"STARSKY & HUTCH"

de TODD PHILLIPS

   

 

  El detective David Starsky (BEN STILLER) es el más dedicado miembro de la policía secreta en las feroces calles de Bay City, California. Maniático de su trabajo, cuando está de servicio no hay delito que no sea castigado... y él está siempre de servicio. Y está bien que así sea porque, metafóricamente, él tiene que calzarse unos zapatos muy grandes: su madre fue una leyenda de la fuerza, una de las mejores policías de la historia de Bay City. Pero mientras que su madre trabajó con la misma persona durante toda su carrera, debido a su extremo celo por su labor de policía, Starsky pasa velozmente de un compañero a otro, más rápido aun que su amado Gran Torino.
El detective Ken “Hutch” Hutchinson (OWEN WILSON) tiene una carrera con sus propias características: es un buen policía, pero su personalidad arriesgadamente tranquila y el deseo de dinero rápido a veces conspiran contra un trabajo bien realizado. Posee instintos excelentes; sólo necesita un poco de enfoque para mantenerse en el costado admisiblemente menos redituable de la ley. El exasperado Capitán Dobey, de la Policía de Bay City (FRED WILLIAMSON) ha encontrado la solución perfecta para dos de sus mayores problemas: reunir a Starsky y a Hutch y ponerlos juntos en la calle.
El primer día en que los dos desparejos luchadores contra el delito comienzan a trabajar en equipo, aparece un “flotador” en la costa de Bay City. Con la ayuda del informante callejero Huggy Bear –la dinamita de Starsky-, la pareja de detectives comienza a develar un misterioso asesinato. Al investigar la primera pista, los jóvenes conocen a Staci (CARMEN ELECTRA) y a Holly (AMY SMART), porristas de Bay City que están más que ansiosas por colaborar de la manera que puedan.
Todas las señales parecen apuntar al acomodado hombre de negocios Reese Feldman (VINCE VAUGHN), pero Starsky y Hutch parecen no ir en su contra. Sin que ellos lo sepan, Feldman ha concebido un plan para frustrar a la DEA, al planear el negocio de drogas más grande y lucrativo de su carrera.
El singular dúo utilizará sus habilidades más ocultas, su duro conocimiento de las calles y su impactante presencia física para resolver el caso y asegurarse de que el delincuente las pague. Porque, al decir de David Starsky: “En Bay City, cuando cruzas la línea, tus huevos son míos”.

Warner Bros. Pictures y Dimension Films presentan una producción de Riche-Ludwig/Weed Road/Red Hour, Starsky & Hutch, protagonizada por BEN STILLER y OWEN WILSON. Dirigido por TODD PHILLIPS, el film está también protagonizado por VINCE VAUGHN, JULIETTE LEWIS y SNOOP DOGG. El guión es de JOHN O’BRIEN, TODD PHILLIPS y SCOT ARMSTRONG; la historia es de STEVIE LONG y JOHN O’BRIEN, basada en los personajes creados por WILLIAM BLINN. El film está producido por WILLIAM BLINN, STUART CORNFELD, AKIVA GOLDSMAN, TONY LUDWIG y ALAN RICHE y su productor ejecutivo es GILBERT ADLER. La dirección de fotografía es de BARRY PETERSON; el diseño de producción, de EDWARD VERREAUX; la edición, de LESLIE JONES y la música, de THEODORE SHAPIRO.
Starsky & Hutch será distribuida en los Estados Unidos por Warner Bros. Pictures, Compañía Warner Bros. Entertainment, y su distribución internacional estará a cargo de Dimension Films.
El film fue calificado “PG-13” por el MPAA, debido a su “contenido de drogas, situaciones relacionadas con sexo, desnudez parcial, lenguaje y algo de violencia”.


LA PRODUCCIÓN

Desde septiembre de 1975 hasta agosto de 1979, Paul Michael Glaser y David Soul protagonizaron en televisión la muy popular serie de detectives policías Starsky & Hutch, en los papeles de Dave Starsky y Ken “Hutch” Hutchinson respectivamente. No sólo rastreaban delincuentes en las sórdidas calles de Bay City cada semana, sino que, principalmente, se veían muy guapos haciéndolo: tenían la ropa y el cabello adecuados...y el auto, el amado Ford Gran Torino colorado rayado en blanco de Starsky.
