"HAPPY FEET:

 EL PINGÜINO"

de George Miller

 

 


En el gran país de los pingüinos Emperador, en el corazón de la Antártida, es necesario saber cantar. Eso es una desgracia para el desafortunado Mumble (ELIJAH WOOD), ¡porque él es el peor cantante del mundo! Obviamente su arte no es el canto ¡pero sí el baile! y lo suyo…es el zapateo americano.
Su mamá, Norma Jean (NICOLE KIDMAN), piensa que su hijo es muy bueno bailando. Pero su papá, Memphis (HUGH JACKMAN), no piensa que esa sea “una cosa para pingüinos”. En lo que sí están de acuerdo ambos padres, es que sin una canción de amor, es posible que su hijo nunca encuentre una pareja.
La amiga de Mumble, Gloria (BRITTANY MURPHY), es la mejor cantante de los alrededores. Es una suerte que el destino los pusiera juntos. Mumble y Gloria se sintieron muy unidos desde el momento mismo en que salieron de sus respectivos huevos. Sin embargo, a Gloria le cuesta entender la rara tendencia de su amigo por bailar.
Mumble es distinto. Así al menos lo considera Noah el Anciano (HUGO WEAVING), el severo líder de la Tierra de los Pingüinos Emperador, que al final, lo echa de la comunidad.
Fuera de su casa, Mumble se encuentra con un grupo de pingüinos, que decididamente no tienen nada que ver con los Emperador. Son los Amigos Adelias. Con Ramón (ROBIN WILLIAMS) al mando de los Adelias, los pingüinos inmediatamente aceptan a Mumble con sus bonitos bailes, y lo invitan a divertirse con ellos.
En la tierra de los Adelias, Mumble busca el consejo de Lovelace el Gurú (también con la voz de ROBIN WILLIAMS), un loco pingüino salta rocas que contesta cualquier pregunta a cambio de una piedra.
Mumble, junto con Lovelace y los Amigos Adelias cruzan vastos territorios y tienen grandes aventuras, que les hacen darse cuenta que cuando uno es fiel a sí mismo, puede transformar el mundo.

Warner Bros. Pictures en asociación con Village Roadshow Pictures, presenta una producción Kennedy Miller, en asociación con Animal Logic Film. “Happy Feet: El Pingüino” es una película de George Miller, con las voces de Elijah Wood, Robin Williams, Brittany Murphy, Hugh Jackman, Nicole Kidman, Hugo Weaving y Anthony LaPaglia. La película también ofrece el zapateo americano de Savion Glover.
“Happy Feet: El Pingüino” fue dirigida por George Miller, quien co-escribió el guión con John Collee, Judy Morris y Warren Coleman. La película fue producida por Doug Mitchell, George Miller y Bill Miller, con Zareh Nalbandian, Graham Burke, Dana Goldberg, y Bruce Berman como productores ejecutivos. Música original de John Powell. La banda sonora incluye canciones cantadas por Prince, Yolanda Adams, Fantasia Barrino, Gia Farrell, Chrissie Hynde, Patti LaBelle, k.d. lang, Jason Mraz, y Pink.

“Happy Feet: El Pingüino” es distribuida por Warner Bros. Pictures, una compañía de Warner Bros. Entertainment, y en territorios selectos por Village Roadshow Pictures.
www.happyfeetmovie.co.uk




SOBRE LA PRODUCCIÓN

-“Si ‘Babe’ fue la película del ‘cerdito que habla’, esta es la película del ‘pingüino que baila’”- dice George Miller comparando “Happy Feet: El Pingüino”, su trabajo más reciente, con la película 1990. El co-escribió, produjo y dirigió “Happy Feet: El Pingüino”. La idea de una historia sobre un pingüino Emperador - que fuera excelente bailarín de zapateo americano - se le ocurrió viendo una serie de documentales sobre la fauna de la Antártida.
-“Hay una sola cosa que me atrae al realizar un proyecto, no importa si es ‘Mad Max’, o historias sobre cerditos o pingüinos, y eso es: la fuerza de la historia- comenta Miller - “¡La historia es lo más importante! Lo seductivo de trabajar en una película, es que uno puede ir al mundo que quiera al tratar de encontrar un relato que tenga un fondo significativo. Por eso no hay mucha diferencia entre ‘Mad Max’, ‘Babe’, o las criaturas de “Happy Feet: El Pingüino”.
-“La vasta naturaleza de la Antártida siempre me atrajo”- continúa el director –“Hace unos diez años atrás, cuando ví la película documental sobre pingüinos de la BBC/National Geographic, ‘La vida en el congelador’ (‘Life in the Freezer’), me dí cuenta que había una gran historia para contar allí. Los pingüinos tienen vidas extraordinarias, alegóricas a la raza humana al comparar nuestras conductas: su manera de sobrevivir en el fin del mundo, agrupados para combatir el frío, compartiendo el calor, cantando para encontrar su pareja”.
Miller se refiere a la canción de amor de los pingüinos Emperador, y a su manera de poder identificarse el uno al otro entre medio del inmenso grupo. –“A nuestros oídos suena como si fueran graznidos”- aclara el director –“pero para los pingüinos es como una canción. Debe haber unos 25 mil pájaros en los hielos de la Antártida, cada uno tiene una canción única ‘personal’, y de esta manera se las arreglan para poder encontrarse mutuamente, entre la multitud y la cacofonía”.
-“La película cuenta la historia del pingüino Mumble, desde el momento en que sus padres se juntan, luego, su nacimiento cuando él sale del huevo, su vida de pollo, hasta que llega a ser un pingüino adulto. Relata entonces sus experiencias al tratar de encontrar su lugar en el mundo”.
Mumble nace en una comunidad de pingüinos Emperador, y con el tiempo comprueba que es un pésimo cantor. Entonces sus padres lo llevan a lo de una maestra para que le enseñe a expresar sus más profundos sentimientos. ¡Cuál no sería la sorpresa cuando esos sentimientos salen en forma de baile! Eso es muy raro en su comunidad.
Con el tema de la canción de amor, Miller incorporó música y baile a la historia, incluyendo algunas canciones contemporáneas y clásicas, y varios estilos de danzas.
-“‘Happy Feet: El pingüino’ se inició mucho antes que saliera ‘March of the Penguins’”- explica Miller, contestando a la pregunta que le hacen frecuentemente – “Fue una suerte que el documental haya sido tan exitoso, porque de esa manera, aumentó el interés del público por ver nuestra película, realizada con animación por computadoras”.
 


