goce y exuberancia y a la vez hacerlas creíbles para las generaciones de padres y niños de hoy. Era una línea muy delgada de transitar. No se podía hacer una simple imitación del pasado. Por ejemplo, el Gran Príncipe del original era bueno para los dramas radiales de la época. Su voz era sentenciosa y autoritaria, la adecuada para ese momento. Hoy, hacer una voz así no sería lo adecuado porque sonaría muy forzada. En nuestro film, el Gran Príncipe tiene un papel mucho más grande, fundamental y con matices dramáticos. Necesitábamos a Patrick Stewart para que lograra esta amplitud. Estuvo perfecto y certero”.

El director Brian Pimental concuerda: “El Gran Príncipe tenía el potencial para sonar muy frío y duro, pero Patrick Stewart aportó calidez al personaje y cada línea revela su interioridad. El personaje realmente cobró vida cuando él se integró”.

Al igual que todos los involucrados en el proyecto, Stewart recuerda cuán profundamente lo afectó el film BAMBI original cuando lo vio de niño en Inglaterra. Más aun, el premiado actor shakespeareano y reconocida estrella del cine y la televisión dice que se esforzó para lograr su propia caracterización vocal del Gran Príncipe y que deliberadamente evitó ver la versión de 1942 antes de ir al estudio de grabación. “Aunque es una secuela, también es una obra original y tanto el estudio como yo sentimos que se podría empezar de nuevo”.

Stewart, quien También brindó su voz para destacados filmes animados como Jimmy Neutron: Boy Genius, Steamboy y Nausicaä of the Valley of the Wind, de Hayao Miyazaki, compara la técnica vocal requerida para la animación con la de la actuación en teatro: “En lo vocal, se requiere mucha más energía e intensidad que en una película de acción en vivo convencional”, explica el actor. “Por ejemplo, uno de los encantos de esta historia es que el Gran Príncipe es un individuo fuerte, dominante y más bien reprimido que luego se abre para convertirse en alguien mucho más generoso, que permite que las emociones formen parte de su vida. Ahí es donde el caudal expresivo de la voz es tan importante, porque sólo con la voz hay que comunicar estas transiciones bastante complejas”.

Cuando llegó el momento de seleccionar las voces para los personajes jóvenes de Bambi y Tambor, los realizadores buscaron a niños cuyas dotes vocales y actorales no opacaran la naturaleza de su edad. “Queríamos contar con niños que pudieran actuar, pero que mantuvieran la inocencia en la voz”, recuerda Pimental. Las plegarias de los realizadores fueron escuchadas cuando vieron el reciente estreno Finding Nemo e inmediatamente supieron que Alexander Gould, quien interpretaba al personaje protagónico, sería un perfecto Bambi.

“Alexander Gould tenía vivacidad en la voz”, observa Thomason. “Es una voz dulce, sin llegar a sonar demasiado joven o inmadura. Su actuación transmite tal entusiasmo juvenil que uno desea que el personaje triunfe y gane”.

Gould también captó con firmeza el temperamento y la situación del personaje: “Es joven y todavía no sabe dónde encajar”, explica el actor. “Quiere ser el mejor porque es el joven príncipe. Siempre desea divertirse, pero no puede porque se supone que un príncipe debe actuar correctamente. Hace muchas más travesuras que las que debería”.

“Al principio, Bambi siente una especie de miedo de su padre”, continúa Gould “y su padre casi piensa que él es un fracaso. Hacia la mitad de la película, comienzan a divertirse juntos. Actúan más como padre e hijo y luego se distancian. Pero Bambi termina por demostrar lo que vale”.

Gould estaba en cuarto grado cuando comenzó con el trabajo de prestar su voz y de tanto en tanto, durante dos años, lo llamaron para realizar grabaciones adicionales. Para él, lo más difícil de este trabajo fue mantener la misma calidad vocal a lo largo de múltiples sesiones: “Mi voz ha cambiado un poquito. Debí afinarla para lograr la voz del joven Bambi”.

Hallar al actor para interpretar a Tambor, el indisciplinado conejo, fue más difícil. Tras una exhaustiva búsqueda, finalmente se seleccionó a Brendon Baerg, quien interpreta el papel recurrente de Logan Hughes en “Yes, Dear”, de CBS. “Él aportó frescura”, dice Pimental. “Capta el original, pero también brinda su propia energía. Es verdaderamente auténtico: no ha desarrollado ninguna técnica de actuación incorrecta”.