Starsky & Hutch presentó un novedoso retrato de los policías: no siempre seguían las reglas y utilizaban métodos no ortodoxos para resolver los delitos más duros. Quizás lo menos ortodoxo era la asociación de los detectives con Huggy Bear, un listo e impertinente informante callejero interpretado por Antonio Fargas, quien transitaba la delgada línea entre lo corrupto y lo legal. La relación entre los dos detectives era única en cuanto a que no se tomaban muy en serio y compartían un sentido del humor que había estado ausente en series policiales anteriores, como Dragnet y Adam-12. La fresca mezcla de drama de delitos duros y ocasionales momentos de chispeante diálogo impulsó a Starsky & Hutch hasta impresionantes picos de audiencia mientras estuvo en el aire. Si bien dejó de transmitirse en 1979, el programa continuó teniendo vigencia.
En 1998, los productores Alan Riche y Tony Ludwig tuvieron la idea de realizar una nueva versión del exitoso drama policial, en forma de comedia cinematográfica. “Yo era fanático del programa”, recuerda Riche. “Pensé que tenía alma y corazón y que era muy de su tiempo – nada veleidoso. Siempre me gustó la relación entre Starsy y Hutch y pensé que se podría trasladar al cine. Sería la clásica película ying-yang: el alocado e intenso Starsky y el más lacónico Hutch. Cada uno tenía valores en cuanto a su persona, pero si los poníamos juntos, resultaba que uno más uno equivaldría a tres... Realmente se disfrutaría de estar con estos chicos.
Los productores pronto pensaron que William Blinn, el creador del programa, tendría los derechos de la película. Anteriormente ya había sido contactado para llevar el programa a la pantalla gigante, pero nunca había deseado hacerlo. “No hasta que me encontré con Alan y Tony, cuando pareció empezar a hacerse realidad”, cuenta Blinn. “Su entusiasmo realmente me sacudió”. Blinn vio que era una fresca y nueva perspectiva y se mostró ansioso por trabajar con ellos.
Riche y Ludwig se asociaron con Blinn y llevaron el proyecto a Warner Bros. Pictures, donde también se involucró el productor Akiva Goldsman. “Lo gracioso de Starsky & Hutch es que, al igual que muchos de los programas de televisión de cuando yo era niño, me evocaba una serie de recuerdos diferentes de lo que podría sentir ahora al mirarlo”, murmura Goldsman. “Lo que Starsky & Hutch engendraba en nuestra imaginación cuando éramos niños era lo suficientemente delicioso como para recordarlo y pensar: ‘¡Vaya! Eran graciosos y serios al mismo tiempo… y tan frescos’. Había algo genuino en su amistad, lo que definitivamente trabajamos bien en la película”.
Cuando Ben Stiller escuchó que Warner Bros. Pictures poseía los derechos del icónico programa televisivo, hizo saber que deseaba la oportunidad de interpretar al Detective Dave Starsky y, junto a su socio de producción Stuart Cornfeld, no tardó en convertirse en una bienvenida presencia al proyecto. “Cuando era niño solía jugar a Starsky & Hutch”, explica Stiller, “así que pensé en por qué no hacerlo como adulto. Digo, realmente existían muchas razones para no hacerlo como adulto, pero preferí ignorarlas y seguir adelante”.
“Me sorprende lo mucho que Ben se parece a Paul Glaser”, se maravilla Riche. “Es un artista muy dedicado a esta pasión por interpretar a Starsky. Fuimos muy afortunados al contar con Ben y, a partir de allí, encontramos al director adecuado y al compañero adecuado, Owen”.
Los realizadores y Stiller comenzaron entonces la búsqueda del director para el proyecto, alguien capaz de descubrir la comedia en lo que inicialmente era una serie policial. Stiller apuntó al director Todd Phillips. Luego de su éxito con la comedia adolescente Road Trip, Phillips estaba comenzando a trabajar en la historia de la crisis de vida de un muchacho, Old School. El director había sido recomendado a Stiller por varios de sus filmes y resultó que ambos se alegraron ante la oportunidad de trabajar juntos.
Stiller agradeció que Phillips aceptara sumarse al proyecto. “Todd lo consideró como si fuera un piloto fallido para Starsky & Hutch y quiso filmar la película como una película televisiva de los años ’70. Queríamos actuarla en forma simple, sin hacer hincapié en la ironía de la mirada de treinta años después. La película hace referencia a un programa que fue un fenómeno mientras estuvo en el aire y de ninguna manera deseábamos parodiarlo. No tratamos de decir ‘¡Hey, miren qué tontos que eran los ’70!’”.