LOS PERSONAJES Y LA SELECCIÓN DE ACTORES

Para darle vida al personaje principal –Mumble- se necesitó un gran equipo de genios técnicos y voces especiales. La co-escritora Judy Morris comenta: -“A Mumble le interesa descubrir cosas nuevas. Quien fuera que le diera su voz, debía tener la capacidad de transmitir inteligencia e inocencia a la vez, y al mismo tiempo ser simpático y tener buena onda. Necesitábamos un actor con verdadera capacidad para todo ello, y lo encontramos en Elijah Wood”.
-“La confianza y consciencia de sí mismo de Mumble es extraordinaria”- dice Wood. El actor interpretó a otro ser con mucha determinación en la trilogía de películas “The Lord of the Rings”- “El se rehúsa a creer que su gusto por bailar sea un problema, y no quiere dejar de lado esa parte de su ser que lo hace único. Mumble dice ‘dicen que tengo esta rareza, pero en realidad, para mí no es raro, es raro para los otros. A mí me gusta, o sea, que son los otros los que tienen que avenirse a ello’”.
Wood está muy orgulloso de poder transmitir un mensaje, a través de Mumble, para que los niños, y también los adultos, se acepten a sí mismos. -“Es muy importante que la gente se dé cuenta que no deben dejar de lado las cosas que los vuelven únicos, especialmente con respecto a la otra gente”.
Si bien Wood dio su voz al pingüino Mumble, las canciones de amor que canta están expresadas por otro talentoso artista: Savion Glover. -“Yo puedo entender y relacionarme mucho con Mumble”- confiesa Glover - “porque si bien soy fiel a mi forma de arte, que es el zapateo americano, no soy muy buen cantante. Yo traté de serlo, y voy a seguir tratando, pero reconozco que soy mucho mejor con mis pies, al igual que Mumble”.
-“También me identifico con Mumble en cuanto a eso de sentirse como sapo de otro pozo”- continúa Glover - “en la escuela él no se siente a gusto. Yo soy un bicho raro también, un bicho raro que baila”.
Sumándose al grupo de talentosas voces, hay dos primerísimas estrellas australianas: Hugh Jackman en el papel del padre de Mumble, el pingüino Memphis; y Nicole Kidman, su madre, el pingüino hembra Norma Jean.
-“Memphis es un pingüino buena onda”- dice Jackman, actor ganador del premio Tony, por su interpretación del “hijo preferido de Australia”, Peter Allen, en la exitosa obra que se ofreció en Broadway, “The Boy From Oz”. Jackman continúa diciendo: -“Memphis realmente ama a Norma Jean. Cuando se enamoran el uno del otro, él es el pingüino más feliz del mundo”.
Kidman ganó un premio de la Academia por su interpretación de Virginia Woolf en “The Hours”. “Happy Feet: El Pingüino” no es la primera película en la cual ella canta. Ya lo había hecho en el papel de Satine, al filmar “Moulin Rouge”, de Baz Luhrmann.
-“Fue maravilloso volver a trabajar con Nicole”- dice Miller -“Ella es especial. Cuando el productor Doug Mitchell la llamó para proponerle el papel, ella aceptó de inmediato. Más tarde yo le pregunté porqué había aceptado el papel sin ni siquiera haber leído el guión, y ella contestó que, dada nuestra relación, nunca hubiese dicho que no. Me quedé muy impresionado por su gentileza”.
-“Al principio de la película, cuando uno vé a Norma Jean, muchos pingüinos jóvenes están interesados en ella. Norma Jean tiene una manera especial de bambolarse al caminar, y una voz muy especial. Es muy bonita y sexy. Pero ella sólo tiene ojos para Memphis”- dice Kidman - “Después, juntos tienen un bebé, y desde el primer momento en que ella vé a Mumble, siente amor por él. A ella poco le importa que su canción de amor no suene bien. Norma Jean piensa que Mumble es perfecto tal como es, y esa es la manera que una madre siente por sus hijos”.
-“Lo que me gusta de Norma Jean, es que es la única en la comunidad que verdaderamente cree que Mumble no tiene nada de raro” – agrega Miller - “Ella toma la parte de su hijo”.
En cambio, Memphis se culpa a sí mismo por lo “diferente” que es Mumble, por un accidente que ocurrió cuando él era tan solo un huevo.
Comenta Jackman - “En gran parte de la historia, Memphis es infeliz por hacer justo lo que Mumble se niega a hacer: dejar de ser él mismo”.