A Thomason le correspondió lograr las mejores interpretaciones de los talentos vocales infantiles: “Trabajar con niños es fantástico, liberador y agotador”, ríe. “Cada vez que entro en la cabina de grabación, aprendo más de ellos que ellos de mí y siempre me sorprenden. Trato de guiarlos por el camino donde ocurren esos felices accidentes naturales y eso realmente se refleja en la pantalla”.

Mientras se creaba una pista de diálogo temporaria, Pimental brindó la voz de Puercoespín, un personaje creado por él. Finalmente se decidió que la interpretación de Pimental sería difícil – o imposible – de igualar, de modo que en el film, él es quien finalmente brindó la voz de Puercoespín y de Marmota. Como lo expresa Thomason: “Nuestro director es un artista de alma. Ya sea en los bocetos de historia, la animación, la dirección o la interpretación vocal de un puercoespín irritable y gruñón, él sabe lo que quiere y verdaderamente lo demuestra en sus grabaciones. Como director, hay que ser capaz de transmitir todo el tiempo lo que se desea de la gente. Brian hizo un gran trabajo con su personaje”.

Mientras todo esto seguía adelante, el departamento de arte trabajaba frenéticamente en la preparación de la animación. La directora de arte Carol Kieffer Police realizó un meticuloso análisis cuadro por cuadro de BAMBI y creó una guía de estilo para ser utilizada por todos los involucrados en la producción, como también un documento de diez páginas al que llamó “Bambi in a Nutshell”. En él describía los temas generales del film para que sirvieran como recordatorios de los elementos esenciales de la película.

El “Bambi”esencial

Una de las reglas con las que Police y su equipo se manejaron fue: “Bambi se enloquece cuando hay poca acción”. Como lo explica la directora de arte: “Cuando Bambi se pelea con Ronno o se enamora, las cosas realmente cambian. Las paletas de color se vuelven estrafalarias y el diseño, casi surrealista. Realmente nos divertimos mucho con ello”.

Otra regla, por ejemplo, era: “Debido a la influencia de Tyrus Wong, Bambi no se avergüenza de ser simple”. Esta regla se refiere al artista chino cuyas pinturas de influencia asiática establecieron el tono visual de gran parte del original. “Él realizó exquisitas obras en pastel muy parecidas a acuarelas, que recuerdan a pantallas chinas o japonesas”, describe Police. “Tenían simpleza y elegancia. Él era muy selectivo en la selección de elementos del entorno y la atmósfera. Eso fue algo que nosotros intentamos aportar a nuestra película”.

Pero, como reconoce Police, una cosa es conocer las reglas y otra es aplicarlas: “No me imagino otro estilo tan difícil de realizar como el de BAMBI. Requiere un alto nivel de habilidad por parte de todos, aun para comenzar, al combinarlo con el original. No es algo convencional como en las realizaciones estándar de bajo presupuesto. En el medio hay muchas pruebas; es como una pieza artística. Fue difícil hallar a la gente que pudiera lograrlo”.

Tras conformar un equipo de artistas de elite con el talento y las habilidades necesarios, Police tomó una decisión audaz: llegó a la conclusión de que la mejor manera de recrear la apariencia y la sensación del film BAMBI original era utilizar un software de pintura digital. El software elegido – Corel painter – permitió a los artistas crear pinceladas virtuales que copiaban los fondos del BAMBI original, muchos de los cuales habían sido pintados al óleo. Así describe el resultado: “Logramos las mezclas y las difusiones de colores que de otra manera no podrían haberse logrado”.

Incluso, las computadoras permitieron a los artistas incorporar ocasionalmente fondos del film original a la nueva película. “El truco fue utilizar herramientas de software para cortar porciones gráficas específicas de los fondos de BAMBI y transferirlas a los fondos nuevos”, explica el director de presentación Olivier Adams. “Podía ser un bosque a la distancia, algunas ramas, árboles, pasto o la textura musgosa del suelo. Hacer esto contribuyó a que el estilo artístico mantuviera la consistencia”.

Antes de comenzar con el proceso de animación, los realizadores tuvieron la suerte de tener una audiencia con dos legendarios animadores de Disney, Frank Thomas y Ollie Johnston, quienes trabajaron en el film original.

“Pudimos ir a la casa de Frank y hablar con él acerca de cómo fue hacer el BAMBI original”; cuenta Cramb, la productora de unidad de Sidney. “Fue sorprendente poder conversar con uno de los artistas a quien tenemos en tan alta estima. Brian contó la historia y Frank dijo que esta era una de las más bellas secuelas que hubiera conocido”.