“Básicamente, yo la describo como una comedia romántica entre dos hombres heterosexuales”, acota Phillips. “En cierta manera, sigue los caminos de la típica comedia romántica: al principio no se llevan bien, luego empiezan a congeniar, después se separan y finalmente vuelvan a estar juntos, mejor que nunca. Sólo que en este caso son dos muchachos heterosexuales”. Los productores y el director comenzaron entonces a trabajar con John O’Brien, un autor que ha estado desarrollando material para Weed Road Pictures, de Goldsman. Lo esencial de la historia y los rasgos de los personajes estaban delineados en un borrador que persuadió al estudio de darle luz verde al proyecto.
Phillips incorporó a su amigo y socio autor Scot Armstrong, quien previamente había colaborado con el director en Road Trip y Old School. Jugando con los momentos más ligeros del programa original, pero sin perder el sabor dramático, Phillips y Armstrong lograron desarrollar la idea en una comedia de acción con sustento propio.
Con la presencia de Phillips y de Stiller en el film, no pasó mucho tiempo hasta que Owen Wilson, el amigo de Stiller, también se incorporara al proyecto en el papel del Detective in Ken “Hutch” Hutchinson. Starsky & Hutch gira en torno a la estrecha relación entre ambos personajes, de modo que la química entre los protagonistas necesitaba ser estelar. Stiller y Wilson habían trabajado juntos en una serie de proyectos: The Cable Guy, Meet The Parents, The Royal Tenenbaums y en la favorita del público de 2001, Zoolander, donde ambos interpretaron a dos supermodelos. Starsky & Hutch vuelve a reunir a los actores por sexta vez, permitiéndoles combinar sus talentos y su química natural para brindarle un giro cómico a la serie clásica.
A Stiller le entusiasmaba muchísimo la elección de Wilson. “Parecía ser la elección natural porque nosotros somos amigos y la base de la relación de Starsky y Hutch era que ambos se agradaban y se tenían confianza. Ahora bien, yo no confío en Owen – ni por un segundo – pero él me agrada y lo encuentro entretenido; así que, excepto la cuestión de la confianza, es una clase de amistad muy similar. Y además, Owen es rubio, otro factor determinante en la elección del reparto”, bromea el actor.
El productor Stuart Cornfeld explica los mecanismos de esta combinación: “Ambos son estupendos en la comedia de improvisaciones, al captar lo que el otro hace”, describe. “Su base creativa y sus energía para la comedia son complementarias: Ben posee una presencia extrema y Owen es el otro lado de la moneda, un poco más apartado en su propio mundo. Representan el choque entre el muchacho que siempre está allí y el que no tanto, así que resulta ser una buena combinación. Ambos son chicos muy inteligentes y talentosos escritores, con una tremenda dosis de respeto por el otro”.
La explicación de Wilson de por qué fue elegido ejemplifica su compatibilidad y entendimiento profesional con Stiller: “Creo que Ben tuvo la idea de que yo podría ser Hutch porque mi cabello es rubio. No ha de haber sido más complicado que eso”. A no ser que se tenga en cuenta la excelente relación de trabajo entre ellos. “Cuando estoy en escena con Ben tengo la sensación de si funciona o no”, explica. Y también, la comodidad y familiaridad de Wilson con su papel puede deberse a que, cuando era niño, miraba con Starsky & Hutch. “Fue el primer programa que recuerdo haber seguido, y luego Magnum P.I. y Miami Vice”.
El programa televisivo Starsky & Hutch agregó el elemento “compinche” al género policial, que luego sería emulado una y otra vez, tanto en el cine como en la televisión, debido a que la relación entre ambos protagonistas cautiva al público. “Creo que parte del éxito del programa se debió a que era muy cercano a la realidad”, afirma Wilson. “En la película tuvimos como asesores a algunos detectives de L.A.P.D., quienes decían que mucho del trabajo de la policía se basa en la camaradería: gran parte del día está dedicada a atrapar delincuentes, pero hay momentos en los que hay que estar juntos y matar el tiempo haciendo bromas”.
Stiller discute la posibilidad del cierre del género: “El género de los compañeros policías está un poco agotado, pero lo bueno de esta película ha tomado una nueva dimensión, se ha despertado y se lo ve fresco y listo como un género renovado. Por ejemplo, todavía tenemos que ver a falsos mimos en un Bat Mitzvah”.
