"MARÍA ANTONIETA
LA REINA ADOLESCENTE"

de Sofía Coppola

 

 

QUIERO DULCES: EL MUNDO DE “DULCES Y PASTELES” DE MARÍA ANTONIETA

A pesar de filmar en Versalles y en otras locaciones atmosféricamente ricas e históricas de Francia, Sofía Coppola quiso dar su propio estilo distintivo contemporáneo a la manera de contar la historia. Siempre tuvo una visión muy sólida de cómo quería que se viera y se sintiera la película, inspirada por las delicias sensuales de los colores que hacen agua la boca y la moda decadente que dio consuelo a María Antonieta. Mucho antes de que empezara la producción, creó un montaje que reflejaba el núcleo de la estética de la cinta.

“Definitivamente no quería su apariencia fuera estándar y genérica de la época con el vestuario rentado de siempre”, explica. “Quería más bien hacer esto con peinados, maquillaje y vestuario que se sintiera completamente exclusivo de esta película”.

En colaboración con el cinematógrafo Lance Acord, el diseñador de producción K. K. Barrett y la diseñadora de vestuario Milena Canonero, Coppola desarrolló una paleta que desafía la apariencia nebulosa del pasado, y en contraste usó colores brillantes, suaves y fotografía absolutamente moderna. Conforme crece María Antonieta, se vuelve madre y encabeza su artístico retrato que se encuentra en Le Petit Trianon, los cambios de estilo se dan en colores más naturales y ligeros, haciendo sólo un poco más oscura y austera la atmósfera en el capítulo final de la vida de María Antonieta en Versalles, cuando surge la revolución y María Antonieta encuentra el valor de la madurez.

Coppola dice de su concepto en general: “fue en gran medida una fantasía de niña; cada cuadro estaba lleno de hermosas flores, enormes pasteles, seda y adornos”.

Antonia Fraser, quien pasó años investigando la vida de María Antonieta, se asombró con la integridad de la visión de Coppola. “Me encanta la apariencia de la película”, dice. “Creo que es mágicamente hermosa. Es algo que el cine puede hacer, que yo nunca habría logrado. Puedo escribir página tras página sobre la belleza de Versalles y la gracia de María Antonieta, pero en la película es mucho más fuerte”.

Al volver a unirse con Coppola después de PERDIDOS EN TOKIO, el cinematógrafo Lance Acord se sintió atraído por el reto de hacer algo nuevo e innovador con un género normalmente serio. “Sofía y yo hablamos mucho sobre cómo poder hacer una película de época sin caer en los convencionalismos de todas las películas de época”, comenta. “Desde nuestras primeras discusiones, Sofía y yo estuvimos de acuerdo en que queríamos evitar hacer pinturas, sino más bien crear una historia imaginativa, personal y viva dentro de un pasado histórico real”.

“Adoptamos una iluminación brillante, con un enfoque muy alto”, continúa. “A menudo en las películas de época las locaciones, el mobiliario y el vestuario son deprimentes y el ambiente es oscuro, frío y sombrío. María Antonieta vivió en un mundo de lujos. Todo, desde sus muebles, hasta su guardarropa y sus sábanas eran frescos y nuevos. La paleta de colores estuvo inspirada por Ladurée. Nos emocionó mucho la idea de que podíamos abrir este mundo y darle un poco más de brillo y color”.

Acord y Coppola, que habían ya desarrollado una comunicación propia muy especial cuando colaboran, continuaron evolucionando sus patrones para MARÍA ANTONIETA: LA REINA ADOLESCENTE. “En realidad nunca hemos trabajado con carteles. Por lo general los actores ensayan y luego tomamos en cuenta la emoción en el guión, la locación, la iluminación y decidimos cómo filmar la escena”, dice Acord. “Es un proceso más intuitivo de observación y descubrimientos de cosas conforme se te van presentando. Sofía, en su estilo muy particular, tiene un entendimiento muy claro e ingenioso de lo que quiere y confía en mí para que le ayude a crear exactamente eso”.