-“Memphis y Norma Jean quieren que Mumble sea feliz”- dice Kidman - “Pero a Memphis le cuesta aceptar que Mumble baile, por eso Norma Jean trata de ayudarlo a comprender. Ella le dice ‘Tal vez Mumble no sea exactamente como tú, pero es tuyo. Quiérelo tal como es’. Solamente cuando Mumble le muestra a su padre que todo va a estar bien, la familia se vuelve a unir”.
-“Yo estoy muy orgulloso de la familia que logramos formar” – dice ufano Miller -“Hugh, Nicole y Elijah en verdad le dieron al relato gran calidez”.
El pingüino hembra que hace saltar el corazón de Mumble, es la audaz y decidida Gloria, con la voz de Brittany Murphy. -“Gloria es la mejor cantante de toda una generación de pingüinos”- afirma Miller- “por eso, era necesario que la actriz que le diera su voz no sólo tuviera buena voz al hablar, sino también una voz inspiradora al cantar”.
Murphy es conocida por varios papeles que desempeñó previamente, pero nunca había cantado frente a las cámaras. –“Yo no sabía que Murphy podía cantar hasta que alguien me mostró una prueba que ella hizo”- recuerda el director- “Brittany había aprendido canto aún antes de aprender a actuar. Cantó dos canciones en la película, y lo hizo maravillosamente bien”.
La canción de amor de Gloria es clave en la historia de Mumble. Su canción, es una versión lenta de “Boogie Wonderland”, y es la verdadera expresión de su personaje. Pero cuando Mumble le ruega que escuche la música que él produce con sus patas, la canción de Gloria finalmente encuentra su ritmo, y algo nuevo comienza a surgir.
A Murphy le gusta la música desde siempre, y dice que esa pasión por expresarse a través de una canción, era una idea con la cual ella se identifica. -“Aunque Gloria sabe que tiene talento, su canción en realidad le sale desde adentro. Es su manera de expresar sus sentimientos y pensamientos más íntimos, tal como lo hace Mumble con sus pies”.
A la actriz inmediatamente le gustó su personaje. -“Gloria tiene mucha confianza en sí misma, es fuerte, fresca, y es puro corazón. Ella tiene muy buenas intenciones, y nunca tiene miedo de hablar. A mí me gustaría tener una amiga como ella”.
El personaje de Murphy es totalmente devoto a su amigo Mumble, sin embargo, los ancianos de la comunidad no comparten su punto de vista. Entre ellos el irascible Noah, a quien da voz Hugo Weaving.
-“Hugo tiene una voz encantadora”- dice Miller- “pero confieso que lo empujé hasta su límite. En una de las escenas, él debe gritar contra el viento de una gran tormenta y contra mil voces que cantan”.
Deambulando por los territorios de la Antártida, Mumble finalmente encuentra verdadera camaradería en un lugar inesperado, con los amigos Adelias, un grupo de cinco graciosos pingüinos latinos. Ellos son mucho más pequeños que Mumble, pero su personalidad sin duda es mucho más grande. Su jefe es Ramón, el más ruidoso de todo el grupo. Los Adelias se hacen amigos de Mumble muy inmediatamente, y por primera vez en su vida, Mumble siente que está en su lugar, y que lo aceptan tal cual es.
Los Adelias dicen que los movimientos de Mumble son “accidentalmente buenos”, y le enseñan a gozar verdaderamente de la vida.
Para darles a los Adelias la chispa y vivacidad que necesitaban, Miller buscó directamente al más reconocido maestro: el legendario comediante Robin Williams, quien es la voz de Ramón. -“Con tan solo saber que George Miller iba a dirigir la película, acepté el papel”- declara Williams - “Me refiero a que este hombre trabajó con cerditos que hablan, y esta película es ‘La Marcha de los Pingüinos’ que se encuentra con “Riverdance’”.
Habiéndose asegurado a Williams para darle voz al frenético Ramón, Miller trató de conseguir comediantes reconocidos de la comunidad latina. Carlos Alazraqui, Johnny Sánchez III, Jeff García y Lombardo Boyar prestaron respectivamente su voz a Néstor, Lombardo, Rinaldo y Raúl.