Además de Starsky y Hutch, el programa televisivo presentaba al memorable personaje regular Huggy Bear, el sagaz informante que mantenía a los oficiales al tanto de lo que investigaba. Era muy popular en la serie, de modo que estaba claro que el actor que interpretara a Huggy debía aportarle al personaje ese fluido encanto y tranquilo sentido del humor. Para Interpretara a Huggy, se eligió al talentoso actor y rappero (con discos de platino) Snoop Dog.
“Cuando éramos jóvenes, Huggy Bear era básicamente el tipo más cool de la TV”, dice Phillips. “No se veían en televisión personajes como ese. Snoop me parecía la elección lógica porque es el tipo más fresco, así que primero fuimos a él. Aporta un sentido de realidad al papel y siempre siento que la comedia se interpreta mejor desde la realidad”.
“Huggy Bear es el jugador que mantiene en conexión a la policía con la calle”, explica Snoop. “Es el único personaje capaz de aventurarse en toda clase de mundos, que puede regresar y seguir siendo él mismo”. Snoop advierte una correlación entre el proceso de su trabajo en cámara y la creación de su música: “Yo abordo todo de la misma manera: con una actitud ganadora. Llego para ganar, así que me parece que me dieron este papel porque sabían que ningún otro podría interpretar a Huggy Bear”.
“Snoop está perfecto como Huggy”, dice Stiller. “Nunca indagaron mucho si Huggy era o no un verdadero proxeneta en el programa de televisión, pero esta vez Snoop lo lleva hasta un nivel más alto. Creo que Snoop tiene la misión única de inmortalizar al proxeneta de los ’70 en el celuloide y ha realizado un trabajo magnífico”.
“La década del ’70 es la época en la que crecí, así que es un sentimiento muy fuerte el poder ver cómo cobra vida, volver a los ’70 y agregarles nuestro propio sabor”, murmura Snoop. “Y aquellos que no estaban todavía van a recibir la sensación verdadera de cómo era la vida de los ’70. Era hermosa y estoy feliz de que esta gente haya decidido hacer esta película y conectarnos con esa época”.
Ahora, resultaba absolutamente necesario que Starsky y Hutch se enfrentaran a un enemigo lo suficientemente formidable como para poner a prueba la fortaleza de su flamante asociación. Phillips se mantuvo fiel a la onda de los ’70 cuando concibió a su villano. “Si miras las películas de los ’70, siempre está la idea del villano individual, opuesta a la de hoy en día, cuando tiende a haber muchas corporaciones criminales, discos de computadora y hackers: tantas cosas involucradas que uno pierde de vista de lo que se trata la película, en verdad una comedia de personajes”.
En el caso de Starsky & Hutch, este villano singular es el sádico, aspirante a Fu- Manchu Reese Feldman, quien se ha sacado la lotería con los narcóticos al desarrollar una especie de cocaína indetectable para el gusto y el olfato. En realidad, parece ser un edulcorante artificial – un hecho que volverá a acechar al adicto al café Starsky- pero también será responsable de un momento asombroso de la historia.
El versátil actor Vince Vaughn había trabajado recientemente con Todd Phillips en Old School y el director es uno de sus mayores fanáticos. “Siempre que Vincent sea el villano, querré trabajar con él, porque para mí es uno de los mejores actores de hoy. Brinda tanto que pensé: ‘Okey, voy a hacer Starsky & Hutch. Vince no puede interpretar a Huggy Bear…¿Dónde encajría entonces?’”
La decisión de Vaughn de unirse al reparto de Starsky & Hutch como el distribuidor de droga homicida / encantador playboy / devoto padre fue fácil, en gran medida porque le presentaba la oportunidad de trabajar nuevamente con Phillips. “Todd siempre crea un entorno donde se nos permite aportar y colaborar; escucha las ideas de todos y uno se siente cómodo al expresarse”.
Reese Feldman es el estereotipo del “pesado” que atormentaba a quienes luchaban contra el delito en la serie original, pero Vaughn disfrutó de darle encarnadura al personaje, así como una mayor profundidad. “Reese tiene entre manos un negocio grande de drogas que le dará mucho dinero y que le asegurará su futuro económico. No es un verdadero mafioso; creo que se siente tentado por ese mundo, pero que aún está jugando en él. Está atrapado en un territorio ilusorio, tratando de desempeñar su rol”.
Juliette Lewis interpreta a Kitty, la devota y leal – crónicamente inocente – amante de Reese. Aunque en principio el papel era breve, Phillips sabía que Lewis podría hacerse cargo de él con solvencia. “Cuando la llamé, no había literalmente nada para ella en el guión”, recuerda el director, “pero confió en mí y me dijo: ‘No te preocupes. Lo haremos crecer y ella va a convertirse en algo más’”.