Junto con sus reminiscencias de la Edad de Oro de las realizaciones animadas, Thomas y Johnston transmitieron ciertas perlas de sabiduría que los nuevos realizadores tomaron a pecho: “Dijeron que todo lo que hicieron en Bambi revelaba emoción y los hacía pensar”, recuerda Deja. “Nos aconsejaron: ‘Dejen que eso guíe su animación, no solo animen. Tienen que preguntarse qué piensa el personaje y por qué se siente de determinada manera’. Eso fue lo que debimos hacer aun antes de comenzar a animar”.

Para prepararse para la tremenda tarea que tendrían por delante, los animadores de Australia hicieron un viaje de campo nocturno a Mudgee, a unas cinco horas de Sidney, donde tomaron lecciones de anatomía de los ciervos en vivo. Se llevó a profesores de actuación al estudio, a fin de discutir la personalidad y el lenguaje corporal, así como para crear conciencia del desarrollo emocional entre los personajes. “Hasta allí llegó el entrenamiento”, dice Cramb. “Luego, todo estuvo en manos de gente realmente muy talentosa, con una increíble habilidad natural”.

Y resultó que los animadores enfrentaron algunos de los desafíos que sus predecesores habían enfrentado hace más de sesenta años. Por ejemplo, Cramb aprendió de Frank Thomas que una de las razones por las que el Príncipe del Bosque estuviera tan poco tiempo en pantalla en el film original era la dificultad de animar su cornamenta. Utilizando una pequeña silueta de ciervo que manipularon en diferentes posiciones en una caja de luz, los pioneros de Disney siguieron el rastro de la cornamenta a mano en cuadros de animación. Peor la inconsistencia de las líneas tendía a darles a los cuernos una apariencia flexible. Dada la importancia del personaje del padre de Bambi en la secuela, Cramb y su equipo sabían que la única opción era hallar la manera de superar este obstáculo.

Nuevamente, el desafío de la gran cornamenta

La solución que encontraron fue animar al ciervo en 2-D y luego, un animador CG creó un modelo de computadora en 3-D para la cornamenta, que luego fue escaneado y agregado a la cabeza del Gran Príncipe. Este es un proceso similar al utilizado para crear la cornamenta de Moose en Brother Bear, de Disney, en esencia un equivalente en computadora al procedimiento que los primeros animadores realizaron en la caja de luz.

Este abordaje digital obtuvo la aprobación de Johnston, según recuerda Cramb: “Él dijo que si en esa época hubieran tenido acceso a computadoras, es lo que habrían hecho”.

Pero las consideraciones técnicas sólo eran un aspecto del proceso de animación, el cual llevó 16 meses y requirió 250 integrantes del personal de Sidney en diversos momentos. Lo que demandó las mayores habilidades y compromiso fue el desarrollo de la expresión y las cualidades humanas de los personajes. Dice Cramb: “El desafío es lograr que los personajes no solo actúen, sino llegar aun punto en el cual nos olvidemos de que Bambi y el Gran Príncipe son ciervos, debido a la gran emoción que sienten”.

Observa Deja que este matiz emocional es particularmente llamativo en la interpretación del padre de Bambi: “En todas las escenas donde se supone que el Gran Príncipe debe ser regio y autoritario, seguimos sabiendo lo que él siente por su hijo. Se ve en las miradas o cuando empieza a jugar con Bambi. Incluso cuando trata de dormir y Bambi continúa hablándole. Esto lo hace un personaje entrañable”.

La exuberancia y los encantadores fondos también contribuyen a transmitir el cambiante tono emocional del film a través del uso del color, la iluminación y la composición. Un claro ejemplo es la escena en la cual Bambi encuentra a su mamá en un sueño. Así la describe el director de presentación Olivier Adams. “Ocurre en el curvado y elegante claro del bosque. No hay áreas oscuras o sombrías; los fondos son claros y juegan con la calidez de los colores amarillos y anaranjados. En la secuencia no hay tristeza sino felicidad y amor. Las alas batientes de la mariposa acentúan el latido del corazón de Bambi y su emoción al descubrir a su mamá y el pasto que se mueve suavemente aporta vida y una suave atmósfera al fondo”.

Al final, el proceso de animación fue de constante refinamiento, según Deja: “Estudiamos páginas modelo y movimientos y luego volvimos una y otra vez hasta lograr lo que deseábamos”.