-“George quería que grabásemos a los Amigos en grupo, con todos los micrófonos abiertos” – detalla el co-escritor Warren Coleman -“Los actores estaban parados en un amplio círculo, para poder verse w interactuar el uno con el otro. Se picaban mutuamente, tratando de buscar las palabras o la idea que hiciera reír a todos los presentes. El ambiente que crearon, fue perfecto para nuestra película, haciendo sentir a todos que los Amigos son familia, hermanos que se quieren y se respaldan fielmente”.
-Básicamente los dejamos improvisar, y que se incitaran el uno al otro” – agrega Miller - “Y bien que lo hicieron, a rienda suelta”.
-“Éramos Los Pingüinos”- exclama Williams sobre sus co-protagonistas - “¡Cuando nos juntábamos, nos divertíamos!”
Williams disfrutó especialmente la bravuconería y el gusto por las hembras de su personaje. -“Ramón es muy bueno para encontrar piedras. En el mundo de los pingüinos las piedras son como diamantes, y Ramón sabe que a las muchachas les gustan los diamantes. Se la pasa tratando de impresionarlas. Esa es una de las razones por la que quería hacer este personaje: porque cada uno de nosotros tiene un pequeño pingüino dentro suyo. Yo quería entrar en contacto con mi pingüino macho interior”.
La energía incomparable de Williams no podía desperdiciarse en un solo papel. El actor también es la voz del excéntrico pingüino salta rocas Lovelace, el Gurú de la tierra de los Adelias, el cual también narra la historia.
Mucho del atractivo de Lovelace es su extraño “talismán”. En realidad éste no es más que un anillo de plástico de los que sostienen las latas de cerveza juntos, el cual le quedó atorado en su cuello al nadar. -“Lovelace es suave, como Barry White. Además es muy sabio. El contesta todas las preguntas de los Adelias, haciendo contacto con seres místicos, los mismos que le dieron su extraño talismán”- detalla Williams.
Al interpretar dos personajes, el actor debía crear dos personalidades distintas. -“Robin tiene talento e intuición”- opina Judy Morris - “Su actuación se parece en mucho a los bailes de Savion: algo inexplicable. Ambos son talentosos y rápidos”.
Robin no pretende ser cantante, pero cantó, y ¡nada menos que en español! – dice Miller –“y al igual que todo lo que él hace, puso todo su ser en ello”.
Completando el reparto de actores están: Anthony LaPaglia como el Jefe Skua, líder de una pandilla de pájaros que amenazan al pequeño Mumble; y las veteranas actrices Miriam Margolyes y Magda Szubanski, como las maestras de escuela de los pingüinitos, la señora Astrakhan y la señorita Viola, quienes tratan de sacar la mejor canción de amor posible del hijo de Memphis y Norma Jean. Uno de los más grandes amantes de los animales, el mundialmente famoso y ahora difunto Steve Irwin, prestó su voz a los enormes elefantes de mar que se encuentran con los Adelias y con Mumble, en la vastedad del paisaje de la Antártida.
Miller comenta: -“Tuve mucha suerte de poder contra con su voz. Robin Williams, como bien sabe el mundo entero es una fuerza de la naturaleza. Fue una experiencia maravillosa trabajar con él. También fue fantástico verlo trabajar a Robin conjuntamente con actores más jóvenes como Elijah Wood, y a los cuatro buenos comediantes que personificaron a los Amigos—Johnny Sánchez, Jeff García, Carlos Alazraqui y Lombardo Boyar”.
El director continúa: -“No hay demasiada diferencia entre trabajar con actores que actúan en un escenario, y con los que tan solo prestan su voz. Organizamos la grabación de las voces al igual que se haría con una grabación en vivo, tratando de tener juntos a la mayor cantidad posible de actores. Teníamos un reparto sensacional. Sólo se trataba de ponerlos juntos, y dejarlos hacer. Yo me esforzaba en mantener los ojos cerrados, para no dejarme seducir por las fascinantes caras que ponían los actores”.
-“Grabamos en muchos lugares distintos, según en dónde se encontraban los artistas cada vez. Hugh, Nicole y Elijah fueron grabados Los Angeles y Nueva York; Robin en San Francisco y Los Angeles, junto con Brittany y Anthony. A Hugo Weaving lo grabamos en Australia. Así que las voces se grabaron en todos lados. Para actuar se necesita estar en contacto, y todas las veces ponemos tantos actores juntos como sea posible”.