Mientras tanto, el diseñador de producción Barrett, quien también colaboró con Coppola y Acord en PERDIDOS EN TOKIO, vio que su papel era crear una burbuja infinita de colores pastel como una superficie de belleza alrededor de María Antonieta. También le emocionó la visión fresca de Coppola para recrear la historia. “Desde un principio, fue muy claro que Sofía iba a tomar un enfoque muy impresionista”, dice. “El enfoque no está en lo que la gente a su alrededor pensaba de María Antonieta, sino en cómo ella absorbió personalmente el mundo que la rodeaba y eso es lo que el público experimenta. En cierto sentido, es una historia muy enfocada y personal, igual que LAS VÍRGENES SUICIDAS y PERDIDOS EN TOKIO”.

Desde el inicio, Coppola puso a Barrett a pensar en términos de un “mundo de dulces y pasteles”. “Juntó un libro de referencias que estaba lleno de colores almendrados, con verde menta, magenta y amarillo canario en vez de los azules y guindas de la realeza que uno podría esperar”, recuerda Barrett. “Tomamos la decisión de alejarnos de todos los tonos café y beige, para evitar el cliché de sepia que dice ‘eres de otra época’. Queríamos que se sintiera como si estuviéramos tomando fotografías en el mundo de María Antonieta, que pudimos documentar antes de que todo lo palideciera el tiempo. La idea es que sientas que estás realmente ahí, con una inmediatez y una vitalidad juvenil”.

Barrett disfrutó especialmente crear el mundo privado de María Antonieta en su retiro privado, Le Petit Trianon. “Su mundo era más ligero, más colorido, más natural, elegante pero relajado... y mucho menos expuesto por el peso de la historia y el protocolo. De vuelta en el mundo del rey en Versalles, vemos la rigidez, lo dorado, las proporciones míticas”.

Como hubo tantas restricciones para filmar en Versalles y Le Petit Trianon, la producción utilizó también varios otros pequeños palacios de la época para recrear las habitaciones del rey y la reina, y también el pastoral de María Antonieta, una pequeña aldea, conocida como el “Hameau”, que ella construyó en Le Petit Trianon. “Encontramos un chateau que tenía detalles maravillosos de la época pero se encontraba en un estado de bastante deterioro”, explica Barrett. “Pudimos incorporar algunos artículos y superficies que tenían, pero también tuvimos que hacer unas paredes nuevas para embellecer o manipular, cerrar ventanas, añadir ventanas, construir chimeneas, curvear algunos techos, en fin, pudimos hacer muchas cosas. Pero no importaba lo que sucediera, siempre teníamos la mentalidad de no quedarnos cortos, de pensar continuamente en mantener todo muy vivo en vez de rígido y sosegado”.

De todos los sentidos que estimula MARÍA ANTONIETA: LA REINA ADOLESCENTE, el gusto está entre los más fuertes y es uno de los más raros en una película. En todo el diseño de la película se ponen de manifiesto las generosas delicias para el paladar de la Francia del siglo XVIII. La creación de los enormes platillos para que María Antonieta y Luis cenaran fue una de las partes favoritas de Coppola.

“Una de las maneras en que el trabajar en Francia aportó tanto a la película es que pudimos encontrar a personas que se especializan en preparación de platillos del siglo XVIII”, dice Sofía. “Existe toda una tradición sobre la forma en que se cocinaba en esa época. Todo es tan elaborado, tan exagerado. Fue muy divertido como directora tener un Departamento de Pasteles completo dedicado a crear delicias y todo tipo de repostería color de rosa que usamos como vestuario para el set. La paleta completa de la película fue una especie de ‘dulces y pasteles’”.


LA MODA DEL SIGLO XXI ADAPTADA AL SIGLO XVIII

Con su exuberante juventud y pálida belleza, María Antonieta continúa para ser recordada como una de las mujeres más estilizadas y a la moda de la historia europea. Llegó a Francia en un momento de extravagancia extrema en la moda entre la aristocracia (mientas más grande era, mejor) y se consiente en el aro masivo de vestidos de las famosas casas de moda de París. Era también la época del “Belle Poule”, el famoso peinado que consistía en apilar el cabello hacia arriba de la cabeza, como medio kilómetro, y adornarlo con fruta, juguetes y plumas, el cual María Antonieta cultivó a un grado extremo. Incluso después, María Antonieta también introdujo un cambio importante en la moda, poniendo a Francia en un periodo de vestir más sencillo, más libre y más natural que presagiaba un tiempo de cambios tremendos.