La música del bosque
Cuatro canciones de premiados autores e intérpretes realzan la emoción y la belleza de
BAMBI 2 EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE

• “First Sign of Spring”, escrita por Michelle Lewis y su socio/ esposo compositor Dan Petty, funciona como la pieza central del film. “Necesitábamos esa diversión perfecta, con espíritu y pegadiza sobre la primavera: Una canción sobre nuevos comienzos y sobre abrir nuestros corazones”, dice Matt Walker, Vicepresidente Senior de Música de Walt DisneyToon Studios. “Michelle había escrito algunas canciones maravillosas para Amy Grant y para Cher, entre otras, y posee el encanto y estilo adecuados. Cuando escuchamos su voz en el demo original, simplemente supimos que ella debía ser quien cantara esa canción en el film. Su voz posee tanta pureza que sería una locura intentar encontrar a alguien más perfecto”.

• “There Is Life” está escrita por David Friedman e interpretada por la multi-ganadora del Grammy Alison Krauss. “David Friedman, quien proviene del mundo del teatro de Nueva York, también ha trabajado en varios filmes clásicos de Disney como Aladdin, Beauty and the Beast y Pocahontas como arreglador y director, así que , definitivamente, entiende nuestro mundo”, afirma Walker. “Las canciones de David suelen tratar sobre las pérdidas y cómo salir adelante luego de ellas, con una bella y sutil espiritualidad. De modo que esta era una elección obvia para el film. Trajimos a David a L.A. para que viese algunos bocetos iniciales de historia; tanto se conmovió que escribió la canción entera en el avión de regreso a Nueva York. Creo que no hemos cambiado nada de ese borrador: las emociones eran tan potentes y verdaderas que simplemente surgieron. Y nos emociona haber encontrado la voz perfecta para cantar esta canción: Alison Krauss. Ella es la voz del bosque, quizás la de la madre de Bambi, si se quiere interpretarla de esa manera. Es un sueño y un honor contar con ella en este proyecto; su voz es pura magia”.

• “Show Me (How the World Looks Through Your Eyes)”, escrita por los compositores ganadores del Oscar y del Grammy Richard Marx y Dean Pitchford e interpretada por Martina McBride, es la primera canción de los créditos finales. “El tema de padre e hijo realmente resonaba en Richard y Dean, de modo que escribieron una canción bella y optimista”, observa Walker. “Originalmente fue escrita para el montaje en medio del film, pero era tan grandiosa y energética que decidimos dejarla para los créditos finales. La letra resume realmente el tema del film, el de un padre y un hijo que dejan de lado sus diferencias y logran un punto de encuentro. Es potente… y muy divertida. Martina Mcbride estaba en nuestra lista de ‘vocalistas soñados’ desde el inicio del proyecto, así que es un honor y una emoción contar con ella en este film”.

• “Healing of a Heart”, escrita por Marcus Hummon e interpretada por la estrella australiana del pop Anthony Callea, es la segunda canción de los créditos finales. “Somos fanáticos del trabajo de Marcus con los Dixie Chicks y, más recientemente, con los Rascal Flatts; él también encabezaba nuestra lista para BAMBI 2 EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE”, recuerda Walker. Cuando nos encontramos, los conceptos de sanación y perdida lo tocaron tan profundamente que escribió esta maravillosa canción. Cuando pensamos en BAMBI, puede que no pensemos inmediatamente en una canción gospel del Sur, pero esta encaja perfectamente en el film”.

Al pensar en la música de findo para BAMBI 2 EL GRAN PRÍNCIPE DEL BOSQUE, los realizadores estuvieron de acuerdo en que sería esencial emular la música inspirada en los clásicos de Edward Plumb, la cual desempeña un papel fundamental en el BAMBI original. Para ello, se recurrió al compositor nominado al Oscar® Bruce Broughton, cuyos créditos en la animación incluyen el éxito de 1990 de Disney The Rescuers Down Under y más recientemente, Mickey, Donald, Goofy: The Three Musketeers.

“La música original de BAMBI es esencialmente un bello poema en tono sinfónico, rico y con inolvidables melodías, elegantes orquestaciones y un uso generoso de las voces”, describe Walker. “Si bien nuestros filmes recientes han presentado músicas más contemporáneas con énfasis en la comedia, en este caso nos inspiramos en BAMBI. En realidad, en nuestro film citamos varios de los temas de BAMBI –“Love is a Song”, por ejemplo– de modo que necesitábamos asegurarnos de que nuestros temas originales sonaran bien junto a los de 1942. Utilizamos mucha de la orquestación que se identifica con cada personaje en el film original. Bruce Broughton resultó ser una obvia elección y su desempeño va más allá de nuestras más ambiciosas expectativas”.
 

IR A ACTORES Y REALIZADORES

 

 

 

 

 FESTIVALES RETROSPECTIVAS ESTRENOS Y NOVEDADES  

 ENTREVISTAS INFORMES CRITICOS CONTACTENOS