Por su parte, Jason Bateman interpreta a Kevin, la mano derecha de Reese, la mente científica responsable del desarrollo del indetectable narcótico; para Bateman, la clave de su exitosa asociación reside en una clara dinámica: “Básicamente, Kevin es la prostituta de Reese”, explica el actor con crudeza. “Reese me grita, me da unos sopapos, me arroja ceniceros a la cara, tú sabes. Y eso está bien porque Kevin está feliz de formar parte de un equipo ganador y trata de ayudarlo a Reese en lo que puede. A veces entorpece las cosas, pero lo intenta endiabladamente. Haría cualquier cosa que Reese necesitara”.
“Para la película es grandioso contar con actores verdaderamente buenos, sin importar quiénes sean”, comenta Stiller. “No hay cameos sólo por tener a conocidos en el film, sino que hay actores adecuados a sus papeles y todos ellos poseen algo escondido para aportar. Jason Bateman es una de las personas más graciosas que he conocido, con un sentido del humor cínico y ácido que realmente disfruto mucho; Juliette se hizo cargo de un papel que no era prácticamente nada en el guión y lo convirtió en una interpretación graciosa y sobresaliente”.
Amy Smart y Carmen Electra se unen al reparto como Holly y Staci, dos porristas seductoras de Bay City que se sienten atraídas por los detectives Starsky y Hutch. Smart estaba ansiosa por volver a reunirse con su director en Road Trip y dice: “Todd se involucra mucho y tiene muy buen ojo. Es muy bueno potenciando a la gente para conseguir lo que desea. Para mí, eso es lo que hace a un buen director: alguien que sabe lo que quiere y cómo llevar a todos hasta allí. Fue un enorme placer trabajar en esta película”.
Electra estaba igualmente entusiasmada ante la oportunidad: “Esta es una película en la que, honestamente, me entusiasmaba trabajar. Cuando leí el guión, me di cuenta de que era muy gracioso; sabiendo que Ben Stiller y Owen Wilson interpretarían a Starsky y Hutch, ni había que pensarlo. Y cuando me enteré de que Todd Phillips era el director... Yo soy una de sus fanáticas. Fue todo muy divertido: Ben y Owen son tan graciosos que había momentos en los que hubiera querido estallar de risa, pero obviamente tenía que contenerme”.
El reparto cuenta también con la presencia del veterano actor de cine y televisión , ex-jugador de fútbol Fred “The Hammer” Williamson, quien interpreta al Capitán Dobey, el hostigado y temperamental jefe de los detectives.


UN FILM GRACIOSO. PUNTO
Gran parte de Starsky & Hutch fue filmada en locación, con mudanzas diarias de la producción. Esta circunstancia planteó un desafío logístico y creativo al diseñador de producción Ed Vereaux, quien comenta: “Uno de los aspectos más difíciles era que nuestra Bay City de hoy está más desarrollada que la Bay City de la serie televisiva. Esa atmósfera de realidad de mediados de los ’70, con su profundidad y textura, fue la que debimos crear en cada locación”.
El rodaje de un film que refleja una determinada época presenta al equipo singulares obstáculos. Normalmente, la filmación en la locación de una calle suele implicar la coordinación de unos cientos de extras y la orquestación de docenas de automóviles y autobuses – un desafío en sí mismo. Pero cuando el film se sitúa en 1795, esos trescientos extras deben ser vestidos, peinados y maquillados adecuadamente y todos los vehículos deben adaptarse a la época. Además, se les debe prestar atención a las señales, los semáforos y a detalles de fondo que puedan resultar anacrónicos (tales como antenas satelitales, que deben ser quitadas de cuadro). Todo el set debe ser el adecuado, incluyendo calendarios, ilustraciones, revistas y anuncios. En cada uno de estos aspectos, es una situación más complicada y difícil de controlar.
“El proyecto se ve engañosamente simple, pero en verdad es uno de los trabajos más difíciles que he realizado”, revela Verreaux, quien previamente realizó diseños artísticamente exigentes, como Mission to Mars, Jurassic Park III y The Scorpion King. “Aquí no se trataba tanto del diseño, sino de hacer encajar todas las piezas del rompecabezas y de encontrar aquellas que no correspondían: teléfonos a pulso y, obviamente, celulares o botellas de Evian”.