Para Coppola, el vestuario de MARÍA ANTONIETA: LA REINA ADOLESCENTE fue siempre una parte vital de su atrevida visión para el diseño de la película. Sabía que necesitaría un diseñador que poseyera tanto el entendimiento histórico de los estilos del siglo XVIII, como la creatividad para darle un toque distintivo de moderna elegancia.

Esa persona era claramente Milena Canonero. La dos veces ganadora del Academy Award® por CARROS DE FUEGO y BARRY LYNDON, y también receptora de cinco nominaciones adicionales, Canonero es una de las diseñadoras de vestuario más buscadas de la actualidad. Rápidamente desarrolló una afinidad profunda por lo que Coppola estaba tratando de hacer con esta poco convencional postura de una película sobre el pasado. “Sofía es en cierta medida igual que yo en el sentido de que lo que más nos interesa son los sentimientos que despierta en el público un vestuario”, dice Canonero. “Algo de nuestro trabajo en MARIA ANTOINETTE: LA REINA ADOLESCENTE es simbólico, es algo de moda y algo psicológico. Siempre hay una razón para una textura o un color en particular”.

En cuanto subió a bordo, Coppola le dio a Canonero una base sólida para su trabajo. “Cuando conocí a Sofía por primera vez, tenía ya varios meses investigando en Francia y me habló de sus ideas sobre los colores que tenía en mente, los rosas atrevidos, los amarillos oro, los verdes pistache”, recuerda Canonero. “Entonces empezamos con eso como inspiración y luego pasamos a rayas y motivos florales más gráficos”.

Continúa: “Sofía no quería que la película tuviera la misma apariencia de todas las películas de época. Ésta no es una visión clásica de María Antonieta, sino la visión personal que Sofía tiene de ella. La cinta es una visión moderna de sus experiencias internas y por lo tanto la ropa tenía que respetar ese tipo de lenguaje. Tomamos la esencia de cómo fueron las cosas y las estilizamos. Queríamos más calidez y humanismo, entonces la ropa debía tener al mismo tiempo esa riqueza y sencillez, una visión muy contemporánea”.

“Mucho de nuestro vestuario sirvió como marco de referencia para la canción ‘I Want Candy”, dice Canonero. “Elegimos colores y texturas que nos recordaran las cosas que les gustaría comer. Vamos de colores muy pálidos y suaves, a tonos más impactantes. Puedes decir que estuvimos muy influenciados por la época, pero no presentamos una visión clásica. Se trató mucho más de una declaración de moda. A veces, era muy rock & roll”.

Canonero usó una mezcla de piezas auténticas de la época y diseños originales, importando metros y metros de tul, organza, tafeta y seda de las casas especializadas en Italia e Inglaterra, así como cientos de plumas para crear un arco iris de impresionantes adornos para la ropa de la realeza. Contrató a un sombrerero para que hiciera cientos de sombreros y pasó interminables horas bordando botones. “Los botones son absolutamente clave para la apariencia del siglo XVIII”, afirma.

En lo que respecta a los zapatos, una de las obsesiones de María Antonieta, Canonero utilizó los diseños actuales del diseñador Manohlo Blahnik para crear versiones estilizadas de zapatos del siglo XVIII. “No son 100% de la época, pero tienen cierta sensación de que así eran”, comenta.

Para vestir a Dunst, Canonero colaboró muy de cerca con Coppola. “Sofía quería riqueza y frescura para María Antonieta, y la ropa necesaria para mostrar su evolución de una jovencita a una mujer sofisticada”, dice. “A través de sus vestidos ves cómo ella adquiere más confianza en sí misma e incluso sus escotes se vuelven más pronunciados”.

Aunque muchas mujeres usaban pelucas durante la época de María Antonieta, Canonero y Coppola eligieron una apariencia más natural para Dunst, poniéndole con frecuencia talco en el cabello como lo hacían en el siglo XVIII, pero también permitiendo que su cabello rubio permaneciera natural. “El cabello es un punto de partida de lo que a menudo asociamos con María Antonieta, pero buscamos que fuera de acuerdo con Kirsten para los momentos más íntimos”, señala Canonero.

El maquillaje de Dunst, aunque es exagerado, se basa en la fascinación que tuvieron en el siglo XVIII por el rubor en las mejillas. “Si exageramos en algo, fue en hacerlo en tonos un poco más atrevidos”, explica Canonero.