LA MÚSICA

Al principio, cuando a George Miller se le ocurrió la idea de hacer “Happy Feet: El Pingüino”, no se imaginó una película musical. -“Al ir desarrollando la historia, y dado que los pingüinos Emperador utilizan su voz para encontrar a su pareja, me dí cuenta que necesitaba tener canciones a lo largo de la película. Pero en el argumento sucede que Mumble no canta bien sino que baila bien. Entonces ví claramente que estaba en el medio de un musical. Por eso me gusta llamarla ‘accidentalmente musical’”- detalla Miller.
Miller terminó centrando el tema de la película en la canción de amor, porque la música popular es una forma de expresión de todos. Entonces los productores seleccionaron canciones significativas que dieran vida al argumento. “Happy Feet: El Pingüino” tiene diferentes estilos musicales, entre los que se incluyen rock, funk, ópera, rap, litúrgico, pop, evangélico y música latina.
-“Como todos los pingüinos se ven casi iguales era muy importante marcar la diferencia entre ellos con la voz. Voces únicas y canciones únicas. Por eso me decidí a usar un repertorio de canciones que en su mayoría son del siglo XX”- explica Miller - “Judy Morris es una enciclopedia viviente de música. Ella es una especie de iPod caminante. Judy conoce cualquier canción, y su letra, y se acuerda inmediatamente. Entre las infinitas reuniones que tuvimos para elegir la música, ella sugirió piezas inspiradoras, que venían a la medida justa que necesitábamos”.
El notable compositor John Powell, estuvo a cargo de la composición de la banda original de la película. –“Necesitábamos mucho más que un compositor para “Happy Feet: El Pingüino”, necesitábamos una persona múltiple”- confiesa Miller - “Yo quería a alguien que no pensara que se trataba de ir directo a la música pop, y que a la vez no se sintiera intimidado por la música clásica, la ópera, o inclusive el rap. John Powell comprende la música de verdad, y es un compositor lo suficientemente joven como para incursionar en varios géneros de música”.
-“John creó arreglos extraordinarios”- comenta Brittany Murphy -“Una de las canciones de Gloria, es un homenaje a Freddie Mercury del grupo Queen, ‘Somebody To Love’, canción que era perfecta para el tema de la película. Le dimos un toque de música religiosa evangelista (gospel), lo que le dio emoción y a la vez la tornó en divertida. Fue increíble trabajar con los arreglos que hizo John. Para mí él fue un guía musical genial”.
Otras de las canciones de amor del filme son: “Do It Again” de The Beach Boys; “My Way” (cantada en español por Robin Williams) de Frank Sinatra; y una versión de “Kiss” de Prince (cantada a dúo entre Hugh Jackman y Nicole Kidman). Esta última en una parte repite todo el repertorio de la película. Cuando Miller quiso cambiar la letra original de “Kiss” (para que fuera más “pingüinista”) pidió permiso Prince, que al principio dijo que no. Sin embargo más tarde, al ver un primer corte de la película, el músico no sólo accedió al cambio, sino que le gustó tanto que escribió la canción original que se toca al salir los créditos de la película.
La canción de Prince “The Song of the Heart”, también será parte de la banda sonora original de “Happy Feet: El Pingüino”, la cual será lanzada a la venta por Warner Sunset/Atlantic Records el 31 de Octubre del 2006.
El mismo álbum incluirá también: otros artistas populares como la legendaria Patti LaBelle, Yolanda Adams y Fantasia Barrino, ganadora de “American Idol’s”, todos cantando “I Wish”; Pink cantando “Tell Me Something Good”; Chrissie Hynde y Jason Mraz cantando una mezcla entre de canciones “Everything I Own/The Joker”; k.d. lang cantando la canción de The Beatles’ “Golden Slumbers”; Gia Farell con su nuevo single “Hit Me Up”; y la canción de los Brand New Heavies, “Jump N’ Move”. La música de orquesta de John Powell estará también incluída en “The Story of Mumble Happyfeet”.
-“Hugh Jackman y Nicole Kidman también cantan en la película” - aclara Miller - “Pero como Mumble el pingüino es echado de su comunidad por cantar tan mal, Elijah Wood no tuvo que cantar bien. Y en verdad ¡ni sé si él puede cantar bien en general! En un momento le pedí que cante bien mal, ¡y lo hizo maravillosamente!”
-“Aprendí mucho sobre el papel que juega la música en las películas”- declara Miller –“Miré los grandes musicales y traté de entender cuál era el centro de la coreografía, y qué hacía que una gran producción funcionase. Es claro que los bailes deben narrar algo, no ser decorativos simplemente”.