La autenticidad era también significativa para la producción, porque los realizadores deseaban que el humor del film proviniera de los personajes y no de un entorno exagerado humor. Verreaux recuerda: “Cuando me encontré por primera vez con Todd, le dije que me parecía que mi trabajo sería crear esta realidad para él en forma simple, que no trataría de hacer que todo se viera divertido. Sólo haría que pareciera un mundo real y que estaría a cargo de él y de los actores hacerlo divertido. No era cuestión de abrir una puerta divertida, sino de abrir una puerta realista de manera divertida”.
Un buen ejemplo lo representan las casas de los personajes, que más que ser en sí mismas una broma, indican la personalidad de cada uno. “Hutch es básicamente un desaliñado y Starsky es un retentivo anal, un tipo compulsivo, pero ambos son masculinos a su manera”, describe Verreaux. “Hutch es un policía que vive al límite y no está exento de aceptar algún soborno y quizás de quedarse con algún dinero. Por su parte, Starsky es un oficial de segunda generación que intenta ser el mejor de los policías. Su apartamento es mucho más limpio y ordenado y tiene en las paredes pósters de las películas Dirty Harry de Clint Eastwood. Los colores van del marrón al beige, esos colores bastante feos que se usaban en los ’70 y con los que trabajamos”.
Para Verreaux, estaba claro que, como figura adinerada del seudo submundo del crimen, Reese Feldman requeriría un alojamiento que resaltara su sensación de grandeza. Afirma Verreaux: “Es un yuppie adulón, un tipo de clase media-alta que cree que puede salir impune del delito. Primero, hablábamos de la idea de que vive en un flamante propiedad, pero nos parecía que necesitaría algo un poco más grande. Buscamos en el área Antigua de L.A. y encontramos una casa construida en los años ’20 que se ve realmente palaciega. Nos ayuda a darnos la idea de cuál es el estilo de vida de Reese: se supone que es un gran delincuente, pero sólo es un tipo con mucho dinero”.
“Fuimos muy meticulosos en los detalles concernientes a la época”, dice Ludwig, “pero al mismo tiempo, manteniéndolos muy orgánicos con respecto al todo, sin ubicar la película en una especie de mundo surrealista de los ’70. Se verá como si hubiera sido realizada en 1975”.
Este espíritu se extendió al vestuario del film, tal como lo describe la diseñadora de vestuario Louise Mingenbach: “Tod fue muy exigente en cuanto a respetar el vestuario de la serie original. Gran parte de nuestro trabajo consistió en hallar o en crear réplicas del vestuario que utilizaban”.
“Vestimos a Owen y a Ben como a los originales Starsky y Hutch y verdaderamente se adaptaron”, describe Phillips. “Nos mantuvimos absolutamente fieles al vestuario, hasta en los más mínimos detalles. Ben usa los mismos anillos y el mismo corte de chaqueta, los mismos vaqueros y los mismos zapatos –que hicimos fabricar. Verdaderamente nos divertimos mucho haciéndolo”.
Puede que la creación del vestuario haya sido más divertida que su uso: “Los equipos eran decididamente ajustados”, recuerda Stiller. “Desde inicios de los ’60 y durante los ’70, todo era ceñido. Pero te da una sensación de protección – cuando tienes cuidado”.
El productor Ludwig, quien estuvo en contacto con la serie televisiva, cree que lo han logrado: “Antes de comenzar a hacer la película, realizamos algunas pruebas fotográficas con Ben y Owen en la playa, réplicas exactas de publicidades que David Soul y Paul Michael Glazer habían hecho para el programa a mediados de los ’70, y la semejanza resultó asombrosa. Tienen las armas, la ropa, el cabello… Están la estridente y nerviosa intensidad de Starsky y la tranquila soltura californiana de Hutch, y cuando lo manifiestan en una comedia, nos sentimos transportados”.
“Cuando uno mira la serie original, ve que no grita ‘los ‘70’”, afirma Mingenbach. “Aquí o allá había ropa deportiva, pero en general los colores eran apagados y esa fue la directiva que recibí de Todd. Es como cuando miramos All the President’s Men. Uno no se da cuenta de que es un film de época; eso no nos distrae”.
La excepción que vívidamente confirma la regla es el vestuario de Snoop, decididamente creado para llamar la atención. Mingenbach diseñó desde cero todos los conjuntos de Huggy Bear. “En la serie, Huggy Bear usaba un corbatín – se veía como un heladero”, describe Mingenbach. “Vestimos a Snoop por completo para cada escena: le hicimos un sombrero, anteojos, joyas y un bastón para cada conjunto. Los bastones debieron fabricarse a medida porque él es muy alto y los rematamos con un baño de oro o plata. Fue un proceso increíble y ese fue el vestuario con el que más me divertí”.