Aunque los vestidos de María Antonieta podían haber tenido ocupado a todo su equipo durante meses, Canonero diseñó simultáneamente una amplia gama de vestuario para la corte de María Antonieta, dando un toque exclusivo y personalizado a cada personaje.

Además de María Antonieta, dos de los personajes femeninos favoritos de Canonero son la condesa De Noialles, interpretada por Judy Davis, y Madame Du Barry, interpretada por Asia Argento. “Son mujeres únicas”, dice Canonero. “Para la condesa De Noailles, la apariencia era muy elegante e impresionante, usa muchos amarillos, tonos cítricos y color limón para acentuar sus cualidades ácidas. Madame Du Barry, sin embargo, es como un ave exótica, casi como un loro. Es un poco exagerada, llena de joyería, turbantes y plumas”.

Cuando llegó el momento de vestir a Luis XVI en la persona de Schwartzman, Canonero de nuevo se apartó de los clichés establecidos. “No quería cubrirlo de bordados como siempre aparece en las pinturas, entonces tratamos de hacer prendas más sencillas”, explica. “Ésta fue la cúspide de la decadencia francesa pero queríamos poner énfasis en que Luis XVI era de una nueva generación y su ropa implica un movimiento hacia adelante. Usamos ropa muy bien cortada, impresionantemente gráfica, con materiales ricos y bordados muy ligeros. Pero él usa mucho los colores favoritos de Luis XVI, grises y azules suaves”.

Schwartzman vio que cuando se trata de ver hacia el pasado, la ropa en verdad le ayudó a ponerse en los zapatos del rey. “El vestuario fue de gran ayuda para mí porque hay algo especial al ponerte ese tipo de atuendos que te hace cambiar físicamente. Capa por capa, empiezas a viajar hacia el pasado. Te paras de manera diferente. Tu espalda se pone más derecha, los hombros más rígidos y caminas y te sientas también en forma diferente. Verdaderamente te transportas”, dice.

Durante el extenuante proceso, el equipo de Canonero trabajó turnos de día y noche para mantener a todo el elenco de integrantes de la corte con prendas frescas y con mucho espíritu. Canonero constantemente mostraba a Coppola varias elecciones, para asegurar que sus visiones estuvieran sincronizadas.

Coppola estuvo fascinada con la contribución de Canonero a la cinta. “Fue asombroso ver lo que hacía y cómo veía el gran panorama, porque veíamos el vestuario de manera individual por separado en el estudio, pero cuando todos los actores se reunían en el set, podías ver cómo todos los colores diferentes y los detalles increíbles estaban en armonía perfecta para crear algo muy rico y hermoso”, dice. “Fue muy emocionante observar todo eso, ver cómo cobraba vida todo lo que habíamos imaginado”.


LA ETIQUETA EXTREMA DE VERSALLES

María Antonieta escribió en una ocasión a su madre: “me pongo rubor y me lavo las manos frente al mundo entero”. En realidad no exageraba mucho. Lejos de un hogar acogedor para el rey y la reina de Francia, Versalles era un universo complicado en sí mismo, donde vivían miles de miembros de la realeza y sus sirvientes; y observaban con absorta atención cada movimiento, por trivial que fuera, que hacían los monarcas.

Es difícil imaginarlo en el siglo XXI, pero la vida de María Antonieta, su cuerpo y sus actividades no se percibían como pertenecientes a ella sino más bien a la nación de Francia y a todo el aparato de la realeza. Era vestida por otras personas, arreglada por otras personas, tenía que comer sus alimentos a la vista del público y cada palabra que pronunciaba se suponía que debía ir de acuerdo con los códigos de conducta reales. Era imposible tener privacidad. Incluso en su noche de bodas María Antonieta y Luis nunca estuvieron solos. Su lecho nupcial tenía que ser bendecido públicamente y al subirse a él por primera vez, estaban rodeados de una multitud bastante considerable. Más tarde, María Antonieta incluso tuvo que pasar por el parto de su hijo enfrente de curiosos mirones.