DANZA

Capaz ningún elemento musical fue tan importante a la historia como los bailes, que son la esencia de la canción de amor de Mumble.
Miller dice: -“Cuando decidí crear una película sobre un pingüino bailarín, no esperaba que los artistas digitales lograran animar un baile brillante. Después de todo, al igual que un animador, un bailarín adquiere sus habilidades a través del trabajo de toda una vida. Por eso, la mejor manera de hacer bailar a los pingüinos fue a través del proceso de Captura de Movimientos.”
Miller estaba seguro que Savion Glover era el hombre indicado para que Mumble hiciera un zapateo revolucionario. -“Dado que Mumble es un bailarín virtuoso, ¿quién mejor que Savion para interpretarlo? El inimitable baile de Savion fue filmado a través del proceso de Captura de Movimientos para que Mumble zapatease en las escenas del baile principales de la película, declara el director. –“Su ritmo es complejo y sofisticado. El zapateo americano es música que uno crea con el cuerpo, y Savion es un virtuoso. Uno puede tocar cualquier cosa, y él improvisa. En un momento le pasamos el ruido de un helicóptero, y él imitó el ruido con sus pies. Se movía tan rápido que la cámara no lo podía grabar. Mucho más rápido de lo que podían ver mis ojos. En verdad, él es extraordinario”.
Glover debutó en Broadway a los 12 años, cuando compartió el escenario con leyendas del zapateo americano como Sammy Davis Jr. y Gregory Hines. -“Savion es el último de una línea de zapateadores clásicos”- hace notar Miller – “A él le gusta el zapateo de alma, es una parte de su ser. El siente que es su obligación pasar su conocimiento a otros, y es por eso que él fue la única opción en bailarines para que Mumble tuviera su canción de amor”.
-“Estoy seguro que los niños van a ver el baile en la película, y van a decir ¡qué bueno! George hace que el zapateo americano vuelva, y yo estoy muy agradecido de poder ser parte de ello” – dice Glover - “Yo no soy el único zapateador. Estoy seguro que hay muchísimos bailarines que van a ver lo que George hizo en esta película y van a decir: ‘¡gracias, gracias, gracias!”
Judy Morris está de acuerdo con la opinión de Savion. -“El hijo menor del compositor estaba fascinado con lo que hacía Savion, y desde que lo vio lo único que hace es zapatear como loco”.
Warren Coleman cuenta sobre el extraordinario arte de Glover. -“Al principio de cada toma para la captar los movimientos, los actores se quedan quietos para que las computadoras los puedan ‘captar’. Pero de a ratos se sentía un ruido como ‘brrrrrr’…que parecía como el de una ametralladora. El técnico de sonido trataba de encontrar de dónde salía, para poder comenzar a trabajar. Se fijó en el acondicionador de aire, en las computadoras, en el equipo de sonido, en todos lados. Pero el ruido desaparecía tal como había comenzado. Más tarde Savion nos dijo que el ruido era una broma que él había hecho, con movimientos de sus pies tan pequeños y rápidos, que nadie podía detectarlos, ni siquiera estando cerca de él, bajo las poderosas luces. Nos había confundido a todos, ¡inclusive al sonidista!”
Miller es predominantemente un director de actuación en vivo, y al principio consideró que “Happy Feet: El Pingüino” fuera actuada con pingüinos de verdad, al modo de las películas “Babe”. Los pingüinos después serían digitalmente arreglados para que bailaran y cantaran. Pero la idea tuvo corta vida. -“Sabíamos que no se puede entrenar a pingüinos para que bailen”- bromea el director.
-“La acción en vivo y la animación por computadoras no son demasiado distintas. Los principios de filmación aplican a las dos”- comenta Miller - “Trabajar con animadores es como trabajar con actores que se mueven en cámara súper lenta. Uno se encuentra con el tedio de ‘una actuación’ cuadro a cuadro. La diferencia más importante es que uno pierde la sincronía de la acción. Las voces se hacen por un lado, los movimientos del cuerpo, los de la cara, las luces, el trabajo de cámaras, el vestuario y todo lo demás se hacen por otro lada, en un tiempo distinto. En la acción en vivo, todo es simultáneo.
-“Al realizar una película en el mundo digital, el material es por demás maleable. Uno puede mover a los actores, la cámara, o las luces y ponerlos donde quiera. Se puede trabajar la historia de manera más refinada que lo que normalmente se hace. Creo que esa es una de las razones por la que los cineastas de Pixar en particular, son tan magníficos para contar cuentos. Para mí, que veo las películas como una manera de relatar una historia, la oportunidad de trabajar con imágenes generadas por computadora (CGI) terminó siendo toda una revelación. Uno puede contar su cuento a un nivel que en general no es posible”.
Miller trabajó con la compañía de efectos visuales Animal Logic, ubicada en la ciudad de Sydney, Australia. Comenzó a utilizar la tecnología de Captura de Movimientos que hace posible que la acción de los verdaderos actores y bailarines sean pasadas a las imágenes de los respectivos personajes animados.
El sistema de Captura de Movimientos utiliza varias cámaras en distintas direcciones, pero en vez de grabar una imagen, las cámaras atrapan la información de varios reflectores pequeños que están pegados a un traje muy ajustado al cuerpo.
La información de los movimientos así grabada, se aplica entonces al modelo del personaje a realizar, con computadoras especiales. En el caso de Mumble, el modelo tenía la forma de un pingüino Emperador.