El mismo Snoop estaba muy conforme con los trajes de Huggy: “Quería darle más sabor al personaje de Huggy Bear porque sentía que aun cuando fuera agudo en TV, todavía le faltaban elementos; deseaba asegurarme de que sobresaliera en todo sentido”. La estrella se sintió más que cómoda con esos conjuntos tan llamativos: “Este atuendo es lo normal para mí, así que no me cuesta nada ser flexible y hacer lo que hago. Es como trabajar con ropas comunes”.
Sorprendentemente menos natural para Snoop fue el atuendo de golf que debió ponerse para una tarea secreta. Este tipo de operaciones constituían un aspecto esencial de los MO de los detectives y para el dúo fue creado un vestuario especial, como por ejemplo, el de una extraña toma de Easy Rider y... sí, también una vestimenta de mimos. Por desgracia para él, también fue Huggy quien estuvo de servicio. “Huggy es un jugador, así que viste su traje de golfista, va al campo y ya”, cuenta Snoop. “No estoy acostumbrado a vestir pantalones ceñidos, medias argyle y cosas así. Pero debía asegurarme de que todos entendieran que Huggy es durable y flexible, capaz de llevarlo a cabo”.
“Construir una realidad a partir de algo dado es más difícil”, comenta Cornfeld acerca del carácter general del film. “Es mucha responsabilidad, mucha presión porque es sorprendente lo rápido que el ojo capta un detalle inapropiado. Hacer un film de época es más desafiante, pero es divertido en cuanto a que uno realmente se traslada a otro lugar – es lo que hace que, en primer lugar, las personas hagan películas”.

EL TOMATE COLORADO
En la serie original, y tan omnipresente como sus personajes principales, estaba el Torino, llamado “El Tomate Colorado”, el cual dotó al film de una dosis esencial de autenticidad.
La producción del film requirió un total de nueve Torinos para manejar tanto las secuencias de persecución como todas las maniobras riesgosas presentes en el guión, pero el coordinador de automóviles del film Craig Lietzke no tardó en descubrir que ninguno de los Torinos del clásico programa de televisión estaban disponibles. En 1976 Ford produjo una edición limitada de 1.000 vehículos Gran Torino rojos y blancos, como el de Starsky & Hutch.
Lietzke y el coordinador de transporte Jonathan Rosenfeld encontraron dos compañías, Premiere Studio Rentals y Cinema Vehicle Services, para fabricar por encargo los nueve automóviles de la filmación, sobre la base de las grabaciones de episodios de la serie, viejas fotografías y automóviles modelo.
Cada uno de los automóviles tiene un rol específico en el rodaje. Las estrellas, utilizadas en los primeros planos, son dos perfectos automóviles “hero” (Nº 1 y Nº2) con motores clásicos Windsor de 430 caballos de fuerza. Además hay dos Torinos (Nº3 y Nº4), equipados con motores Claveland 351, que sirvieron para los las secuencias de saltos y de acción. Otros dos vehículos (Nº5 y Nº6), denominados “automóviles de remolque”, fueron específicamente utilizados para las secuencias en las que era necesario remolcar el Torino junto con la cámara. El automóvil Nº7 era un “Mic-Rig” hecho a pedido, con el cuerpo de un Torino, el cual combina un vehículo de remolque y un auto insertado en un aparato que permite a los realizadores filmar movimientos rápidos o escenas de riesgo con los actores dentro de la cabina. Un conductor de riesgo al volante del Mic Rig puede tomar las esquinas, retroceder, frenar y girar a alta velocidad, haciendo creer que es Ben Stiller quien está quemando gomas y conduciendo el Torino a una velocidad capaz de romperse el cuello.
Los au
tomóviles Nº8 y Nº9 fueron diseñados para las escenas de riesgo más elaboradas –incluyendo una en la cual Starsky conduce como un experto el Torino, directo hacia el océano. Lanzar un auto al océano requiere importantes alteraciones en lo que atañe a cuestiones ecológicas: “No puede haber ninguna clase de fluido en el automóvil”, explica Mike Walsh, jefe de Premiere Studio Rentals. “Así que la preparación consistió en quitar por completo los sistemas de frenos, el líquido de frenos, el motor, los transmisores, el radiador, cualquier tipo de material peligroso”.