Fue Luis XIV quien estableció primero muchas de las excesivamente elaboradas reglas de Versalles en cuanto a etiqueta, en un intento por mantener mejor el control sobre todos los nobles. El protocolo cubría prácticamente todo aspecto de conducta y vestido, y contenía definiciones absurdas de quién era superior a quién. Cuando se trataba de María Antonieta, el protocolo era particularmente intenso, comenzando cada mañana cuando se enfrentaba a rituales elaborados de vestido y arreglo. Las reglas sumamente específicas cubrían quién le daba a María Antonieta su ropa interior, quién le daba una barra de jabón, quién le aplicaba el rubor, y así sucesivamente hasta quién podría tener el privilegio de tocar su piel durante el baño. Mientras tanto, cada detalle de su existencia, desde lo más mundano hasta lo vergonzoso, desde su vida sexual hasta su ciclo menstrual, se registraba para que fuera del conocimiento de todos.

Todo era increíblemente complicado y la extraordinaria escena en MARÍA ANTONIETA: LA REINA ADOLESCENTE en la que una María Antonieta desnuda se sienta temblando de frío mientras varios visitantes pasan observando el ritual donde alguien le entrega su ropa interior, se tomó directamente de la investigación de Antoina Fraser. La ironía es que a pesar de estar rodeada de miles de mirones y ayudantes, María Antonieta se sentía siempre recluida y sola, una jovencita atrapada en un mundo de fantasía que le daba muy poca de la anhelada libertad.


INSPIRACIÓN MUSICAL

Cuando estaba escribiendo el guión para MARÍA ANTONIETA: LA REINA ADOLESCENTE, Coppola acudió al supervisor musical Brian Reitzell (con quien había trabajado en sus dos películas anteriores) para discutir la música en el tono que estaba pensando mientras escribía. Reitzell mezcló los “CD Versailles” que incluyeron artistas como Bow Wow Wow, New Order, Adam Ant, “y otra música romántica post punk”, dice Reitzell. “Nos dio una plataforma de donde partir”.

En preparación para la película, Reitzell también se metió de lleno en la ópera. “Decidimos que nuestro enfoque sería un collage de diferentes tipos de música”, dice Reitzell. “La banda sonora son dos discos, una odisea tipo ópera con música post punk pre rock romántico moderno con algo de música del siglo XVIII, y también un poco de música muy contemporánea”.

La mezcla ecléctica de sonidos, sostiene Reitzell, “te facilita meterte en la película. La música resuena porque muestra cómo eran realmente estas personas. Durante casi toda la película, María Antonieta es una adolescente y habría sido mucho más difícil llegar a su angustia de jovencita con una obra maestra de la música teatral”.

No hay nada fortuito o frívolo en las selecciones musicales que Reitzell y Coppola hicieron para la película. “Lo importante en la música para esta película es que no hubo reglas y no se usó ninguna otra película como modelo”, dice Reitzell. “No hicimos nada sólo por meter alguna canción. Siempre hicimos lo que sentíamos que nos parecía adecuado”.


“Todo fue muy orgánico”, continúa. “La historia dictó la música, la cual sigue el arco dramático. Pusimos todos los créditos de la apertura con la canción “Natural’s Not in It” de Gang of Four, la cual te prepara musical y líricamente para lo que va a suceder. Después, hay una pieza de Aphex Twin, “Jynweythek Ylow”, la cual se toca cuando María Antonieta entra por primera vez a Versalles, que en realidad se oye como si estuvieras en ese lugar. Lo que me encantó es que no se puede decir si es un clavicordio o un instrumento de cuerdas lo que estás escuchando”.

La partitura se dividió en tres partes para complementar la progresión dramática de la película. “Comienza con un periodo inocente”, dice Reitzell. “La sección del centro es un periodo más decadente con la energía de música más moderna. El final es el declive y únicamente hay una o dos claves musicales”.


MARÍA ANTONIETA: UN RESUMEN

1755 La archiduquesa nace en Viena el 2 de noviembre, hija del venerable emperador romano Francis I y la emperatriz María Teresa.

1765 Muere el emperador Francis I, dejando a la dura y sumamente política María Teresa a cargo del Imperio de Hasburgo. Ella inicia una campaña para casar a sus hijas con los jefes de la corona de toda Europa. La hija número 15 del emperador Francis, María Antonieta, está muy abajo de la lista, hasta que la muerte de su hermana mayor Johanna Gabriella la pone en posición para desposarse con el futuro Rey de Francia.