En “Happy Feet: El Pingüino”, se llevó la tecnología de Captura de Movimientos al límite. Miller podía dirigir múltiples actores en sus trajes especiales, en el escenario para especial para ello, y sus imágenes salían como pingüinos en los monitores de las computadoras en el mismo momento. -“Nuestro equipo llevó todo a un nivel superior”- relata Miller – “Yo podía ver en ese mismo instante a los actores moverse con forma de pingüinos, cuando ellos estaban actuando. Eso me dio la libertad de lograr exactamente lo que yo necesitaba dentro del escenario. Pude dirigir a los actores, para que se moviesen de una manera u otra, o para que imitaran el movimiento natural de un pingüino”.
-“El proceso para hacer esta película fue asombroso”- dice Glover -“Es una gratificación instantánea. En un momento yo estaba allí en el escenario, usando este traje con un montón de reflectores por todos lados, y luego podía verme como Mumble, allí nomás, en la computadora. Yo era Mumble.”
Si bien se eligió el zapateo americano como el estilo individual de expresarse de Mumble, los cineastas quisieron que hubiera otros estilos de baile en la película. Para ello Miller contó con la ayuda de la coreógrafa Kelley Abbey. -“Kelley hizo de todo. Ella, en Australia, es una excelente coreógrafa tanto en el escenario como en videos musicales. Además es una artista de primera. En la película, Abbey baila y actúa, y es el cuerpo que le da estructura a los dramáticos movimientos de varios personajes, incluyendo a los de Norma Jean, Gloria y Ramón”.
-“Hubo desafíos muy interesantes en esta película” – dice la coreógrafa Abbey-“Se supone que los bailarines se mueven, fluyen con la música. Pero los pingüinos básicamente tienen forma de pelotas con pies”.
Fue necesario que cada actor participante en la película aprendiera a moverse como un pingüino. Por lo tanto Abbey tuvo que inventar una “escuela de pingüinos”.
Sin embargo, antes de entrenar a nadie a moverse como un pingüino, Abbey tuvo que aprenderlo ella misma. –“Miré documentales. Tenía que descubrir entre las varias especies del ave, cuál era la mejor para los movimientos”.
Las investigaciones de movimientos y baile de la coreógrafa, revelaron lo opuesto de lo que cualquiera hubiera pensado. –“cuando la gente piensa en pingüinos, tal vez piensen que tienen los pies mirando para afuera, al estilo de Charlie Chaplin”- dice Abbey –“en realidad, los pingüinos tienen los pies paralelos, inclusive mirando hacia adentro, si se quiere. Como no tienen caderas, todos los movimientos parten desde su cuello”.
-“Los pingüinos sí tienen rodillas, aunque están adentro de sus cuerpos. Kelley Abbey enfatizó el parecido del movimiento de los pingüinos en los bailes, y los bailarines “pingüinizaron” sus movimientos”- explica el director.
Una valiosa fuente de información fue el Dr. Gary Miller, un experto en pingüinos y aves de la Antártida reconocido. El ofreció detalles durante las clases de pingüinos, como por ejemplo que el pico de los pingüinos Emperador “dibuja” la figura de un 8 al caminar bamboleándose.
-“La selección de bailarines era clave para el proceso de Captura de Movimientos de la danza, al igual que en las escenas de actuación” – comenta el co-director/ escritor Coleman -“Como componíamos escenas mezclando las mejores tomas de distintas capturas de movimientos, los bailarines debían tener un gran sentido de ubicación, en cuanto al lugar en el que estaban parados entre los unos y los otros. Eso nos ayudó a poner todo junto. Como nuestros bailarines tenían experiencia en obras teatrales musicales, sus movimientos eran siempre expresivos…siempre contaban una historia”.
Abbey agrega: - “Savion dio otra dimensión a la película. El es único. Siempre se expresa con los pies. Cuando Savion entra en un edificio, uno se entera. ¡Se lo puede oír!”.
La colaboración fue un éxito para ambas partes. –“Kelley ya no es más humana” -bromea Glover -“Ahora se transformó en pingüino, a partir de está película. Trabajar con ella todo fue fantástico. Me guió, me dio apoyo…tanto que comencé a llamarla ‘mi pingüino mano derecha’”.
Para lograr las vistas más amplias de las escenas de baile, Abbey y sus bailarines emplearon distintos estilos de baile. –“Al final de la película, todo el mundo finalmente es ‘uno mismo’. Los pingüinos se expresan de manera distinta. Por eso tenemos flamenco, tango y algo también de bailes irlandeses en línea (riverdancing). También pusimos un poco de bailes zulúes, africanos (gumboot), navajos, de Samoa y slap”- detalla Abbey -“Cuando los pingüinos se juntan en este lenguaje universal de la danza, todo se vuelve parte del mensaje principal de la película”.
La creencia de que existe un valor en las distintas formas artísticas de expresarse, fue una idea que creó unión dentro de escenario. – “Como bailarines, debemos agradecer a los músicos, a los letristas, a los compositores de las canciones”- confiesa Glover- “Personalmente pienso que la música y el baile son unas de las más importantes inversiones culturales creativas que tenemos. No importa qué tipo de persona es cada uno, todos tienen una canción que les hace decir ‘este soy yo, así siento’. Eso les llega.Ya sea uno un bailarín, un cantante o algo completamente diferente, música es ritmo, es nuestro palpitar. Música es vida”.