Dado que el retorcido Detective Starsky nunca permite que nadie se siente al volante de su preciado Torino, Stiller debió conducir en la mayor parte del film. Durante largas horas, trabajó junto al veterano conductor profesional de riesgo Corey Eubanks y llegó a sentirse cómodo andando en reversa a 180, realizando espectaculares derrapes.
Al desarrollar los automóviles que Stiller conduciría, Walsh siguió una regla muy simple: “No exagerar. No quería excederme con la cantidad de caballos de fuerza”.
Como socio del obsesivamente posesivo Starsky, Wilson estuvo a bordo casi en todas las escenas en las que Stiller conducía… pero no parece sentir un alto grado de confianza en las habilidades de su amigo: “No consiguió conducir bien el Torino”, explica el actor. “No bromeo cuando lo digo… Él adora conducir pero no es un buen conductor, así que a mí me daba realmente miedo andar tan rápido”.
Stiller piensa diferente: “Trato de imaginarme cuál es su problema, porque siento que soy un conductor bueno y competente”, dice perplejo. “Pero otras personas parecen sentir miedo. Una vez, filmamos una escena donde giré en una esquina y me detuve con un derrape. Lo miré a Owen y su rostro se veía como un esqueleto. Y como él no es tan buen actor como para fingir hasta ser convincente, supe que era real. Todos aplaudieron y dijeron ‘¡Vaya!’, entonces yo le dije ‘Mira, Owen, dicen ‘¡Vaya!’’. Pero él me respondió: ‘No fue un ‘¡Vaya!’ positivo, sino un ‘¡Vaya, gracias a Dios que estamos vivos!’’. Francamente, pienso que sólo está celoso. Él también conduce automóviles deportivos por la ciudad ¡y no es exactamente el Señor Seguridad!”
Para equipar a los dos automóviles estrella (Nº1 y Nº2), Walsh buscó y compró todas las piezas N.O.S. (New Old Stock), todo lo que eBay temía para ofrecer. “Cada vez que alguien veía mi nombre de usuario, dejaba de ofertar, porque todos sabían que yo seguiría y seguiría ofertando. Encontré palancas, consolas, molduras, luces traseras, emblemas... lo que quisieras. Dado que estos eran los automóviles que serían enfocados en primer plano, quería que fueran perfectos”.
Esta renovación de punta a punta sirvió a un propósito importante, más allá de hacer al Torino cosméticamente apropiado: “En nuestra industria, gran parte de la performance de los vehículos tiene que depender de los efectos”, explica Walsh. “Yo deseaba que los automóviles realizaran lo que se suponía que debían hacer, pero con su propia potencia, así que mis decisiones más importantes se refirieron a preparar el exterior de la performance del automóvil. Y estos automóviles hicieron todo lo que nosotros queríamos que hicieran”.
Walsh no tardó en descubrir la gran cantidad de fanáticos que el Torino ha cosechado en todo el mundo: “Recibía e-mails de todas partes: Australia, Alemania. Inglaterra, Japón”, recuerda. Para los fanáticos, la atracción reside en los detalles y Walsh se familiarizó con los componentes visuales de la marca, por empezar, con la contundente raya blanca: “Realicé aproximadamente diez patrones de la raya antes de que me gustara”, recuerda. “Fuimos más detallistas que lo usual en un auto de película. Pero sabíamos que estos autos eran algo importante”.
Alan Riche, el productor de Starsky & Hutch, está de acuerdo: “El automóvil es una estrella y es uno de los autos verdaderamente grandiosos. Adoro escuchar cuando lo encienden: me recuerda a crecimiento, a escuchar la potencia de Detroit. Es muy atractivo”.
“Me preocupaba un poco lograr el sonido adecuado”, informa Walsh. “Probé con un par de juegos diferentes para amortiguar el sonido hasta que me gustó. En realidad, cuando estaban grabando el sonido en post-producción, salí y conduje el auto en reversas de 180 y 360. Alquilamos el Aeropuerto Agua Dulce y los muchachos de sonido iban a toda velocidad a lo largo de las pistas de aterrizaje”.
La cantidad de planeamiento, trabajo y cuidado que implicaron los automóviles de Starsky & Hutch refleja el papel esencial que éstos desempeñaron al establecer esa marca particular de actitud típica de los ’70 que hizo tan popular a la serie, un ícono de la década. O, como recuerda Stiller: “Mi mayor recuerdo de la serie es el de dos muchachos muy cool que conducían un auto verdaderamente cool”.


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