1769 Luis XV pide la mano de María Antonieta, entonces de 14 años de edad, para desposarse con su heredero, Luis Augusto, el adolescente que será el futuro rey Luis XVI.

1770 María Antonieta debe abandonar a sus amigos, familiares y todas sus posesiones, incluso su ropa, y emprende su viaje hasta la frontera con Francia. Nunca volverá a ver a su país.

1770 La pareja de adolescentes Luis y María Antonieta se desposan en una espléndida ceremonia en el Palacio de Versalles.

Sin embargo, su matrimonio no se consuma sino hasta siete años después.

1774 Después de la repentina muerte de Luis XV a causa de la viruela, Luis y María Antonieta se convierten en rey y reina a la edad de 20 y 18 años respectivamente, proclamando de manera pública: “protégenos señor, ya que somos demasiado jóvenes para reinar”.

1774 María Antonieta conoce al notablemente bien parecido y sofisticado conde sueco Hans Axel de Fersen, con quien empieza un breve pero apasionado amorío. Él seguirá enamorado de ella por el resto de su vida.

1777 Se registra la primera intimidad física entre María Antonieta y su esposo.

1778 María Antonieta da a luz a su primer hijo, una niña, llamada Marie Thérèse Charlotte.

1780 María Antonieta hace su primera aparición en el escenario en el Teatro del Trianón, realizando su sueño de convertirse en actriz.

1780 Muere la emperatriz de Austria, madre de María Antonieta.

1781 Nace el primer hijo varón de María Antonieta: el delfín Luis-Joseph.

1785 María Antonieta da a luz a un segundo varón, Luis Charles de Francia.

1786 María Antonieta da a luz a otra niña, Sophie Béatrix, quien muere antes de cumplir un año de edad.

Apodan a María Antonieta “Madame Déficit” por su exagerada manera de gastar, convirtiéndose en el chivo expiatorio por la crisis económica masiva de Francia.

1789 La tragedia ataca a la familia cuando el delfín, Luis Joseph, muere a los 7 años de edad después de luchar contra la tuberculosis.

1789 La Toma de la Bastilla se lleva a cabo el 14 de julio y comienza la Revolución Francesa.

1790 El pueblo enardecido en ira ataca el Palacio Real, matando a los guardias de la reina, pero María Antonieta valientemente sale a un balcón para enfrentarlos.

1792 Ahora viviendo en las Tullerías de París, los miembros de la realeza son atacados una vez más por el pueblo. Se le dan a María Antonieta oportunidades para escapar pero ella las rechaza diciendo que debe permanecer al lado de su esposo. La guardia real es masacrada y se suspende toda la autoridad real. María Antonieta y Luis XVI son acusados de traición.

1792 Francia se declara República el 21 de septiembre y pronto después de eso se inicia juicio contra Luis XVI.

1792 Francia le declara la guerra a Austria, haciendo de María Antonieta un enemigo extranjero.

1793 Luis XVI es guillotinado el 21 de enero.

1793 Habiéndola despojado de todos sus hijos, María Antonieta desconsolada enfrenta un juicio ante el tribunal revolucionario. La encuentran culpable de todos los cargos y la decapitan el 16 de octubre a la edad de 37 años.


Algo de la música que se usó en MARÍA ANTONIETA: LA REINA ADOLESCENTE

“Natural's Not In It”
Escrita por Dave Allen, Hugo Burnham, Andy Gill y Jon King
Interpretada por Gang of Four
Cortesía de Warner Music Group y EMI Records

“Opus 17”
Escrita e interpretada por Dustin O'Halloran

“The Melody Of A Fallen Tree”
Escrita por Jason McNeely y Dan Matz
Interpretada por Windsor for the Derby
Cortesía de Secretly Canadian y Zync Music Inc.