CREANDO UN MUNDO DE RITMO

-“Para hacer ‘Happy Feet: El Pingüino’, una cosa era crear unos pocos pingüinos que bailaran, pero George se había imaginado grandes escenas musicales en la película, con miles de pingüinos moviéndose al mismo tiempo. Como bailar es una forma muy personal de expresarse, George quiso que los movimientos fueran tan individuales como fuera posible”- detalla el productor Doug Mitchell.
-“Yo tenía que pensar de manera muy diferente”- dice Abbey -“la danza usualmente no necesita de complejas ecuaciones matemáticas”.
Para producir miles de pingüinos para las distintas danzas de la película, se necesitó un número relativamente reducido de bailarines, que serían replicados muchas veces. -“Antes de que comenzara la producción de ‘Happy Feet: El Pingüino’, pudimos conseguir la Captura de Movimientos de al menos cinco bailarines del escenario”- dice el supervisor digital Brett Feeney -“Al terminar, triplicamos ese número. Podíamos tener hasta 7 bailarines en el escenario, todos usando los trajes especiales con reflectores”.
Para lograr la masa de pingüinos danzantes en los virtuales paisajes de la Antártida, Abbey dividió la sala de grabación con una grilla definida. Cada bloque tenía aproximadamente el tamaño de una cancha de tenis. Eso representaba la sección correspondiente de hábitat en el mundo animado por computadora. Ella calculó que necesitaría unas 5 canchas de tenis para llenar esos escenarios virtuales con miles de pingüinos extra, para una toma en particular. Abbey coreografió una grilla por vez, y los bailarines debían moverse dentro de un especio limitado. “Dada la manera en que trabaja el sistema de Captura de Movimientos, los bailarines y yo debíamos en esencia manejar el pingüino modelo”- dice Abbey- “Por eso tenía bailarines que llegaban a ciertas marcas a lo largo y a lo ancho de la grilla, en determinada parte de la música, tal cual como si fuera un mapa. Yo les dije: -‘al final de esta línea ustedes tiene que terminar en nueve y once’. En el siguiente número, retomaban desde nueve y once y continuaban hasta la siguiente sección. La acción sucedía toda en el mismo escenario físico, y aparecía en el mundo virtual creado por computadora. En alguna parte de la tierra de los Emperador”. La información provista por Abbey y sus bailarines, después era manipulada y mejorada por varios artistas digitales (incluyendo editores de movimiento, animadores, finalizadotes de superficies e iluminadores) en Animal Logic. El resultado era el efecto que hacía ver miles de pingüinos bailando al mismo tiempo.
-“Pese a su gran número, los pingüinos extra que bailaban en las principales escenas, debían dar la impresión de que se movían individualmente” - dice el productor ejecutivo y director administrativo de Animal Logic, Zareh Nalbandian -“Como en realidad no pueden coreografiar miles de actuaciones con detalle, dados los tiempos reales de producción, desarrollamos un sistema llamado ‘hordas”’.
“’Hordas” en esencia tomaba la información de pequeños bloques de bailarines que Kelley había coreografiado, y unificaba sus movimientos”- explica Feeney - “es un truco de tiempos que orgánicamente compensa los movimientos. Utilizando un programa especial, uno puede poner juntas 30 ó 40 piezas de Captura de Movimiento, y replicarlas, para dar la impresión de medio millón de piezas. El efecto logró que los pingüinos parecieran estar haciendo el mismo paso de baile, pero con su estilo particular. Al principio estábamos muy orgullosos de haber originado diez mil pingüinos. Pero cuando George lo vió, quiso que dobláramos el número. Luego sucedió que cada vez que lo veía nos pedía que dobláramos el número una y otra vez. Creo que mientras más pingüinos veía George, más pingüinos quería.”
“Happy Feet: El Pingüino” no sólo llegó a tener más de diez mil “actores” actuando, y esos actores son pájaros blancos y negros que potencialmente se ven iguales”- dice Miller.
El supervisor de personajes Aidan Sarsfield comenta: -“Nuestro primer obstáculo fue cómo crear personajes distintos, entre un grupo que si decimos la verdad, parecían todos iguales. Fue allí en donde comenzó el proceso de individualización de los pingüinos”.
El Director de Multitudes, Greg Van Borssum agrega: -“En cuanto a los fondos de los pingüinos, cambiamos su apariencia levemente. Pero nos dedicamos especialmente a que su aspecto y acciones estuvieran dentro de la gama que uno encuentra en la naturaleza. La verdadera diferencia se creó al animar las caras de los personajes principales, en primer plano”.
Muchos de los personajes tienen leves características distintivas, como por ejemplo Mumble tiene unas plumitas que parecen un moño en su cuello, y ojos azules, otro ejemplo son las plumas en la cabeza de Ramón. La animación principal es lo que da a los personajes sus diferencias y crea los gestos faciales. Miller fue meticuloso hasta en el último detalle. Gracias a eso, los espectadores pueden seguir a los personajes, inclusive en los grandes grupos.
Otro recurso que se utilizó para asegurarse que los personajes “estrella” no se perdían en la multitud, fue el trabajo de cámaras. –“Utilizamos un tipo de filmación distinta de la mayoría de las animaciones, porque las tomas en esta película son comparativamente largas en duración”- detalla el director Daniel Jeannette.
El diagramador y director de cámaras David Peers explica: -“Una película promedio tiene unas 2 mil ediciones. Nosotros tuvimos unas 800. Nuestra película juega con tomas más largas, diseñadas para poder experimentar la historia junto a los personajes, y para ayudar a seguirlos cuando se mezclan con multitudes esencialmente monocromáticas”.
Animal Logic desarrolló otra herramienta para la Captura de Movimientos, llamada “adaptación de entramado de terreno” (“lattice terrain adaptation”), la cual permitió a Miller dirigir cómo los personajes interactúan con su entorno en tiempo real.
Gracias a la herramienta de “adaptación de entramado de terreno”, aunque yo veía a los actores en un escenario plano negro, en el monitor de la computadora aparecían en una franja de hielo en la tierra de los Emperador o en la tierra de los Adelia”- detalla Miller- “La computadora podía crear las colinas y valles virtuales de los escenarios. Yo tenía la mejor actuación en el paisaje perfecto. Podía ver a los personajes en el monitor subiendo una colina, o inclusive cayéndose de ella”.
-“Nadie había anticipado ese adelanto de tecnología al comenzar la producción”- cuenta Feeney- “Tuvimos que seguir innovando cada día. Para nosotros fue todo un desafío seguirle el paso a George, y hacer realidad su visión”.
-“Para un director es una cosa extraordinaria”- dice Miller con entusiasmo – “Uno tiene el mundo real frente a sí, y un mundo virtual. Lo dos suceden simultáneamente. Uno puede manipularlos como quiera. Siento que tengo mucha suerte de estar vivo y estar trabajando como director y también de que esta tecnología exista. Yo no me puedo imaginar hacer esta película de otra manera”.


 

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