“I Don't Like it Like This”
Escrita por Johan Duncanson
Interpretada por The Radio Dept.
Cortesía de Labrador Records

“Jynweythek Ylow”
Escrita por Richard D. James
Interpretada por Aphex Twin
Cortesía de Warner Music Group, Warp Records y Sire Records

“1st Menuet Pour Les Guirries et les Amazones, 2nd Menuet”
Escrita por Jean-Philippe Rameau
Dirigida por William Christie
Interpretada por Les Arts Florissants
Cortesía de Harmonia Mundi France (P) 1991

“Pulling Our Weight”
Escrita por Johan Duncanson y Martin Larsson
Interpretada por The Radio Dept.
Cortesía de Labrador Records

“Il Secondo Giorno Instrumental”
Escrita por Jean-Benoît Dunckel y Nicolas Godin
Interpretada por Air
Cortesía de Aircheology

“Keen On Boys”
Escrita por Johan Duncanson y Martin Larsson
Interpretada por The Radio Dept.
Cortesía de Labrador Records y XL Recordings Ltd.

“Aux languets d'Apollon”
(De la ópera ballet “Platée”)
Escrita por Jean-Philippe Rameau
Interpretada por Carolyn Sampson y Ex Cathedra
Dirigida por Jeffrey Skidmore
Cortesía de Hyperion Records, Ltd.

“Opus 23”
Escrita e interpretada por Dustin O'Halloran

“I Want Candy (Kevin Shields Remix)”
Escrita por Bob Feldman, Jerry Goldstein, Richard Gottehrer y Bert Berns
Interpretada por Bow Wow Wow y Kevin Shields
Cortesía de RCA Records y Sony BMG Music Entertainment

“Hong Kong Garden”
Escrita por Susan Ballion, Steven John Bailey, John Gareth McKay y Kenneth Morris
Interpretada por Siouxsie y los Banshees
Cortesía de Polydor Ltd. (UK) y Universal Music Enterprises

“Aphrodisiac”
Escrita por Matthew Ashman, Dave Barbarossa, Leigh Gorman, Annabella Lwin y Malcolm McLaren
Interpretada por Bow Wow Wow
Cortesía de RCA Records y Sony BMG Music Entertainment

“Fools Rush In (Kevin Shields Remix)”
Escrita por Johnny Mercer y Rube Bloom
Interpretada por Bow Wow Wow y Kevin Shields
Cortesía de EMI Records, Film & Television

“Plainsong”
Escrita por Robert Smith, Simon Gallup, Boris Williams, Roger O'Donnell y Laurence Tolhurst
Interpretada por The Cure
Cortesía de Fiction Records Limited, Polydor Ltd. UK, Universal Music Enterprises, Elektra Entertainment Group y Warner Music Group Film y TV Licensing

“Ceremony”
Escrita por Ian Curtis, Peter Hook, Peter Hook y Stephen Morris
Interpretada por New Order
Cortesía de Warner Music Group y London-Sire Records Ltd.

“Tommib Help Buss”
Escrita por Tom Jenkinson
Interpretada por Squarepusher
Cortesía de Warp Records

“Ou Boivent Les Loups”
Escrita e interpretada por Phoenix

“Kings of the Wild Frontier”
Escrita por Marco Pirroni y Adam Ant
Interpretada por Adam Ant y The Ants
Cortesía de Epic Records y Sony BMG Music Entertainment (UK), LTD.

“Avril 14th”
Escrita por Richard D. James
Interpretada por Aphex Twin
Cortesía de Warner Music Group, Warp Records y Sire Records

“What Ever Happened?”
Escrita por Julian Casablancas
Interpretada por The Strokes
Cortesía de RCA Records y Sony BMG Music Entertainment

“Tristes apprêts, pâles flambeaux”
(Tomada de Tragédie lyrique “Castor y Pollux”)
Escrita por Jean-Philippe Rameau
Interpretada por Agnès Mellon y Les Arts Florissants
Dirigida por William Christie
Cortesía de Harmonia Mundi S.A. (P) 1993

“Opus 36”
Escrita e interpretada por Dustin O'Halloran

“All Cats are Grey”
Escrita por Robert Smith, Simon Gallup y Laurence Tolhurst
Interpretada por The Cure
Cortesía de Fiction Records Limited, Polydor Ltd. UK, Universal Music Enterprises, Elektra Entertainment Group y Warner Music Group Film y TV Licensing

“Les barricades mystérieuses”
Escrita por François Couperin

IR A REPARTO Y REALIZADORES
 

 

 

 

 FESTIVALES RETROSPECTIVAS ESTRENOS Y NOVEDADES  

 ENTREVISTAS INFORMES CRITICOS CONTACTENOS